Todo sería mucho más sencillo si Sylvie Durand no estuviera embarazada, pero como lo está, y las hormonas están totalmente revolucionadas por el encuentro, y lo primero que hace su cerebro es decirle de manera orgullosa y despectiva a Ilhan.—No, no exageres, solamente fueron tres o cuatro países.—Sí puede ser —Su mirada intensa se posa en ella y Sylvie y siente que el está descubriendo el alma—, pero eso no quita el hecho de que tuve que correr detrás de ti buscándote para poder hablar contigo.—Yo… yo no tengo nada que hablar contigo, déjame pasar. No vengo sola —Sylvie en vano trata de apartarlo de ella, pero no puede porque los brazos de Ilhan la sostienen con fuerza.—Lo sé… sé que no has venido sola. Sé perfectamente que conociste a otro hombre aquí y que se hicieron muy amigos —Sylvie abre los ojos sorprendida y le reclama.—¡¿Has estado siguiéndome?!—Hace aproximadamente una semana llegué a Ibiza y ese mismo día te encontré —Acerca su rostro peligrosamente a ella y luego se
Cuando al fin logran separarse, sus ojos se enfrentan con una sonrisa en sus labios y pueden sentir que ese sentimiento que se guardaron por tanto tiempo ya comienza a fluir. Sylvie rompe aquel tierno silencio.—Ahora entiendo por qué nos regañaron tanto por estar escuchando conversaciones que no debíamos —los dos se ríen, se miran e Ilhan acerca a Sylvie a su cuerpo.—Pero ya no más… Prométeme por favor, esposa mía, que nunca más vamos a volver a pelearnos sin aclarar las cosas antes —Sylvie pasa su mano por su cabello largo y por su barba. Él sólo sonríe y besa la palma de la mano de Sylvie cuando pasa por sus labios—. ¿Te gusta mi estilo de esposo abandonado?—Un poco… solo necesitas arreglarte esto —Sylvie tira un poco de la barba de Ilhan y él finge que le duele demasiado, pero en realidad no lo siente.—¿Cuándo te enteraste de que ella venía en camino? —Ilhan baja su mano al vientre de Sylvie y lo acaricia, ella solo sonríe al escucharlo hablar de esa manera tan tierna acerca de
Como despertarse con su esposa tiene ciertas ventajas, Ilhan las aprovecha y ella no se queja… bueno, sí lo hace, pero con esos quejidos que solo encienden más la sangre de Ilhan, llevándolos a un par de orgasm0s más.Luego de eso, él se levanta y baja a la cocina para prepararle el desayuno a su esposa. Esa es una de las cosas que tanto extrañó hacer por ella y se imagina que nadie lo hizo con tanto amor como solo él sabe.Al llegar a la habitación, se la encuentra sentada en la cama, con las sábanas cubriendo parte de su pecho y sonriendo, mirando por la ventana. Se acerca a ella lentamente, deja un beso en su frente y le coloca la bandeja sobre las piernas. Sylvie sonríe a ver la cantidad de alimentos que hay en ella, pero no se queja porque últimamente tiene mucha más hambre de lo que tenía al principio del embarazo y eso debe ser porque ya las náuseas se han terminado por completo.—¿Has tenido ya tu primer control prenatal? —le pregunta a él mordiendo una tostada.—La verdad es
Esas tres semanas encerrados en la casa fue para ellos lo mejor para una reconciliación y para conocer mejor sus sentimientos.Hablaron todo lo que pasaron por alto el uno del otro, aclararon todas esas situaciones en las que creyeron cualquier otra cosa e hicieron el amor en cada rincón de la casa. Sylvie conoció de primera mano por qué las mujeres buscaban tanto a su esposo, Ilhan es un excelente amante y muy delicado o apasionado, dependiendo de lo que le salga en el momento.Lo que Ilhan se encargó de demostrarle es que solo ella puede sacar ese lado delicado, el romántico que la hace suspirar mientras le produce el mejor de los placeres.Pero no solo se dedicó a disfrutar su cuerpo, sino también a cuidarla.Cada día se dedicó a atenderla, tanto así que le hacía masajes en sus pies, en sus brazos, en su rostro. También cada día la metía la tina con fragancias suaves para que pudiera relajarse. Luego se encargaba de secarle el cabello y de trenzarlo para que no le molestara. Le apl
