Días después de que los chicos llegaran a Francia, Renée llega a la casa para visitar a los muchachos acompañada de Christian. En cuanto ve a Sylvie corre hacia ella y le da un abrazo, sonriendo y llorando a la vez.—¡No puedo creerlo, mi niña! ¡¡Estás embarazada!! Pero qué hermosa te ves.—Y eso que no conoces la mejor noticia, madre —Renée lo mira sin entender y él sonríe feliz—. Serán gemelas.—¡¡Ay, por Dios!! Sylvie, Ilhan, no lo puedo creer… qué hermosa noticia —la mujer los abraza a cada uno y no puede evitar coger con sus manos el rostro de su hijo, mirarlo a los ojos feliz y acariciarlo como cuando era niño—. Estoy tan feliz por ti, hijo mío. Se nota en tu rostro la felicidad.«No tienes idea, cuántas veces soñé verte así, feliz, sonriendo, tan tranquilo en una paz que siempre te mereciste y me alegra tanto que lo hayas conseguido con Sylvie.—Yo soy aún más feliz, madre, esta mujer es mucho más que la felicidad, mucho más que la paz —la pareja se mira y se sonríe completamen
Sin duda, el regreso de Sylvie a Francia había significado muchas cosas, muchos cambios. Uno de ellos era que ya no estaba estudiando, por lo tanto, tenía bastante tiempo libre y se aburría mucho. Ilhan había designado a una persona para que se hiciera cargo de lo que hacía él antes, de esa manera no tendría que trabajar por las noches. Solo un par de veces iría a supervisar los locales, que ahora ya no eran solamente tres y el teatro.No tenían ni idea de dónde estaba metida Coraline, hasta su padre estaba preocupado porque no sabía nada de su hija. Sylvie había tratado de contactar con Gianfranco varias veces, pero éste tenía el teléfono apagado y no respondía tampoco los correos electrónicos. Es por eso que ya tenía la leve sospecha de que esos dos habían escapado juntos a cualquier parte del mundo para que nadie lo molestara y así poder amarse sin reserva.Claude también fue a la casa a visitarlos y a darles la bienvenida, se encargó de informarle absolutamente todo a Ilhan de lo
—Hombre ya deja de moverte —August regaña por décima vez a Ilhan en un rato. Y es que el pobre está bastante nervioso, ha planeado esa sorpresa por meses y desde que llegó a Francia comenzó a echar a correr todo el plan que tenía. —Entiéndeme, no puedo evitarlo, esto es algo que yo no hice antes. —¿Cómo que no? —le pregunta August burlón—. Tengo entendido que en plena calle te arrodillaste y le pediste a Sylvie que se casará contigo. —Nooooo… lo que yo le pedí fue algo muy diferente… yo a esa mujer le pedí que se casara conmigo de mentira por tres años, para después divorciarnos y ser felices por el resto de nuestras vidas. —Es decir, que ¿le pediste matrimonio para después divorciarte? —Ilhan asiente y August rueda los ojos—. Estás enfermo, Ilhan Moreau. Solo espero que esta propuesta sea mucho más linda que la de esa vez. —Definitivamente lo es —le dice con orgullo. —No me refiero a todo esto, tarado. Me refiero a que lo que le digas debe ser bonito. —Por favor, no me pongas
Así, entre medio de arrumacos, abrazos y besos los días de Sylvie y Ilhan se van pasando. Han regresado a la ciudad otra vez y mientras Ilhan se preocupa de sus negocios, Sylvie se ha encargado de apoyar a Renée en su negocio, ayudándola a mejorar el invernadero en donde las plantas y las flores se están cultivando. Varias de las plantas medicinales que Renée plantó hace ya varios meses están listos para comenzar a sacar esquejes y poder expandir un poco más las plantaciones que tiene de ellas. Sylvie la está ayudando a separar las mejores para poder sacar nuevas macetas con romero, sábila, orégano, menta, ruda y varias plantas más que son medicinales y también aromáticas. —Este perejil está precioso —le dice Sylvie a su suegra mientras acerca la nariz para oler aquella planta. —Fue uno de los primeros que planté. Ahora tengo una maceta en la cocina porque el aroma que desprende es completamente delicioso. —Cuando apartes una maceta, por favor avísame para poder comprártela. —¿Có
