Todo su plan había salido a la perfección, la reina había muerto y nadie sospechaba de él, a pesar de que era el único heredero del reino de Ganondorf. Debía fingir tristeza y dolor por la muerte de su madre pero en verdad en su frío corazón no había nada más que el odio fomentando por su cruel padre y su amada.
El antiguo rey era un simple mundano que vivió con envidia de su esposa, ella no solo era bella e inteligente también era la fuente de vida de todo el reino. Fingió toda una vida que estaba locamente enamorado de la reina, en verdad solo amaba las riquezas que venían con el poder, también aquellos poderes que le fueron concedidos al ser coronado, eso era algo que ningún mundano obtendría nunca.
Las campanas comenzaron su canto, aquello solo significaba que el acto de coronación estaba por empezar, el momento había llegado ya no había marcha atrás.Con sus manos alisó su traje rojo con diamantes y rubíes incrustados e hizo una seña a los guardias para que las puertas se abrieran y así fue, en cuestión de segundos que divisó la sala del trono con los líderes de todos los clanes.
Las trompetas comenzaron su canto, con la frente en alto caminó sobre la alfombra que lo llevaría a su futuro trono, se encontraba tan nervioso que las manos le sudaban pero nada era más importante que mantener su cuerpo erguido, no podía demostrar debilidad ante sus súbditos.
En sus manos estaría el poder que mantendría todo el reino en orden y solo por eso no podían hacerle daño pero era consciente de que no era suficiente motivo para evitar que su pueblo se revelara, tenía que mostrar su poder en su máximo esplendor, demostrar lo grande que era, así nadie osaría cuestionarlo.
De su espalda salieron dos hermosas alas tan negras como la noche más oscura, eran gigantes y lo serían más cuando obtuviera el poder que le correspondía por derecho.
Llegó al final de su camino hasta estar frente a Meriel, la banshee que se encargaría del ritual de su coronación. Estaba molesto porque Fairud jefa de su clan y por ende la más poderosa del reino se había negado a dejar el Gremio del Espiral para asistir a su coronación, si fuera cualquier otra especie lo habría considerado traición pero las banshees tenían sus propias leyes y no se regían por ninguna tradición del submundo. Eran tan poderosas porque su magia provenía de la energía y no de la naturaleza.
Neahm era la primera hija de Fairud por su antigüedad era casi tan poderosa como su madre pero de ella no se sabía nada desde hace diecinueve años, él nunca la conoció pues desapareció antes de su nacimiento.
Trato de olvidar su molestia para concentrase en lo verdaderamente importante. Aquel era su momento, por el que tanto se había sacrificado.
—Pueblo de Ganondorf estamos hoy aquí para darle el recibimiento al príncipe Dustin Aias Regium en su ascenso a la corona —dijo la banshee, luego tomó la corona del difunto rey, esta era de orocon esmeraldas, diamantes y otras piedras preciosas, era hermosa y aún más brillante cuando los rayos de sol se reflejaban en ella. La elevó y murmuró palabras en algún idioma que solo ellas entendían, llevó una de sus manos a la cabeza del príncipe, quién se había hincado cuando empezó el ritual. Todos contemplaban aquel momento con tristeza por la muerte de la reina,pero orgullosos de ver a su hijo ocupar su lugar.
El príncipe podía sentir el poder que recibía de la corona, pudo ver a través de los ojos de los antiguos reyes, descubriendo los más oscuros secretos de los antiguos monarcas, escuchó conversaciones pasadas, descubriendo profecías que Marissa mantuvo ocultas no solo de él también de todo el reino, el poder del trono poco a poco se unía a él. Sintió como su poderío aumentaba pero aún no apreciaba esa conexión con la naturaleza, de la que tanto su madre le habló.
Le había dicho que el día que se volvió reina pudo sentir las olas del mar chocando contra las piedras, el sonido del viento danzando por su reino, escuchó los latidos de cada animal que existía y sus pies le ardían por el fuego del infierno. Esperó y esperó pero nada, esa conexión nunca llegó aquello era un grave problema, ese poder era el que mantenía con vida todo el reino y él que lo hacía ser la especie más poderosa. Nadie podía enterarse o sospechar lo que estaba ocurriendo, a pesar de eso comprendía el porqué de lo que estaba ocurriendo, evidentemente la reina se guardó para sí más de un secreto.
—Príncipe Dustin jura amar y proteger más que así mismo a cada clan del reino.
—Lo juro.
—Jura ser justo, sabio a la hora de tomar decisiones y proteger con su propia vida el poder que le es otorgado.
—Lo juro.
—Jura mantener en secreto la memoria de sus antepasados.