Sylvie no tiene idea de a dónde Ilhan pretende llevarla, sin embargo, el camino no va hacia el centro de la ciudad, que es por donde está el departamento, sino más bien a una zona residencial un poco apartada que se ve bastante bonita, tranquila y que se ve perfecta para criar a dos niñas pequeñas.—No me digas que… —Sylvie guarda silencio en cuanto al auto, se detiene frente a una hermosa casa.Es moderna de tres niveles, está rodeada por un cerco de piedra alto, tiene un bello jardín en la entrada, y, aunque no es tan grande como la mansión de los padres de ellos, sí se destaca de todas las demás casas que la rodean. Ilhan la ayuda a bajar, esta vez los dos protegidos por un paraguas que el chofer les ofrece.La toma de la mano y le entrega la llave, abre primero la verja de acero forjado y luego caminan por el sendero de piedra que da hacia la puerta de entrada de la casa. Al abrirla, Sylvie siente que todos los sueños que tuvo alguna vez de formar una familia ya ni siquiera son mi
Días después de que los chicos llegaran a Francia, Renée llega a la casa para visitar a los muchachos acompañada de Christian. En cuanto ve a Sylvie corre hacia ella y le da un abrazo, sonriendo y llorando a la vez.—¡No puedo creerlo, mi niña! ¡¡Estás embarazada!! Pero qué hermosa te ves.—Y eso que no conoces la mejor noticia, madre —Renée lo mira sin entender y él sonríe feliz—. Serán gemelas.—¡¡Ay, por Dios!! Sylvie, Ilhan, no lo puedo creer… qué hermosa noticia —la mujer los abraza a cada uno y no puede evitar coger con sus manos el rostro de su hijo, mirarlo a los ojos feliz y acariciarlo como cuando era niño—. Estoy tan feliz por ti, hijo mío. Se nota en tu rostro la felicidad.«No tienes idea, cuántas veces soñé verte así, feliz, sonriendo, tan tranquilo en una paz que siempre te mereciste y me alegra tanto que lo hayas conseguido con Sylvie.—Yo soy aún más feliz, madre, esta mujer es mucho más que la felicidad, mucho más que la paz —la pareja se mira y se sonríe completamen
Sin duda, el regreso de Sylvie a Francia había significado muchas cosas, muchos cambios. Uno de ellos era que ya no estaba estudiando, por lo tanto, tenía bastante tiempo libre y se aburría mucho. Ilhan había designado a una persona para que se hiciera cargo de lo que hacía él antes, de esa manera no tendría que trabajar por las noches. Solo un par de veces iría a supervisar los locales, que ahora ya no eran solamente tres y el teatro.No tenían ni idea de dónde estaba metida Coraline, hasta su padre estaba preocupado porque no sabía nada de su hija. Sylvie había tratado de contactar con Gianfranco varias veces, pero éste tenía el teléfono apagado y no respondía tampoco los correos electrónicos. Es por eso que ya tenía la leve sospecha de que esos dos habían escapado juntos a cualquier parte del mundo para que nadie lo molestara y así poder amarse sin reserva.Claude también fue a la casa a visitarlos y a darles la bienvenida, se encargó de informarle absolutamente todo a Ilhan de lo
—Hombre ya deja de moverte —August regaña por décima vez a Ilhan en un rato. Y es que el pobre está bastante nervioso, ha planeado esa sorpresa por meses y desde que llegó a Francia comenzó a echar a correr todo el plan que tenía. —Entiéndeme, no puedo evitarlo, esto es algo que yo no hice antes. —¿Cómo que no? —le pregunta August burlón—. Tengo entendido que en plena calle te arrodillaste y le pediste a Sylvie que se casará contigo. —Nooooo… lo que yo le pedí fue algo muy diferente… yo a esa mujer le pedí que se casara conmigo de mentira por tres años, para después divorciarnos y ser felices por el resto de nuestras vidas. —Es decir, que ¿le pediste matrimonio para después divorciarte? —Ilhan asiente y August rueda los ojos—. Estás enfermo, Ilhan Moreau. Solo espero que esta propuesta sea mucho más linda que la de esa vez. —Definitivamente lo es —le dice con orgullo. —No me refiero a todo esto, tarado. Me refiero a que lo que le digas debe ser bonito. —Por favor, no me pongas