Capítulo 3: Mi flor

En los ojos de Lirio solo había determinación absoluta ante sus palabras, Dantes permanecía quieto en su lugar tratando de que su cabeza ordenara con cautela esas palabras.

—¿Segura? —Fue lo que salió de su boca, Lirio asintió con un leve rubor en sus mejillas, no esperaba sentirse tan avergonzada al pedirle tal cosa a su mate. —Vamos —se puso de pie ofreciéndole su mano a lo que la loba acepto, Dantes la guio hasta su habitación en donde cerró la puerta con seguro.

Uno frente al otro en medio de todo, deseosos de terminar lo que se inició hace días, Naiko se mantiene oculto en las penumbras de la mente de Dantes, no quiere ser partícipe de la traición hacia Tachara.

El príncipe cortó la distancia, Lirio tuvo que levantar su cabeza para continuar viendo su rostro, no quería perder detalle y dejo todo su miedo en un pequeño baúl hasta que sea momento de dejarlos salir, Dantes descendió hasta su rostro para unir sus labios mientras que con una mano, sujetó su pequeña cintura.

La beso sin prisa, el príncipe se tomaba su tiempo para probar sus labios y recorrer cada rincón de su boca. Mordió el labio inferior de Lirio, escuchándola dejar salir un tortuoso gemido, ella lo deseaba tanto como él, Dantes movió su mano hasta el cierre del vestido y lo deslizo hacia abajo dejando que la prenda caiga a los pies de su luna.

Observo su piel blanca cubierta por algunos lunares y una braga de encaje, Lirio agacho su cabeza avergonzada, Dantes le elevo el rostro y deposito un suave beso en su frente.

—No debes tener vergüenza, mi flor —le dijo con su voz ronca mirando aquellos ojos verdes con todo el deseo que sentía hacia ella—. Eres hermosa —añadió antes de volver a besarla con algo más de intensidad, le sujeto por las nalgas e hizo que envuelva sus piernas en su cadera para llevarla hasta su cama sin dejar de besar sus labios.

La loba gimió al sentir la dureza de Dantes golpear su abdomen, él se separó de ella para deshacerse de su traje hasta quedar en bóxer. Se posó nuevamente sobre su luna y llevo sus labios hasta su marca escuchándola gemir mientras aferraba sus manos en su espalda.

Dantes cuela su mano en la braga de Lirio, palpa su humedad y acaricia su clítoris, ella eleva su cadera ante el placer que le proporciona y que se amplifica con los mordiscos en su marca. El príncipe gruñe excitado por el olor a excitación de su luna, desea llenarla y sentir su cálido interior envolverlo, por lo que introduce dos dedos de golpe en su sexo y libera un gruñido.

—Eres tan caliente —ronroneo con sus ojos carmín y felino—, y te haré mía —gruñó retirando los dedos para luego romper la braga, Lirio observo como Dantes libero su enorme hombría. Se removió debajo de su cuerpo caliente, él sonrió perverso y sujeto su cintura—. No escaparás, mi flor —masculló, se estiró sobre ella para alcanzar un cajón de donde saco un preservativo, lo abrió con agilidad y deslizo el condón sobre su erección.

Dantes rozo la punta de su miembro contra su entrada mientras que Lirio se estremece de placer. Poco a poco fue llenándola, manteniendo el control para no lastimarla, mientras que ella tiene sus labios separados y gime al sentir como cada centímetro de la hombría de su mate llena su sexo.

—Oh Dios… ah —gimoteo clavando sus uñas en su fuerte brazo, Dantes inclina su cadera terminando de ingresar de golpe, robándole el poco aire a Lirio—Duele —gimotea con sus ojos cristalizados, el príncipe es grande en todo los sentidos.

—Ya está dentro, pequeña —ronroneaba—. Estoy clavado en tu interior… haciéndote solo mía desde este momento —besó sus labios para mover despacio su cadera. El príncipe da embestida lenta y controlada, esperando que se adapte a su tamaño, Lirio muerde el labio inferior del alfa mientras se mueve al compás de este.

—Más —suplico en un jadeo.

El príncipe la embiste más rápido mientras la escucha gemir, el olor de su excitación lo enloquece totalmente y los gemidos de Lirio inundan la habitación. Gritó enardecida del placer que le brindaba, no había experimentado nada igual y entregarse bajo su propia voluntad la hace disfruta el momento.

Lloriquea cuando su interior es abandonado, Dantes la gira dejándola de espalda a él, ella empina su trasero escuchándolo gruñir.

—Mía —le gruñó en su cuello antes de embestirla.

