En cuanto se ven solos, Claude mira a Chiara con admiración, es una mujer fuerte a pesar de la manera en que fue criada. La abraza nuevamente porque él no puede creer que ella esté allí, Deja un suave beso en sus labios y le pregunta.—¿Fue muy dura la pelea con tus padres?—No, para nada… Solo renuncié a ser la heredera de los Rossi, porque eso no me interesa.—¡¡Pero no tenías que hacer eso!! ¿Acaso lo hiciste por mí?—Principalmente por mí. Estoy cansada de vivir encerrada en ese lugar, de no disfrutar la vida y de no poder tener amigos con tranquilidad. En realidad no tengo idea qué es lo que pasa con ellos, por qué me han tenido así durante todos estos años… Pero también lo hice por ti.—Me gusta saber que lo hiciste más que nada por ti. Entiendo perfectamente lo que se siente liberarse de tu familia —Claude le deja un beso en la nariz y ella se ríe bajito.—Bueno, basta de charla. Creo que debemos preparar un viaje para mañana.—¿Mañana? Quiero quedarme contigo aquí unos días má
La día siguiente los dos salen de la propiedad, escoltados por gente del gobierno italiano, quienes al momento de despedirse les desean a los jóvenes. Por supuesto que los dos viven la experiencia de hacer el amor en el avión, esa es una oportunidad que Claude no iba a dejar pasar.Lorette y Bruce se van con ellos, puesto que ninguno quiere dejar a la chica sola, además de que Claude les pidió personalmente que se encargaran de cuidar a su mujer.Ilhan y Sylvie los están esperando en el aeropuerto, los reciben con una enorme sonrisa y un fuerte abrazo. Las chicas caminan juntas al auto, mientras que ellos se quedan atrás, seguidos por Lorette y Bruce.—¿Qué tal estuvo el viaje? —le pregunta Ilhan sonriente y sin soltarlo.—Bastante tranquilo, casi no lo sentí, ¿alguna novedad?—Tal vez esa que está ahí puede ser una —Ilhan señala al otro lado del hangar y se da cuenta que su padre está ahí con toda su familia.Puede ver a madre está estática, hasta que al fin reacciona y sale corriend
En cuanto llegan al hospital, le piden a que se quede esperando en la sala, siente que allí se va a morir de la angustia, pero no le queda más remedio que acatar la orden de los médicos porque de otra manera solo estorbaría.En lo que parece una eternidad, su padre llega con él. Y junto a Pierre y llega el jefe de la policía de la ciudad, por primera vez en su vida Pierre se acerca a su hijo y le da un abrazo para contenerlo, Claude se entierra en el pecho de su padre y comienza a llorar como un niño.—No quiero perderla padre, tengo tanto miedo…—No te preocupes, hijo, todo saldrá bien, mejor vamos a ver si es que necesitan algo, Alguna información médica o tal vez donantes. Es mejor que seamos útiles mientras podamos, porque la espera se puede hacer eterna, te lo digo por experiencia.Claude asiente y entiende a qué se refiere a su padre. Cuando llegan a la sección de informaciones, Lorette y Bruce entran al recinto, la mujer bastante afectada y se dedica a responder cada una de las
Claude siente en ese preciso momento que el mundo se está abriendo a sus pies, ve correr a enfermeras y médicos, todos gritan cosas, medicamentos y cientos de palabras que no logra entender, nadie entiende nada hasta que una de las enfermeras grita lo suficientemente alto para que ellos oigan. —¡¡La muchacha se nos va!! En ese instante Claude siente que se va a desplomar. Tanto Ilhan como Pierre lo sostienen y lo llevan a sentarse. Bruce silenciosamente se mueve para ir a la cafetería a buscar algo que lo pueda calmar, Ilhan se arrodilla frente a él y lo obliga a mirarlo. —Escúchame. No sabemos si es ella o no, así que te pido que te calmes y yo iré a investigar qué es lo que está pasando. Claude asiente con nervios, Ilhan se pone de pie y camina a la estación de enfermeras para preguntar qué es lo que sucede. Se queda un rato conversando con la mujer a cargo, a lo lejos se puede ver que asiente varias veces y luego regresa con los demás. —Hermano, por favor, dime que no es ella,
