Elizabeth Western NewYork-Presbyterian— ¿Cómo sabe mi nombre? —pregunté extrañada.—Su padre me mostró hace mucho una foto de ustedes, —él negó—Lo siento, perdone mi mala educación. —Se limpió la mano y luego la extendió hacia a mí. —Soy Ezra Winter, el arquitecto que contrató su padre el año pasado para el proyecto del hospital. —alcé mis cejas y acepté su mano en presentación.—Oh, el arquitecto. —susurré. —He escuchado hablar de usted, bastante. —Y me refería por padre, decía que el arquitecto Winter era uno de los mejores del país, pero que no aceptaba cualquier proyecto. Nos soltamos de la mano y me miró extraño.—Venía a ver como estaba la señora Western y el pequeño Georgy. —me crucé de brazos.—Están bien, lastimados pero bien, gracias por preguntar. —Arrugué mi ceño— ¿Cómo es que sabe que ellos están aquí? —él se tensó. Esto no me estaba gustando para nada. — ¿Tiene espías o algo así?—Amal es mi amigo. —alcé una ceja con sorpresa, no sabía que Amal tuviera amigos en la ci
Elizabeth Western Días después del accidenteCasa de los Western-Ward—Deberías de irte a trabajar, no es necesario que te quedes en casa. —mi madre me llamó la atención. —Tienes una empresa que te necesita.—Nunca pondría a la empresa por encima de ustedes, jamás. —creo que soné bastante irritada y la miré suavizando mi gesto. —Mamá, primero es la familia y siempre lo dijo mi papá. Así que dime, ¿Qué quieren comer? —miré a Georgy que sonreía ampliamente.— ¡Yo quiero cereal! —ambos tenían que llevar los collarines, mi madre tenía la férula en su muñeca y Georgy solo raspones y morenotes en su pecho, pero de ahí, estaban mejorando.—Bien, entonces cereal será. —le revolví el cabello con mi mano y él sonrió. — ¿Y tú, mamá?—Cereal, también. —me incliné y dejé un beso en su frente. Salí de la habitación y bajé las escaleras, Marie apareció cargando al pequeño Amal en brazos.— ¿Necesitan algo? —negué.—Deberías de descansar, tienes muchas ojeras. —le dije caminando a su lado cuando nos
Queridos lectores: Paso a informarles que este día domingo 23 de octubre llega el super maratón FINAL de "El magnate" cerrando finalmente esta bilogía. Son capítulos largos que podrán disfrutar, no les diré cuanto para que sea sorpresa, serán capítulos nocturnos así que espero les guste. Puse todo mi en esta hermosa historia, mi primera novela trágica, pero con un final feliz para los demás. Aprovecho para darles las gracias por esperar y por acompañarme en este camino, por dejar sus mensajes y la ansia del spoiler por saber que más pasaría, agradecida infinitamente por darme la oportunidad de llegar a ti. Nos leemos el domingo por la noche, Mara Caballero
Elizabeth Western Estaba aún en el interior del auto esperando a que Mane saliera del restaurante en el que se encontraba, me habían dado la ubicación para poderlo enfrentar y dejar claras las cosas. “¿Él me terminó?” ridículo. —Señorita Western, está levantándose para marcharse junto con los demás acompañantes. —levanté mi mirada y me asomé por la ventanilla, a lo lejos lo vi al sinvergüenza, reía divertido con una mujer y dos hombres más. Por el mismo ventanal que da al interior del lugar es que vimos que se dirigían hacia el exterior. — ¿Va a bajar y a enfrentarlo? —preguntó mi hombre de seguridad. —No, prefiero que esté a solas. —pude notar una sonrisa secreta por el retrovisor. —Puedo encargarme de eso yo mismo sin que usted mueva un dedo. —sonreí. —Lo sé, pero no me gusta arreglar las cosas con violencia aunque no se merece un buen trato después de todo lo que habló de mí en la empresa. —Evan bajó el retrovisor y sonrió de manera maliciosa. —Solo deme unos minutos para arre
