La respiración de Harding me golpeaba la mejilla derecha mientras mis ojos recorrían la habitación con ansiedad, sin poder dormír del todo. Su mano me tomó del abdomen y yo me giré en su dirección, bastante tensa, ya que sus dedos rozaban la cicatriz que tenía ahí. Pero me relajé un poco al ver que sus ojos seguían cerrados, aún dormido y descansando.Inhale profundamente y tome su muñeca para quitar su mano de esa área, pero cuando estuve a punto de hacerlo él me acercó un poco más a su costado, susurrando mi nombre. Lo miré, creyendo que lo había despertado, pero no fue así, seguía aún dormido, respirando plácidamente, pero balbuceando. —Skyler —susurró de nuevo, entrecortado.—¿Qué pasa? —pregunté.—Te amo.Sus palabras quedaron en el aire un momento, mientras yo analizaba esas dos palabras, que a pesar de saber que estaba dormido y no lo decía en serio, que podía que estuviera soñando algo demasiado irreal, aún así, ni esos pensamientos me detuvieron de responder.—Yo también t
Mis ojos se cruzaron con los de Mar cuando pedí un martini en la barra.Ella sonrió.—¿No deberías evitar el alcohol por tus medicamentos?—No ingiero ningún medicamento —respondí, frunciendo el ceño —¿qué es lo que quieres Mar?Mar se encogió de hombros, negando con la cabeza.—Solo queríamos hablar con ustedes, Thomas está muy afectado por...—No me vengas a hablar de lo que le afecta a los demás —dije, interrumpiendola —no tienes derecho a hacerlo. —Bueno, tengo que hacerlo porque Harding y tú le han visto la cara de idiota todo este tiempo, y yo como una amiga tengo que estar de su parte. ¿qué creías? que todo sería tan sencillo como arruinar su amistad y después no habría consecuencias?—¿Crees que ese es mi objetivo? ¿Arruinar una amistad que ni siquiera existe?Thomas, quien había estado en silencio me miró de inmediato, con labios fruncidos.—Esa amistad era real y sincera Skyler, por eso te decidiste a arruinarla. —Thomas cierra la maldita boca. —espeté, tomando el martini
Harding volvió con nosotros después de 10 minutos hablando por teléfono, los cuales me parecieron eternos. Thomas sonrió por primera vez en toda la noche cuando lo vió llegar e intercambió miradas entre los dos, pasando el cigarrillo de su boca a su mano derecha.—¿Qué tal esa llamada hermano?—le preguntó.—No soy tu hermano —espetó Harding en respuesta —y espero puedas dejarnos en paz a Skyler y a mí, porque eres una persona que no queremos en nuestras vidas. La sonrisa de Thomas desapareció al escuchar las palabras y el tono con el que Harding estaba hablando. Una mueca de molestia apareció en su rostro en ese momento.—Veo que esa llamada no fue mucho de tu agrado ¿cierto? —siseó, con rencor. —Eso no es algo que sea de tu interés —respondió Harding, con satira. —¿Cómo puedes dormir por las noches? —preguntó Thomas de inmediato, negando con la cabeza —¿no te arrepientes de haber cambiado nuestra amistad por una chica?—No me arrepiento —dijo él, sin dudar —y eso es algo que pod
—¿Estás bien?La voz de Harding me hizo doler la cabeza cuando lo escuché. Era la segunda vez que lo preguntaba desde que habíamos llegado a casa.—No, no estoy bien —respondí, con pesadez —desde que tomamos el vuelo la cabeza parece que va a estallarme.—Quizá sea el jet leg.Puse una mueca de incredulidad, no estaba segura de que fuera eso porque seguía teniendo la sensación de querer recordar algo que estaba muy dentro de mi. Me relami los labios y sacudí la cabeza en un intento de centrarme. —Deberias dormir un poco —dijo Harding, encaminandome a la habitación —necesitas descansar. No respondí porque sabía que tenía razón, lo mejor que podía hacer en esos momentos era dormir un poco y tratar de descansar. Harding me dió un pequeño beso en el dorso de la mano mientras me recostaba.Solté un gruñido de dolor cuando mi cabeza tocó la almohada y cerré los ojos, intentando dormir. [...]Abrí los ojos de golpe con millones de imágenes en la cabeza, todas abrumandome al mismo tiempo
