CAPÍTULO 79: EL CUMPLEAÑOS—Hola, mamá —digo, intentando sonar casual mientras me acomodo en el sofá.—Elena, ¿cómo estás? —responde mi madre, su tono lleno de preocupación habitual.—Bien, bien —le digo, respirando hondo—. Escucha, mañana es el cumpleaños de Daniel y me gustaría que tú y tía Cata vinieran de nuevo a la casa.Hay una pausa en la línea antes de que mi madre hable de nuevo.—No estoy muy segura, Elena. ¿Qué ha pasado con Hyun-Soo?Suspiro, sabiendo que la pregunta era inevitable.—No te preocupes, mamá. Todo está mejor ahora. Además, no puedo dejar a Daniel en lo de tía Cata en su cumpleaños, ¿cómo está él?—Está dormido y anduvo bien triste todos estos días, ni siquiera lo animó ir a ordeñar a las vacas.—¿En serio? —pregunto con tristeza. ¿Qué le estoy haciendo a mi niño? —Sí, pero seguro que se pone muy feliz si volvemos para su cumpleaños. Compraré los pasajes entonces. —Está bien, mamá. Nos veremos mañana —respondo sintiéndome un poco más relajada.Al día siguien
CAPÍTULO 80: MI MADRE SE ENTERA DE LA VERDADMis ojos se cierran por instinto y mis labios se entreabren ligeramente en respuesta. Puedo sentir la tensión eléctrica en el aire, cada fibra de mi ser se siente atraída hacia él, deseando más. El calor de su cuerpo se mezcla con el mío, creando una sensación de anhelo y deseo que no puedo ignorar.Sus manos se deslizan suavemente por mis brazos, subiendo hasta mis hombros, luego hasta mi cuello, donde sus dedos trazan un camino delicado y ardiente. Cada caricia, cada roce de su piel contra la mía enciende un fuego dentro de mí que he querido ahogar desde hace mucho tiempo.Mi respiración se vuelve errática, y sé que él lo nota. Hyun-Soo me mira con una mezcla de ternura y pasión, sus ojos oscuros reflejan el deseo que ambos sentimos. La tensión entre nosotros es casi insoportable, un tira y afloja de emociones que nos tiene al borde del abismo.—Elena —murmura, su voz vibra con una intensidad que hace que mi corazón se acelere aún más—, n
CAPÍTULO 81: DECISIONES CRUCIALESDespierto al día siguiente con una sensación de vacío en el estómago. Las palabras de mi madre todavía resuenan en mi cabeza, y sé que no puedo quedarme aquí más tiempo. Tomo una decisión rápida y definitiva: tengo que irme.—Daniel, cariño, vamos a salir temprano hoy —digo mientras lo ayudo a vestirse.—¿Adónde vamos, mamá? —pregunta con sus grandes ojos llenos de curiosidad.—Vamos a… un lugar diferente. Empaca algunas de tus cosas, ¿de acuerdo? —le respondo, tratando de mantener la voz tranquila.Mientras él recoge sus juguetes favoritos, yo empaco nuestras cosas rápidamente, sin dejar de sentirme con un nudo en el estómago. Bajamos las escaleras con las maletas y al salir del edificio, me encuentro cara a cara con Hyun-Soo.—Elena, ¿qué está pasando? —pregunta, notando de inmediato mi expresión preocupada y la maleta en mi mano.—No puedo quedarme aquí más tiempo —le digo entretanto mi voz se quiebra—. Mi mamá ya sabe del embarazo y… me echó de la
CAPÍTULO 82: CONDICIONESEl taxi avanza lentamente por las calles, y mi corazón late con fuerza mientras contemplo las luces de la ciudad a través de la ventana. Daniel está sentado a mi lado, mirando por la ventana con ojos soñolientos. Al otro lado, Hyun-Soo observa en silencio, su expresión es serena, pero concentrada. Finalmente, rompo el silencio, mis palabras salen temblorosas, estoy más nerviosa de lo que pensaba.—Hyun-Soo, antes de llegar al aeropuerto, necesito hablar contigo sobre algunas cosas —susurro.Él se gira hacia mí, asintiendo para que continúe.—Si vamos a intentar esto... —tomo aire, buscando las palabras correctas—. Necesito algunas garantías.Hyun-Soo me mira con una mezcla de curiosidad y seriedad. No puedo creer que una parte de mí desee darle una oportunidad a esto. Tal vez mi madre tiene razón, solo estoy alimentando una ilusión que terminará pronto, pero necesito algo a lo que aferrarme. Asiento, y sigo adelante.—Primero, quiero vivir en una casa separada
