En esos días, Tron ha dejado de probar bocado, se ha descuidado de su aspecto y solo se la pasa entrenando en el campamento de manera rigurosa y sin descanso.Después de que termina de entrenar a varios grupos de guerreros en todo el día, él se dirige a un estanque que queda cerca de allí para refrescarse.Decide no cenar esa noche tampoco, puesto que los alimentos le parecen insípidos y hasta desagradables.Con la mirada fija en la luna, que se encuentra acompañada de muchas estrellas en un cielo muy oscuro, Tron se pierde en los recuerdos, entonces el deseo de volver a tener a su amada entre sus brazos se torna insoportable.—¿Qué diablos haces aquí? —interpela cuando percibe que no se encuentra solo.—Solo vine a hacerte un poco de compañía y a que te relajes. Luces tan tenso, mi amor —responde ella mientras trata de masajearle los hombros; sin embargo, Tron le aprieta las muñecas de las manos para evitar que logre su cometido.—No te atrevas a tocarme —profiere entre dientes y con
Un silencio tenso se instala en el comedor, donde todos se muestran asombrados y en desconcierto.Otsana, quien también se encuentra perpleja ante aquella información, empieza a asustarse.«¿Por qué el alfa me buscó? ¿Se sentirá frustrado porque me le escape y aún compartimos el lazo? Es probable que quiera encontrarme para rechazarme y acabar con mi existencia. No puedo permitirlo, necesito asegurar la vida de mi cachorro», piensa aterrada, ante la idea de caer en las garras de Tron y de no ser capaz de salvar a su hijo.—Interesante —comenta Claudio, rompiendo el silencio tenso que se ha formado allí—. Eso significa que el alfa Tron ya encontró a su mate, pero al parecer ella huyó de él. ¿Por qué habrá escapado? —se pregunta mientras se agarra la barbilla.De un momento a otro, Claudio estalla en carcajadas, pero para los demás no hay gracia en lo que ha dicho o en la situación en la que se encuentran, así que lo observan con expresión tensa mientras reprueban su accionar en sus pen
A la mañana siguiente, Otsana se levanta temprano, se da un baño caliente y se pone un vestido fresco y cómodo.Ella se cepilla el cabello y se lo recoge en una coleta alta, que le deja el rostro a la intemperie.Los toques en la puerta la espantan, pero su semblante se relaja cuando descubre que se trata de Clarice.—¿Necesitas ayuda con alguna cosa? —le pregunta su mucama mientras empieza a recoger la habitación.—No, estoy bien, gracias —responde ruborizada, debido a que no está acostumbrada a tantas atenciones.—Eso veo. —La rubia le sonríe—. Ya que estás lista, ¿por qué no te diriges al jardín? Fui informada de que el alfa Claudio desea que ustedes dos desayunen juntos. Si quieres te puedo llevar hasta allí, aunque no hay perdedera. Sólo tienes que seguir derecho hasta el final del pasillo, después de que salgas de la habitación. —Gracias —responde Otsana con una sonrisa.Ella sigue las instrucciones de Clarice y pronto llega a su destino.Le llama la atención que el jardín pose
Pasado La primavera era considerada la estación del romance, donde el enamoramiento florecía, se encendía la pasión y los licántropos esperaban encontrar a su compañera destinada. Por supuesto, no todos tenían el privilegio de encontrar a su mate, por tal razón, cuando un licántropo encontraba a esa persona especial con quien compartían el lazo de amor y entrega eternos, ellos protegían esa relación como al tesoro más preciado. En una tarde fresca, donde el suelo estaba cubierto por florecillas amarillas, que caían de los árboles frondosos que hermoseaban aquel territorio paradisiaco, una belleza se bañaba en un río de aguas cristalinas.Por otro lado, y cerca de allí, un guerrero cruel y poco expresivo merodeaba esas tierras fértiles, cuando un grito interno lo dejó paralizado por largos minutos: "¡Mate!", retumbó en sus adentros, entonces el aroma de la belleza se tornó exquisito y muy llamativo. Con pasos tímidos y temerosos, él llegó hacia ella, quien lo miró sorprendida ante
