LA EMPATÍA
La carpeta de Siena era bastante grande teniendo en cuenta que se trataba de mujeres que se habían acostado con Marco. La miró, disgustada, y comenzó a marcar los números en su móvil. Le llevó gran parte del día.
Exhausta, le comunicó a Liam que había finalizado. Este caso les estaba tomando demasiado tiempo y sentía que no estaban avanzando mucho.
- Vete a casa, Siena. No hay mucho para hacer ahora -dijo Liam.
Siena masajeó sus sienes, cansada.
- De acuerdo, cualquier pista que tengan, me llamas -le dijo, apuntando con el dedo, amenazante.
- Te llamaré primero a ti, tranquila.
Siena tomó sus pertenencias y se fue a casa. Mittens la recibió con un maullido de alegría y se restregó entre sus piernas.
- Hola, Mittens. Tengo algo especial para ti -dijo Siena, encaminándose al ref
EL SUPERHOMBREEl aroma a comida casera inundaba el apartamento de Emil. Ya había preparado la mesa esmerándose en cada detalle. Su móvil vibró con la notificación de Siena y se apresuró a leer. Ella estaba abajo, esperando. Corrió a abrir y la hizo pasar.- Qué bien huele -dijo Siena.- Toma asiento -dijo caballerescamente, moviendo la silla para que ella se sentara.- ¿No necesitas ayuda en la cocina?- Por favor, siéntate. Todo está listo.Emil descorchó un vino y llenó dos copas. Siena se sentó y bebió un trago de su la suya. Aunque Oliver le había dicho que no se veía cansada, al sentarse y terminarse la copa, el peso de todo el día cayó sobre sus hombros y de repente sus párpados le pesaron demasiado.Emil situó los platos en la mesa y luego se sentó frente a e
IDIOTA, PERO NO ASESINOLuego de identificar el cuerpo, Liam notó que, en el registro de conducir, Ariana usaba anteojos y le mostró la pequeña fotografía a Siena. Ella asintió.- No están aquí al menos. Y no hay llave de su casa, Liam. Ni en su bolso ni en sus bolsillos.- Vamos, acompáñame a su casa.Liam, Siena, y otro grupo más fueron a casa de Ariana, mientras el resto de la científica cubría la escena del crimen. Al llegar, notaron que la puerta estaba sin llave y entraron, para encontrar en la mesa, los platos de la cena, como si Ariana se hubiera ido en un apuro.- Mira, Liam, dos copas de vino.- Está intacta. Llena.- Si, no creo que sea tan descuidado de dejar su saliva y sus huellas aquí. No encontraremos nada.- Analicen todo, de todas formas -indicó Liam con una seña a los policía
EN LA BOCA DEL LOBO...Al despertar recordó de dónde provenía la escena que replicaba el asesinato de Ariana. Saltó de la cama y se dirigió a la cocina a preparar café. Aunque difícil, podría llegar a tratarse de “Strangers on a train”. Esta era la primera víctima que yacía a la intemperie y se había tomado el trabajo de quitarle los anteojos y dejarlos lejos de la escena del crimen.Debía asegurarse, y para eso se dispuso a descargar la película en su laptop.- Piratería -murmuró, mientras hacía clic en el enlace-. Al menos Hitchcock no se enterará.Fue de un lado al otro, mientras se cambiaba y bebía su café, hasta que la película se hubo descargado por completo y se sentó frente a la pantalla. Adelantó la película hasta la escena pertinente. L
... VOLUNTARIAMENTE Comenzaron en el sofá, siguieron en el suelo y terminaron completamente desnudos en la cama, sudados y cansados. Siena estaba satisfecha por el sexo, era muy buen sexo como hacía tiempo que no tenía, pero desbaratada por no estar cumpliendo con su deber, por no haber conseguido nada sobre el asesino y por estar fraternizando con un sospechoso.Ambos estaban desnudos, contemplando el techo, Siena descansando su cabeza sobre el pecho de Emil, mientras su mano trazaba círculos sobre su vientre, y Emil con un brazo detrás de su nuca, y el otro abrazando a Siena, estrechándola contra su cuerpo.- ¿Qué piensas? -preguntó él.Siena rio entre dientes.- Lo de siempre. Trabajo. Y un adicional: este ha sido el mejor sexo en mucho tiempo.- Debo alegrarme entonces, pero ¿no soy el mejor? Tengo que seguir esforzándome para complacerte. ¿Nunca dejas de lado el trabajo?- Es una gran parte mi vida. El resto va y viene, pero mi trabajo
