CAPÍTULO 121: CAOS—¡No se muevan o juro que le disparo! —Min-Ji grita, su voz está cargada de odio y desesperación. El caos a nuestro alrededor se congela por un momento, como si todos contuviéramos el aliento al mismo tiempo. El miedo en el rostro de Daniel me rompe el corazón, siento un nudo de angustia en mi pecho. Mis piernas son como gelatina, pero no puedo dejar que el terror me paralice. Necesito pensar en una forma de salvar a mi hijo.Hyun-Soo me mira, sus ojos me transmiten el mismo pánico y desesperación que tengo yo. Quiero correr hacia Daniel, abrazarlo y decirle que todo estará bien, pero cualquier movimiento en falso podría desencadenar una tragedia.—Min-Ji, por favor —digo, tratando de mantener mi voz firme y calmada, aunque mi corazón late con fuerza descontrolada—. No tienes que hacer esto. Podemos hablar, encontrar una solución, deja ir a mi hijo.Ella me mira con una expresión casi de burla.—¿Hablar? ¿Una solución? —se ríe, pero es un sonido vacío, lleno de amar
CAPÍTULO 122: NO ES UNA VICTORIAEl shock inicial de lo ocurrido aún me tiene paralizada. Me siento como en una pesadilla de la que no puedo despertar. El lugar, que hace apenas unos minutos estaba lleno de alegría y amor, ahora es un caos silencioso, con restos de confeti mezclados con los susurros nerviosos de los pocos que aún no han huido. La imagen de la señora Han, ensangrentada, es lo único que puedo ver cada vez que cierro los ojos.De repente, siento unos brazos fuertes rodeándome y me encuentro en el abrazo de mi madre. Su rostro está surcado de lágrimas, y sus manos tiemblan mientras acaricia mi cabello. A su lado, Daniel también está llorando, ella lo atrapa en un abrazo apretado. Mi corazón se parte al ver el miedo y la confusión en sus ojos.—Estamos bien, cariño, estamos bien —murmuro, intentando calmar a mi hijo, pero la verdad es que ni siquiera estoy segura de lo que estoy diciendo. El nudo en mi garganta me impide hablar más.Yoon-Ah y Seung-Min llegan corriendo, su
CAPÍTULO 123: EL CIERRE DE UN CICLOEl día del funeral de la señora Han es gris y sombrío, reflejando a la perfección el estado de nuestros corazones. La ceremonia es solemne, llena de un dolor profundo y palpable que se siente en cada rincón del salón. Hyun-Soo y yo nos mantenemos firmes junto al ataúd, sosteniéndonos mutuamente para no caer bajo el peso de la tristeza. Los amigos y familiares se acercan uno a uno, ofreciendo sus condolencias. Las palabras de consuelo suenan vacías, huecas en medio de nuestro dolor. Cada vez que alguien se inclina para ofrecer un abrazo o unas palabras amables, siento un nudo en la garganta que amenaza con ahogarme.Hyun-Soo está junto a mí, con una expresión de estoicismo que apenas logra ocultar el dolor en sus ojos. Es la primera vez que lo veo tan vulnerable, tan quebrado. Me duele verlo así, me duele no poder aliviar su sufrimiento. Su mano aprieta la mía con fuerza, como si temiera que si la soltara, se derrumbaría por completo.El servicio con
CAPÍTULO 124: UNA NUEVA OPORTUNIDADEl día ha llegado. Un año después de aquella tragedia que nos dejó marcados para siempre, Hyun-Soo y yo nos encontramos nuevamente preparándonos para nuestra boda. Es un día soleado, con un cielo despejado que parece augurar un nuevo comienzo. Mi vestido blanco cuelga en la puerta del armario, listo para usarse, mientras me miro en el espejo con una mezcla de emociones. Estoy embarazada de nuevo, con una pequeña curva en mi vientre que apenas se nota, pero que simboliza tanto: una nueva vida, una nueva esperanza.La habitación está llena de actividad. Mi madre y Yoon-Ah están conmigo, ayudándome a prepararme. Daniel, ahora con siete años, está de pie junto a mí, mirando fascinado cómo me maquillo. Sus ojos brillan de emoción y expectativa, una imagen que me llena de ternura.—Mamá, ¿cómo se siente tener otro bebé en la panza? —me pregunta con curiosidad, sus ojos grandes fijos en mi vientre.Sonrío, acariciando suavemente su cabello.—Se siente como
