Narra Kim
Regreso a mi casa asustada por el ataque de mi jefe. Pero ello queda en el olvido, cuando llego al apartamento de Lu y veo a Dante fuera del mismo. Apenas me ve, se levanta y en su mirada puedo ver que vino para convencerme de volver con él.— Kim, que bueno que te veo.— Estas obstruyendo la entrada al edificio. En algún momento me verás si te quedas allí — respondo cortante.— Entiendo — dice haciéndose a un lado y cuando paso, me toma del brazo suavemente. — ¿Qué quieres, Dante? — pregunto agotada.— Quiero hablar contigo. Que arreglemos las cosas— ¿Qué deseas arreglar? ¿Quieres arreglar el hecho que te acostaste con una mujer en nuestra cama? ¿O quieres arreglar el hecho que solo verte me cause malestar al punto de desear golpearte? — pregunto curiosa. — Entiendo que estés enojada conmigo por lo que te hice. Pero, es bueno que hablemos. Llevamos un tiempo juntos, vivimos juntos y nos comprometimos en matrimonio. Es algo que tenemos que recordar para pasar esta prueba, cariño— ¿Pasar esta prueba?— Durante una relación, pasan muchos problemas que nos pueden destruir si nos damos por vencidos o unir más si recordamos que nos amamos. Yo quiero que pase lo segundo, deseo que todo esto es una prueba que nuestro amor va a superar para estar más felices. — Dante, cuando se habla de pasar obstáculos en una relación, se habla de enfermedades, problemas económicos y demás, no infidelidades. — le recuerdo.— Puedes hacer una excepción esta vez. Yo te prometo que no volverá a suceder. — No, gracias. No estoy interesada en segundas oportunidades, ni mucho menos, excepciones — digo alejándome de él.— Entonces, préstame la plata para la hospitalización de mi madre — dice tras de mí y yo giro mi cuerpo para verlo— Entonces era por eso que estabas conmigo. Desde que te vi con esa mujer, pensé las causas de tu traición. Quería saber porque estabas conmigo si no querías estar seguir en esa relación, pero tu pedido, me da la respuesta. Tú no me querías, pero era buena para levantar tu ego al estar con dos mujeres o más, también te ayudaba pagando las cuentas médicas de tu madre. — No es eso lo que quería decir.— Vete, Dante. Nada de lo poco que me diste, me hace falta. — ¿Estás segura? No quería mencionar esto, pero, ¿Crees que no me necesitas? Te recuerdo que sin mí no pueden darte la muestra de esperma. — ataca sabiendo que es un golpe bajo para Kim. — Un esperma que pudiste darme, pero Dios vio cuan mal hombre eres y te negó la posibilidad de tener hijos. — contraataca Kim golpeando el orgullo de Dante.— Tú… — dice caminado hacia ella, pero antes de llegar, cae sobre sus rodillasAl hacerlo, Kim nota como su mejor amiga Lu, sopla para que su cabello no cubra sus ojos y quitándose el segundo zapato plataforma, camina hacia nosotros amenazando con el zapato a Dante.— Sabía que hoy se sacaba la basura. Pero jamás pensé que la encontrara en la puerta del edificio y menos que hablara. Eso es repugnante.— ¡Me golpeaste con tu zapato en la pierna, loca! — grita Dante enojado mientras Lu me cubre con su cuerpo, dispuesta a pagarle.— Sí, soy loca y como loca, sabrás que no me importa tirar piedra y como viste, tengo muy buena puntería. Así que, no me estés tentando. Porque terminaras golpeado de gravedad. — dice Lu advirtiéndole con el zapato en la mano. — Ustedes están locas — dice levantándose del suelo y huyendo rápidamente del lugar. Pero Lu no se conforma y lanza el zapato que le pega en la espalda, a lo que, Dante se detiene y toma el zapato para regresar enojado, pero Lu toma otro zapato y apunta.— Este va para la cabeza. Sea la de arriba o la de abajo, no importa — asegura y esa es suficiente amenaza para que Dante suelte el zapato y se marche.— No debiste volver a golpearlo, ya se estaba yendo. — murmuro.