La declaración provoco que toda la habitación se quedara en un silencio tan incomodo, ya que esas palabras impactaron a más de uno. Por su lado Scott sé quedo paralizado y asombrado al escuchar esas palabras, pensando que debía ser una broma, ya que el mismo sabía de la fuerza y destreza de Karen; así que no tenía lógica que la hubieran capturado, a no ser que la hubieran acorralado y amenazado a los niños. Por su parte, Alejandra sentía ganas de llorar por la cruel y m*****a ironía de esa situacion, ya que justo es ese momento su estúpido padre si hizo bien su trabajo, pero ya no importaba porque la habían descubierto. - ¿Qué fue lo que dijo? - hablo el rubio con voz monótona, acercándose el móvil para hablar. - ¿Alejandra? - No soy ella, señor Ramiro – dijo Scott, mientras le dedicaba una mirada lleva de odio y apuntaba con su pistola a Alejandra para que no hablara. - Oh Scott… hehe ¿cuánto tiempo? pensé que estabas de viaje, pero veo que ya regresaste... – empezo a decir de
Hacia un día agradable: la brisa fresca del amanecer se colocaba por las ventanas y movían las delgadas cortinas blancas de la habitación, de fondo se podía escuchar el pacífico y tranquilo silencio en el que se encontraba la casa. Ciertamente el lugar estaba demasiado tranquilo, era verdad que ella amaba ese tipo de lugares… pero esto le hacía sospechar, ya que ese silencio era algo extraño, por lo cual busco incorporarse y abrir sus ojos para ver qué estaba pasando, en eso noto que su vista estaba siendo obstruida por algo, así que movió su mano hasta su rostro notando que tenía una venda, pero justo cuando estaba por quitársela, sintió que alguien se sentaba en su regazo y le sujetaba su mano al mismo tiempo que se escuchaba una sutil risa de fondo, la cual parecía ser de un infante. - Aun no puedes quitártela – escucho que le decían y nuevamente escucho esa risa de fondo, por el tono de voz podía deducir que eran dos niños quienes estaban a su lado. Era curioso, ya que normalmen
Por su parte, en la mansion principal de los Albani, la situacion era algo tensa y complicada ya que para tratar de calmar a Scott tuvieron que sedarlo y encerrarlo en una habitación especial porque estaba muy alterado, así que buscaron calmarlo antes de que cometiera alguna locura de la que luego podría arrepentirse. La habitación en la que se encontraba en esos momentos el rubio tenía una puerta de acero reforzado para evitar que saliera de la casa e hiciera alguna clase de locura al dejarse llevar por sus impulsos, ya que tras lograrse escapar del agarre de su padre y tío corrió hasta la entrada de la casa con las obvias intenciones de ir a buscar a Karen, pero fue detenido y llevado a su habitación con la intención de encerrarlo hasta que se calmara, desgraciadamente en ese momento no escuchaba razones y de una sola patada rompió la puerta de su habitación buscando escapar, pero fue atrapado y metido en esa habitación especial con la promesa de que lo dejarían salir cuando se calm
A la par que esa situacion se vivía en la mansion Albani; las cosas no estaban tan calmadas como deseaba aparentar Ramiro Tards, ya que sabía que cada minuto que pasaba podía ser el último de su amada hija. Justo en esos momentos se sentía tan impotente, ya que el tiempo pasaba y aún seguía sin entender lo que habia ocurrido, a la vez que maldecía a todos esos incompetentes que trabajaban para él. Ramiro estaba en la oficina de su casa, caminando en círculos, mientras pensaba como es que habia terminado en esa situacion… repasando mentalmente todo lo que habia hecho hasta ahora, por lo cual no tenía lógica su actual estado lamentable, porque habia empezado bien: con esa emboscada exitosa de esa vez, su hija desposando al heredero de los Albani, usar el dinero de sus enemigos para fortalecerse y obtener un gran armamento sin invertir nada de su propio capital; pero ahora la alegría de esas victorias se opacaban ante la desgracia que le azotaba en esos momentos ya que: Diego Quissi est
