Salí de la habitación cuando el hombre se fue de casa, observando que Harding se había quedado sentado en el sofá de la sala, mirando el televisor apagado con aire pensativo. —¿Quién era?—pregunté, acercándome con pasos lentos. Su mirada se desvío hacia mi cuando me escuchó y sonrió, negando con la cabeza. —Escuchaste la conversación ¿cierto? —Solo un poco —murmuré, encogiendome de hombros. —¿estás bien? Asintió. —Él era Kenny, mi representante. Sonreí, sentandome con él, a su lado. —Veo que no le agrado mucho. Su brazo se estiró hacia mi y me rodeo el cuerpo con cuidado, aún sin mirarme. —Solo está preocupado, no le prestes atención. No sabe nada de lo que dice. Mi corazón se hizo pequeño cuando recordé la conversación que habían tenido, las palabras de Kenny se habían adentrado en mi. —Pero tenía razón en que no me conozco, en que estoy volviendo a vivir. En eso no se ha equivocado. El cuerpo de Harding se tensó con mis palabras, su mirada cayó sobre mi casi al instan
La duda me invadió durante el camino hacia el departamento que antes compartía con Thomas.Harding me seguía tomando la mano con cariño pero ni eso disminuía los nervios que me abarcaron desde que salimos de casa, el corazón me latía con tanta fuerza que me hacia pensar que en cualquier momento me terminaría explotando.—¿Qué es lo que te preocupa? —preguntó él, mirandome de reojo.Lo miré, agradeciendo que me conociera tan bien.—Que Thomas pueda ser agresivo contigo, no quisiera que tuvieras más problemas con él.—Tranquila —dijo, sonriendo —nada de lo que pueda decir sobre mi me afecta.Asenti aún sin convencerme por completo, pero no dije nada más hasta que llegamos al edificio. Sus labios tocaron mi mejilla cuando le pedí que no le prestará atención y abrió la puerta con la copia de la llave que aún tenía en su bolsillo derecho.La puerta crujió y cuando se abrió por completo pudimos ver a Thomas de pie, tomando una taza de café caliente mientras miraba directamente a nuestras ma
La voz de Harding se abrió entre el murmullo de voces que habían por todo el restaurante. —No quería que eso pasara Sky—murmuró, negando con la cabeza —es solo que escucharlo hablar de ti me volvió loco. Hice una pequeña mueca de incomodidad, sin disposición a recordar todo lo que Thomas había dicho, sin ganas de prestarle atención a todo lo que el pensaba. —Thomas no iba a quedarse callado hasta obtener una reacción de ti —dije, con una sonrisa triste —creo que le dolió bastante vernos juntos. —Bueno, es que el aún guardaba una esperanza de volver a estar contigo. No me gustaba pensar en que eso pudiera ser cierto, aunque cabia una posibilidad de que lo fuera. —Ahora que nos vio juntos espero que por fin se quite esa idea de la cabeza. Nuestra comida llegó en ese momento, haciendo que ambos dejaramos de hablar. Tomé un trago de agua mientras Harding daba un bocado a su platillo. Aún me sentía con un nudo en la garganta que hacía que me doliese. Hubo un momomento de silenci
La mañana siguiente fue un caos completo, desde que despertamos todo fue una presión inmensa por llegar a tiempo al aeropuerto para el vuelo de las 10 AM. Y después de todo el estrés llegamos a tiempo para hacer el check-in y sentarnos a esperar que fuera anunciado. Harding me miró cuando por fin tuvimos un momento de paz, colocando su mano cerca de la mía.—Queria comentarte una cosa.. —susurró.Lo miré, tenía su rostro lleno de una preocupación que no entendí, al menos hasta que una voz masculina se escuchó a mi derecha en ese mismo instante.—Joder, creía que no llegariamos a tiempo.Reconocí esa voz en el primer segundo que la escuché, era la misma que había discutido con Harding ese día. Sabía bien que se trataba de Kenny. Levanté la cabeza en su dirección y él también me miró con aire distante; fue la primera vez que lo ví, era poco bajo de tez morena, y llevaba unos anteojos enormes.A su lado se encontraba Tikie, quien me sonrió enormemente. —Sky, teníamos mucho tiempo sin