CAPÍTULO 83: DIFERENTELlegamos a la comisaría, y me llevan a una sala de interrogatorios. Me siento en la silla, tratando de mantener la calma mientras los oficiales preparan los papeles.—Señora Fernández, tenemos que seguir el protocolo —dice uno de ellos, tratando de sonar comprensivo—. Si la denuncia se retira, podrá irse, pero hasta entonces...Asiento, incapaz de hablar. Las horas que siguen son un borrón de preguntas y respuestas, esperando que alguien llegue con una solución. Todo lo que puedo hacer es aferrarme a la esperanza de que Hyun-Soo logre convencer a su madre y que esto termine pronto.Sigo repitiendo la verdad, esperando que alguien crea mi versión de los hechos. La situación se torna surrealista cuando los oficiales están por llevarme a la celda y de pronto la puerta de la sala de interrogatorios se abre abruptamente y veo a Hyun-Soo entrar, seguido por su madre. Mi corazón se acelera al ver la furia en los ojos de la señora.—Quítala ahora mismo —ordena Hyun-Soo
CAPÍTULO 84: NO SERÁ TAN FÁCILDespués de un día lleno de caos y tensión, finalmente nos terminamos de instalar en la nueva casa. Es un lugar acogedor, alejado de la influencia de la madre de Hyun-Soo y del bullicio de la ciudad. La casa es luminosa y espaciosa, con un jardín en la parte trasera donde Daniel puede jugar libremente. La mudanza en sí misma es agotadora, pero el cambio de ambiente me da la sensación de paz que me hacía tanta falta. Esa noche, después de que Hyun-Soo regresa del hospital, dejamos a Daniel al cuidado de la niñera. Él sugiere que salgamos a comer para relajarnos un poco y tratar de conversar sobre lo que quedó sin resolver esta mañana. —¿Estás seguro de que quieres hacer esto? —pregunto.—¿Por qué no lo estaría Elena? Vamos, tenemos muchas cosas de qué hablar y no creo que Daniel deba escucharlas. Asiento y voy corriendo a mi habitación a prepararme para verme bien. Hyun-Soo es muy atento y caballeroso conmigo, no decimos nada más que miradas intensas y
CAPÍTULO 85: CONFESIONES EN EL PARQUEMe detengo y lo miro, confundida.—¿Cómo dices?—Ese día de la boda, cuando recibiste la llamada y escuchaste esas cosas horribles… yo nunca hice esa llamada. No era yo.Siento un nudo en el estómago. Saco mi teléfono y busco el número desde el cual recibí la llamada. Se lo muestro a Hyun-Soo.—Este es el número del que recibí la llamada, ¿es tuyo? Hyun-Soo toma el teléfono y examina el número. Niega con la cabeza.—No, este no es mi número.—Hagamos una prueba —dice. Marca el número y esperamos. Después de un par de tonos, alguien contesta.—¿Hola? —La voz es inconfundible. Es Min-Ji.Hyun-Soo y yo nos miramos, sorprendidos y furiosos al mismo tiempo. Ambos colgamos de inmediato. Me siento mareada y necesito sentarme. Hyun-Soo me guía hasta un banco cercano y me sostiene mientras trato de asimilar lo que acaba de pasar.—Lo siento tanto, Hyun-Soo —digo, con lágrimas en los ojos—. Lo siento por haber creído que tú dirías esas cosas, pero es que…
CAPÍTULO 86: ESCÁNDALO PÚBLICOEl amanecer en nuestra nueva casa debería ser tranquilo, pero hoy todo es distinto. La paz de la mañana se rompe con el sonido estridente del teléfono. Hyun-Soo responde y lo veo palidecer, su mirada se endurece mientras escucha atentamente.—¿Qué pasa? —pregunto, sentándome a su lado en la cama, e intentando controlar mi voz llena de preocupación.Hyun-Soo cuelga y me mira con una expresión sombría.—Hay un artículo en la prensa. Están diciendo que mi gestión en el hospital está fallando debido a nuestra relación.Mi corazón se hunde. Sabía que las cosas estaban tensas, pero no esperaba que la situación llegara a esto.—¿Qué dice exactamente?Hyun-Soo me entrega su teléfono, donde el titular del artículo brilla en la pantalla: "El Romance del Director con una Extranjera Hundiendo al Hospital Han". Mis ojos recorren el texto, cada palabra parece una estocada."Fuentes anónimas dentro del Hospital General de Seúl han revelado que la relación del director