Pronto comenzaron nuevamente los besos, se recorrieron el cuerpo con sus besos, él no podía alejarse de la zona íntima de Mora, le succionaba el clítoris, se lo lamía, con sus dedos la penetraban, la joven estaba mareada de tanto placer.Un orgasmo la atrapó sin poder evitarlo.-Siiii, Piero, siiii, siii.Gemía desgarradoramente.Él vio como Mora se volvía loca por sus caricias y sus besos y sintió que el mundo le pertenecía.La giró en ese sillón tántrico, la besó, comenzando por su espalda, cuando llegó a su cola, no podía pensar en otra cosa que enterrarse en ella.-¿Puedo?Le preguntó en su oído.Le preguntó y sin aclarar nada, pero ella supo que se refería a que quería penetrarla por la cola.-Bueno.Le contestó tímidamente, pensando en que las pocas veces que lo había hecho de esa manera con Amadeo, no lo pasó muy bien.Pero sabiendo que a hombres como ellos hay que complacerlos sexualmente.Mora se quería brindar por entera a Piero y eso era parte del acto sexual, lo tenía clar
Al otro día, sábado, desde las 8 de la mañana Piero estaba reunido con Bruno, ambos estaban manteniendo una teleconferencia con los directivos de una sede que tenía en el viejo continente.Al terminar ya era media mañana, Bruno estaba contento, porque por el momento no tenía que volver a Europa y se podía tomar, luego de fin de año, sus merecidas vacaciones.Estaban charlando sobre las vacaciones, el viudo pensaba llevar a su niña a Punta del Este y dudaba en terminar sus vacaciones en Disney con su hija o en el Caribe, ya que Camila disfrutaba mucho de la playa.-Llevala a Mora para que se haga cargo de… los dos.Dijo riendo a carcajadas.Piero lo pensó en serio, pero sería como reemplazar a su finada esposa, se sentía con culpa por sentir demasiado por la docente de su hija.Bruno, al verlo tan serio, se asustó.-Era un chiste.Dijo.-No puedo…Katy…Dijo Piero ignorando las últimas palabras de su primo.-Hey, era un chiste.-Sí, claro…lo mejor es no verla más, es lo mejor para ella
En la empresa en donde Piero tenía las oficinas centrales, él seguía trabajando, ya había almorzado con su primo y había mirado la hora una docena de veces.-Vamos a revisar un archivo.Dijo Piero, levantándose por sexta vez y fumando otro cigarrillo.-Estás fumando mucho, hasta más que yo.-No…fumo solo unos pocos cigarrillos por día.Al decir eso, miró el cenicero y estaba lleno de cigarrillos.-No todos son míos.Se defendió.Bruno llamó a la secretaria de su primo para que limpiara el cenicero.La oficina era una humareda, no solía serlo.Piero estaba sentado y se levantó de nuevo.Estaba inquieto, no quería ver a Mora, porque le hacía perder el sentido y no podía darse el lujo de estar enamorado.Era eso, no quería enamorarse de ella, la quería solo para tener sexo y nada más y ya lo había tenido, tendría que bastarle.Pero su corazón latía rápido y estaba ansioso, era por cómo estaba su hija, pensó.-¿Vamos a casa?Dijo sin poder contenerse por más tiempo.Ahora sí, la sonrisa d
Camila se metió al agua y llamó a Mora y luego a su padre.Mora tenía sus piernas dentro de la piscina, pero estaba sentada en el borde.-Yo te bajo.Dijo Piero, tomando de las piernas a Mora y luego, sin disimulo, la agarró de la cola, para meterla dentro de la pileta, la deslizó con fuerza y se zambulleron los dos juntos y pegados.Necesitaba sentirla, tenerla.Organizaron un juego entre todos y el viudo no dejaba de molestar a la docente, la rozaba con cualquier excusa.Bruno observaba a su primo, era una persona desconocida para él, nunca se había comportado así.Hasta reía más de lo normal, en un momento pensó que había tomado alcohol, pero no fue así.Al rato Mora fue al baño, el que estaba dentro de los vestuarios.-Voy al baño.Dijo Piero, pensando en perseguir a la maestra de su hija.La sonrisa de su primo no se borraba.Recordó que horas antes, él le había dicho que lo mejor era no verla más.Realmente casi no pudo hablar con Mora, por dos motivos, el primero es que su prim