La taza de café humeante frente a mi me hizo enfocarme en el tiempo que llevaba sentada en ese sofá, al lado de Harding, quien solo me miraba en silencio, como si estuviera esperando una reacción de mi parte. Me seque las lágrimas con el dorso de mi muñeca por segunda vez y me decidí a ponerme de pie antes que el tiempo me aprensara como si no tuviera escapatoria. Me remoje los labios con temor y después me giré a Harding en redondo. —¿En qué piensas? —me preguntó él, antes que pudiera abrir la boca.—Tengo presente el momento del accidente —respondí —el como salí de la camioneta, y otro automóvil arrollandome. Siento el dolor de todo lo que pasó por todo mi cuerpo.Él tragó saliva.—¿Y qué recuerdas?—Sali de la camioneta Harding, el dolor fue tan intenso y tan insoportable que me quedé un momento aturdida, pero luego de un momento, no sé bien cuánto tiempo paso me levanté y comencé a arrastrarme para ir por mi celular, pero... alguien me arrolló.Ambos nos quedamos en silencio por
No había nada...En cada nota de internet que leía me daba cuenta que no había ninguna noticia más allá de lo que yo sabía sobre mi accidente. No había personas, testigos, investigación... no había nada. Y eso era más extraño de lo que me parecía en un inicio.—Nena, ¿hay algo que debas contarme? —preguntó Harding, después de notar que seguía revisando los documentos del accidente —¿ha pasado algo que yo no conozco?Apreté los labios y cerré el computador de golpe, mi mirada se cruzó con la suya un momento y después me encogí de hombros, intentando no prestarle demasiada importancia.—¿Cómo te enteraste del accidente? —pregunté intentando sonar despreocupada, sin lograrlo.Harding parpadeo un par de veces antes de responder. —Mar me avisó —dijo por fin —Creo que Thomas le había llamado cuando iba de camino al hospital.—¿Y qué fue lo que te dijo exactamente?—Pues Thomas estaba en su computador cuando recibió la llamada de la policía, al parecer te habían encontrado.Mi corazón se a
Entrar al departamento que antes compartía con Thomas fue más sencillo de lo que esperaba en primer lugar, la llave seguía estando en el lugar que mi memoria recién descubierta recordaba, justo detrás de la maceta con un listón rojo.Harding soltó todo el aire de sus pulmones cuando notó lo decidida que parecía y me miró, sin saber muy bien que esperar a continuación de mi. —¿Por qué crees que puedes encontrar algo por aquí?—preguntó.Sacudí la cabeza sin saberlo, porque me parecía demasiado tonto responder que se debía a una corazonada. Ambos entramos al departamento tomados de la mano, pero al entrar lo solté de inmediato, mirándolo de reojo.—Esperame aquí —le pedí, dejándolo en el sofá de la entrada. Él asintió rapidamente a mi petición y eso me dió vía libre para recorrer mi antigua habitación como si de eso dependiera mi vida, intentando encontrar cualquier indicio de que no me estaba volviendo loca, cualquier punto de partida que me llevara a descubrir una verdad. Tire la
Parpadee un par de veces y abrí los ojos lentamente, la luz blanca de mi alrededor me hizo volver a cerrarlos con una mueca de dolor. Fragmentos de lo que había sucedido llegaron a mi mente rapidamente. El auto desparramado por la carretera húmeda, mi cuerpo saliendo por el parabrisas, mi cabeza golpeándose contra la acera, el dolor punzante de los trozos de vidrio encajados en mi cuero. El dolor insoportable, agudo. Mis manos temblorosas tomando el celular para llamarle a alguien, y luego otro golpe, duro y seco en mi cabeza. Haciéndome perder el conocimiento de nuevo. —¿Cómo se encuentra? —un hombre de bata blanca y cabello canoso me sonrió con amabilidad —¿Se siente mejor? —¿D-dónde estoy?—pregunté, con impaciencia. —En el hospital, ¿Recuerda algo de lo que le pasó? —Un accidente. —Así es señorita, un accidente automovilistico —apretó los labios —¿Sabe quién es usted? Cerré los ojos un momento, intentando concentrarme, cuando volvi a abrirlos asentí con la cabeza levemente