Alexander me mira con asombro y me percato de su nerviosismo.—¿Por qué te pones así?, se supone que yo debo ser la que esté a punto de tener un paro cardiaco.—Me has tenido tanto tiempo con la curiosidad, que escucharte decir eso me llena de nervios, amor.—Pues deberías guardar tus nervios para después de que lo sepas, porque estoy segura de que quedarás aterrado; vamos a la orilla del río, ¿te parece?Empiezo a prepararme mentalmente para lo que sucederá.—Veamos las estrellas, lejos de los demás, mi pequeña.Asiento y me levanto con la ayuda de su mano extendida.Caminamos unos cuantos metros a través del bosque hasta que llegamos a un bonito lugar alejado de las carpas.Las hermosas estrellas brillan en el cielo despejado y oscuro, dándole un ambiente romántico al momento. Nos sentamos en una roca sobre la orilla de la quebrada y agarro su mano izquierda, entrelazando nuestros dedos.—Prepárate porque la historia será larga —afirmo.—Llevo preparándome seis meses ya, pequeña.—E
Esa noticia no me la esperaba y de algún modo hace que me ponga nerviosa.—¿De verdad amor? —pregunto como si no lo hubiera entendido.—Si nena, quiero que mi madre te conozca y tú a ella.—Será un honor para mí conocer el horno donde se tostó semejante biscocho. —Se ríe y por poco se atora con el pan tostado—. Lo siento amor, si me escuchara mi suegra, seguramente me descalificaría…—Ella te va a amar, estoy seguro, no te preocupes por nada, mejor vamos a empacar nuestras cosas porque salimos mañana mismo.—¿Tan rápido?—Sabes que son muchas horas de vuelo, y tenemos solo una semana para ir y volver antes de entrar a clases nuevamente.—Está bien, entonces le diré a Rach que cuide a panqueque y al señor Clock.Nos bebemos el último poco de chocolate y nos levantamos de la mesa para empezar a alistar nuestras cosas antes de irnos a dormir.≧◠ᴥ◠≦✌Salimos de casa a primera hora, luego de despedirnos de todos, rumbo al aeropuerto.Estoy nerviosa, pero también feliz porque pronto conocer
AlexanderEn cuanto abro la puerta de la habitación, el agradable olor a canela y menta se cuela por mi nariz.Me quito la camisa y los zapatos, y me recuesto en la cama cerrando los ojos para tratar de disipar el estrés. Estoy a punto de quedarme dormido cuando escucho el clic de la puerta; abro los ojos un poco y veo a Abril poniéndole el seguro, así que junto nuevamente mis párpados para dejarme llevar por el sueño, pero, cuando siento el toque de sus labios en mi abdomen, me estremezco internamente porque decido disimularlo, haciéndome el dormido para esperar lo que viene a continuación.Sus labios continúan dejando besos húmedos sobre mis músculos abdominales, y empiezan a ascender por mis costillas hasta llegar a mis pectorales, que también reciben una buena dosis de besos tiernos. De pronto siento la humedad de su lengua paseándose por mi clavícula y mi respiración comienza a acelerarse…Cada vez me es más difícil seguir fingiendo que duermo, porque inhalo el aire cada vez más
Estoy tomando la cena cuando de pronto una ráfaga de aire frío que se cuela por la ventana entreabierta, me hace temblar y me pone la piel de gallina.Me levanto para cerrar la ventana y cuando me acerco, me congelo. Está haciendo demasiado frío y caigo en cuenta de que Alex salió sin su chaqueta; debe estar temblando allá afuera, así que la tomo del perchero y salgo rápidamente, sintiéndome observada por Sara, que ve lo que hago sin decirme nada.«¿Cómo se le ocurre salir a la calle en camisa de mangas cortas?»Niego con la cabeza mientras bajo los escalones, y cuando estoy en la acera, miro hacia ambos lados de la calle y no lo veo. Supongo que debe estar cerca, así que primero me voy por la derecha y si no lo llego a encontrar, tomo el otro camino. En las películas de terror asesinan más por el camino izquierdo, así que, debo estar en el indicado.Empiezo a caminar por la calle, echándole ojo a todos los transeúntes, pero no lo veo. Llego a la esquina, paso a la calle de enfrente y
Supongo que no me queda de otra que aceptar su decisión y meterme a mi habitación; sin embargo, me quedo mirando su espalda hasta que dobla el pasillo. Hubiera querido correr tras él, abrazarlo y decirle que lo amo, pero entiendo que reaccione de esa manera por lo sucedido. No imagino lo difícil que fue para él observar esa terrible escena. (≧∇≦)✌ La noche se pasa volando y cuando me despierto ya son las once. No puedo creer que haya dormido tanto, aunque supongo que se debe al trauma que pasé y así fue mejor, porque ya me siento muy bien. Me meto a la ducha y después me visto con un mono rojo, antes de bajar al comedor. El silencio de la casa me produce mareo, y voy directo a la cocina para preguntar por Alex y la señora Lucía. Sara me sonríe en cuanto me ve. —Buenos días, Sara, ¿de casualidad sabes dónde están Alex y la señora Lucía? —le pregunto. —Buenos días, señorita Abril, ellos salieron temprano en el auto de la señora —me informa—. Escuché al señor Alexander decir que i
AlexanderLuego de dejar a Abril en la habitación, me recosté boca arriba en la cama para pensar. Lo que sucedió me asustó muchísimo y del miedo pasé al enojo. Repasé una y otra vez en mi mente lo que ocurrió, tratando de hallar el punto de quiebre. Tal vez la culpa fue mía por no haberme puesto la chaqueta o no haber dejado que ella me acompañara, o quizás fue culpa de Abril por haber salido sola a la calle a esa hora y haberse alejado tanto; no lo sé, solo sé que tenía mucho enojo, porque aunque es verdad que la culpa es únicamente de los agresores, vivimos en un mundo en el que no sabemos con qué clase de personas nos podemos encontrar, y cada quien tiene que cuidarse a sí mismo y a los seres que ama.No tenía sueño y daba vueltas en la cama. Hubiera preferido estar acurrucado con Abril en ese momento, pero quise evitar una discusión mayor. Como se lo dije en el ascensor del hospital, no tenía nada bueno que decirle y cuando estoy tan enojado prefiero no decir nada para no termina
Cuando Alex y yo bajamos al comedor, la señora Lucía ya se encuentra sentada en la mesa con su esposo.—Buenos días —saludamos.—Buenos días. —Nos devuelven el saludo, mientras nos acomodamos en la mesa.—Federico, mira, esta preciosa chica es la novia de mi hijo, se llama Abril. Nena, este es mi esposo Federico Sky —dice la señora Lucía, presentándonos.—Mucho gusto señorita.—Es un placer —contesto.Durante el desayuno Alex y yo los escuchamos charlar alegremente, contestando preguntas de ambos de vez en cuando.Después de comer, la señora Lucía propone que vayamos a dar una vuelta los cuatro y aceptamos con gusto.👋≧◉ᴥ◉≦Llegamos a una enorme plaza con una hermosa fuente y nos sentamos en una banca. Luego de un rato, el señor Federico invita a mi novio a ir por unas hamburguesas, dejándonos solas a mi suegra y a mí.—¿Cómo sigues, cariño? —pregunta con una sonrisa cariñosa.—Bien, señora Lucía, muchas gracias.—Quiero que me sigas diciendo Lucía, ¿de acuerdo?—Claro que sí, por su
No sé cuánto llevo acostada en la cama mirando al techo, cuando Alex aparece. La ropa que trae puesta no es la misma que llevaba antes de irse… Reprimo mis ganas de matarlo cuando, además, veo en el reloj que son más de las diez de la noche, y decido esperar que él mismo me lo explique todo.—Hola mi princesa —me saluda dándome un beso en la frente y enseguida empieza a quitarse la ropa.—Veo que traes ropa nueva… —comento sin ser capaz de aguantar más tiempo con la duda.Él me mira por encima de su hombro.—Sí, me regalaron este traje en agradecimiento por haber aceptado la sesión de fotos.—Te queda perfecto —lo adulo porque, el hecho de que esté enfadada, no quiere decir que no pueda notar lo guapo que está.—Gracias, nena.—¿Tienes algo que contarme? —pregunto al ver que no tiene muchas palabras.—¿Estás celosa? —cuestiona con una sonrisita burlesca.«¡Claro que estoy celosa, ¿es que acaso no lo notas?!»—No, para nada —contesto todo lo contrario a lo que pasa por mi mente—. Simpl