Mientras tanto, Mora y Piero se habían quedado en la pileta, estaban cerquita de la pared, nadie los veía, por lo que Piero, la acorraló contra la pared besándola y tocándola como quería.Pronto el fuego de un huracán se adueñó de ellos.Sin pensarlo dos veces, le corrió la malla a Mora y él se bajó un poco los shores y se enterró en ella, la había tomado de las caderas y Mora tenía las piernas alrededor de su cintura.Era algo distinto hacerlo en la piscina, al aire libre y casi apurados, por si venía alguien, pero estaban los dos excitados, ella tenía el corpiño levantado sobre sus pechos y él le succionaba los pezones, con un placer absoluto.Les costaba respirar, estaban agitados, gozando, sintiéndose.-Nena, muero por vos.-Sí, sí.-Te amo, te amo.Dice Piero temblando tanto como ella.Sabía que sus palabras tal vez no eran ciertas, pero no podía evitar decirlas.-Yo también.Le confesó en medio de una ola de placer.Mora tuvo un orgasmo que la hizo llegar al cielo y Piero se der
-¿Qué pasó?Preguntó sin dar vueltas, la hermana menor.Mora ya no aguantó más y sus lágrimas comenzaron a aflorar.-¿Qué te hizo?-Nada…A esa altura lo que corría por sus mejillas eran cascadas.Sofía, casi sin mirar el resto del tráfico, acordonó el auto, no sin antes recibir unos cuántos bocinazos por su maniobra rápida e imprudente.-Mora, decime.La increpó con voz firme.La docente suspiró profundamente.-Hicimos el amor en el vestuario.-¡Lo sabía!-Me dijo que me amaba, me lo dijo las últimas veces que tuvimos sexo.-¡Mi hermana enamora a todos!-No es así…él pareció despreciarme.-¿Cuándo? Yo estaba ahí y no desperdició ningún momento para acariciarte.-Todo es muy lindo y siento todo por él, estoy enamorada como nunca me imaginé.-¿Entonces?-En el vestuario hicimos el amor sin cuidarnos y…-¿Sin cuidarse?-Si, sin preservativos y yo no estoy tomando nada.-¿Él sabe?-Sí…pero eso no es todo, cuando se fueron con Cami, lo hicimos en la pileta…también sin cuidarnos.-¿Sos ton
-Camila…-Katy era distinta, le dijo que no a Amadeo y me eligió siempre a mí, Mora estuvo con él.-Vos sabés que hasta le tenía miedo.-Debe haber fingido el miedo.-No parece que fuera así, hoy mismo Amadeo las encerró con el auto cuándo venían para acá.-Porque lo volvió loco, como a mí, no la voy a ver nunca más y si me dice que está embarazada, le voy a exigir que aborte, al fin y al cabo, ni siquiera sé si es mío.-Tenés razón, pudo haber tenido sexo con él en estos días o antes, a lo mejor está de varios meses.-Por su bien espero que no sea así, se va a quedar más sola que un perro, porque ese hijo de puta no la va a querer embarazada y yo menos, yo solo la quería coger, quería sacarme las ganas y cagarle la mujer a Amadeo.-Cuándo la besaste la primera vez, no sabías que era la novia de Amadeo.-No lo sabía, pero ella se cruzó de piernas y…yo no tuve vuelta atrás.-No jodas, no podés decir que porque una mujer se cruza de piernas, no tenés vuelta atrás.-No tenés idea cómo sa
Bruno no se equivocó para nada, Mora estaba en su casa, angustiada, sin dejar de pensar en Piero, en cada detalle que tuvo con ella.También pensaba en su mirada fría y llena de desprecio cuándo ella le dijo que no se habían cuidado.Ella dedujo que él estaba esperando algo, algún motivo para ofenderse y terminar esa relación casi de amantes que tenían.No se explicaba por qué le dijo que la amaba, porque la cena romántica de la otra vez en ese departamento, porque la persiguió todo el día besándola y acariciándola sin poder contenerse.Es un hombre que está acostumbrado a tener a la mujer que quiere y ella tenía como novio a su enemigo.No quiere ser mala, pensando que destruyó a su pareja a propósito, porque su pareja se terminó por culpa de Amadeo.Ella sabía que en el amor profundo siempre se perdía, por eso estaba bien con Amadeo, lo quería, pero no deliraba por él.Hubiese estado bien toda la vida con Amadeo, si no hubiera conocido a Piero…-¡Dale! ¡Vení con nosotras!-No, no pu