—No voy a negar que estoy nerviosa —anunció Kaori, mirándose al espejo de cuerpo completo—. No esperaba contarle de esto tan rápido, ¿y si me odia por ocultar la verdad? —preguntó, dirigiéndose a Kazuma, que se veía relajada en un vestido rosa palo.—Sven es muy simpático —respondió Kazuma, mirándola con ternura para tranquilizarla—. Seguro que entenderá, como Gunnar, la razón por la que nos ocultamos de ellos —añadió.—Yo no me hago ilusiones con el rubio estúpido —gruñó Kusi, que se había mantenido en silencio mientras hacía ondas en su cabello—. Se ve que es un arrogante, prepotente e imbécil de las cavernas —añadió con el ceño fruncido.—No sé qué puedo decirte de él, ya que se ve muy reservado —susurró Kazuma—, pero confío en que no habrá problemas. Eres hermosa y segura de ti misma —añadió, guiñándole un ojo, lo que hizo que Kaori sonriera un poco.Las trillizas estuvieron listas en cuestión de una hora. Bajaron hasta la sala, donde su padre conversaba con Dantes mientras brindab
Un mes después…La noche era clara, y la luna llena brillaba con una intensidad que iluminaba el paisaje como si fuera un cuadro pintado por dioses. Lirio caminaba lentamente junto a Dantes, sus dedos entrelazados con los de él mientras el suave susurro del viento acariciaba las hojas de los árboles. Había algo diferente en el ambiente, un aire de anticipación que hacía que su corazón latiera con fuerza.Dantes la había llevado hasta un claro en el bosque, un lugar que Lirio no había visto antes, pero que parecía especialmente preparado para ellos. El suelo estaba cubierto de pétalos de flores blancas y rojas, y pequeñas luces colgaban de las ramas, como estrellas atrapadas en los árboles. Una mesa sencilla pero elegantemente decorada se encontraba en el centro, con una cena ligera esperando bajo la suave iluminación.—Dantes... esto es hermoso —susurró Lirio, sus ojos recorriendo el lugar mientras su voz se llenaba de asombro.Él la miró con una sonrisa tierna, pero había un destello
El auto estaba estacionado en una carretera solitaria, rodeado por la oscuridad de la noche. Las luces de la ciudad brillaban a lo lejos, un tenue reflejo en el parabrisas del auto. Dentro del vehículo, la atmósfera estaba cargada de tensión, un fuego silencioso que llevaba ardiendo meses entre Hakon y Kusi.Kusi, sentada en el asiento del copiloto, se inclinó hacia Hakon con una sonrisa pícara. Sus labios encontraron los de él en un beso lleno de pasión contenida. Hakon respondió al instante, hundiendo una mano en su cabello oscuro y atrayéndola más cerca. El beso se intensificó, y las manos de Kusi comenzaron a explorar el torso firme de Hakon a través de la tela de su camisa.El ambiente era sofocante. Kusi, movida por el deseo, deslizó sus manos hacia los botones de la camisa de Hakon. Sus dedos eran hábiles y decididos, como si cada movimiento estuviera cargado de una necesidad que no podía controlar.—Kusi… —murmuró Hakon contra sus labios, pero no se apartó. La manera en que su
Con una sonrisa en sus labios Lirio despierta envuelta en los fuertes brazos de Dantes que se encuentra detrás de ella, ya han pasado dos años desde su boda. En los cuales se han dedicado a cuidar de su hija Dafne, ser una familia muy normal en la que Dantes va al trabajo temprano y vuelve para la comida. Lirio por su parte también estudia arquitectura después de pasar un año completo realizando clases privadas para poder sacarse la secundaria, ya que nunca se le permitió hacerlo en la manada de Dominick. Las manos del príncipe se deslizan por su vientre abultado, ya que tiene tres meses de embarazo, pero como Dafne este cachorro nacerá en seis meses. Una patada por parte del bebé hace a la loba sonreír y llevar su mano allí justo en el momento que Dantes posa la suya.—Es muy fuerte —escucho murmurar al príncipe con su voz ronca detrás de ella, el bebé volvió a dar otra patada y Dantes hizo a Lirio girar, se movió bajo las colchas y luego lo sintió su barba raspar en su vientre—. H
El sol de la tarde acariciaba suavemente el jardín trasero de la mansión, bañándolo en una luz cálida y dorada. Todo estaba listo para el día especial de Hakon y Kusi. El ambiente era íntimo, tal como ellos lo habían deseado, con solo su familia cercana como testigos de aquel momento tan esperado. Bajo un viejo roble que se alzaba majestuoso en el centro del jardín, un arco sencillo adornado con flores silvestres en tonos blancos y lavanda marcaba el lugar donde se darían el sí.Kusi estaba en una de las habitaciones de la mansión, terminando los últimos detalles de su atuendo. Su vestido de lino blanco era sencillo pero elegante, con delicados bordados hechos a mano que resaltaban su figura. El cabello estaba recogido en un moño bajo adornado con pequeños jazmines, y sus ojos brillaban con una mezcla de nervios y felicidad.Lirio estaba con ella, ajustando los últimos pliegues del vestido mientras Dafne, emocionada, revoloteaba por la habitación sosteniendo un pequeño ramo de flores.
