EstebanLos días transcurrieron entre una felicidad excesiva y las ansias de anunciar al mundo que seríamos padres. Cada mañana me despertaba con una sonrisa, sabiendo que pronto nuestra vida cambiaría para siempre. Mientras Jenny viajaba a su ciudad natal con su amiga Amelia para dar la noticia a sus padres, yo me quedaba en la capital, ocupado con los preparativos para la llegada de Carlos y el cumpleaños de Fernanda. Sabía que Jenny volvería a tiempo para esa gran ceremonia, y su ausencia temporal solo aumentaba mi emoción y expectativa.La familia Martinelli se convirtió en el centro de atención de los medios de comunicación durante las próximas semanas. Los periodistas estaban ansiosos por tener la primicia y no dudaban en acechar nuestra casa y oficina, buscando cualquier indicio de confirmación. Pero, por ahora, queríamos mantener nuestra felicidad en privado, compartiéndola solo con aquellos más cercanos a nosotros.La mañana después de que Jenny partiera, me levanté temprano
Al llegar a la casa, una cálida bienvenida nos esperaba. Roger y Milena se habían encargado de reunir a los amigos cercanos para la gran sorpresa. Los abrazos y felicitaciones continuaron, y el ambiente se llenó de risas y conversaciones animadas.—Vamos a celebrar como se debe —anunció Roger, levantando una copa—. ¡Por la familia y por el nuevo miembro que viene en camino!Todos levantamos nuestras copas, brindando por el futuro y por el amor que nos unía. La tarde transcurrió entre anécdotas, risas y momentos de complicidad. La familia Martinelli se sintió como en casa, y la alegría era notable en cada rincón.Carlos y yo nos alejamos un momento de la multitud para hablar en privado. Nos sentamos en el jardín y respiramos el aire fresco de noche.—Carlos, sé que tenemos que hablar —comencé, rompiendo el silencio.Carlos asintió, mirando al suelo. Luego levantó la vista y me miró directamente a los ojos.—Sí, Esteban, hay algo que he llevado dentro por mucho tiempo. Desde aquella no
ESTEBANLa celebración de la primera gran recepción del año está en pleno apogeo, y el ambiente en uno de los locales más populares vibra con entusiasmo. Amigos, familiares, socios y la prensa más exclusiva se han reunido para presenciar un evento memorable. La reaparición de Carlos Martinelli atrae muchas miradas, especialmente porque viene acompañado de una nueva mujer. La sorpresa es mayor cuando se descubre que ella no es otra que la nana de la familia, Camila. Para algunos, este romance era de esperarse, mientras que para otros resulta una inesperada revelación. Sin embargo, lo que opine el mundo exterior no importa; son felices, y eso basta.Los rumores han circulado durante un tiempo, insinuando una traición en la familia y un posible triángulo amoroso que terminó con la separación definitiva de los hermanos. Afortunadamente, nada de eso se confirma y queda como meros murmullos en la sociedad, que siempre busca detalles escabrosos de la vida privada de los demás.Hoy, sin embar
JENNY Mientras Esteban me miraba con esos ojos llenos de amor y devoción, sentí que el tiempo se detenía. Sus palabras resonaban en mi corazón, cada frase cargada de sentimiento y verdad.—Tengo tantas emociones intensas revoloteando en mi cabeza. Y es que sigo sorprendido de que no seas lo que esperaba, sino mucho más de lo que esperaba en la vida. Antes de conocerte, no sabía lo que era amar incondicionalmente y dejarme querer. Mientras tú me asegurabas que iríamos despacio, que nos tomaríamos nuestro tiempo. Pero no hay sosiego ni tranquilidad en este amor, que es todo urgencia y pasión, así que no puedo ir más despacio, no puedo esperar tanto. Dicen que algo como esto solo se siente una vez en la vida. Dicen que cuando llega el verdadero amor, se nota. Y en este tiempo he confirmado mis sospechas: te adoro irremediablemente y no voy a luchar contra ello. Así que ahora quiero avanzar en este camino de amor. La seguridad de la firmeza de nuestro amor, la energía que me dan las risa