— Era por si cambiaba de opinión. — murmura responde caminando descalza para buscar su zapato que Dante dejó caer.Ruedo los ojos, ante el día loco que he tenido y la espero para subir con ella al apartamento. Cuando llegamos a su apartamento, comienzo a contarle lo que sucedió y por ello, Lu Parker, tiene un nuevo enemigo en la lista.— Deberías guardar tus armas. A este punto, pensaras que haces parte de algún grupo armado. — Es que debo ser ruda. Tú eres demasiado calmada y por eso, abusan de ti— dice molesta. — No te estreses y más bien, acompáñame a recoger mis cosas en el departamento. Tengo muchas cosas que compré allá y no voy a dejárselas para que él las use con alguna otra mujer. — Yo iré. Dame la lista de lo que es tuyo y yo lo traeré. Hoy te he embarazado y con un día tan complicado, lo mejor es que descanses.— Lu, eres ginecóloga, saber que aún no es seguro lo del embarazo y aunque lo fuera, el esperma congelado es más lento que el normal, por lo que, debemos esperar un poco más para confirmarlo. — le recuerdo.— Aun así. Has pasado por mucho y necesito que te relajes un poco. Por lo que, ve a la tina y date un baño de rosas. Pronto estaré aquí.— En realidad, me preocupa que tú vayas. Capaz y matas a Dante. — le respondo.— Nada de eso. Aunque lo merece, no voy a hacerlo. Sería ensuciarse las manos por algo putrefacto. Así que, ve a bañarte tranquila, pronto volveré con las cosas. Asiento y me voy a su habitación para tomar una toalla e ir al baño. El apartamento de ella, tiene dos habitaciones, pero la segunda, ha sido usada como armario de ropa y zapatos. Por lo que, dormir allí es un poco complicado. Por ello, he dormido con ella. Con la esperanza de que no le haga algo más a Dante, entró a la ducha y dejó que las esencias me relajen después de haber tenido un día tan terrible. Humedeciendo mi piel con esencia de rosas, pienso en mi futuro y la posibilidad de ser madre, me hace sonreír, aunque he tenido un día tan duro.La simple ilusión de tener un bebé en mis brazos, me hace sentir un hormigueo increíble. Mi mente, viaja a colores azul claro o rosado, mientras coloco dibujos de animales bebe para la habitación de mi futuro bebé. Ese bebé que tanto he anhelado y por el que ahora, me he arriesgado tanto para concebirlo. Sólo espero, que todo salga bien y no meta en problemas a mi loca amiga. Después de relajarme en el baño, entró a la habitación de Lu y comienzo a vestirme mientras enciendo las noticias. Allí, descubro la causa de la ira de mi jefe y porque se alteró más al decirlo lo de la cita con el ginecólogo.— Al parecer, el dinero no te soluciona todo en la vida. — susurro mientras hidrato mi piel.El sonido de mi teléfono, me hace detener mi acción y tomarlo para ver un mensaje de mi jefe Alessandro Delacroix. “Señorita Morgan, Lamento haber actuado de forma brusca y violenta el día de hoy. No hay justificación para hacerlo hecho y por ello, no voy a excusarme. Prefiero disculparme y prometerle que ni permitiré que mi vida personal o laboral sean causantes de una violencia ante usted De ante mano, le pido disculpas y espero que podamos seguir trabajando.Atentamente,Alessandro Delacroix Presidente de Compañía Delacroix”Suspire profundo al ver su disculpa formal y deje el teléfono a un lado para descansar de un día cargado de muchas emociones. Solo espero que mañana no sea igual.Días despuésNarrador Omnipresente La noticia había causado un gran caos en la empresa, al punto que había pasado ocho días y aún seguía Alessandro Delacroix en la mira de los periodistas y eso, era gracias a su ahora exesposa, quien había comunicado en una rueda de prensa su separación oficial de Alessandro.Una rueda de prensa que causó que las acciones bajarán y la empresa cayera drásticamente ante la disolución de la