No importa cuánto. No te dejaré correr.
Debí preguntarle por qué estaba convencido de eso. Tomo una bocanada de aire termino de vestirme mientras medito en todo. Las palabras de Iv, las de esa mujer que es obvio, no le caigo para nada bien.
Dentro de la bolsa había un vestido azul pastel a rayas, que es como un largo camisón. Me pregunto si él le indicó como quería la ropa, porque con su aversión creo que todo lo que consiguió es bastante decente. Me miro al espejo y sonrío observando el golpe en mi frente. Me resulta gracioso porque no me hace ver muy atractiva, sino como una chica a la que la han cogido a golpes. Duele y se ve bastante feo. Dejo mi cabello suelto y lo tapo un poco con el fleco para disimularlo.
Al salir me encuentro un pasillo elegante y vacío. No sé dónde me está esperando, pero sé dónde buscarlo, así que camino a lo largo de él flanqueada por cuadros famosos, es más, toda finca está llena de adornos lujosos que de alguna manera corr
Sin duda tiene una grande y bonita colección, que seguro le debió de tomar años completarla. Me dedico a inspeccionar cada modelo expuesto con sumo cuidado en su pedestal. Es como un pequeño museo personal.―¿Qué es todo esto? ―pregunto emocionada, volviéndome hacia él, llevando mis manos a la espalda.―¿Qué te parece que es? ―pregunta acercándose a un pedestal donde hay una colección de modelos antiguos a escala pequeña.―Es obvio que es una gran colección de aviones. ¿Acaso es esto lo que exportas?―¿Tú qué crees?―Que deberías dejar de hacerme preguntas y responderme de una buena vez.―¿Ibas a decir una grosería?Julian me hace reír negando con mi cabeza. Tomo una bocanada de aire y la expulso fuerte.―Bien, tú ganas, explícame.―Soy piloto, y esto por así decir ―expuso mirando a su alrededor―, es un gusto culposo.―¿Por qué?―Porque la mayoría son piezas originales y únicas―No me digas, ¿de casu
Julian no negó ninguna de mis suposiciones, y eso tengo que admirárselo. No le dices a alguien que eres un delincuente y luego te vas a la cama alegremente con ella. Lo segundo no sería el caso «oh, vaya, que sí lo es». Bien, en resumidas cuentas, supongo que la incógnita ha sido aclarada sobre quién es en realidad Julian, y, sin embargo, aunque Iv tiene razón, no me hallo corriendo y no es debido a su advertencia porque después de decirme eso, volvimos a la casa y él salió, recordándome lo de esta noche.Ahora estoy aquí esperando. No he llamado a Iv porque si le cuento es probable que me grite: ¡Corre de allí!Lo loco de todo esto es que no quiero correr, pero si dejo que ocurra lo de esta noche ya no tendré esa posibilidad.¡Vaya lío!Aunque en realidad no lo es, yo debería ser más sensata y alejarme.¡Que alguien me dé en la cabeza!La puerta se abre en ese momento y es Melania.―¿No sabes tocar? ―pregunto algo agreste.
«Va a cuidarme».Debo estar muy loca para creer eso.¿Qué tan malo es todo esto?Supongo que ahora estoy en la tarea de averiguarlo. O, vivirlo. Lo cierto es que desde que Julian entró a mi vida, esta se ha vuelto menos monótona y aburrida y más emocionante. No estudié letras porque fuera alguien inteligente con la lingüística como para un día alardear de mi conocimiento sobre literatura o el mundillo editorial. Lo hice porque esto me entretenía además que me gustaba más la parte formativa del conocimiento más que dedicarme a explotarlo.Debe ser por eso que Geller decidió ponerme ese trabajo.Escribes mucho, pero nunca has escrito un libro.Sonaba gracioso; sin embargo, ese no es mi estilo y ahora, al igual que esta peligrosa aventura, me estoy adentrando a ello. Tal vez al final si tenga algo propio y vívido que contar.Dueña de mí misma y mis decisiones, entro en su juego y abro toda la parte delantera de mi vestido, no ll
