"Inesperada propuesta"
Por supuesto que no, esto era una locura; estuve a punto de rechazarlo hasta que un pensamiento invadió mi mente, se suponía que ahora actuaría por mis instintos, mis deseos, viviría el momento, ya se había acabado la niña buena y esta sería la mejor manera de empezar esta nueva vida, este hombre que aunque fuese algo mayor, parecía un dios celestial y vaya que despertaba todo tipo de deseos carnales.
Aparte tenía ganas de todo menos de volver a casa.
--¿Nos vamos ya?-- fue lo único que me interesó en ese momento.
--Sí, como tú quieras-- aceptó y parecía bastante sorprendido con mi rápida respuesta.
--Primero tengo que ir a avisarle a mi amiga, no quiero que se preocupe.
-- Me parece bien, ve. Te espero en la salida.-- le sonreí y
"Sorpresivo destino"Estaba distraída hasta que vi a Stella aparecer por la puerta del salón para sentarse junto a mí sonriente.--¿Qué tal querida? Traes la cara algo hinchada ¿Qué te pasó?-- Preguntó-- Por cierto ¿por qué no viniste ayer?-- Problemas en casa... Y dormí mucho, casi un día completo y no me di cuenta, simplemente me fui de fiesta y llegué en la mañana, me recosté y seguí de largo hasta esta madrugada. -- expliqué tratando no ponerme nerviosa al recordar aquella noche.-- Oh, vaya... Bien pues no pasó nada interesante, salvo que vino Toby un poco preocupado a buscarte.-- Asenti. Debía estar asustado al recibir miles de llamadas de mi madre. Tenía que llamarlo para explicarle lo que pasó.El profesor Karl entró y tod
"Encuentro deseado "--¿Quieres algo más?-- Preguntó mi madre mientras servía la mesa .-- No, así está perfecto-- Sonreí agradecida.--Tu papá quiere que vayas con él este fin de semana, quiere llevarte a comprar ropa y a que pasen tiempo los dos-- asentí resignada -- Tengo un viaje de negocios, no será mucho pero no quiero que te quedes sola, así que él se ofreció, sólo por dos días.Por supuesto era un viaje de negocios y yo nací ayer mamá.-- Bien, no hay problema-- Me llevé una cucharada a la boca sin prestarle atención al asunto.-- Vendrá por ti hoy en la noche, es mejor que vayas alistando algo de ropa -- afirme con la cabeza-- También quería comentarte que he venido saliendo con un hombre, no quería dec
Llegó el esperado viernes y en toda la mañana estuve ansiosa de que llegara la noche. Convencí a Camile y a Stella para que fueran conmigo al bar, obviamente no les dije sobre mis planes secretos, sólo sería aparentemente una noche de amigas en la que nos divertiríamos mucho.Llegué a eso de las dos de la tarde a mi casa y desde esa hora me estuve esmerando por arreglarme y perfeccionar cada aspecto de mi cuerpo y mi cara. Tenía que lucir perfecta.Mientras me duchaba me aplique una cantidad de cremas que me dejaron la piel súper tersa, suave y brillante.Todo estaba perfecto.Recibí un mensaje de Camile diciéndome que estaban en la recepción esperándome.-- Adiós mamá-- dije mientras corría apresurada de un lado para otro.--&ique
Estaba concentrada buscando información acerca del que sería mi tema para el gran proyecto final de mi carrera. Después de mucho analizar y descartar opciones, finalmente me quedé con el estudio de las brujas y los hechiceros. Siempre, desde pequeña me había sentido fuertemente atraída hacia todo lo relacionado con eso y poder profundizarlo profesionalmente ahora sería sumamente interesante.--¿Hija que quieres comer? -- Preguntó detrás mío mamá mientras caminaba de un lado a otro por el salón organizando todo.-- No lo sé, no tengo mucha hambre -- confesé mientras seguía sumida en el computador.En ese momento mi celular sonó, estaba en el mesón de la cocina y mi mamá amablemente me lo pasó. Sentía un gran escalofrío al ver el nombre del contac
—...Por eso te decía que sería bueno ir a ese bar, es muy exclusivo e incluso costoso pero lo vale ¿no? ¿Bárbara? —salí de mis pensamientos al sentir su mirada desesperada sobre mi.—Perdón, estaba algo distraída —me excusé.—¿En qué tanto piensas? —preguntó irritado.—Nada, no tiene importancia... —sonreí forzadamente.—Te decía que mis amigos quieren ir a un bar muy famoso al norte de la ciudad y yo quiero que vayas conmigo. Yo sé que tu mamá no te deja salir tanto pero si quieres yo mismo le pido el permiso ¿si?—Bien, tú habla con ella... ¿Cuándo?—Este sábado, iremos a festejar el cumpleaños de Alejandro. La pa
El teléfono sonó y me levante corriendo para alcanzar a atender la llamada.-¿Aló?-Hola hija ¿cómo estás?-Bien papá, que bueno oírte.-Quería hablar contigo porque tengo planeado un picnic este fin de semana y espero que vayas...-Si, claro que iré.-Quiero compartir tiempo contigo y te quiero presentar a la mujer con la que estoy saliendo cariño, es importante para mí.Suspiré y rodé los ojos a lo que mi madre rió con gracia.-Bueno papá, nos vemos hasta el domingo.-Claro hija, gracias por aceptar. Adiós.Colgué y negué con la cabeza en forma graciosa. Me gire hacia la sala dónde estaba mi mamá
Grecia...— Hija ¿Estás segura de que Dante ira contigo a la graduación? — pregunto mi mama mientras me preparaba para ir al baile de graduación.— ¡Que si mama! Mi tío no me dejaría sola, además él también se G-R-A-D-U-A — deletree cada palabra a la hermosa mujer que me observaba desde el marco de la puerta.— Bien, bien. Ya entendí, ustedes dos van de un lado a otro juntos, parecen más hermanos que con tu padre — reí ligeramente, era la verdad. Nacimos casi juntos, crecimos juntos, siempre fuimos a cada maldito lado juntos. Hasta nos hemos graduado como pilotos de la fuerza aérea... creo que nuestro destino es siempre ir al paso del otro.<
Dante...A veces me pregunto ¿Por qué nacieron en mi estos sentimientos? Sinceramente es algo que no comprendo del todo. Grecia ha sido para mi no solo mi familia o mi sobrina, aunque tengamos la misma edad. Hemos sido amigos, confidentes, hermanos podría decirse.Jugábamos a las espadas, los autos, los castillos de arena cuando éramos niños, siempre estábamos juntos sin importarnos nada. De niño siempre la vi como mi hermana, mi compañera de juegos. Mis hermanos ya estaban grandes así que no conviva mucho con ellos, aun a esta edad, es difícil llevarnos bien, según ellos... por las hormonas.— ¡Una, dos, tres! ¡Otra vez! — grita mi padre mientras nos da el ultimo entren