Muy temprano por la mañana los padres de Chiara entran al hospital, miran por la sala de espera y al no ver a nadie, se acercan a la estación de enfermeras en donde un turno que no los conocen se compadecen de su «angustia» y los dejan pasar.Así es como los encuentra Pierre, en la habitación de Chiara tratando de buscar la manera que su hija se regrese a casa con ellos, decide mantenerse escondido al costado de la puerta para escuchar todo.—Sabes que con nosotros estarás bien —le dice su madre limpiándose una lágrima mentirosa del rostro.—Sí, mi amor, te prometemos que nos quedaremos contigo hasta que te mejores.—Y cuando ya me sienta mejor, se largarán de nuevo, ¿eso quieren decir? —les dice ella sonriendo con sarcasmo, sabe que es manipulación pura.—No, mi amor… tú podrías venir con nosotros —le dice su madre—. Podría presentarte la gente que frecuentamos, para que comiences a tener contacto con las personas con las cuales hacemos negocios…—Bien, de cierta manera me gusta ese
Al fin le dan el alta a Chiara, Claude se la lleva a su departamento y allí se encarga de cuidarla llevando al pie de la letra todas las recomendaciones que el doctor le ha dado.Lo mejor de todo es que las cosas comienzan a mejorar, cada pareja está viviendo sus amores a su manera, algunos más caóticos y accidentados que otros, pero el sentimiento es el que gobierna en cada momento.En la cada de los Moreau Durand, Ilhan ha acondicionado una habitación en el primer piso, puede que no tenga las mismas comodidades de su cuarto, pero al menos ya no tiene que luchar con las escaleras.—Dime que van a salir pronto… ya no aguanto más la espalda, siento que mi vientre va a explotar en cualquier momento —le dice ella con un puchero e Ilhan le acaricia el rostro con una mano, mientras la otra va a molestar a sus niñas.—Mañana saldremos a caminar, te lo prometo —le da un suave beso y Sylvie hace otro puchero—. Perdóname por tener que ir a trabajar, pero esto tengo que solucionarlo yo.—Lo sé,
Cada pareja estaba viviendo su romance lleno de idilio, incluso Orson y Ofelia, su novia de la juventud, a la que tuvo que dejar por responderle a Renée.Hasta él estaba teniendo una segunda oportunidad, a pesar de estar en la cárcel. Jean se preparó para ser su donante, porque luego de las quimioterapias Orson quedó en condiciones de aceptarla.El día en que los dos fueron ingresados, Orson estaba acompañado por Ofelia y fuertemente custodiado por la policía, mientras que a Jean lo acompañaron Ilhan y August. Porque sí, al final August encontró a su persona especial y se quedó con él sosteniéndole la mano hasta que se lo llevaron al quirófano, y estuvo allí cuando abrió los ojos.Luego de tantos incidentes y de esperar a que pasara un poco la conmoción de que Chiara denunciara a sus propios padres, los que fueron detenidos en Italia a punto de irse a un lugar indeterminado; por fin Claude pudo pedirle matrimonio y lo hizo romántico, cliché y para suspirar. Se llevó a Chiara a París,
La ciudad de Metz, un hermoso lugar en donde se producen los mejores vinos, donde se dice que la magia existe y está lleno de amor.Pero no es lo que está ocurriendo en la casa de los Durand, la familia productora de vinos más importante de la región. En este preciso momento, en una bella mañana de sábado, se está desatando una batalla campal en la casa de los Durand, entre la madre y la hija, mientras que el padre solo se aprieta el puente de la nariz por completo frustrado.—Sylvie, no me importa si quieres o no casarte, tienes que hacerlo y mientras antes lo hagas, será mucho mejor, así serás madre joven… —insiste su madre.—¡Yo no quiero casarme ni mucho menos ser madre! ¡Por todos los dioses del Olimpo! —dice alzando los brazos dramáticamente y su padre quiere reír, pero sabe que hacerlo sería la muerte—. Solo tengo diecinueve años, estoy en el segundo año de mi carrera, no voy a dejar nada de lo que quiero para mi futuro por un matrimonio… ¡¡Y mucho menos arreglado!!—Adrien, po