Harding se lanzó a la piscina con un gran brinco cuando Tikie y yo por fin encontramos un lugar para recostarnos bajo el sol. —¿Alguna vez habías venido a Miami? —me preguntó ella, mirando de reojo a los chicos, que nadaban. —Recuerdo haber venido con mis padres cuando era más joven. Sus ojos se posaron de nuevo en mi, y me sonrió amablemente. —¿Por qué no has usado un traje de baño? —preguntó —debes estar muriendo de calor con ese vestido. Tragué saliva y la miré a ella, con un pequeño bikini de dos piezas que se le veía muy bien. Negué con la cabeza. —No quiero broncearme.—menti. Sus ojos se achinaron cuando su sonrisa aumentó. Ya no estaba mirándome a mi, si no que ahora le sonreía a Harding, quien estaba a punto de lanzarse de una enorme resbaladilla. —¿Qué tal te la has pasado viviendo con él? —dijo, mirándome de nuevo. Fruncí el ceño con fuerza. —¿Te enteraste que volví? Ella asintió. —Harding me lo comentó. Me crucé de brazos y mi tono de voz se volvió un poc
Mi mano entrelazada con la de Harding fue lo que más llamo la atención de Tikie, quien abrió la boca en señal de sorpresa y nos señaló, dejando de lado el pequeño pastelillo que estaba probando.—¡Lo sabia! —soltó, emocionada —¡sabía que eran el uno para el otro!Sonreí, y Kenny rodó los ojos con hastío, haciendo que ella lo mirara, dándole un manotazo en el pecho. —¡Lo sabías y no me lo habías dicho! —le acusó —¡creía que me amabas!—Bueno, ese no era mi secreto, ellos debían de contartelo.Harding sonrió y me hizo una seña para que nos recostaramos en las tumbonas que estaban al lado de Kenny, aunque él solo se sentó un poco.—Ire a nadar —musitó poco después —dándome un beso en la mejilla —¿quieres venir?Negué un poco, recostandome.—Prefiero relajarme un poco aquí.—Yo puedo ir contigo —dijo Tikie, tomando sus sandalias.Harding me miró con duda y yo asentí con una pequeña sonrisa, para hacer que no se preocupase por hacerme sentir mal. El entendió mi señal y se puso en pie con
Abrí los ojos cuando una mano me tocó el abdomen. Harding estaba sentado frente a mi, con el atardecer de fondo y una enorme sonrisa en sus labios. —Te has quedado dormida —musitó —Kenny te colocó su chaqueta para que no tuvieses frio pero después de cuidarte un par de horas le dió frio y hambre. Así que fue a comer un poco.Fruncí el ceño, confundida. Mire a mi alrededor sin entender muy bien lo que había pasado, pero tras analizarlo un par de segundos me di cuenta que luego de la conversación con Kenny me había quedado dormida. —No me he dado cuenta —susurré —¿hace mucho que estás cuidándome? —La verdad es que no mucho, solo quince minutos. Me incorporé lentamente y me puse de pie, mirando que aún habían personas nadando y corriendo por ahí, entre ellos bastantes niños que no querían ir a ducharse a la habitación. Me estiré y sonreí.—Esperame aquí un poco —murmuró —ire por mis sandalias a la piscina para poder irnos. No respondí, en su lugar, caminé detrás de él cuando corrió
La respiración de Harding me golpeaba la mejilla derecha mientras mis ojos recorrían la habitación con ansiedad, sin poder dormír del todo. Su mano me tomó del abdomen y yo me giré en su dirección, bastante tensa, ya que sus dedos rozaban la cicatriz que tenía ahí. Pero me relajé un poco al ver que sus ojos seguían cerrados, aún dormido y descansando.Inhale profundamente y tome su muñeca para quitar su mano de esa área, pero cuando estuve a punto de hacerlo él me acercó un poco más a su costado, susurrando mi nombre. Lo miré, creyendo que lo había despertado, pero no fue así, seguía aún dormido, respirando plácidamente, pero balbuceando. —Skyler —susurró de nuevo, entrecortado.—¿Qué pasa? —pregunté.—Te amo.Sus palabras quedaron en el aire un momento, mientras yo analizaba esas dos palabras, que a pesar de saber que estaba dormido y no lo decía en serio, que podía que estuviera soñando algo demasiado irreal, aún así, ni esos pensamientos me detuvieron de responder.—Yo también t