Harding se lanzó a la piscina con un gran brinco cuando Tikie y yo por fin encontramos un lugar para recostarnos bajo el sol. —¿Alguna vez habías venido a Miami? —me preguntó ella, mirando de reojo a los chicos, que nadaban. —Recuerdo haber venido con mis padres cuando era más joven. Sus ojos se posaron de nuevo en mi, y me sonrió amablemente. —¿Por qué no has usado un traje de baño? —preguntó —debes estar muriendo de calor con ese vestido. Tragué saliva y la miré a ella, con un pequeño bikini de dos piezas que se le veía muy bien. Negué con la cabeza. —No quiero broncearme.—menti. Sus ojos se achinaron cuando su sonrisa aumentó. Ya no estaba mirándome a mi, si no que ahora le sonreía a Harding, quien estaba a punto de lanzarse de una enorme resbaladilla. —¿Qué tal te la has pasado viviendo con él? —dijo, mirándome de nuevo. Fruncí el ceño con fuerza. —¿Te enteraste que volví? Ella asintió. —Harding me lo comentó. Me crucé de brazos y mi tono de voz se volvió un poc
Mi mano entrelazada con la de Harding fue lo que más llamo la atención de Tikie, quien abrió la boca en señal de sorpresa y nos señaló, dejando de lado el pequeño pastelillo que estaba probando.—¡Lo sabia! —soltó, emocionada —¡sabía que eran el uno para el otro!Sonreí, y Kenny rodó los ojos con hastío, haciendo que ella lo mirara, dándole un manotazo en el pecho. —¡Lo sabías y no me lo habías dicho! —le acusó —¡creía que me amabas!—Bueno, ese no era mi secreto, ellos debían de contartelo.Harding sonrió y me hizo una seña para que nos recostaramos en las tumbonas que estaban al lado de Kenny, aunque él solo se sentó un poco.—Ire a nadar —musitó poco después —dándome un beso en la mejilla —¿quieres venir?Negué un poco, recostandome.—Prefiero relajarme un poco aquí.—Yo puedo ir contigo —dijo Tikie, tomando sus sandalias.Harding me miró con duda y yo asentí con una pequeña sonrisa, para hacer que no se preocupase por hacerme sentir mal. El entendió mi señal y se puso en pie con
Abrí los ojos cuando una mano me tocó el abdomen. Harding estaba sentado frente a mi, con el atardecer de fondo y una enorme sonrisa en sus labios. —Te has quedado dormida —musitó —Kenny te colocó su chaqueta para que no tuvieses frio pero después de cuidarte un par de horas le dió frio y hambre. Así que fue a comer un poco.Fruncí el ceño, confundida. Mire a mi alrededor sin entender muy bien lo que había pasado, pero tras analizarlo un par de segundos me di cuenta que luego de la conversación con Kenny me había quedado dormida. —No me he dado cuenta —susurré —¿hace mucho que estás cuidándome? —La verdad es que no mucho, solo quince minutos. Me incorporé lentamente y me puse de pie, mirando que aún habían personas nadando y corriendo por ahí, entre ellos bastantes niños que no querían ir a ducharse a la habitación. Me estiré y sonreí.—Esperame aquí un poco —murmuró —ire por mis sandalias a la piscina para poder irnos. No respondí, en su lugar, caminé detrás de él cuando corrió
La respiración de Harding me golpeaba la mejilla derecha mientras mis ojos recorrían la habitación con ansiedad, sin poder dormír del todo. Su mano me tomó del abdomen y yo me giré en su dirección, bastante tensa, ya que sus dedos rozaban la cicatriz que tenía ahí. Pero me relajé un poco al ver que sus ojos seguían cerrados, aún dormido y descansando.Inhale profundamente y tome su muñeca para quitar su mano de esa área, pero cuando estuve a punto de hacerlo él me acercó un poco más a su costado, susurrando mi nombre. Lo miré, creyendo que lo había despertado, pero no fue así, seguía aún dormido, respirando plácidamente, pero balbuceando. —Skyler —susurró de nuevo, entrecortado.—¿Qué pasa? —pregunté.—Te amo.Sus palabras quedaron en el aire un momento, mientras yo analizaba esas dos palabras, que a pesar de saber que estaba dormido y no lo decía en serio, que podía que estuviera soñando algo demasiado irreal, aún así, ni esos pensamientos me detuvieron de responder.—Yo también t
