CAPÍTULO 123: EL CIERRE DE UN CICLOEl día del funeral de la señora Han es gris y sombrío, reflejando a la perfección el estado de nuestros corazones. La ceremonia es solemne, llena de un dolor profundo y palpable que se siente en cada rincón del salón. Hyun-Soo y yo nos mantenemos firmes junto al ataúd, sosteniéndonos mutuamente para no caer bajo el peso de la tristeza. Los amigos y familiares se acercan uno a uno, ofreciendo sus condolencias. Las palabras de consuelo suenan vacías, huecas en medio de nuestro dolor. Cada vez que alguien se inclina para ofrecer un abrazo o unas palabras amables, siento un nudo en la garganta que amenaza con ahogarme.Hyun-Soo está junto a mí, con una expresión de estoicismo que apenas logra ocultar el dolor en sus ojos. Es la primera vez que lo veo tan vulnerable, tan quebrado. Me duele verlo así, me duele no poder aliviar su sufrimiento. Su mano aprieta la mía con fuerza, como si temiera que si la soltara, se derrumbaría por completo.El servicio con
CAPÍTULO 124: UNA NUEVA OPORTUNIDADEl día ha llegado. Un año después de aquella tragedia que nos dejó marcados para siempre, Hyun-Soo y yo nos encontramos nuevamente preparándonos para nuestra boda. Es un día soleado, con un cielo despejado que parece augurar un nuevo comienzo. Mi vestido blanco cuelga en la puerta del armario, listo para usarse, mientras me miro en el espejo con una mezcla de emociones. Estoy embarazada de nuevo, con una pequeña curva en mi vientre que apenas se nota, pero que simboliza tanto: una nueva vida, una nueva esperanza.La habitación está llena de actividad. Mi madre y Yoon-Ah están conmigo, ayudándome a prepararme. Daniel, ahora con siete años, está de pie junto a mí, mirando fascinado cómo me maquillo. Sus ojos brillan de emoción y expectativa, una imagen que me llena de ternura.—Mamá, ¿cómo se siente tener otro bebé en la panza? —me pregunta con curiosidad, sus ojos grandes fijos en mi vientre.Sonrío, acariciando suavemente su cabello.—Se siente como
EPÍLOGODesde una pequeña ventana en una celda oscura y fría, Park Min-Ji observa, con una intensidad casi fanática, la ceremonia de boda que se celebra en un jardín radiante bajo el sol. El brillo en la pantalla de televisión es tenue, pero lo suficiente para que pueda ver claramente cada detalle del evento que tanto deseó arruinar. El vestido blanco de Elena, el rostro sonriente de Hyun-Soo, y la alegría de los invitados están claramente enmarcados en su visión distorsionada de odio y desesperación.Los gritos de felicidad de los asistentes, la música alegre y las risas que se filtran a través del televisor parecen ser una burla cruel hacia Min-Ji. Cada detalle de la ceremonia le recuerda su fracaso, y su furia crece a medida que la escena en la pantalla se desarrolla. Su rostro, habitualmente sereno, ahora está retorcido en una mueca de rabia y desespero. Los ojos, normalmente fríos y calculadores, están inyectados de un odio casi irracional.—¡No pueden hacer esto! —grita Min-Ji,
Bueno mis amores, ustedes lo pidieron, y les traigo una sorpresa. Habrá continuación!!! Esta vez, seguiremos la historia de Min-Ji, y ya sé qué están pensando, ¿cómo esa loca va a tener historia? jajaja pues sí, todos merecemos segundas oportunidades, y ¿por qué ella no? Será corta, lo prometo, y espero que les guste y me acompañen a ver su arco de redención. Les dejo acá abajo la sinopsis:Él Precio del PerdónSinopsisTras cometer terribles crímenes por amor y obsesión, Park Min-Ji se enfrenta a su destino en prisión, los fantasmas del odio y el resentimiento amenazan con consumirla, pero en un giro inesperado, escapará de prisión con la ayuda de su hermano mayor y un mafioso que se convertirá en su nueva obsesión. Ahora, ella debe lidiar con su culpa y decidir si puede dejar atrás su vida de odio para encontrar la paz.
ESCAPE DE PRISIÓNEstoy sentada en el círculo de terapia grupal, rodeada de otras reclusas que, como yo, luchan contra sus demonios internos. El ambiente es pesado, cargado con el peso de nuestros errores y las consecuencias que enfrentamos diariamente. Mi mirada está fija en el suelo, absorta en mis pensamientos mientras otra mujer comparte su historia. Su voz es suave, pero sus palabras me atraviesan como agujas, recordándome por qué estamos aquí.Han pasado dos años desde que ingresé a esta prisión, y un año desde mi último ataque psicótico. A pesar de los esfuerzos de la psicóloga y los programas de rehabilitación, sigo sintiendo un nudo en el estómago cada vez que pienso en Hyun-Soo y Elena. Para mí, ellos son los verdaderos culpables de mi situación, aunque sé que la verdad es mucho más compleja. Me concentro en el sonido de la respiración de las otras mujeres, tratando de encontrar algo de paz en esta reunión.Es mi turno de hablar. Levanto la cabeza y noto que todas las mirada
MI NUEVA PRISIÓNDespierto lentamente, parpado para despejar la neblina de mi mente. El techo de madera destartalado sobre mi cabeza me resulta extraño. Me siento en un colchón delgado y viejo, y me doy cuenta de que estoy en una cabaña rústica, rodeada de naturaleza. La luz del sol entra por una ventana sucia, iluminando motas de polvo que flotan en el aire. Todo es tan diferente de la prisión; el aire huele a tierra y hojas húmedas en lugar de metal y desinfectante. Me siento desorientada y, por un momento, no sé dónde estoy ni cómo llegué aquí.Intento ponerme de pie, pero mi cuerpo se siente pesado y adolorido. Justo en ese momento, la puerta de la cabaña se abre de golpe. El hombre que entra es el mismo que me sacó de la cárcel, pero ahora que no lleva el uniforme de guardia, puedo verlo con más claridad. Es alto, musculoso, con tatuajes que le cubren los brazos y parte del pecho, al menos hasta donde puedo ver su piel expuesta. Es muy atractivo, con una dureza en sus ojos que me
REENCUENTRO FAMILIAREstoy sentada en la cabaña, con la mirada perdida en la ventana sucia. Afuera, el sol comienza a descender, bañando el paisaje con una luz dorada. Han pasado horas desde que el hombre me trajo aquí, dejándome con más preguntas que respuestas. La espera es tortuosa, cada segundo que pasa sin saber qué va a suceder aumenta mi ansiedad. Intento no pensar demasiado, pero los recuerdos de la prisión y los errores del pasado se cuelan en mi mente como sombras inquietantes.De repente, la puerta de la cabaña se abre con un chirrido. Me levanto de golpe, mi corazón late rápido. Al ver a la figura en la entrada, siento un gran alivio, aunque también sorpresa. Es mi hermano, Lee Tae-Young. Se ve igual que siempre, con esa presencia imponente y la mirada fría. No puedo creer que esté aquí, libre y frente a mí.—¿Tae-Young? ¿Cómo es posible? —Mi voz sale ahogada, incrédula. Él había sido arrestado por sus actividades ilegales en el hospital Asan, el mismo que ahora le pertene
PASADO TORMENTOSOLa noche cae lentamente y la oscuridad envuelve la cabaña. Estoy sola, completamente sola. Afuera, puedo escuchar los pasos pesados del hombre que dejaron vigilando la entrada. Cada crujido, cada sonido nocturno parece amplificarse en esta soledad asfixiante. Intento dormir, pero los pensamientos no me dejan en paz. Me echo en el viejo colchón, abrazándome a mí misma, con los ojos cerrados, tratando de encontrar algo de consuelo. Pero todo lo que encuentro es un vacío aplastante.Las lágrimas comienzan a deslizarse por mis mejillas, primero una a una, luego en una cascada incontrolable. Nunca me había sentido tan encerrada, tan atrapada. Incluso en la prisión, había descubierto un extraño sentido de libertad. Libre de las expectativas, libre de tener que rendirle cuentas a nadie. Pero aquí, me siento prisionera de nuevo, prisionera de mi pasado y de los fantasmas que no me dejan en paz.Mi mente me arrastra hacia recuerdos que preferiría olvidar. Me veo a mí misma, u