—Lo juro —la banshee colocó la corona sobre la cabeza del príncipe y continuó diciendo palabras extrañas, él sentía como se unía a él ajustándose a la forma de su cabeza. La mano de ella tocó el cuello del príncipe y con un simple toque aparecieron tatuajes que representaban la unión con aquella corona, solo la muerte podría separarlo ahora de lo que yacía en su cabeza.
—Yo Meriel Bolek tercera hija de Fairud Bolek hija de la energía del Gremio del Espiral te nombro a ti Dustin Aias Regium como él Rey de Ganondorf —. Se levantó sintiendo el nuevo poder que fluía por sus venas, abrió sus alas que ahora eran aún más grandes y fuertes que antes, todo su pueblo se arrodilló ante él y llevaron una mano a su pecho y prometiendo lealtad al trono.
—Larga vida al rey —gritaron con orgullo los jefes de cada clan del submundo.
Una nueva época comenzaba para todos, en especial para Dustin quién ahora no solo tenía la tarea de proteger y mantener en orden a su pueblo, también tenía una más y secreta que tendría que descubrir a quién se la podría confiar.
El rey no era más que un impostor por hacerse de algo que pensó que le pertenecía pero no era de él. Tenía un nuevo problema que sin duda resolvería del mismo modo en que se abrió paso a su trono, ahora tendría que averiguar dónde se hallaba el verdadero rey o reina.
Las calles del pequeño pueblo de Askim estaban vacías, solo se sentía las gotas de lluvia que caían en los techos de las pequeñas y antiguas casas. Con apenas la luz emitida por un farol al final de la calle la chica corrió con todas sus fuerzas huyendo del aguacero, ansiaba llegar a casa, sobre todo porque se había sentido observada desde que terminó su turno en la tienda de antigüedades en la que solía trabajar al salir de la escuela.Sus zapatos resbalaban con el suelo mojado pero de algún modo siempre conseguía mantener el equilibrio. Mientras corría buscaba en su bolso las llaves de casa, sentía que cada minuto estaba en peligro al no saber si en verdad estaba siendo perseguida.Se encontraba a dos pasos de cruzar el intimidante muro que separaba su casa del mundo exterior, su padre se había encargado de conseguir la mayor privacidad posible, debido a lo especial que eran sus habitantes. Las llaves cayeron al piso húmedo y le fue casi imposible encontrarlas entre la lluvia y la
Llevaban en la carretera cuatro horas, ninguno había dicho una palabra luego de que Raziel le dijera el nombre de aquella criatura, portador de la muerte. No tenía idea de que significaba aquello, pero solo pensar en eso hacía que cada partícula de su cuerpo se erizara. El único sonido durante el viaje era la música que Neahm puso para relajar el ambiente pero su objetivo nunca se cumplió.Desconocía a dónde se dirigían, tampoco preguntaría, estaba acostumbrada a que su padre actuará así siempre que la creía en peligro, sin duda una vez estuvieran a salvo ella obtendría las respuestas que necesitaba.Cerró sus ojos y dejó ir un leve suspiro, era su cumpleaños y ni siquiera ese día podría tener un día normal, menuda vida tenía.—Hemos llegado —dijo su padre mientras estacionaba, luego abrió la puerta para salir del auto, su amiga lo imitó y luego ella hizo lo mismo.—¿Dónde estamos? —no pudo evitar preguntar con voz molesta.Frente a ellos había un puente que tenía un camino rocoso, al
No sabía cuánto tiempo había transcurrido, por las grandes ventanas de cristal se colaba la luz de la luna, le costó par de minutos orientarse, recordar donde se encontraba y el caos en que se había transformado su vida en un parpadear.Recorrió con la vista la habitación y por primera vez se percató de las grandes obras que se encontraban dispersas por la habitación, todas trataban de los mismo, alas, de todos las formas y colores estaban dibujadas como si el lienzo y ellas fueran una sola, se sintió afortunada por poder apreciar semejante belleza.Se levantó de la cama y notó que había ropa doblada en una esquina de la cama, la tomó y se dirigió al baño para darse una ducha. Luego de veinte minutos estaba lista para salir, se llenó de valor y así lo hizo, los pasillos estaban todos alumbrados pero a diferencia de cuando llegó, se encontraban vacíos.No sabía a dónde iba, pero recorrió el lugar memorizando la historia contada en cada pared del lugar, ella conocía leyendas que le fue