Días después, se celebró el cumpleaños de Fernanda, un acontecimiento importante para la sociedad y los medios informativos que estuvieron presentes, siguiendo cada momento. Pero lo que más ansiaban era conocer detalles sobre la boda de los hermanos Martinelli. El tema más comentado por las próximas semanas hasta que se supo la fecha y la hora del acontecimiento.Una gran celebración se preparó con estricta confidencialidad, encargados y asesores manejaron todo respecto a la boda del año, sin soltar ningún detalle a la prensa. Llegado el momento, solo algunos medios tuvieron el privilegio de transmitir en vivo desde la iglesia Santa Clara de Asís, el minuto a minuto de la boda más comentada del año.En medio de una decoración de ensueño, amigos, familiares, socios e invitados especiales se prepararon para ver entrar a las novias. Todo parecía ser un cuento de hadas, desde la limusina en la que fueron trasladadas a la iglesia, hasta la música de Christina Perri — "A Thousand Years", de
(Jenny)Después de un día agotador en la universidad, regresé a casa para encontrar a mi amiga doblada de risa en mi habitación. Al entrar, la vi de pie frente al espejo, vestida como policía, al parecer.— ¿Qué haces vestida así? ¿Te has adelantado a Halloween? —pregunté.—Es mi disfraz para la fiesta de esta noche. Dijiste que iríamos —respondió entre risas. ¿No es genial? Deberías ver el tuyo.— ¿De qué estás hablando? No mencionaste ningún disfraz. ¿Lo omitiste a propósito?—¡No! simplemente lo olvidé.—Mientes —cruzé los brazos.—Si te lo hubiera mencionado, ni siquiera habrías considerado ir. Eres tan aburrida y anticuada.—No soy aburrida. Solo que...—Tienes miedo de probar cosas nuevas. Una fiesta de disfraces es lo mejor que nos puede pasar en esta época del año. Nos saca de la rutina. Además, el disfraz que te han enviado es más decente y sexy —dijo mientras se acercaba a una caja sobre la cama para que lo viera por mí misma.Dejé un suspiro escapar y me acerqué a ella, apa
Regresamos a casa a tiempo para arreglarnos y estar listas para matar, como dice Amelia muy animada.—Lo que sí usaremos de la caja será el antifaz; está muy hermoso y al parecer todos usarán uno igual —le comunico.Unos minutos después, tomamos un taxi en la esquina del edificio para ir a esa tan ansiada fiesta.—No entiendo por qué los disfraces, no estamos en carnavales ni en Halloween.—Caprichos de niño rico —responde Amelia—. Y con esto no digo que Carlos lo sea. Fue idea de su hermano menor organizar una fiesta como esta —sonríe—. Tiene la ilusión de encontrar en todas esas chicas misteriosas la media naranja que complemente la vida de Carlos. Sin embargo, lo que no sabe es que aquí ya está su futura esposa.—Amelia, el amor no funciona así. Los dos deberían saberlo. No estoy interesada en un noviazgo, mucho menos en un matrimonio —la miro seria y luego suelto una carcajada.—Cuando lo conozcas, te derretirás de amor. Carlos es tan dulce, amable, sincero, sencillo, carismático
Mi amiga levanta solamente la mano y se pierde entre los asistentes. Me siento mareada por las luces, la sofocación va en aumento y mi corazón se acelera más por el temor de una cita a ciegas en un lugar como ese.“¿Cómo es que me dejé convencer? Debo buscar el baño y mojarme la cabeza. Pero ¿dónde puede estar?”Respirando intranquila, me abro paso entre los asistentes hasta que puedo localizar el famoso cartelito. Camino en esa dirección sintiendo una inquietud incontrolable en mi corazón.“¡Carajo! ¿Por qué no habré frecuentado antes estos sitios? Me siento como un bicho raro. Es un ambiente normal y común, por así decirlo. No hay de qué temer.”Dejo salir una sonrisa nerviosa y, como si nada pasara, avanzo entre las parejas que bailan y se besan por todos lados, haciéndome sentir más incómoda. Qué alivio siento al llegar al pequeño corredor de los servicios higiénicos. Me arreglo un poco la falda y doy unos pasos ingresando, cuando de pronto, alguien me toma del brazo y me lleva ha