La hacienda era grande, de tres niveles. Tenía balcones en las habitaciones que daba vista a mar desde lo alto de una colina. Era de un concepto rústico y al mismo tiempo moderno.Al llegar en las horas de la tarde, todos los empleados nos esperaban, principalmente el capataz de la hacienda, el cual al ver los autos llegar daba órdenes para que todo estuviera perfectamente arreglado, después se dirigió a recibirlos con una gran sonrisa.El grupo, emocionado, comenzaron a instalarse, queríamos bajar a la playa porque lográbamos escuchar el mar. Al llegar, encontramos una cabaña de concepto abierto. Había un bar exclusivamente para nosotros con meseros que nos atendían con mucha amabilidad.—Entonces, toda esta playa ¿le pertenece a tu padre? —pregunté a Adam.—Es privada, hace parte de la hacienda —respondió.El agua era cristalina, la arena blanca y suave; estaba siendo rodeada por el paisaje tropical y exótico que me maravillaba.Me senté en una silla playera, Adam me untaba bloquead
—Escuché unos gritos anoche —me dijo Rossy con tono picaresco— y ahora tienes dos moretones en el cuello y Adam parece que se haya peleado con una gata. Parece que les gusta el sexo rudo, eh…Estábamos en la piscina, bañándonos y disfrutando del día que era radiante, despejado, fresco.Decidí no decir nada al respecto, en esos casos era lo mejor, seguí nadando y disfrutando de la piscina. Pero a lo largo de todo el día el grupo no dejó de chistar sobre qué me había pasado para tener el cuello con moretones.Eran más tímidos con Adam, al parecer les intimidaba un poco como para bromear sobre los aruños y moretones en su cuello y hombros.Notaba las miradas de Marco sobre mí, pero prefería no decir nada, le incomodaba saber que su hermana estuvo en una desenfrenada noche de pasión.A Adam le tenían sin
Estuve escribiendo por dos años y medio el que creí fue mi mejor libro. Adam, el que en ese entonces era mi novio, se obsesionó con ayudarme a corregirlo. Pasamos horas leyéndolo, debatiéndolo y corrigiendo párrafos. Después Adam pagó a un buen editor para que corrigiera el estilo del libro.Adam fue tan crucial en la creación de la novela que le permití escoger el título, estábamos entre dos nombres y la decisión final fue suya. Así fue como Adam aprendió a tener amor por los libros y llegó a comentarme que no sería tan terrible ser el dueño de una editorial.Verismo. Mi libro se llama Verismo. Mi primer y único libro con género principal de ciencia ficción. Trata de una humanidad que pasa cientos de años para envejecer, no existe la pobreza, la violencia y la nueva red social son los sueños, pues se puede rec
La barriga de Raquel es grande, se la acaricia con una mano mientras sonríe. Se ve hermosísima, con su largo vestido blanco y el cabello oscuro perfectamente arreglado. La primera vez que vi a Raquel, conversaba con Adam y la forma en que lo observaba me hizo saber que sentía algo por él. Ahora entiendo, mientras ella habla, que Adam fue su amor no correspondido; tuvieron una relación de cuatro años, cuando él volvió a la ciudad, pero por más que Raquel intentó enamorarlo, Adam nunca le correspondió. Y fue cuando Oliver llegó a su vida como ese verdadero amor que tanto buscó.Oliver y Raquel se conocen desde la primaria, ahora están casados y dentro de poco tendrán a su bebé.—Pasó muy rápido, creo que el destino ya tenía todo preparado —me confiesa.Estamos sentadas, observando a lo lejos a los hombres be
El instante exacto en que el auto chocó con el vehículo donde Evie se encontraba, la hizo pensar en el bebé que llevaba en su vientre, cubrir con sus manos la barriga, en un intento desesperado por protegerlo. Una vez más la muerte le tocaba el hombro, susurrándole al oído: te estoy esperando, debemos irnos.Pero esta vez Evie no quería morir, deseaba vivir, no por ella, sino por su hijo. Debía cuidarlo, hacer que conociera el mundo.Entonces, mientras el auto comenzaba a ser consumido por las llamas, hizo la siguiente promesa a la muerte: si me permites dejar con vida a mi hijo en este mundo, podrás llevarme. &nbs
Cuando Evie cumplió seis meses de relación con Adam, pudo ver por el noticiero que se acercaba el noveno aniversario de la que llamaron “La masacre de Leanor Doop” y se iba a publicar un documental donde se relataría cómo sucedieron los hechos. Esto era muy controversial, porque muchas familias de las víctimas no deseaban que se publicara dicho documental.Evie supo que se acercaba una nueva crisis para Adam. Aunque él se mostraba tranquilo con la noticia, sabía que en cualquier momento su mente podía desmoronarse. Por esto, se le ocurrió la idea de pasar más noches en su apartamento, aunque esto supusiera que debía mentirle a su familia, diciendo que había conseguido un trabajo como mesera para hacer turnos nocturnos y le pagarían por días, bueno, por noche.Sin embargo, la noche en que se dio la crisis de su novio, curiosamente Evie no se encontraba con &eacu
En la fecha que Evie comenzó a escribir Verismo, se había dado fecha para la publicación del documental “La masacre de Leanor Doop”, en las redes sociales se hablaba mucho de ello. Adam se mostraba tranquilo, aunque en las noches daba vueltas en la cama y se despertaba por las pesadillas.Evie le aconsejó volver a terapia, algo que con el paso de las semanas él aceptó.La joven pasaba mucho tiempo en el apartamento de su novio, sobre todo los fines de semana, curiosamente se concentraba más allí que en su habitación. Tenía tantas ideas que se levantaba a mitad de la noche con las ideas burbujeándole, así que iba en busca de la laptop y se la llevaba a la cama. Afortunadamente Adam era de sueño pesado, así que no se despertaba.Toda la historia la escribió en la laptop de Adam, era nueva, rápida, con muy poco uso, todo lo contrario a la suya, que estaba destartalada y con las letras borradas del teclado de tanto aporrearlas.Adam sabía que Evie escribía una historia, era demasiado evid
—Siempre supe que eras una persona importante —dijo Marco sin despegar la mirada de la playa y el horizonte que era iluminado por las estrellas—. Evie no sabe mentir. Paseos, viajes, ropa de marca, subida en autos de lujo… ¿qué oficinista puede darle tantos lujos a su novia? Por más cargo importante que tuvieras en la compañía Sanders, no puedes pagar una tarjeta Centuriun de American Express. Esa maldita tarjeta negra es demasiado privilegiada como para pertenecer a un simple oficinista… —Soltó una carcajada y negó dos veces—. ¿Cómo pueden creer que soy un idiota? Ya lo sabía, todo este tiempo lo supe.—¿Y por qué no dijiste nada? —inquirió Adam.—Porque amas a mi hermana, puedo verlo —Marco volteó a verlo—. Evie nunca había sido tan feliz. Anteriormente ella estaba encerrada en su cuarto, fr