Mis ojos se cruzaron con los de Mar cuando pedí un martini en la barra.Ella sonrió.—¿No deberías evitar el alcohol por tus medicamentos?—No ingiero ningún medicamento —respondí, frunciendo el ceño —¿qué es lo que quieres Mar?Mar se encogió de hombros, negando con la cabeza.—Solo queríamos hablar con ustedes, Thomas está muy afectado por...—No me vengas a hablar de lo que le afecta a los demás —dije, interrumpiendola —no tienes derecho a hacerlo. —Bueno, tengo que hacerlo porque Harding y tú le han visto la cara de idiota todo este tiempo, y yo como una amiga tengo que estar de su parte. ¿qué creías? que todo sería tan sencillo como arruinar su amistad y después no habría consecuencias?—¿Crees que ese es mi objetivo? ¿Arruinar una amistad que ni siquiera existe?Thomas, quien había estado en silencio me miró de inmediato, con labios fruncidos.—Esa amistad era real y sincera Skyler, por eso te decidiste a arruinarla. —Thomas cierra la maldita boca. —espeté, tomando el martini
Harding volvió con nosotros después de 10 minutos hablando por teléfono, los cuales me parecieron eternos. Thomas sonrió por primera vez en toda la noche cuando lo vió llegar e intercambió miradas entre los dos, pasando el cigarrillo de su boca a su mano derecha.—¿Qué tal esa llamada hermano?—le preguntó.—No soy tu hermano —espetó Harding en respuesta —y espero puedas dejarnos en paz a Skyler y a mí, porque eres una persona que no queremos en nuestras vidas. La sonrisa de Thomas desapareció al escuchar las palabras y el tono con el que Harding estaba hablando. Una mueca de molestia apareció en su rostro en ese momento.—Veo que esa llamada no fue mucho de tu agrado ¿cierto? —siseó, con rencor. —Eso no es algo que sea de tu interés —respondió Harding, con satira. —¿Cómo puedes dormir por las noches? —preguntó Thomas de inmediato, negando con la cabeza —¿no te arrepientes de haber cambiado nuestra amistad por una chica?—No me arrepiento —dijo él, sin dudar —y eso es algo que pod
—¿Estás bien?La voz de Harding me hizo doler la cabeza cuando lo escuché. Era la segunda vez que lo preguntaba desde que habíamos llegado a casa.—No, no estoy bien —respondí, con pesadez —desde que tomamos el vuelo la cabeza parece que va a estallarme.—Quizá sea el jet leg.Puse una mueca de incredulidad, no estaba segura de que fuera eso porque seguía teniendo la sensación de querer recordar algo que estaba muy dentro de mi. Me relami los labios y sacudí la cabeza en un intento de centrarme. —Deberias dormir un poco —dijo Harding, encaminandome a la habitación —necesitas descansar. No respondí porque sabía que tenía razón, lo mejor que podía hacer en esos momentos era dormir un poco y tratar de descansar. Harding me dió un pequeño beso en el dorso de la mano mientras me recostaba.Solté un gruñido de dolor cuando mi cabeza tocó la almohada y cerré los ojos, intentando dormir. [...]Abrí los ojos de golpe con millones de imágenes en la cabeza, todas abrumandome al mismo tiempo
La taza de café humeante frente a mi me hizo enfocarme en el tiempo que llevaba sentada en ese sofá, al lado de Harding, quien solo me miraba en silencio, como si estuviera esperando una reacción de mi parte. Me seque las lágrimas con el dorso de mi muñeca por segunda vez y me decidí a ponerme de pie antes que el tiempo me aprensara como si no tuviera escapatoria. Me remoje los labios con temor y después me giré a Harding en redondo. —¿En qué piensas? —me preguntó él, antes que pudiera abrir la boca.—Tengo presente el momento del accidente —respondí —el como salí de la camioneta, y otro automóvil arrollandome. Siento el dolor de todo lo que pasó por todo mi cuerpo.Él tragó saliva.—¿Y qué recuerdas?—Sali de la camioneta Harding, el dolor fue tan intenso y tan insoportable que me quedé un momento aturdida, pero luego de un momento, no sé bien cuánto tiempo paso me levanté y comencé a arrastrarme para ir por mi celular, pero... alguien me arrolló.Ambos nos quedamos en silencio por