Una parte de ella no podía creer lo que el joven que tenía enfrene decía. En sus clases con Neahm había aprendido que cada miembro de la realeza tenía a su compañero en forma de animal, mientras que el resto del pueblo lo tenía en seres de su propia raza, entonces como era posible que Tain fuera realmente quién decía ser, a pesar de su peculiar aspecto se veía como un mortal.Acaso había usado magia para volverse humano, en ese caso ella aún podía notar rasgos particulares en su rostro escamoso. Qué tipo de compañero tenía su madre que se veía así. Tain se percató de la desconfianza de Mia ante su silencio, por lo que levantó su camisa mostrando en su pecho su marca de lealtad que aún estaba presente en su piel, el tatuaje era una llama de fuego con la marca del dragón en el centro. Mia se llevó una mano a los labios sorprendida, en ese instante comprendió porque la profecía hablaba de la reina de fuego.—¿Tú eres un dragón? —preguntó apenada, por su indiscreción pero necesitaba sabe
La chica observaba al noble dragón con duda en la mirada, aún le costaba creer los grandes cambios que estaba dando su vida de un momento para otro.—¿Qué quieres de mí? —preguntó Mia llenándose de valor, aquella pregunta no había salido de su mente desde que Tain había comenzado hablar.Él sabía que lo que dijera en ese instante sería la clave para convencer a la chica de unirse a la lucha de un pueblo que ella no sentía como propio aunque fuera parte de su vida y su herencia, analizó cada palabra, ya que la clave estaba en sus manos, se sintió fatal por sus argumentos pero tenía que sacar sus últimos recursos.—Salvar el legado de tu madre, ella murió protegiendo el secreto de tu existencia, sus últimos días fueron exclusivamente para preparar el futuro para cuando llegara el momento todo te fuera más simple, te dejó las pistas necesarias, sabía que tu medio hermano iría a por ella, y no hizo nada para cambiar ese destino porque según sus propias palabras, Mia estás destinada a gra
Aidan se encontraba realmente molesto porque no le habían permitido asistir a la reunión, él se sentía con el derecho de estar allí, en el último año había creado un lazo íntimo con Mia, ya no eran solo profesor y alumna. Él quería más, se había percatado en más de una ocasión de que ella lo miraba con otros ojos, diferente al resto, quizás tenía otras intenciones, o simplemente se debía a que era su único amigo en aquel sitio, a ella no se le daba bien relacionarse con el resto de miembros de la casa. Él quería creer que se debía a que era capaz de provocar sensaciones en ella, solo quedaba esperar a que Mia cayera en sus garras, él tenía mucho preparado para ellos.Había planeado una confesión, justo para aquella noche, estuvo tan cerca de obtener lo que quería que molestarse por la llegada de Tain era entendible, ya no podía invitar a Mia a una cita, sería un acto desconsiderado de su parte, teniendo en cuenta por lo que estaba pasando.Pasó una mano por su melena rubia que se en
Eran a penas las diez de la noche y ya todos se encontraban en sus habitaciones, la llegada de Tain había provocado revuelo en un inicio pero rápidamente se acostumbraron a él, Mia llevaba unos cinco minutos frente a la puerta debatiéndose que hacer, caminaba inquieta e indecisa, la puerta se abrió y ella se sobresaltó:—¿Planeabas tocar en algún día?—¿Podemos hablar ahora? —Tain se hizo a un lado invitándola a pasar.—Sabía que vendrías en algún momento—Ella lo observó arqueando una ceja —. Eres igual a tu madre, sabes, excepto por tu pelo rojizo y la sonrisa que heredaste de tu padre, fuera de eso eres su copia, estoy seguro que hasta en el carácter son una copia —Mia no dijo nada pero quería saber más, le gustaba parecerse a ella, ahora con Tain podría descubrir cómo era a través de su compañero, quien seguramente conocía todos sus secretos.Nunca hablaba con su padre del tema porque bastante sufría en silencio, como para ella provocarle aún más tristeza haciéndole recordar el pas
Raziel y Mia se encontraban en el jardín trasero a solas en medio de fría noche. Ella tenía el cuerpo cubierto por una manta, ambos permanecieron en silencio un largo rato, procesando aún todo lo ocurrido en tan solo un día, demasiadas emociones y noticias para procesar. En las manos de Raziel se encontraba la carta de Marissa, Mia estaba tan nerviosa que no se creía capaz de leerla.Ambos se miraron a los ojos y encontraron en el otro exactamente el mismo temor. Justo en aquel lugar había empezado todo, Mia no lo sabía pero Raziel era consciente de que la noche en que su hija activó su lado Regium fue una señal del proceso de herencia de poderes producto de la muerte de Marissa, el solo le había explicado lo esencial omitiendo los detalles más importantes.De alguna forma aquel sitio le ayudaba a recordarla, la amaba tanto que le dolía profundamente su pérdida, aunque estuvieran lejos durante años se encontraba tranquilo porque estaba seguro que se encontraba bien.Los ángeles solo
Un grito de terror resonó por todo el reino, seguido de un profundo silencio, todas las criaturas presentes miraron horrorizados al lugar de donde provenía. Solo una cosa podía significar la reina finalmente había caído, el rey se encontraba de rodillas, ante el cuerpo sangriento de su amada, volteó furioso hacia la causante de aquel hecho, con torpeza se levantó y caminó hacia ella.—Ataquen —ordenó a su ejército pero nadie se movió, todos se miraban confundidos sin entender o saber qué hacer, el rey volteó hacia su pueblo que por alguna razón estaba desobedeciéndolo —. Es que están sordos, dije que ataquen al ser despreciable que acaba de asesinar a vuestra reina —El capitán de su ejército, Lucian dio un paso al frente.—Su alteza no podemos lastimarla es la princesa—Es una bastarda, ni siquiera sabemos si realmente es quien dice ser —volteo hacia la pelirroja que aún estaba tratando de levantarse luego de la batalla con Meriel, toda la magia que le habían transferido se había ag
Todo su plan había salido a la perfección, la reina había muerto y nadie sospechaba de él, a pesar de que era el único heredero del reino de Ganondorf. Debía fingir tristeza y dolor por la muerte de su madre pero en verdad en su frío corazón no había nada más que el odio fomentando por su cruel padre y su amada.El antiguo rey era un simple mundano que vivió con envidia de su esposa, ella no solo era bella e inteligente también era la fuente de vida de todo el reino. Fingió toda una vida que estaba locamente enamorado de la reina, en verdad solo amaba las riquezas que venían con el poder, también aquellos poderes que le fueron concedidos al ser coronado, eso era algo que ningún mundano obtendría nunca.Las campanas comenzaron su canto, aquello solo significaba que el acto de coronación estaba por empezar, el momento había llegado ya no había marcha atrás.Con sus manos alisó su traje rojo con diamantes y rubíes incrustados e hizo una seña a los guardias para que las puertas se abrieran
Las calles del pequeño pueblo de Askim estaban vacías, solo se sentía las gotas de lluvia que caían en los techos de las pequeñas y antiguas casas. Con apenas la luz emitida por un farol al final de la calle la chica corrió con todas sus fuerzas huyendo del aguacero, ansiaba llegar a casa, sobre todo porque se había sentido observada desde que terminó su turno en la tienda de antigüedades en la que solía trabajar al salir de la escuela.Sus zapatos resbalaban con el suelo mojado pero de algún modo siempre conseguía mantener el equilibrio. Mientras corría buscaba en su bolso las llaves de casa, sentía que cada minuto estaba en peligro al no saber si en verdad estaba siendo perseguida.Se encontraba a dos pasos de cruzar el intimidante muro que separaba su casa del mundo exterior, su padre se había encargado de conseguir la mayor privacidad posible, debido a lo especial que eran sus habitantes. Las llaves cayeron al piso húmedo y le fue casi imposible encontrarlas entre la lluvia y la