El joven príncipe Dantes Marchetti desde su primera transformación siempre se sintió que no encajaba en su familia aunque su madre es una loba, sin embargo, ser el único lobo en una familia de leones lo hacía sentir incompleto.Su única opción fue viajar diferentes manadas en representación de su familia como el embajador y buscar de ese modo a su luna, esperando por fin sentirse completo y que su vida tenga un propósito más que firmar una pila de documentos, sonreír y estrechar manos.Un hombre lobo solo tiene un amor en la vida, un propósito para existir durante toda su existencia, Dantes Marchetti estaba claro de eso y su lobo también. Aprendieron el uno del otro, Naiko agobiaba cada día la cabeza de Dantes con sus conversaciones y chistes sin sentido, sin embargo, el joven príncipe aprendió a vivir con ello.Toda su monótona vida cambió en el momento que atravesaron las fronteras de Nattblod (Sangre nocturna) en Canadá, Banff, Alberta. Nunca esperaron encontrar a su luna en ese lu
Dantes se guio por el olor para encontrar a Lirio, ella se encontraba en su habitación, se acercó a la cama y allí estaba ella dormida entre sus colchas. Suspiro para deshacerse de su ropa quedando en bóxer e ingreso a la cama, se encargó de atraer a su luna hasta su cuerpo brindándole su calor.El príncipe acarició el hombro de su luna mientras su mirada permanece en el techo, Dantes se sentía completo, sin embargo, no era suficiente.—Algo no está bien, Naiko —su única opción era consultarle al molesto lobo.—La unión no sea completado —soltó de mal humor trayendo a la cabeza de Dantes fragmentos de cuando le hablo sobre la marca.—Lo había olvidado —mascullo hacía su lobo.La unión solo se completa cuando se una físicamente con Lirio, ya que de lo contrario el vínculo seguirá incompleto y dolerá para la persona que fue marcada. No desea que su luna pase por más dolores, sin embargo, este no pretende obligarla a tener sexo con él como quizás hicieron aquellos hombres a los que Domin
En los ojos de Lirio solo había determinación absoluta ante sus palabras, Dantes permanecía quieto en su lugar tratando de que su cabeza ordenara con cautela esas palabras.—¿Segura? —Fue lo que salió de su boca, Lirio asintió con un leve rubor en sus mejillas, no esperaba sentirse tan avergonzada al pedirle tal cosa a su mate. —Vamos —se puso de pie ofreciéndole su mano a lo que la loba acepto, Dantes la guio hasta su habitación en donde cerró la puerta con seguro.Uno frente al otro en medio de todo, deseosos de terminar lo que se inició hace días, Naiko se mantiene oculto en las penumbras de la mente de Dantes, no quiere ser partícipe de la traición hacia Tachara.El príncipe cortó la distancia, Lirio tuvo que levantar su cabeza para continuar viendo su rostro, no quería perder detalle y dejo todo su miedo en un pequeño baúl hasta que sea momento de dejarlos salir, Dantes descendió hasta su rostro para unir sus labios mientras que con una mano, sujetó su pequeña cintura.La beso si