asociación de los Delacroix con los Hiraldo. Algo que, sin duda, había sorprendido a muchos. Pero lo que más les sorprendía, era que Bill Delacroix había regresado a la presidencia para asumirla con su hijo. Muchos creyeron que la presidencia de Alessandro terminaría y solo quedarían rumores de él. Pero Alessandro supo convencer a su padre para quedarse en la empresa trabajando en la misma oficina para aprender de su padre. La única condición de Bill Delacroix para su hijo, fue hacerse el tratamiento de fertilidad completo. Algo que ni le agradaba mucho a Alessandr
Aunque Alessandro quería tener respuestas de inmediato, Lu, había movido sus contactos el mismo de la inseminación, para que las grabaciones donde Estaban ella y Kim buscando el esperma y como ella entraba a la habitación donde la inseminó, fueran eliminadas. Así que, no había pruebas de que sucedió con la muestra.Por lo que, habían pasado varios días y el hospital, seguía recibiendo amenazas de Alessandro, por la desaparición de su muestra. Era de noche, Kim había llegado al apartamento de Lu, cuando ella la esperaba ansiosa. Así había estado desde que se enteró que, en su intento de ayudar a su amiga, borro información que podría calmar la ira del rico portador. Como lo había llamado Lu.— ¿Qué sucede ahora, Lu? Llevas días así y ya me tienes preocupada — comenta Kim al ver a su amiga mordiendo las uñas que ya habían desaparecido por tanto morderlo estos días — Es que el rico portador, volvió a ir hoy al hospital y cada vez que viene, el lugar de trabajo se vuelve tenso y estresa
El nerviosismo las recorría a las dos. Pensar en que estarían involucradas con Alessandro Delacroix, asustaba a ambas al saber su enojo bien sea por tener a su bebé o por haber tenido la posibilidad de salvar su muestra de esperma y no hacerlo. Estaban en un gran problema y Lu, no Estaba fuera de él al ser parte del robo. Uno que no debió efectuarse en ninguna circunstancia, pero había pasado. — Iré a la farmacia por las pruebas — dice Lu saliendo del asombro. — Vamos juntas. Dudo que pueda quedarme en casa. — dice Kim y ambas salen en búsqueda de las pruebas de embarazo. Las dos, tienen tanto temor que se imaginan mientras caminan q la farmacia, como son esposadas por robar el esperma de Alessandro Delacroix y a ninguna le parece un final agradable de sus vidas, cuando han luchado tanto por ser ciudadanas ejemplar o por lo menos, lo habían sido hasta el robo de esperma.Ambas miraban atentas a cualquier cosa o persona que se acerca a ellas porque el temor es tan grande en ambas, q
Narra KimSabiendo que debo saber esa respuesta hoy mismo, tomo las pruebas de embarazo para marcharme al baño, aprovechando que mi jefe, estará ocupado con ‘la socia’ por más de dos horas.Con la ansiedad rodeándome abro las pruebas de embarazo y comienzo a colocar la muestra de orina en la misma. Aquí es donde me pregunto, ¿qué tanto puedes hacer para tener un bebé?¿Qué tan dispuesta estás por cumplir tu sueño de ser una buena madre cuando no tienes quien te ayude a serlo? Esas preguntas vienen a mi mente en estos momentos y la respuesta me llega de inmediato, estoy dispuesta hacer todo lo posible por ser una buena madre. Porque incluso, no me importa ir a la cárcel, si eso me deja tener a mi hijo. No me importa lo que pueda pasar con mi vida, ahora lo que me importa, es saber si realmente hay un bebé en mi interior. Eso es lo que me importa y priorizar a mi posible bebé por encima de mí, es un indicio de ser buena madre, ¿no?Suspiro profundo, para no mostrar mi enorme alegría ant