Habían pasado tres días y Mia aún se encontraba en trance a causa de toda la energía que estaba recibiendo tras la muerte de su madre.Su padre no se había movido de su lado ni un segundo, estaba atento, cuidándola hasta de su propio fuego, que al igual que sus otros nuevos poderes aparecían por momentos arrasando todo a su paso. La mente de Mia se encontraba en otro mundo, uno desconocido para él y del que poseía pocas respuestas.Neahm también estaba allí ansiosa, a la espera de que la chica despertara, el tiempo que esta tardará en reaccionar era la medida del poder que estaba heredando de sus ancestros. No todos los Regium obtienen en su totalidad el poder de sus antepasados, solo obtienen el que estos desean otorgarles.Estaba segura de que hasta ahora nunca nadie había estado durante tanto tiempo en aquel trance y eso la asustaba porque por alguna razón los espíritus le estaban dando a Mia el poder para enfrentarse a lo que sea que el destino le tuviera preparado.Los días fuero
Todo era muy confuso, Mia no tenía idea de que había sucedido y todo en ella se sentía diferente, algo había cambiado dentro de sí pero no sabía ni cómo ni por qué.Había pasado un día desde que despertó y su padre, no la dejaba a solas ni un momento, algo le preocupaba y ella quería saber el qué, Neahm también estaba rara, no hablaba y apenas se alejaba de los libros que traía de la biblioteca. Todo era tan confuso, pero lo que más le preocupaba era aquello que no había contado a nadie. Durante su trance la chica llevó su mente a un mundo desconocido para ella, escuchó y vio cosas que eran un sin sentido, quería saber quién era aquel joven de cabellos negros que encadenó, torturó y asesinó a una mujer de cabello blanco, su curiosidad aumentó cuando se dio cuenta de que era la misma que el espectro de la muerte había puesto en imágenes en su cabeza. No podía parar de preguntarse quién era ella, pero jamás le vio el rostro o supo cómo se llamaba. Le dolió tanto ver esas imágenes y no
La mente de Mia era un caos, le parecía tan descabellado todo lo que su padre le contaba que por un momento se preguntó si los ángeles se podían volver locos.Según su padre, ella no solo era un ángel también tenía una mitad regium, solo el nombre lo creía absurdo, que rayos significaba aquello pero lo más desconcertante de todo es que ella era una princesa. No, ella no entendía nada, porque había esperado tanto para contarle aquello. Su cabeza dolía por recibir tanta información que no era capaz de procesar o tan siquiera entender.¿Qué diferencia hacía que ella fuera regium, ángel o lo que sea? Ella solo se sentía como Mia, la chica que había huido de lo desconocido durante toda su vida. Enfrentar toda esta situación era demasiado complejo para ella.Su padre permanecía en silencio mientras ella unía poco a poco las piezas de su vida y de la persona que realmente era. Quería gritarle mil obscenidades, pero él la había cuidado y amado durante toda su vida, incluso renunció a los suyo
abían pasado dos semanas desde el día en que el portador de la muerte se apareció frente a Mia y en tan solo ese tiempo su vida había cambiado tanto, todas aquellas preguntas de las que nunca había obtenido respuesta por parte de su padre ahora eran información valiosa de su pasado y su herencia.Aún había mucho que le ocultaban, ella lo sabía pero a pesar de eso, se sentía conforme con las respuestas que le habían dado. Ya llegaría el momento de descubrir mucho más.La que no salía de su mente era su madre, a la que nunca conocería porque si Raziel estaba en lo cierto ella ahora estaba muerta. Siempre quiso saber de ella, pero su padre le daba vagas respuestas y ahora que conocía la historia completa se había dado cuenta que él le había proporcionado durante toda su vida verdades a medias del paradero y origen de ella.Quería saber aunque sea como era su rostro, que le gustaba o si alguna vez fue feliz lejos de ella y de su padre. Tantas preguntas que siempre anhelo hacerle y ahora e
A medida que el tiempo pasaba las clases con Aiden se volvían más complicadas, luego de la prueba de vuelo, Mia tuvo que enfrentarse a su otro miedo para activar el poder de sanación celestial, a diferencia de la primera, esa prueba fue más difícil y tardó una semana en reunir el valor para enfrentarse a una habitación llena de insectos, lo peor fue que estuvo ahí casi un día pero al final notó que no era tan malo como imaginaba y de manera mágica todas las picadas que obtuvo en aquel sitio se curaron por sí solas.Luego de dominar por completo volar y poder curarse no solo a ella sino a los demás, llegó la tercera prueba y para su suerte no había que enfrentar ningún miedo, conseguir que las personas le dijeran la verdad se aprendía con práctica y solo se consigue si tus intenciones en conocerla son sinceras, en el pasado ella ya había usado sus poderes para obtener algunas confesiones de compañeros de clases que a menudo la molestaban por querer mantenerse aislada, por ello al menos