—¡Señor Ponce, tiene mucha suerte de haber conocido a una doctora milagrosa como lo es su sobrina! — Los invitados estaban celosos. — Doctora Suárez, si algún día hay una emergencia médica en mi casa, por favor ayúdeme. —Sí, doctora. Y si necesita nuestra ayuda, también puede avisarnos. Los invitados no podían ocultar su admiración por Belén. Todos quisieran tener relación con una doctora milagrosa, puesto que algún día podrán necesitar de su experiencia. A pesar de todos los halagos, Belén seguía siendo humilde. — Gracias a todos. Estoy planeando abrir pronto un hospital de medicina tradicional china. Cuando lo abra, todos podrán ir. Por supuesto que no quiero verlos ahí porque Espero que estén todos sanos. — Sus palabras dejaron satisfechos a todos. Pueden haberla llamado doctora milagrosa, pero aún era joven. Estaban encantados con sus intenciones. —Señorita Suárez, es en serio culta y educada. En caso de que necesite algún tipo de inversión, para abrir su hospital, no dude e
No podía entender por qué Paola intentaba perjudicarla. «¿La he perjudicado alguna vez?» Por otro lado, Belén esperaba verlos cómo se volvían unos contra otros, entonces puso una expresión de preocupación y dijo: — Paola, no puedes decir eso. Ana y yo no somos tan amigas, pero sé que ella no es tan mala. Además, no hay resentimiento entre ella y el tío Horacio. ¿Por qué le haría daño? Debe ser un malentendido; tiene que darle la oportunidad de explicarse. Ana asintió con vehemencia. «Sí, quiero explicarme, ¡Voy a sacar a la luz a la maldad de Paola!» Esta apretó los dientes con rabia. — Belén, no te metas en los asuntos de nuestra familia, no hay nada que explicar. Horacio agitó la cabeza. — Belén tiene razón, ella es parte de nuestra familia, así que deberíamos darle la oportunidad de explicarse. Eduardo, quítale eso de la boca para que pueda hablar. Antes de que Paola pudiera detenerlo, él ya se lo había quitado, y de inmediato ella gritó: —¡Tío Horacio! ¡Fue Paola que m
Paola no reconoció a ese hombre y quiso pasar de largo. «No puedo soportar seguir quedándome aquí, este evento ya no es mi fiesta de cumpleaños, sino la fiesta de Belén, ya que vino para lucirse». El hombre extendió la mano para impedirle el paso. — Es un placer conocerla, señorita Ponce. — Sonrió. Ella se quedó atónita cuando escuchó su voz. —¿Eres el hombre, de parte de Alicia, que se puso en contacto conmigo? — exclamó sorprendida. Paola miró alrededor del salón y se dio cuenta de que Belén conversaba alegremente con otra persona, así que suspiró aliviada al saber que ella no se había fijado en el misterioso hombre, entonces se dio vuelta hacia él y le dijo: —Vamos al jardín. Luego, se dirigió hacia el patio trasero mientras el hombre la seguía de cerca, y al llegar a la entrada, los dos desaparecieron rápido, pero en cuanto giraron y se dirigieron al patio, los ojos de Belén se posaron en ellos. «Si no me equivoco, ese es Álvaro». Ella entrecerró los ojos mien
Sin embargo, Álvaro se encogió de hombros y se opuso a la idea. — Esto no formaba parte de mi plan, ya que transmitirlo, pues voy a despertar sospechas de los demás. Por eso, no le aconsejo que lo haga. — Tranquilo, ya se me ocurrirá una explicación lógica. Podría decir simplemente que es un video de presentación de mi casa, todo mundo lo pensaría como una coincidencia. — Bueno, adelante, sí insiste, pero recuerde atacar en el momento adecuado. No dejes que esta oportunidad se arruine. — Entendido— respondió ella mientras escondía el difusor en su bolso. Luego se dirigió rápido a la mansión. Cuando volvió al salón, Paola era una persona completamente diferente, portaba una sonrisa mientras hablaba con amabilidad a los invitados, igual que al principio del banquete. —¡Apuesto a que los rumores eran falsos! ¿No crees que no te tendría sentido que ella hiciera daño a su padre? Además, ¿en qué la beneficiaría que Horacio muriera? — susurraban los invitados entre sí. —Estoy de acue
