Maia necesitaba respirar aire fresco, el anuncio que acababan de hacer la había dejado en shock. No podía entender como pasó. "Ella prometió que solo sería un tiempo", recordó las palabras de su madre cuando decidieron ir a vivir a ese lugar que ella detestaba tanto como lo hacía con Josh y Lauren. Ellos representaban el pasado del que tanto necesitaba huir y ahora no solo eso, sino estarían emparentados gracias a su madre. Lagrimeaba en silencio acercándose al galpón del fondo. Escuchó uno extraños sonidos, como si estuvieran golpeando algo...se dirigió a la puerta y la abrió.
La visión que tuvo en ese momento la persiguió el resto del día y la acompañó mientras dormía. Josh golpeaba el saco de box, tenía la ropa mojada por el sudor y jadeaba profusamente debido al cansancio muscular. Algo no estaba bien.—¿Josh? —lo llamó para ver su reacción.El continuó con el ritmo endemoniado, como si estuviera poseído.—Josh, ¿ qué haces? —preguntó mientras se acercaba. Por un insEL BMX cruzaba velozmente la autopista transitada. El muchacho de tez trigueña y oscuros cabellos viajaba en él sumido en sus más anhelados recuerdos. Le quedaba un par de horas más de viaje. Con suerte pudo conseguir una habitación en el hotel donde se hospedaría por tiempo indefinido. Luego de los acontecimientos en el galpón de su casa y el anuncio del casamiento de su padre necesitaba alejarse de todos. De ella principalmente. No entendía como pudo descontrolarse así. Todo ese tiempo con ella viviendo tan cerca se mantuvo al margen, intentaba no cruzarse y cuando les tocaba estar juntos o en la oficina trataba siempre de ser lo más frio posible, no tener familiaridades para que ella no confundiera las cosas.Al final el confundido resultó ser él aunque en realidad siempre tuvo en claro que era la mujer de su vida pero nunca antes lo había reconocido abiertamente como ahora. Segurament
6 meses despuésLas rosas blancas estaban ordenadas con primor en todo lo que daba el ancho del gran patio de la casa Nigel. Había una fuente de agua preciosa cuyas aguas danzaban alegremente. Los manteles blancos daban la sensación de mayor frescura al ambiente caluroso de Valle Largo.Maia recorrió una a una las mesas para ver que todo estuviera en orden. "Al menos sé que esta vez no chocaré con Josh", pensó con un dejo de tristeza en sus ojos. Los mozos estaban terminando de acomodar las copas de cristal sobre una larga mesa, en el mismo lugar que Rufus había tirado todo aquella vez de la piscina. Esta vez se aseguraron de que estuviera bien resguardado. No podrían soportar otro incidente como el anterior. "Tampoco tendría quien me salvara", pensó , suspirando.Por su parte estaba todo listo. Pronto llegarían el ministro y el personal del registro civil para llevar a cabo la
Estaba muy nerviosa y temblaba levemente. La tela de su vestido dorado caía primorosamente hasta los tobillos y su escote dejaba entrever los inicios de sus senos juveniles. Él quedó sin aliento. Había venido con intenciones de hacer lo correcto y ahora se encontraba con este espectáculo. Estaba preciosa, maquillada tenuemente y el cabello ondeando sobre su espalda. Se quedó sin habla en un primer momento, sin saber que decir."Debes decirle la verdad", le había recomendado su psicóloga"Debes perdonarte a ti mismo y pedirle perdón luego", podía escuchar en su mente cada frase dicha durante las terapias pero una cosa era decir y otra muy distinta hacer.—¿Cómo estás, Maia? Te ves muy bien, estás hermosa —le dijo mirándola sin vergüenza, recorriendo cada centímetro de su cuerpo deteniéndose en sus curvas. Pensó que
Salió a toda prisa de la habitación dirigiéndose a la habitación de Michael. El corazón le galopaba sin control, lo sentía latiendo en su garganta. Michael seguí durmiendo para su alivio, tomó el maquillaje para retocarse un poco. Las manos seguían temblando. Trataba de explicarse a sí misma lo que había pasado. De ella lo entendía pues había soñado en esto toda su vida. ¿Pero que onda con Josh? Le pareció haber escuchado que la amaba. Eso era imposible. Josh no amaba a nadie, menos a ella. "Solo quiere burlarse de mí", trató de convencerse. "Espero espantarlo con mi confesión de que no soy virgen"...tal vez eso lo aleje definitivamente porque estoy a un paso de entregarme sin remedio...El señor NIgel se alegró mucho de ver nuevamente a su hijo. Lo notó extraño, estuvo toda la noche serio, lejano, cortés,
Josh salió a caminar pues le hacía mucho calor y no podía dormir. Si bien estaba agotado porque había conducido muchos kilómetros para llegar a la boda de su padre no tenía sueño. El encuentro con Maia lo dejó con más dudas que antes. "¿Algún día podrían superar eso?, pensaba mientras caminaba pateando las piedrecillas del camino. La noche estaba despejada, a esa altura del año era muy raro que fuera un día tan cálido. Los novios habían tenido suerte, les tocó un día maravilloso. Tal vez si nadaba un rato en la piscina gastara la poca energía que seguramente le quedaba y para terminar de apagar el fuego que sentía. Esta noche seguramente soñaría con Maia.Se encaminó hacia el fondo, donde estaba la piscina...Cuando llegó, vio a alguien forcejeando con una mujer inconsciente. Luchaba por salir p
Eran las diez de la mañana y Maia no aparecía en el comedor. Ya habían desayunado todos, incluso Lauren que tenía una resaca terrible se hizo presente con las ojeras que casi llegaban al piso. Josh miraba preocupado las escaleras esperando a que bajara. No se atrevía a ir a su habitación para evitar las habladurías del personal. Podían hacer llegar a oídos de su padre que él entraba a la habitación de su ahora hermanastra. Escuchó que alguien subía. Era una de las mucamas. La llamó adonde nadie más pudiera escuchar y le dio un mensaje.Maia dormía como en una nebulosa. Estaba aletargada y adolorida por la fuerza que había hecho el imbécil de Rick para arrancarle la ropa, sentía los músculos doloridos. Escuchó unos golpecitos en la puerta. Se tapó hasta la cabeza, pues no tenía ánimos de ver a nadie, se habí
Al llegar al edificio, Maia se bajó apresuradamente dando un portazo. El malhumor que tenía era candente, la hacía ver arrebolada, hasta los mechones de su cabello que siempre tenía bien apretados parecieron soltarse al sentir la tensión. Josh bajó prácticamente corriendo tras ella pero se detuvo brevemente al ver que ya todo el mundo estaba allí. Los asistentes y jefes de cada área habían acudido temprano ese día, pues era día de cierre de balances y acostumbraban estar más temprano para poder irse antes.—Señor Nigel, por favor firme aquí—Jefe, ¿podría aprobar el proyecto?—Josh, tienes una reunión con el socio Stevenson...Maia se escabulló al ascensor antes que Josh pudiera deshacerse de todo el personal que lo acosaba y cuando finalmente llegó a la oficina ella estaba enfrascada en el papeleo. Un socio
Josh regresó muy tarde a casa. Hizo ruido al entrar por lo que Maia, quien se encontraba dando la última ojeada a Michael antes de irse a dormir se sorprendió. Tal vez había entrado un extraño, se dijo asustada. Luego lo pensó mejor y se dijo que era imposible burlar la seguridad de la entrada. Escuchó risitas y voces. Lauren hace rato que se había ido a dormir. Se asomó al pie de la escalera y vio a Josh pasando su brazo por los hombros de una mujer bellísima quien se reía de sus chistes. Sintió una punzada en el pecho que le impedía respirar. "Era obvio que esto iba a pasar, no puedo esperar nada de él" , se dijo con los ánimos bajos. "Te amo", resonaba en su mente esa misma voz que ahora hablaba con los mismos susurros con los que le había hablado a ella.Los tortolitos se dirigieron a la cocina. Tuvo curiosidad por saber que pasaba, era extraño que no la hu