Después de buscar y buscar por toda la ciudad, al fin lograron dar con un doctor que pudiese controlar el embarazo de Sylvie como corresponde. El principal obstáculo en cada uno de los profesionales que encontraron era que todos eran hombres. Y por supuesto que Ilhan no quería que un hombre controlase a su mujer. Así que de milagro y por recomendación de Coraline, llegaron a una mujer gineco-obstetra que se haría cargo de hacerle seguimiento al embarazo de Sylvie. —No puedo creer que me convencieras de esto, tener que buscar tanto por una mujer… —¿Qué querías que hiciera? No voy a dejar que cualquiera manosee mi mujer. —No es precisamente eso lo que iba a hacer, solo era comprobar cómo están nuestros hijos, conocer el sexo y después de eso, darme las recomendaciones para seguir cuidándome. —Sí, pero muchas de esas cosas involucran tocarte, por ejemplo cuando te mida el vientre tendrá que poner su mano en una parte y la otra… —Ilhan Moreau, nunca me imaginé que fueras tan celoso
Ilhan y Claude van saliendo del gimnasio, ambos riendo a carcajadas por uno de los percances que le ha ocurrido a su amigo.—Eso te pasa por usar siempre la ropa tan ajustada —Le dice Ilhan Doblándose de la risa mientras intentan abrir el auto de éste.—El pantalón no estaba tan ajustado, lo que pasa es que hice demasiada fuerza y por eso se rompió.—Bueno, pues creo que hoy día aprendiste dos lecciones bastante importantes. La primera es que debes usar el pantalón un poco más suelto de lo que sueles usarlo… Y la segunda es que debes ponerte ropa interior debajo de él para hacer ejercicio.—Ja, ja, muy gracioso… —le dice molesto a Ilhan, mientras este llora de risa.—Aunque estoy casi seguro de que la chica que estaba frente a ti. Buscará la manera de contactar contigo para salir.—Solo apresúrate, tú y tu sistema doble de seguridad.Ilhan sigue riéndose mientras Claude le hace una cara de desagrado por completo. Ilhan sigue intentando abrir la puerta del auto, pero se da cuenta de qu
Luego del atentado que sufriera Claude hace unos días, se iba algo preocupado, sin embargo ya su amigo había dispuesto personal de seguridad para ambos y eran los mejores.Ilhan llega a casa después de trabajar todo el día afuera, le da un beso en la frente a su esposa y luego se sienta al lado de ella mientras ve la televisión.—¿Que ves ahora esposa?—Una serie latina que se me hizo bastante interesante, Se llama «Yo soy Betty, la fea».—No te creo, no se puede llamar así.—Sí, así justamente se llama. La comencé hoy y está bastante interesante, la pobre, además de fea, es como medio lenta y todos la tratan mal. Pero lo cierto es de que ella es la verdadera jefa en todo esto.Ilhan se ríe y se sienta con ella a seguir viendo la televisión. Luego se pone de pie y se va a la cocina para preparar la cena. Allí comienza a pensar en lo mucho que ama a su esposa y en qué le gustaría darle una sorpresa, pero no sabe cuál exactamente.—Tal vez podría comenzar a planificar la boda sin que el
El avión aterriza en París y al momento de bajar las escaleras los cuatro amigos están realmente felices. Han pasado un vuelo tranquilo y bastante alegre. Al pie de la escalera hay un hombre esperándolos con una enorme sonrisa, Claude abre los ojos y se sorprende al reconocer al hombre. —¡Johann, ¿qué haces aquí?! —Esa es la manera de saludar a tu guardaespaldas favorito —los hombres se dan un gran abrazo y luego caminan hacia el auto—. Tu padre me ha dicho que venías a París y he decidido venir personalmente a cuidar de ti. —Vaya, qué sorpresa, pensé que estabas retirado. Por favor, déjame presentarte a mis amigos, las personas más importantes en mi vida. Claude le presenta a cada uno a Johan y este les explica que antes fue su principal cuidador, pero que se retiró cuando Claude decidió separarse de su familia e irse a Metz. Ya en el auto hacen el trayecto hacia el hotel en donde creen que van a quedarse, sin embargo, el vehículo toma un rumbo bastante diferente y se dan cuenta