―¿Te ducharás conmigo? ―pregunto cuando me pone en pie en el frío enlosado.―Es lo que he dicho ―responde quitándose la camisa.―De acuerdo ―digo dejando caer el vestido al piso, ya que no tengo que soltarlo y camino toda desnuda hacia la ducha.Abro la llave de la ducha y empiezo a graduar el agua cuando miro por el rabillo como entra desprovisto de su ropa y se pone detrás de mí. No es la primera vez que le veo así, me gusta cuando se despoja de todo porque las vistas de su cuerpo duro y fornido son espectaculares. Inconscientemente, deseé verlo así en la mañana, pero no hizo más que contemplarme.Estoy aquí por ti y porque ya no puedo contenerme.«Así que se estaba aguantando». Un escalofrío recorre mi columna y mi piel se eriza cuando le siento pegar la tibieza de su piel a mi espalda. Sus manos se meten por mis costados abrazándome y luego acariciando mis senos.Observo sus brazos tatuados, y la rosa que serpentea con su mano b
«Poderoso», la palabra suena tentadora en mi cabeza como si pudiera nombrarle sin ningún problema de ese modo. E incluso pienso en que le quedaría bien ese título a mi libro. Al principio no tenía una idea clara y no sé si he sido influenciada por Tara o por él mismo, de todos modos, siento que quiero narrar toda esta aventura.Fue una locura pedirle eso de ser mi inspiración, porque creo que ya lo era desde el principio, pienso sin evitar esbozar una sonrisa.―¿Qué piensas que es tan divertido? ―pregunta.Me ladeo para mirarle conducir sosteniendo el volante con mucha prepotencia y elegancia. Él puede ser las dos cosas y generar amores y odios.―¿Tengo que decírtelo? ―pregunto algo engreída.―No, pero podría imaginarlo.―¿Ah, sí?―Por supuesto.―¿Y qué te imaginas que pienso?―Lo increíble que soy ―responde ocasionando que mi risa sea un poco más desternillante.―Sí que te lo quieres bien creído.―Tanto co
Julian»»»»»«««««Talia.Debí imaginar que se rendiría a los brazos de un pez gordo como mi padre, y me alegra de no haber creído sus palabras. Casi que llegué a pensar que podría ser cierto eso de estar emocionada y que le había destrozado el alma, no haberla tomado; sin embargo, en este mundillo solo existen acuerdos donde unos pueden beneficiarte y otros condenarte.―¿Es la chica de la que hablaste? ―Claire pregunta rompiendo el silencio en que nos hemos quedado por estar observando a la sin igual pareja.O mejor, desigual. Es obvio lo que busca mi padre y lo que ella quiere. Habría estado atrapado en ese punto si la hubiera aceptado.Ella me mira.―Es la misma ―contesto.―¿Y por qué está con tu padre?Eso me resulta algo tonto, porque hasta con dos dedos de frente te darías cuenta de lo que una mujer joven y hermosa busca en un viejo al que ya le resienten el peso de los año
¿Qué fue todo eso?Sigo tratando de calmarme, lo que acaba de ocurrir nunca me había pasado. Esa mujer literalmente se transformó y de un momento a otro dejó de sonreírme y se abalanzó con una daga sobre mí.Salimos de ese lugar, pensé que iríamos al auto, al contrario, me lleva a la azotea del hotel. Allí hay un helicóptero y me apura para subir.―¿Estás más tranquila?―¿No me digas que eso fue por haberla rechazado? ―inquiero algo histérica.Julian se muestra pasivo y eso me molesta.―En parte, pero no lo creo.―Melania dijo que esto ocurriría ―murmuro asustada―, creí que lo soportaría, es demasiado. Quizás ella tiene razón.―Claire.―¡Te juro que es demasiado para mí! ―exclamo.Él me abraza y me lleva a su pecho.―Cálmate un poco.―¡No me pidas que me calme!, esa mujer en serio iba a matarme.Ni siquiera dijo nada, solo llegamos al servicio, ella estaba toda sonriente y de repente estaba am
La forma de sellar acuerdos con Julian, son únicas: simplemente te hace delirar y ver como nimiedades aquellas cosas que podrían ser bastante problemáticas. Una de las razones por las que ya no tengo contacto con mi madre es esa y de algún modo esto me hace sentir absurda porque me encuentro deseándolo así un día antes haya estado a punto de morir.La mano de Julian se mete debajo de mí buscando mi entrepierna. Me regodeo en el toque profundo de sus dedos, entremetiéndose entre mis piernas, rozándome, buscando ir más adentro. Su boca besa mi cuello y su barba raspa mi piel. Me lleva al borde y solo me está tocando. Mi boca se abre en un jadeo continuo. Ladeo mi cabeza para mirarle y su boca busca la mía.Se ríe de mí y eso me enerva, pero tan bien me alebresta. Agarro su mejilla y busco su boca. Es imposible besarle, sus dedos hurgando dentro lo hacen imposible y más cuando estoy a punto de explotar. Aprieto mis muslos con fuerza, atrapando su mano cuando el orgasmo ll