CAPÍTULO 72: RECURSO DESESPERADOEl sonido de la tetera silbando llena la cocina mientras mi madre y yo nos sentamos a la mesa, las dos con expresiones tensas y preocupadas. El aroma del té de manzanilla se mezcla con el aire, tratando de calmar nuestros nervios.—Elena, cariño, creo que es definitivo, debes enviar a Daniel con la tía Cata —dice mi madre—. Al menos hasta que puedas resolver esta situación.Siento un nudo en la garganta. La idea de separarme de Daniel, aunque sea temporalmente, me duele demasiado. Pero sé que mi madre tiene razón. Hyun-Soo está dispuesto a todo para llevárselo, y no puedo permitirlo.—Lo sé, mamá —respondo, mi voz temblando—. Pero... ¿cómo le explico esto a Daniel? No quiero que piense que lo estoy abandonando.—No lo verá así, Elena. Le encanta ir a lo de la tía Cata. Los animales, el campo... Es su lugar favorito —me recuerda ella, poniendo una mano sobre la mía—. Solo será por un tiempo, hasta que podamos solucionar todo.Asiento, sabiendo que no ha
CAPÍTULO 73: UN NUEVO MILAGROUn día después…El sonido de las sirenas y el murmullo constante de la sala de emergencias llenan mis oídos mientras corro de un lado a otro, atendiendo a pacientes y tratando de mantener mi mente ocupada. Extraño a mi hijo como si se hubiera ido hace un año en vez de hace dos días, y cada vez que paso por una ventana o una puerta, mi corazón se acelera con el miedo irracional de ver a Hyun-Soo allí, observándome, esperándome. No sé dónde se está hospedando, pero sé que sigue por ahí, rondándome como un fantasma que no me deja en paz.Siento un nudo constante en el estómago, un temor latente de que en cualquier momento la policía llegue para arrestarme por haberme llevado a Daniel sin permiso. Pero debo seguir adelante, por él, por mí.—Elena, ¿estás bien? —me pregunta una colega, notando mi rostro pálido.—Sí, solo un poco cansada —respondo, intentando sonreír.—¿Estás segura? Te ves muy pálida y pareces distraída.—No es nada, de verdad —digo con una so
CAPÍTULO 74: RESISTENCIAEstoy aquí otra vez, enfrentando las mismas decisiones y los mismos miedos que hace cinco años. Mi cuerpo está débil, pero mi mente corre a mil por hora. Hyun-Soo está sentado a mi lado esperando una respuesta.—¿Estás embarazada? —pregunta de nuevo, esta vez con un tono más suave pero insistente.Siento cómo mi corazón se acelera y las palabras se quedan atrapadas en mi garganta. No puedo evitarlo, asiento lentamente. Su reacción no es la que esperaba.—¿Con quién te has acostado? —me acusa.La indignación y la furia se mezclan en mi interior. Sin pensarlo, agarro la prueba y se la arrojo en la cara. Él la toma, sus ojos recorren el papel mientras su expresión cambia. Ve las semanas de embarazo y todo encaja en su mente.—Fue el día en que nos quedamos encerrados en la biblioteca. Tú habías estado bebiendo —le recuerdo, mi voz cargada de veneno—. Seguro ni te acuerdas porque para ti solo fue sex0.Hyun-Soo me mira con fuego en la mirada, sus ojos perforan los
CAPÍTULO 75: TERCODespierto en la cama del hospital, la luz del sol entra por las persianas y la habitación se siente extrañamente tranquila. La noche anterior fue agotadora, y aún estoy tratando de procesar todo lo que pasó. Estoy perdida en mis pensamientos cuando la puerta se abre y Hyun-Soo entra con una bolsa de comida y una expresión más calmada en el rostro.—Buenos días —dice con una sonrisa mientras se acerca a la cama.—Buenos días —respondo, un tanto sorprendida por su tono. Él saca varios contenedores de la bolsa y los coloca sobre la mesa al lado de la cama.—Te he traído algo de comida. Necesitas alimentarte bien —me dice, abriendo los contenedores para mostrar una variedad de platillos españoles. —Gra-Gracias —respondo sin saber qué decir en realidad. ¿Quién es este Hyun-Soo y qué hicieron con el demonio que estaba ayer aquí? Me enderezo en la cama y lo miro con cautela.—Gracias por la comida —vuelvo a decir carraspeando mi garganta—, pero no necesito que estés aqu