Dantes lleva un brazo hasta su pecho para hacerla elevar su torso y pegar su espalda a su pecho por donde correr el sudor. Ambos se impregnan con el olor del otro mientras las gotas perladas se deslizan por sus cuerpos. Los caninos del lobo salen a relucir, listo para reabrir su marca.

—Ah —gimió la loba al sentirlo encajar sus caninos en su marca, no le dio tiempo de alejarse, ya que un orgasmo arrebatador la hizo sucumbir sumisa para su alfa, Dantes embistió una y otra vez hasta que le fue imposible contenerse por más tiempo.

Gruñendo con sus caninos encajados en la blanca piel de Lirio llego a su orgasmo. Besó su cuello y lamió el lóbulo de su oreja.

—Eres solo mía, Lirio —susurró con posesividad y con su voz tan ronca que hizo temblar a la loba atrapada entre sus brazos y completamente llena por su hombría que por nada del mundo pensaba disminuir su tamaño en este momento que la tiene solo para él.

(…)

El silencio reinaba en la habitación que fue la única testigo de su unión, Lirio respiraba con calma y el miedo anterior fue reemplazado por la sensación de que ya estaba a salvo bajo la protección de su mate que la mantiene cautiva entre sus fuertes brazos y su pecho tatuado. Los tatuajes abundaban en la piel de Dantes, lo que hace que se mire más intimidante de lo que ya es por su posición en la jerarquía del mundo sobrenatural.

—¿Te encuentras bien? —Lo escuchó preguntarle, ella asintió por lo que este líbero un bufido. —¿Volverás a expresarte solo con movimientos de cabeza? —interrogó con cierta molestia en su voz.

—Lo siento —susurró, Dantes libero un pesado suspiro y beso su cien mientras apretaba un poco su cuerpo.

—Me es difícil entenderte y espero me des la oportunidad de demostrar que no soy como Dominick —ella se tensó al escuchar ese nombre, sin embargo, Lirio estaba clara de algo.

—Nunca te compararía con él —afirmó con seguridad, Dantes curvó sus labios en una pequeña sonrisa. Su luna lo estaba diferenciando del resto y eso le gustaba bastante, se estiró hasta tomar su teléfono de la mesita de noche para mirar que eran a penas las 4:00 pm.

—¿Me acompañas a la piscina un rato? —interrogó separándose de ella para sentarse e inclinar su cabeza para poder verla a los ojos.

—No tengo un traje de baño —masculló con algo de vergüenza al recordar que este le pregunto antes de abandonar Canadá si requería algo importante de la casa y ella tímidamente se había negado olvidando por completo que iba a requerir ropa nueva.

—Puedes colocarte un bañador pequeño que tengo y un polo —avisó, Lirio asiente y observó a Dantes desnudo salir de la cama.

Este ingresa al vestidor y regresó vistiendo un bañador mientras que en sus manos trae lo antes mencionado, Lirio lo tomó y arrastrando las sábanas para cubrir su desnudez entra al baño, Dantes niega con una sonrisa por su vergüenza en donde hace minutos atrás estaba la loba suplicando por más debajo de él.

Su teléfono timbra y en pantalla aparece el nombre de Enzo, lo tomo notando que es una videollamada, se sienta en la cama y ve el rostro de su hermano mayor cubierto por una ligera barba que lo hace ver bastante maduro.

Fratellino (hermanito) —saluda cuando vea a Dantes—Brutto momento? (¿Mal momento?) —cuestiono al notar su cabello desordenado.

No, no. Come posso aiutarla? (No, no, ¿Cómo puedo ayudarte?)

Tra due settimane è il mio compleanno di Liam, vorrei che tu fossi qui (En dos semanas es el cumpleaños de Liam, me gustaría que estuvieras aquí) —le pide, Dantes mira a su luna salir del baño—Dove sei ora? (¿Dónde te encuentras ahora?) —interroga.

Sono negli Stati Uniti (Estoy en estados unidos) —le responde—Speravo di tornare in Sicilia tra due settimane perché ho qualcosa da dire a tutti (Esperaba volver a Sicilia en dos semanas porque tengo algo que contarles a todos) —añadió a lo que la curiosidad de Enzo enseguida salió a relucir.

Di cosa si tratta? (¿De qué se trata?) —cuestiono curioso.

È una sorpresa. Parliamo più tardi (Es una sorpresa. Hablamos más tarde) —Enzo del otro lado dejo salir un bufido.

Prenditi cura di te, ti amo Fratellito (Cuídate mucho, te amo hermanito)

Ti amo —le colgó sintiendo la otra mirada curiosa que se encuentra en su habitación—¿Lista? —ella asiente, Dantes estira su mano cuando se pone de pie y salen junto hacia la piscina que tiene agua climatizada.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo