Parte 2. Capítulo 44. En equipo

Eligió un descampado en medio de la selva para realizar el trabajo. El mar resonaba con fuerza a pocos metros, junto a un acantilado que servía de puerto a las persistentes olas. La brisa barría las chispas de agua que estas creaban y las dirigían en dirección a la montaña.

El escenario le otorgaba todo lo necesario para llevar a cabo la ofrenda: agua, tierra y aire. Del fuego se encargaría él.

Ayudado por William y el negro Ciro, un santero reconocido en La Costa, Baudilio cavó un hoyo en la tierra y colocó ramas secas para encender una fogata.

—¿Estás seguro de que el conjuro servirá? —indagó Ciro. Se informaron muy poco sobre el espíritu que la bruja María Tomasa había despertado por accidente y nunca pudo regresar a su dimensión.

—Algo tenemos que hacer. Al menos, espero verle la cara.

El negro dirigió la mirada al cielo y apretó el ceño al ver las densas nubes de lluvia que se acercaban con rapidez. El viento se agitaba y zarandeaba hasta los árboles más pesados.

Baudilio realizó
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo