La carta que no falla

Piero entretuvo a su hija con unos juegos, pero su mente estaba muy lejos de allí.

Casi la tenía, aunque sabía que más allá de lo que Mora sentía, no hubiera sido fácil convencerla para que vayan a su departamento.

En cuánto su hija se distrajo, él llamó por teléfono a Mora, quería saber si ella había

llegado bien, suponía que estaba alterada.

-Sí, gracias.

La jovén cortó enseguida.

Estaba pensando que no podía ir más a la mansión, era muy arriesgado, se iba a involucrar con Piero y eso era una locura por donde se lo mirase.

También pensaba que ya era tarde, lo que sentía cuando él la besaba no lo había sentido por nadie.

Sabía perfectamente que él no buscaba nada serio, que solo quería sacarse las ganas que sentía por ella, que era solo un deseo pasajero para él.

Acababa de quedar viudo, a lo mejor solo quería tratar de olvidar a su mujer probando distintos brazos, aunque interiormente sabía lo mujeriego que era él.

Lo mejor era olvidarse, dejar pasar el tiempo, no verlo más.

Por o
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App