- ¿Sabías que tu padre ha pasado la noche en la comisaría? -preguntó Isabella, espantada.- Si, madre -contestó Emil, desprovisto de emoción-. La noche anterior, para ser exactos. ¿Cómo es que te enteras de todo? No ha salido en los medios, hemos sabido manejarlo con discreción.- ¿“Hemos”? ¿Te incluyes?Emil suspiró, cansado de las discusiones con su madre.- Trabajo para la misma productora, para su mismo equipo. Trabajo para él. En fin, sí. Sabía que había estado detenido, pero no tienen pruebas fehacientes para apresarlo.Isabella suspiró.- Es una lástima. Pensé que al fin se haría justicia con ese hombre -dijo, encogiéndose de hombros.Emil puso los ojos en blanco y continuó preparando el almuerzo. No tenía ganas de continuar con la discusión. Estaba c
Marco se notaba claramente disgustado por toda la situación que estaba viviendo y los homicidios que estaban siendo vinculados a él. Encontraba errores donde no los había y no le convencía ninguna performance. Mandó a revisar un vestuario completo y pidió que detuvieran el rodaje. - ¡Corte! Corte, corte -dijo-. No podemos avanzar así. No se los nota comprometidos con la escena. Vamos a detenernos aquí. Oscar se acercó a él y lo tomó del brazo. - Oye, Marco, ¿por qué no te tomas un momento? -le dijo al oído-. Se te ve algo afectado. Marco se sacudió su mano y lo miró. - ¿Qué quieres decir? - Que todo está perfecto, y tu personal está dando lo mejor de sí, pero los estás llevando al límite. Creo que necesitas un descanso y sabes por qué es. Estás viendo todo negativo. Marco pensó un momento. - Nos tomaremos diez -vociferó Marco-. Vayan a comer algo. Tú -llamó a su asistente -tráeme whiskey. Su asistente corrió a traerle su vaso de whiskey con hielo y Marco lo recibió sin siquier
AMIGOSSiena se sentó en su escritorio y comenzó a darle vuelta a los papeles del caso. La frustración que sentía por no avanzar no le permitía concentrarse. Su móvil sonó en su bolsillo y cuando miró la pantalla, vio que se trataba de un mensaje de Emil. Puso los ojos en blanco y arrojó el móvil con furia sobre el escritorio. El mensaje decía “No dejo de pensar en lo de anoche.”Oliver, quien regresaba de la cocina, se acomodó en su escritorio, frente a ella, observando la escena. Su móvil sonó de nuevo. Otro mensaje de Emil. Tomó el móvil y leyó. “No sabía que te interesaban ese tipo de prácticas”, ponía en el mensaje. Siena golpeó el escritorio y volvió a arrojar el móvil, sin contestar. Oliver arqueó las cejas, observándola.–¿No vas a contestar? Apuesto a que es tu noviecito –dijo él.Siena sólo gruñó y continuó dándole vueltas a los papeles que tenía sobre su escritorio, sin siquiera saber qué estaba haciendo.–Estoy seguro de que continuará escribiendo si no le contestas algo –
CONFESIÓNEl rodaje marchaba como lo planeado y las aguas estaban más calmas ahora que hacía unos días no había novedades de ningún policía rondando por la productora. Oscar sabía cómo mantener calmado a Marco, y al fin los actores tenían un poco de paz para poder trabajar.Finalizado el día de rodaje, Emil se acercó a Oscar, con el fin de invitarlo a cenar. Con tanto trabajo, hacía mucho tiempo que no lo hacían.–Oye, tío. ¿Quieres ir a cenar? Hoy al fin nos vamos temprano.–¡Emil! Hoy te luciste. Disculpa, hijo, he quedado con Sara. Hace instantes nada más terminé de definir con ella para reservar el restaurante.–No te preocupes. Debes nutrir esa relación. Lo entiendo a la perfección.–¿Qué te parece si lo dejamos para mañana? Si tu padre nos libera temprano, podríamos salir a tomar algo.–Me parece bien.–Y me cuentas en qué andas. Ha pasado tiempo, pero nunca me has dicho el nombre de esa chica que te tiene loco.–Es cierto –rio Emil–. Te lo diré mañana. Lo dejaré en suspenso por