Después de buscar y buscar por toda la ciudad, al fin lograron dar con un doctor que pudiese controlar el embarazo de Sylvie como corresponde. El principal obstáculo en cada uno de los profesionales que encontraron era que todos eran hombres. Y por supuesto que Ilhan no quería que un hombre controlase a su mujer. Así que de milagro y por recomendación de Coraline, llegaron a una mujer gineco-obstetra que se haría cargo de hacerle seguimiento al embarazo de Sylvie. —No puedo creer que me convencieras de esto, tener que buscar tanto por una mujer… —¿Qué querías que hiciera? No voy a dejar que cualquiera manosee mi mujer. —No es precisamente eso lo que iba a hacer, solo era comprobar cómo están nuestros hijos, conocer el sexo y después de eso, darme las recomendaciones para seguir cuidándome. —Sí, pero muchas de esas cosas involucran tocarte, por ejemplo cuando te mida el vientre tendrá que poner su mano en una parte y la otra… —Ilhan Moreau, nunca me imaginé que fueras tan celoso
Ilhan y Claude van saliendo del gimnasio, ambos riendo a carcajadas por uno de los percances que le ha ocurrido a su amigo.—Eso te pasa por usar siempre la ropa tan ajustada —Le dice Ilhan Doblándose de la risa mientras intentan abrir el auto de éste.—El pantalón no estaba tan ajustado, lo que pasa es que hice demasiada fuerza y por eso se rompió.—Bueno, pues creo que hoy día aprendiste dos lecciones bastante importantes. La primera es que debes usar el pantalón un poco más suelto de lo que sueles usarlo… Y la segunda es que debes ponerte ropa interior debajo de él para hacer ejercicio.—Ja, ja, muy gracioso… —le dice molesto a Ilhan, mientras este llora de risa.—Aunque estoy casi seguro de que la chica que estaba frente a ti. Buscará la manera de contactar contigo para salir.—Solo apresúrate, tú y tu sistema doble de seguridad.Ilhan sigue riéndose mientras Claude le hace una cara de desagrado por completo. Ilhan sigue intentando abrir la puerta del auto, pero se da cuenta de qu
Luego del atentado que sufriera Claude hace unos días, se iba algo preocupado, sin embargo ya su amigo había dispuesto personal de seguridad para ambos y eran los mejores.Ilhan llega a casa después de trabajar todo el día afuera, le da un beso en la frente a su esposa y luego se sienta al lado de ella mientras ve la televisión.—¿Que ves ahora esposa?—Una serie latina que se me hizo bastante interesante, Se llama «Yo soy Betty, la fea».—No te creo, no se puede llamar así.—Sí, así justamente se llama. La comencé hoy y está bastante interesante, la pobre, además de fea, es como medio lenta y todos la tratan mal. Pero lo cierto es de que ella es la verdadera jefa en todo esto.Ilhan se ríe y se sienta con ella a seguir viendo la televisión. Luego se pone de pie y se va a la cocina para preparar la cena. Allí comienza a pensar en lo mucho que ama a su esposa y en qué le gustaría darle una sorpresa, pero no sabe cuál exactamente.—Tal vez podría comenzar a planificar la boda sin que el
El avión aterriza en París y al momento de bajar las escaleras los cuatro amigos están realmente felices. Han pasado un vuelo tranquilo y bastante alegre. Al pie de la escalera hay un hombre esperándolos con una enorme sonrisa, Claude abre los ojos y se sorprende al reconocer al hombre. —¡Johann, ¿qué haces aquí?! —Esa es la manera de saludar a tu guardaespaldas favorito —los hombres se dan un gran abrazo y luego caminan hacia el auto—. Tu padre me ha dicho que venías a París y he decidido venir personalmente a cuidar de ti. —Vaya, qué sorpresa, pensé que estabas retirado. Por favor, déjame presentarte a mis amigos, las personas más importantes en mi vida. Claude le presenta a cada uno a Johan y este les explica que antes fue su principal cuidador, pero que se retiró cuando Claude decidió separarse de su familia e irse a Metz. Ya en el auto hacen el trayecto hacia el hotel en donde creen que van a quedarse, sin embargo, el vehículo toma un rumbo bastante diferente y se dan cuenta