Tron se mueve de un lado a otro en la cama, con una inquietud que lo pone alerta y que le impide conciliar el sueño. El sudor le ha humedecido la piel, los latidos del corazón van en aumento, a medida en que sus pensamientos se llenan de imágenes extrañas que no logra descifrar; el pecho le sube y le baja de manera brusca y siente una angustia tan fuerte que su mente le dice que corra.—¿Correr para dónde? —se pregunta frustrado, ya que no le encuentra sentido a su sentir.Y, aunque, en esos últimos meses su cordura ha flaqueado y es consciente de que la mayoría de sus actos y dichos carecen de sentido, no puede igualar lo que experimenta en ese momento con su diario vivir."Mate", musita su lobo con debilidad.Tron siente alivio al escucharlo, debido a que su parte lobuna tenía varios meses sin dar señal de existencia, otra razón que lo ha tenido preocupado y fuera de sus cabales.—Algo le sucede a mi lobita, lo sé —deduce con temor.Tron empieza a llorar.Le fastidia la persona deb
Otsana observa al hombre que la ha ayudado por más de cuatro meses, quien ha prometido protegerla a ella y a su cachorro a cambio de cooperación.Está consciente de que él necesita algo a cambio para continuar amparándola, mas todavía no puede confiar en él del todo. Hay algo en su mirada que la pone alerta, y es la primera vez que se siente tan recelosa con ese hombre.«¿Serán las hormonas?», piensa confundida.—¿Cómo te sientes? —Él rompe el extraño silencio en el que se han quedado.—B-Bien —tartamudea ella cohibida.—Me alegro. —Él mira al cachorro, quien se alimenta de su madre—. Felicidades, tienes a un hijo fuerte. Él es un alfa innato.—Muchas gracias... —masculla cansada, de pronto ella se empieza a dormitar.Clarice agarra al bebé, pero Otsana despabila y lo aferra a ella, como si temiera que él le fuese robado.—Solo lo pondré aquí para que puedas descansar —le explica la joven mujer mientras palmea el colchón.—Yo me retiraré para que concilies el sueño tranquila y recuper
Los latidos de su corazón retumban vehementes contra su pecho, al mismo tiempo en que la respiración se le torna sofocante y los músculos se le tensan.Con un dolor desgarrador, la joven omega corre a una velocidad impresionante. Ella no tiene un destino fijo, solo siente la necesidad de escapar del aquel insoportable sufrimiento, aunque ante la lógica aquello suene imposible.Cada evento del que se entera es una prueba más de que ella nunca le importó al alfa Tron, y de que las palabras de aquel guerrero que la atacó eran ciertas.—Soy una tonta —musita sofocada cuando se detiene en medio de la nada.Allí no hay árboles, animales ni arbustos; solo es capaz de vislumbrar unas cuantas rocas y arena.«¿Dónde estoy?», piensa aterrada.Ella camina en círculos, al mismo tiempo en que busca con la mirada algún sendero que la regrese al bosque; sin embargo, no encuentra nada de lo que espera en ese caluroso desierto.Otsana se tira de rodillas en el suelo arenoso, donde empieza a llorar por
Las carpetas por firmar se encuentran en varias filas sobre su escritorio. Con un lapicero en su mano derecha y la vista fija en un documento específico, Tron analiza una manera de posponer aquella actividad.—No ha avanzado mucho hoy, señor —comenta su asistente con una sonrisa amable, quien ha entrado en su oficina sin que él la notara. Así de absorto se encuentra, que hasta sus reflejos se han dormido.—Me siento agotado por todo el trabajo que se me ha acumulado, sumándole la presión a la que los jefes de la manada me están sometiendo para que escoja a una luna. Malditos cabrones, disfrazan el deseo de Petro con "escoger a una luna", cuando lo que en realidad me quieren decir es que marque a la loca de Vesti —suelta sin pausa, dejando a su empleada sorprendida.Es la primera vez, en todo el tiempo que ella lleva trabajando allí, que él se expresa de esa manera tan abierta y sin gruñir una burla.—Entonces le recomiendo que le encargue esta tarea a alguien de confianza y capacitado