Victoria WesternPor la mañana despedí a Elizabeth que iba a la empresa, noté que estaba bastante pensativa, pero lo que me estaba preocupando era la forma en que solucionaría lo de este joven llamado Mane, mi suegro me había puesto al día con todo lo sucedido y aunque Albert dijo que ellos lo solucionaría, Elizabeth no se quedaría tranquila.— ¿Mamá?—Georgy me llamó sacándome de mis pensamientos, seguí untando la mermelada casera en el pan tostado y se lo extendí a mi hijo.—Dime—contesté mirándolo.— ¿Crees que Eli se meterá en problemas, verdad?—su pregunta me hizo pensar que aunque era un niño, sabía al igual que yo que podría ser así.—No lo sé, Georgy, pero necesito que termines tu desayuno, tengo que llevarte al colegio y de ahí pasaré al hospital...— ¿Podría faltar hoy y así te acompaño al hospital?—negué.—Me llevará el chófer por qué no puedo manejar con collarín y mi muñeca que tengo aun lastimada, pero puedes acompañarme a la empresa cuando te recoja de la escuela, ¿Qué d
Elizabeth Western Diamond Western Group — ¿Y la nueva publicidad está lista para ser lanzada?—pregunté al jefe de marketing. —Así es, mañana a primera hora empezará a circular. —cerré la carpeta y se la entregué. — ¿Necesita otra cosa más, señorita Western?—negué. —Está muy bien todo, gracias. —Scott salió y cuando lo hizo, momento después tocaron a la puerta, pensando que se le ha olvidado algo. —Adelante—la puerta se abrió y apareció Georgy con una gran sonrisa de oreja a oreja, los hoyuelos de sus mejillas aparecieron, era uno de tantos encantos que tenía mi hermano menor. — ¡Eli! —saludó y caminó hasta llegar a mí, me abrazó y luego se sentó en mi regazo. — ¿Qué haces? ¿Tienes mucho trabajo?—preguntó mirando lo que tenía sobre la superficie del escritorio. —Tienes que enseñarme lo que quedó pendiente, ¿Cómo sabes que todo está bien? —Eso lo hablaremos después, —lo miré y dejé un beso tronado en su mejilla. —Ya estoy terminando, ¿Vienes con los abuelos o con mamá?—pregunté,
Ezra Winter—Qué cara tienes, —dijo Alexa del otro lado de la mesa, levanté la mirada de mi plato y luego la observé. —Alguien está de mal humor. —Para ser una niña de casi nueve años, es demasiado observadora como su madre. —No estoy de mal humor, es solo que estoy cansado. ¿Terminarás algún día tu pasta?—ella sonrió mostrando un hoyuelo del lado derecho.—Sí, cuando vengan los reyes magos. —sonreí a medias y ella lo notó. — ¿Qué tienes? Estás extraño, ¿Pasó algo? —Es por el trabajo, tengo mucho, nada de qué preocuparse.— ¿Es por el proyecto del nuevo hospital?—suspiré y luego afirmé lentamente sin dejar de mirarla.—Una vez abriéndolo, podrás recibir atención médica, lo ha prometido George antes de morir. —ella bajó su mirada a su plato de pasta y suspiró. — ¿Qué pasa? —A veces se me olvida que tengo leucemia hasta que mencionas a tu amigo que murió de cáncer. —Pero tú no vas a morir, ¿Escuchaste? Sigo pagando tu tratamiento, así que no morirás. —dejó a un lado su tenedor con p
Elizabeth WesternHospital “Un nuevo amanecer Western-Ward e hijos”Llegué al hospital exactamente a la hora que mi madre me había dicho, vi la camioneta y saludé a Theo, quien sonrió al verme. Crucé la puerta temporal a lado de la entrada principal del hospital que seguía en obras, cuando crucé me encontré con Ezra, casi no se dio cuenta de mi presencia.—Elizabeth—dijo de repente sorprendido cuando casi chocábamos.—Hola, Ezra, ¿Sabes dónde está mi madre? —él asintió. —Vengo por lo del mural.—Está en la tercera planta, toma el elevador y al salir, en la primera vuelta das a la derecha y ahí debe de estar.—Gracias. —luego lo esquivé pero algo me hizo detenerme, me volví a él, pero él seguía su camino a la salida. —Ezra. —se detuvo para volverse hacia a mí.— ¿Sí? —no supe por un momento que decir, pero creo que él asumió que no había entendido nada de las indicaciones. —Derecha. —dijo y señaló en lo alto.—Sí, sí, lo sé, quería darte las gracias de nuevo por lo de hace días atrás.