CAPÍTULO 76: ME MUDO CONTIGOHyun-Soo está ahí, con toda la calma del mundo, cocinando como si fuera lo más normal del mundo, como si lo habitual fuese esta convivencia extraña que al mismo tiempo se siente cálida y… bien. —¿Qué estás haciendo? —Vuelvo a preguntar con la intención de que me revele sus verdaderas intenciones. —Estoy cocinando bulgogi —responde con una tranquilidad que me exaspera.Eso no era lo que yo quería saber. —No deberías estar aquí, ¿acaso no tienes una esposa y un hospital que te esperan en Corea? —le digo, cruzando los brazos sobre mi pecho, intentando mantenerme firme.Pero él me ignora y continúa sirviendo dos platos en la mesa, haciéndome un gesto para que me siente.—Tienes que comer para recuperarte y estar fuerte durante el embarazo. Apenas tienes siete semanas y estás en un momento riesgoso —me dice con ese tono autoritario, pero preocupado.Suspiro. Acepto sentarme a comer, aunque con cautela. No puedo negar que el hambre me está pasando factura y,
CAPÍTULO 77: NO ES TAN MALA COMPAÑÍAMe despierto con el sol de la mañana filtrándose suavemente por las cortinas, el aroma de algo delicioso se cuela por la puerta. Abro los ojos y veo a Hyun-Soo entrando con una bandeja de desayuno. No puedo creer que sea el mismo hombre que me ha estado atormentando todos estos días. Me ofrece una sonrisa cálida mientras coloca la bandeja sobre mis piernas.—Buenos días —dice con suavidad—. Te traje desayuno. Necesitas comer y alistarte para ir al médico. Tienes que hacerte un chequeo para ver cómo va el bebé.Asiento, aún un poco en shock. No estoy acostumbrada a este lado de él, tan atento y cuidadoso. Empiezo a comer rápidamente, disfrutando del desayuno. Sabe increíble, como todo lo que cocina Hyun-Soo.—Gracias por esto —digo entre bocado y bocado, aunque mi mente sigue tratando de entender su comportamiento—. No tenías que hacerlo.—Sí, tenía que hacerlo —responde con firmeza—. Necesitas cuidarte, Elena.Termino de comer y me levanto para cam
CAPÍTULO 78: ESTÁS OLVIDANDO LO IMPORTANTE—¿Eh? ¿Por qué me preguntas eso de repente? —Sabes muy bien por qué, Elena. Tomo un suspiro pesado, sabía que su amabilidad reciente no podía ser porque se volvió altruista de pronto. Todo ha sido una estrategia suya para suavizarme y, así, seguramente creyó que yo cedería y le daría a Daniel en bandeja de plata. —No voy a decirte dónde está, y si piensas que podrás llevártelo estás muy equivocado —respondo cruzándome de brazos.Hyun-Soo exhala el mismo suspiro pesado que yo, me abre la puerta del auto sin decir nada para que me suba. Le miro con desconfianza, cada vez que bajo la guardia él termina apuñalándome por la espalda. Aun así, no le digo nada. Nos subimos al auto y el silencio entre nosotros es denso. La pregunta de Hyun-Soo sobre Daniel me atormenta, mi cuerpo se tensa con cada kilómetro que recorremos. Miro de reojo su perfil, tratando de leer sus pensamientos, pero su rostro permanece inescrutable. Su silencio solo aumenta mi
CAPÍTULO 79: EL CUMPLEAÑOS—Hola, mamá —digo, intentando sonar casual mientras me acomodo en el sofá.—Elena, ¿cómo estás? —responde mi madre, su tono lleno de preocupación habitual.—Bien, bien —le digo, respirando hondo—. Escucha, mañana es el cumpleaños de Daniel y me gustaría que tú y tía Cata vinieran de nuevo a la casa.Hay una pausa en la línea antes de que mi madre hable de nuevo.—No estoy muy segura, Elena. ¿Qué ha pasado con Hyun-Soo?Suspiro, sabiendo que la pregunta era inevitable.—No te preocupes, mamá. Todo está mejor ahora. Además, no puedo dejar a Daniel en lo de tía Cata en su cumpleaños, ¿cómo está él?—Está dormido y anduvo bien triste todos estos días, ni siquiera lo animó ir a ordeñar a las vacas.—¿En serio? —pregunto con tristeza. ¿Qué le estoy haciendo a mi niño? —Sí, pero seguro que se pone muy feliz si volvemos para su cumpleaños. Compraré los pasajes entonces. —Está bien, mamá. Nos veremos mañana —respondo sintiéndome un poco más relajada.Al día siguien