EPÍLOGODesde una pequeña ventana en una celda oscura y fría, Park Min-Ji observa, con una intensidad casi fanática, la ceremonia de boda que se celebra en un jardín radiante bajo el sol. El brillo en la pantalla de televisión es tenue, pero lo suficiente para que pueda ver claramente cada detalle del evento que tanto deseó arruinar. El vestido blanco de Elena, el rostro sonriente de Hyun-Soo, y la alegría de los invitados están claramente enmarcados en su visión distorsionada de odio y desesperación.Los gritos de felicidad de los asistentes, la música alegre y las risas que se filtran a través del televisor parecen ser una burla cruel hacia Min-Ji. Cada detalle de la ceremonia le recuerda su fracaso, y su furia crece a medida que la escena en la pantalla se desarrolla. Su rostro, habitualmente sereno, ahora está retorcido en una mueca de rabia y desespero. Los ojos, normalmente fríos y calculadores, están inyectados de un odio casi irracional.—¡No pueden hacer esto! —grita Min-Ji,
Bueno mis amores, ustedes lo pidieron, y les traigo una sorpresa. Habrá continuación!!! Esta vez, seguiremos la historia de Min-Ji, y ya sé qué están pensando, ¿cómo esa loca va a tener historia? jajaja pues sí, todos merecemos segundas oportunidades, y ¿por qué ella no? Será corta, lo prometo, y espero que les guste y me acompañen a ver su arco de redención. Les dejo acá abajo la sinopsis:Él Precio del PerdónSinopsisTras cometer terribles crímenes por amor y obsesión, Park Min-Ji se enfrenta a su destino en prisión, los fantasmas del odio y el resentimiento amenazan con consumirla, pero en un giro inesperado, escapará de prisión con la ayuda de su hermano mayor y un mafioso que se convertirá en su nueva obsesión. Ahora, ella debe lidiar con su culpa y decidir si puede dejar atrás su vida de odio para encontrar la paz.
ESCAPE DE PRISIÓNEstoy sentada en el círculo de terapia grupal, rodeada de otras reclusas que, como yo, luchan contra sus demonios internos. El ambiente es pesado, cargado con el peso de nuestros errores y las consecuencias que enfrentamos diariamente. Mi mirada está fija en el suelo, absorta en mis pensamientos mientras otra mujer comparte su historia. Su voz es suave, pero sus palabras me atraviesan como agujas, recordándome por qué estamos aquí.Han pasado dos años desde que ingresé a esta prisión, y un año desde mi último ataque psicótico. A pesar de los esfuerzos de la psicóloga y los programas de rehabilitación, sigo sintiendo un nudo en el estómago cada vez que pienso en Hyun-Soo y Elena. Para mí, ellos son los verdaderos culpables de mi situación, aunque sé que la verdad es mucho más compleja. Me concentro en el sonido de la respiración de las otras mujeres, tratando de encontrar algo de paz en esta reunión.Es mi turno de hablar. Levanto la cabeza y noto que todas las mirada
MI NUEVA PRISIÓNDespierto lentamente, parpado para despejar la neblina de mi mente. El techo de madera destartalado sobre mi cabeza me resulta extraño. Me siento en un colchón delgado y viejo, y me doy cuenta de que estoy en una cabaña rústica, rodeada de naturaleza. La luz del sol entra por una ventana sucia, iluminando motas de polvo que flotan en el aire. Todo es tan diferente de la prisión; el aire huele a tierra y hojas húmedas en lugar de metal y desinfectante. Me siento desorientada y, por un momento, no sé dónde estoy ni cómo llegué aquí.Intento ponerme de pie, pero mi cuerpo se siente pesado y adolorido. Justo en ese momento, la puerta de la cabaña se abre de golpe. El hombre que entra es el mismo que me sacó de la cárcel, pero ahora que no lleva el uniforme de guardia, puedo verlo con más claridad. Es alto, musculoso, con tatuajes que le cubren los brazos y parte del pecho, al menos hasta donde puedo ver su piel expuesta. Es muy atractivo, con una dureza en sus ojos que me