Sentía su cuerpo algo pesado y adolorido, en eso poco a poco empezo a abrir los ojos notando que estaba en su habitación y ya habían arreglado su puerta. - Ah… duele… - se quejó mirando que tenía algunas vendas en su cuerpo, ante eso miro confundido su cuerpo ¿por qué estaba vendado? ¿habia pasado algo?, en eso su mente despertó de golpe y le hizo recordar todo de golpe por lo que ahora se miraba angustiado. Scott seguía preocupado ya que no sabía cuánto tiempo llevaba dormido y si ya habia alguna noticia sobre Karen y sus hijos; por ello se colocó de pie para salir de la cama, pero al poner un pie lejos de la cama se tropezó y cayo de cara al suelo. - Auch… - se quejó el rubio, donde al buscar al culpable de su tropiezo, noto que una de sus piernas tenía un grillete y la otra punta estaba sujetaba en la cabecera de la cama; al ver eso frunció el ceño, mientras buscaba algo a su alrededor para buscar romper esas cadenas que lo tenían atado a su cama, aunque en sus movimientos sintió
Estaba en ese lugar pensando que todo lo que había pasado era inaudito, un insulto a su persona y sobre todo muy humillante; de hecho, si lo pensaba bien no tenía lógica ¿cómo era posible que todo había terminado de esa forma…? es decir, ella había tenía todo: poder, dinero, respeto. Alejandra estaba molesta, se suponía que en esos momentos ella era alguien en ese maldito y jodido mundo, es decir… no había imposibles para ellos ya que muchos le temían y otros la respetaban por su título como la esposa del décimo Albani… entonces, ¿por qué todo se fue al diablo? ¿por qué en ese momento estaba tirada en el suelo con varios moretones y encerrada en una m*****a habitación con barrotes en las ventanas? ¿en qué momento su vida cambio de esa forma tan radical? ¿por qué la vida era injusta y la torturaba de esa manera? La peli naranja juraba mentalmente cobrar venganza de todas y cada una de las personas que la dejaron en ese lugar y su venganza comenzaría con la traidora de Chloe y los Alba
Ignorando el gran caos que ocurrían en la mansion Albani, Ramiro estaba angustiado por toda la situacion que estaba pasando en esos momentos. - Jefe – le grito uno de sus hombres, a la vez que lo jalaba y lograba hacer que evitara la bala que estaba por darle en su pierna. - Tch… malditos policías – se quejó Ramiro disparando e hiriendo de gravedad al oficial que casi lo lastima. - Nos tienen rodeados – dijo asustado el hombre que estaba a su lado. - Vamos al cuarto seguro – ordeno donde buscaron ingresar a una habitación y activar una puerta secreta, para ingresar a una habitación oculta la cual contaba con paredes brindadas. Ramiro estaba furioso y mirando la cruel ironía de la situacion, ya que esa habitación le servía para castigar y meter a las víctimas que secuestraba o torturaba, pero ahora ese lugar parecía ser su único lugar de salvación. Al notar lo que habia pasado, los oficiales buscaron empezar a sacar los cuerpos y arrestar a los mafiosos que seguían vivos. - Solo
Agregando más problemas a la situación, podíamos ver que en cierto edificio de la ciudad la situación era delicada y muy complicada, ya que se podía escuchar como dos personas tenían un duelo a muerte con sus armas de fuego, creando un gran caos y destrucción a su paso. Ya había amanecido, pero el cansancio y la desvelada pudieron más con su cuerpo, por lo que Elena seguía dormida, así fue hasta que escucho el primer disparo. - ¡Que! – ella se levantó asustada por el ruido - ¿Diego? – dijo mirando a su alrededor y en eso escucho un segundo disparo, lo que la asusto e hizo que se escondiera debajo del escritorio. Se escucho un nuevo disparo y nuevamente se asustó, pero en eso se extrañó un poco ya que se escuchaban los disparos y nada más; Elena con cuidado salió de su escondite algo confundida ya que no tenía lógica ese silencio abrumador que se escuchaba… se supone estaba en el departamento de policías y escuchaba disparos… algo malo estaba ocurriendo. Con cautela y algo de miedo,