El cuerpo de mi jefe, siempre lo había clasificado como grande y fuerte por la estatura que tiene y cuanto musculo tiene en todo su cuerpo. Pero ahora que estaba tan cerca de él, podría clasificarlo como asfixiante y tenebroso. Él es demasiado atractivo. Por eso, tiene tantas conquistas como la que toca a la puerta con insistencia. Pero en estos momentos, da miedo y ese miedo, es una clara señal del peligro que él emana por el enojo que tiene en estos momentos. Es evidente que no va a negociar conmigo y el hecho de pensar que mi hijo es arrebatado y yo soy enviada a la cárcel por concebirlo de manera ilegal, me causa un dolor inmenso y aunque no quiera, mis ojos se nublan y mi voz se quiebra. — Señor Delacroix… — susurro con voz herida No, Kim. Debemos mostrarnos fuertes. Si nota que eres débil, más rápido te quitará al niño y eso será para él como quitarle un dulce a un bebé. Sabe que llorará, pero no hará algo por recuperarlo y por eso, lo quita de un solo movimiento — ¿Qué vas
Narrador OmnipresenteEl enojo invade a Alessandro quien siente que la presión sanguínea va a causar que su cabeza explote. Enojado, regresa a mi oficina para tomar las llaves de su auto e ir tras la osada secretaria que se atrevió a escapar.— Alessandro, ¿realmente vas a actuar así? Creí que me habías llamado para recordar viejos tiempos y vas a enfocarte en la inútil de tu secretaria — se queja.— Te llamé para el negocio. Pero, ahora no puedo atenderte. Tengo algo importante que hablar con mi secretaria. — dice Alessandro tomando su saco, llaves del auto y teléfono.De inmediato, llama a recursos humanos y pide la dirección de Kim mientras la mujer, va tras él enojada por su acritud.— Alessandro, soy una mujer ocupada. Si vine aquí fue para aprovechar mi tiempo libre. Pero si vas a tratarme así, no voy a volver a atender tu llamado, por más que seas insistente — le amenaza la mujer.— Está bien, señorita Jones. Lo que sea que desee hablar con su empresa, lo hablaré con su vicepres
Sabiendo que ya no podía prolongar su entrada, se quitó el saco para protegerla del calor y sin dudarlo un solo segundo, se adentró en el fuego sin importar que pudiera quemarse. Mientras les gritaba a los espectadores:— ¡Llamen a una ambulancia y a los bomberos!Su camisa blanca, Estaba siendo consumida por las llamas, pero ignoraba ello y pasando a través del fuego, llegó a Kim quien cubrió con el saco y la cargó en sus brazos intentando protegerla de las llamas hambrientas por consumirlos. Entrar en esa habitación había sido como experimentar el infierno y por ello, cuando salieron, sintió Alessandro un poco de alivio por la presión del calor, que había disminuido al salir. Pero, aún estaba preocupado por la inconsciencia de Kim.— La ambulancia tardara cinco minutos. — comenta uno de los vigilantes. — Cinco minutos es demasiado, ¿no hay manera de llamar a alguien más cercano? — pregunta Alessandro nervioso mientras coloca a Kim suavemente en el suelo para poder revisarla. Lucía
Los estudios estaban saliendo, las noticias buenas con respecto a la salud de Kim no se hicieron esperar y ahora, debían hacer una ecografía, para ver cómo está el bebé. Como la ginecóloga aún no había llegado y ella no tenía síntomas de aborto, nadie había hecho exámenes al bebé en específico. Por lo que, cuando llegó la ginecóloga, lo primero que trajeron fue el ultrasonido para hacerle una ecografía tras vaginal. De inmediato, Kim intento levantarse, pero Alessandro negó. — No te desesperes, todo va a estar bien. — susurra.— Bien, futuros padres. Ya me dieron información de su caso. Yo soy la ginecóloga Laura Shepherd y estaré revisando si este pequeño susto ha molestado al bebé. Dígame, ¿Cuánta semanas tiene?— Hace dos semanas me robo el esperma. ¿Sería ese el tiempo? — pregunta Alessandro causando que Kim se sonrojara avergonzada y sorprendiera a la ginecóloga. — B-bueno, no. Ese no es el tiempo. En el embarazo, se calcula el tiempo desde el último periodo y no, desde el mome