Mis ojos se cruzaron con los de Mar cuando pedí un martini en la barra.Ella sonrió.—¿No deberías evitar el alcohol por tus medicamentos?—No ingiero ningún medicamento —respondí, frunciendo el ceño —¿qué es lo que quieres Mar?Mar se encogió de hombros, negando con la cabeza.—Solo queríamos hablar con ustedes, Thomas está muy afectado por...—No me vengas a hablar de lo que le afecta a los demás —dije, interrumpiendola —no tienes derecho a hacerlo. —Bueno, tengo que hacerlo porque Harding y tú le han visto la cara de idiota todo este tiempo, y yo como una amiga tengo que estar de su parte. ¿qué creías? que todo sería tan sencillo como arruinar su amistad y después no habría consecuencias?—¿Crees que ese es mi objetivo? ¿Arruinar una amistad que ni siquiera existe?Thomas, quien había estado en silencio me miró de inmediato, con labios fruncidos.—Esa amistad era real y sincera Skyler, por eso te decidiste a arruinarla. —Thomas cierra la maldita boca. —espeté, tomando el martini
Harding volvió con nosotros después de 10 minutos hablando por teléfono, los cuales me parecieron eternos. Thomas sonrió por primera vez en toda la noche cuando lo vió llegar e intercambió miradas entre los dos, pasando el cigarrillo de su boca a su mano derecha.—¿Qué tal esa llamada hermano?—le preguntó.—No soy tu hermano —espetó Harding en respuesta —y espero puedas dejarnos en paz a Skyler y a mí, porque eres una persona que no queremos en nuestras vidas. La sonrisa de Thomas desapareció al escuchar las palabras y el tono con el que Harding estaba hablando. Una mueca de molestia apareció en su rostro en ese momento.—Veo que esa llamada no fue mucho de tu agrado ¿cierto? —siseó, con rencor. —Eso no es algo que sea de tu interés —respondió Harding, con satira. —¿Cómo puedes dormir por las noches? —preguntó Thomas de inmediato, negando con la cabeza —¿no te arrepientes de haber cambiado nuestra amistad por una chica?—No me arrepiento —dijo él, sin dudar —y eso es algo que pod
—¿Estás bien?La voz de Harding me hizo doler la cabeza cuando lo escuché. Era la segunda vez que lo preguntaba desde que habíamos llegado a casa.—No, no estoy bien —respondí, con pesadez —desde que tomamos el vuelo la cabeza parece que va a estallarme.—Quizá sea el jet leg.Puse una mueca de incredulidad, no estaba segura de que fuera eso porque seguía teniendo la sensación de querer recordar algo que estaba muy dentro de mi. Me relami los labios y sacudí la cabeza en un intento de centrarme. —Deberias dormir un poco —dijo Harding, encaminandome a la habitación —necesitas descansar. No respondí porque sabía que tenía razón, lo mejor que podía hacer en esos momentos era dormir un poco y tratar de descansar. Harding me dió un pequeño beso en el dorso de la mano mientras me recostaba.Solté un gruñido de dolor cuando mi cabeza tocó la almohada y cerré los ojos, intentando dormir. [...]Abrí los ojos de golpe con millones de imágenes en la cabeza, todas abrumandome al mismo tiempo
La taza de café humeante frente a mi me hizo enfocarme en el tiempo que llevaba sentada en ese sofá, al lado de Harding, quien solo me miraba en silencio, como si estuviera esperando una reacción de mi parte. Me seque las lágrimas con el dorso de mi muñeca por segunda vez y me decidí a ponerme de pie antes que el tiempo me aprensara como si no tuviera escapatoria. Me remoje los labios con temor y después me giré a Harding en redondo. —¿En qué piensas? —me preguntó él, antes que pudiera abrir la boca.—Tengo presente el momento del accidente —respondí —el como salí de la camioneta, y otro automóvil arrollandome. Siento el dolor de todo lo que pasó por todo mi cuerpo.Él tragó saliva.—¿Y qué recuerdas?—Sali de la camioneta Harding, el dolor fue tan intenso y tan insoportable que me quedé un momento aturdida, pero luego de un momento, no sé bien cuánto tiempo paso me levanté y comencé a arrastrarme para ir por mi celular, pero... alguien me arrolló.Ambos nos quedamos en silencio por