—¿No demora un poco que se calienta el agua? Cuando vivía en el campo, se demoraba entre cinco y seis minutos para que se calentara. — Belén sonrió con inocencia. Paola analizó el rostro de Belén para determinar si decía la verdad. Se sintió aliviada cuando no notó nada extraño. «No es de extrañar que esté aquí mientras el agua corre en el baño. Esta pueblerina de quinta no sabe que el sistema de agua de mi casa mantiene una temperatura constante ni que el agua caliente pueda salir de forma instantánea». — Sabía que me ibas a conseguir ropa limpia. Por ello, decidí esperar hasta que me trajeras la ropa antes de meterme a la ducha — continuó Belén. La sospecha de Paola enseguida desaparecieron cuando escuchó la explicación de Belén. «Creo que la he subestimado». — En realidad, nuestra casa tiene un sistema de temperatura de agua constante. Así que no hay necesidad de esperar — dijo Paola, sonriendo. —Ah, entiendo — exclamó Belén con sorpresa—. ¡Qué ha avanzado! No es así donde y
Paola siempre supo que Hugo se preocupaba por ella como primos. Aun así, se sintió un poco incómoda cuando notó la forma en la que Hugo la miraba. «¿Me estoy imaginando cosas?» Ignorando sus pensamientos, se aclaró la garganta y dijo: — Mi padre está bien. Solo quería preguntarte algo. —¿Qué sucede? Si hay algo que puedo hacer por ti, házmelo saber. Sin duda que haré mi mayor esfuerzo — respondió Hugo. Paola cambió de posición con incomodidad y sentía cada vez más una sensación extraña en su interior, pero no dejó que sus sentimientos se interpusieran en el plan. Así que llevo a Hugo al balcón. «Me pregunto por qué está siendo tan misteriosa». — Paola, ¿qué sucede? — preguntó. Paola miró alrededor para asegurarse de que nadie la escuchara, y dijo: — Hugo, ¿te acuerdas de quién es Belén? Hugo asintió. — Por supuesto. ¿Qué sucede? ¿Te intimido? Tras escucharlo, Paola sacudió la cabeza y se mordió el labio. — Para ser sincera, no me agrada para nada. Arruin
Paola sonrió con orgullo. — Como todos quieren echar un vistazo, ¿por qué no se los muestro ahora? Instalé cámaras de seguridad en todas las habitaciones, para garantizar la seguridad de la casa. Déjame traer el proyector para que podamos verlos juntos. Incluso las habitaciones de huéspedes tienen diseños únicos. Sin embargo, el diseñador que contraté es bastante joven, así que apreciaría cualquier tipo de retroalimentación sobre los diseños. La joven no sabía que la estaban usando como una pieza de juego. —¡Bueno! — asintió de forma entusiasta. Con rapidez, Paola llevó el proyector. En breve aparecieron en la pantalla varios diseños de habitaciones. En un principio, solo algunas mujeres se juntaron para mirar. A medida que pasaba el tiempo, invitados aburridos comenzaron a amontonarse para ver los diseños. Si bien, el diseñador que había contratado los Ponce era bastante joven, era un diseñador de interiores reconocido a nivel mundial. Los invitados estaban sorpren
Debido a su entusiasmo, Paola se sonrojó mientras le pestañeaba. Su Modesta e inocente mirada se habría ganado el corazón de muchos hombres. Desde luego que Hugo sucumbió antes su encanto. No obstante, la miraba de manera dubitativa. «¿Acaso no fue ella la que me pidió que entrara en esta habitación? ¿Por qué me pregunta eso?» Antes de que pudiera responder, Paola saltó a sus brazos, y en el momento en que su suave cuerpo chocó contra el de él, Hugo se sorprendió tanto que se puso rígido como una tabla. Tragó saliva con nerviosismo y se moría por devolverle el abrazo, pero era demasiado tímido para retribuirle la acción. Luego de vacilar por unos segundos, Hugo se armó de valor para abrazarla y envolvió los brazos con cautela alrededor de su delgada cintura para acercarla más mientras la sostenía como si fuera la joya más preciosa del mundo. — Paola… — A Hugo le tembló la voz al pronunciar su nombre. Había fantaseado con ese momento innumerables veces, pero ni siquiera