Tras separarse de las chicas en la casa, Ilhan y Claude van rumbo hacia la tienda en donde ellos elegirán los trajes para la ceremonia. Aunque han planeado hacerlo en la viña, Ilhan quiere verse mucho mejor de lo que se vio en el día de su boda hace más de dos años. —Quiero elegir un buen traje porque este es el mismo que voy a usar después para casarme —bromea Claude. —Sí, sí, como no… tú ríete, pero ya verás que después vas a usar uno mucho mejor que el que vayas a elegir ahora. Ese día querrás verte único porque te casarás con una mujer única. —¿Lo dices por experiencia? —Por supuesto, solo mírame. Esta es la segunda vez que me caso y lo haré con la misma mujer. —En teoría no te vas a casar otra vez, solo vas a renovar tus votos. —Sí… que es como volver a casarte con tu esposa porque estás seguro que quieres estar con ella. Ambos amigos se miran y terminan riéndose de sus ocurrencias. Pocos minutos después el auto se estaciona frente a la tienda que han elegido y se bajan co
—¡Ilhan! —Sylvie se desespera al escucha el estruendo, segundos después los gritos de la gente alrededor y después la voz de Ilhan hablándole a Claude.—¿Qué pasa, Sylvie? —le dice Coraline acercándose a ella con el ceño fruncido.—Algo pasó, se oyó como una exposición y después gente gritando… tenemos que irnos ahora —sin esperar a nada, Sylvie se sube al auto que las espera fuera de la tienda con bastante urgencia—. Llévenos a donde están mi esposo y Claude.—Sí señora… —pero antes de partir, el hombre recibe un llamado que lo hace cambiar su expresión amable por una más fría. Cuando cuelga, las mira por el retrovisor y les dice con seriedad—. Me temo que debo llevarlas a la casa, son órdenes de Johann…—Mire, usted a mí no me conoce, así que lo voy a ilustrar —le dice Sylvie acercándose a él entre los asientos y mirándolo directamente a los ojos—. O usted me lleva ahora mismo donde está mi esposo o yo me bajo ahora y me voy caminando, en taxi o lo que sea.—Pero…—Pero nada, sé per
Los tres se giran para ver quien es el dueño de aquella voz y se quedan de una piedra cuando ven a nada más ni nada menos que a Pierre Boulanger allí.—Señor Boulanger…—Ilhan, ¿verdad? —le dice el hombre y se acerca para estrecharle la mano—. Necesito que vengas conmigo, ahora.—¡Yo no voy con usted a ninguna parte! —le grita él y uno de los agentes lo toma por el brazo.—No, Cristoff, no es necesario, estoy seguro que él irá por sus propios medios.—Que no iré a ninguna parte con un hombre que ni siquiera derrama una lágrima por su hijo, pero claro… ¿qué se puede esperar de un hombre que lo consideraba una molestia?—Te equivocas, muchacho, él es lo más importante que tengo en mi vida y en cuanto me enteré vine hasta aquí, solo me tardé porque pasé a dejar mi renuncia como primer ministro… la que me fue negada, por supuesto, pero eso ahora no importa. Ven conmigo.Ilhan se lo queda viendo con el ceño fruncido, Sylvie le pone la mano en el brazo y él accede a ir con Pierre. Se meten
Pierre sonríe al ver la actitud de la chica, puede que solo se desmayara por la impresión de ver vivo a Claude, cuando hace unos días estuvo en su supuesto funeral, pero ahora su expresión es por completo diferente.—Por favor sígame, creo que debo explicarle muchas cosas.—Eso creo… vamos.Pierre se adelanta para caminar al despacho, ella lo sigue e Ilhan lleva a Claude a su habitación sin dejar de molestar por su reacción.—Ya déjame en paz, solo me impresionó… piensa hace cuántos días que no veo una mujer joven y bonita diferente a las de mi familia… por alguna razón mi padre exigió que me atendieran solo enfermeras mayores, casi a punto de jubilar.—Será porque seguro te habrían encontrado en una posición más que comprometedora.—Oye, me duele todo, no habría podido hacer ese tipo de cosas —se recuesta en la cama con cuidado y apoya la cabeza en la almohada mirando al techo—. Pero una chica linda no habría venido mal para ayudarme a recuperar más rápido.—Estás loco… pero estoy se