No había nada...En cada nota de internet que leía me daba cuenta que no había ninguna noticia más allá de lo que yo sabía sobre mi accidente. No había personas, testigos, investigación... no había nada. Y eso era más extraño de lo que me parecía en un inicio.—Nena, ¿hay algo que debas contarme? —preguntó Harding, después de notar que seguía revisando los documentos del accidente —¿ha pasado algo que yo no conozco?Apreté los labios y cerré el computador de golpe, mi mirada se cruzó con la suya un momento y después me encogí de hombros, intentando no prestarle demasiada importancia.—¿Cómo te enteraste del accidente? —pregunté intentando sonar despreocupada, sin lograrlo.Harding parpadeo un par de veces antes de responder. —Mar me avisó —dijo por fin —Creo que Thomas le había llamado cuando iba de camino al hospital.—¿Y qué fue lo que te dijo exactamente?—Pues Thomas estaba en su computador cuando recibió la llamada de la policía, al parecer te habían encontrado.Mi corazón se a
Entrar al departamento que antes compartía con Thomas fue más sencillo de lo que esperaba en primer lugar, la llave seguía estando en el lugar que mi memoria recién descubierta recordaba, justo detrás de la maceta con un listón rojo.Harding soltó todo el aire de sus pulmones cuando notó lo decidida que parecía y me miró, sin saber muy bien que esperar a continuación de mi. —¿Por qué crees que puedes encontrar algo por aquí?—preguntó.Sacudí la cabeza sin saberlo, porque me parecía demasiado tonto responder que se debía a una corazonada. Ambos entramos al departamento tomados de la mano, pero al entrar lo solté de inmediato, mirándolo de reojo.—Esperame aquí —le pedí, dejándolo en el sofá de la entrada. Él asintió rapidamente a mi petición y eso me dió vía libre para recorrer mi antigua habitación como si de eso dependiera mi vida, intentando encontrar cualquier indicio de que no me estaba volviendo loca, cualquier punto de partida que me llevara a descubrir una verdad. Tire la
El trabajo de los días me estaba pesando en el lomo de una forma que jamás me imaginé que pasaría.Tres días habían transcurrido rápidamente mientras yo seguia revisando la caja que había robado del departamento de Thomas, percatandome que en su mayoría era ropa y documentos de casos en los cuales había trabajado, haciéndome sentir estúpida al pensar que ahí podría haber algo relacionado conmigo.Harding por su parte había estado en su estudio trabajando en un álbum que necesitaba tener listo en una semana, y eso hacia que nosotros casi no nos viéramos, y cuando lo hacíamos solo nos mirábamos con nostalgia, sin saber que decirnos.Sabía que todo entre nosotros se estaba enfriando y sabía que en parte era mi culpa, pero no podía dejar de pensar en ese fatidico día en que me perdí a mi misma. —¿Aún no vas a comer?La voz de Kenny sonó del otro lado de la habitación, distrayendome.No me había dado cuenta del momento en el que había llegado.—Ya casi termino de revisar está caja, no qu
—Pero no podemos hacer nada si no estamos seguros de lo que estamos diciendo. —Yo estoy segura —repetí por segunda vez, desesperada—no tengo ninguna duda de que Thomas envío ese mensaje. —Dudas no tienes, ni tampoco pruebas. No podemos acusarlo.Harding puso una mueca de desagrado mientras seguía abrazándome con preocupación.—Kenny tiene razón Sky, después de todo es nuestra palabra contra la de él. —¿Y eso que? —solté, molesta. —somos tres, claro que nuestra palabra va a valer, puedes testificar tu Harding, además...—En realidad nuestra palabra no vale nada Sky —afirmó Kenny, interrumpiendome de nuevo. —tu eres una chica que hace días no recordaba años de su vida, y Harding es la persona con la que tuviste una aventura estando comprometida, su palabra no tendrá sentido en una corte. —Pero, y tú...—En realidad yo no tengo conexión con Thomas, y aunque pudiera probar algo seguro dirán que yo sabía lo de su romance y no podré negarlo. Nuestra palabra no vale. Solté todo el aire