Leonel Black..Han pasado muchas cosas en las últimas semanas, me siento desesperado, el maldito de Cassano se ha vuelto una piedra en el zapato.Está mañana la policía estuvo en la empresa, por tercera vez en esta semana, no dejan de revisar que exista alguna irregularidad en el manejo de mi empresa. Por si fuera poco, la prensa es la que está más al pendiente de todo esto. La gente ya está comenzando a dudar de mi reputación y todo por el maldito lobo.—Disculpe que interrumpa, pero el señor Massimo Romano está aquí— dice mi asistente. Me detengo a pensar que quiere el padre de Alondra está vez. Tal vez solo molestar con lo de la prensa.—Hazlo pasar— ordeno, después de todo no puedo negarme a ver a mi suegro—Massimo, que gusto verte— finjo que me emociona verlo.—déjate de hipocresías yerno— Inquiere con ese tono arrogante—Vine a qué me expliques por qué no has hecho nada para calmar a la maldita prensa. — No sé por qué le interesa tanto si nadie sabe que Alondra es su hija, na
Anya . . Está noche en especial se sintió fría, luche un poco contra el insomnio pues a pesar de sentirme agotada por una semana intensa de preparativos, no había podido conciliar el sueño, de pronto siento una suave caricia en mi mejilla, aún sin abrir los ojos sonrió, por qué sé que se trata de Rocco, el aroma de su colonia es inconfundible, con esos tonos ligeros entre mandarina y bergamota mesclados perfectamente con la sutil fragancia de lavanda y el toque amaderado y cálido de ámbar, pienso que es el digno aroma de un lobo, pues olerlo solo me recuerda a una noche fresca de luna llena. Siento sus dedos recorrer el puente de mi nariz, después los pasa por mis labios, arrugo mi entrecejo y abro los ojos con dificultad, pero esbozando una gran sonrisa porque está aquí conmigo. —Siento despertarte bonita— susurra mientras retira algunos cabellos de mi rostro. —No pude evitar sentir tu piel, deseaba tanto venir a verte— apoyo mis brazos en la cama y me levanto lo más rápido qu
Anya . . Rocco recibe una llamada de Aurelio, le informa que están afuera combatiendo a quienes parecen ser hombres de Leonel, un momento después le da la señal para que salgamos, nos colocamos los cinturones de seguridad y Rocco pone en marcha la camioneta, salimos de la casa, pero no es tan sencillo, llegan más vehículos y desde estos muchos hombres comienzan a dispararnos. Rocco llama a Enzo poniendo el altavoz —A cuántos puedes ver, dime si hay alguna salida libre— ordena —Veo al menos a cinco, por la derecha te será imposible, tendrás que rodear, creo que están llegando más. — cuelga la llamada y sigue conduciendo, más adelante hay unas camionetas de sus hombres, lo que nos da un respiro al menos por unos minutos. —Tienen las calles bloqueadas, es una trampa— Le dice Gino cuando nos encontramos. —Lo sé, nos están orillando a avanzar a dónde ellos quieren. — entramos en la única calle que no está bloqueada por vehículos de Leonel, pero hay un enorme problema, está nos di
Anya . No hay nada que pueda hacer, Rocco está herido por culpa de este maldito y ahora pretende matarme. Lo curioso es que no siento miedo, al menos no por mí, acabo de sumergirme en un trance donde no puedo analizar qué es lo que está ocurriendo, el ver a Rocco herido me ha provocado entrar en shock, siento una punzada en mi vientre, pero ni siquiera puedo concentrarme en mi propio dolor. El shock me provoca salir de la realidad, no presto atención a lo que sea que Leonel está diciendo, veo que mueve sus labios furiosos, pero mi mente simplemente no logra captar nada de lo que sale de su boca. Me limito a pensar, que desde que murieron mis padres la suerte nunca llegó a mi puerta. Hay personas que nacen con suerte, tienen una vida sencilla y un futuro resuelto. Mi vida, no estaba lejos de ser perfecta. ¡Ah, como extraño mi vida! miento, en realidad no la extraño, lo que extraño es aquella tranquilidad, que aún que estaba formada con base en mentiras, se sentía tan real. ¿Cuánd
Anya.Despierto y todo está muy tranquilo ¿dónde estoy? me cuestiono, pues no reconozco este lugar. Me siento sobre la cama tratando de levantar mis brazos. —Auch— Siento un leve dolor de cabeza —Ya despertaste— Se acerca Rossana —Que ocurrió— digo extrañada, me siento un poco mareada. —Espera aquí, te traeré agua— menciona y sale disparada de la habitación —Veo que ya recobraste el sentido— dice Andrea entrando a la habitación —Qué fue lo que me pasó, mi bebé ¿está bien? — cuestiono llevándome ambas manos a mi vientre —Tuviste una amenaza de aborto, has recibido demasiadas impresiones este día— Cuando menciona aquello, recuerdo lo que pasó con Rocco, tardo unos segundos en recapitular los hechos y otra vez estoy preocupada. —¿Dónde está Rocco? ¿cómo está el? tengo que ir a verlo— quiero salir corriendo de esta habitación y asegurarme de que él está bien, pero Andrea me toma de los hombros y me impide levantarme. —Te llevaremos con el pero primero tienes que calmarte— d
Anya . Llevaba mucho rato sentada en ese pequeño banco de madera, Aurelio al comprender que no pensaba moverme de esta habitación trajo el pequeño sofá que estaba en la sala, lo cual agradecí pues es bastante cómodo, Andrea me llevo una taza de café y me cubrí con una manta que tomé de la otra recamara. En realidad, no sabemos cuándo es que Rocco adquirió esta propiedad, pues según Aurelio no estaba al tanto de su existencia, así que supuso que fue a partir del rapto del diablo, está no es una residencia, ni tiene nada que ver con sus otras propiedades, es más bien una casa pequeña y humilde. Aquí no hay gente de servicio, por lo que Andrea se dio a la tarea de mantener limpio el lugar. Ya ha amanecido, Rocco aún no ha dado señales de que vaya a despertar, de repente se queja, pero se mantiene inmóvil con ese semblante pálido. —Si crees que estar sentada en ese pequeño sillón toda la noche es descansar, estás muy equivocada— Inquiere Andrea —Se los dije antes, no pienso move
Anya . Ya han pasado 7 días desde que Leonel disparo a Rocco y cada vez recupera más sus fuerzas, justo ahora me dirijo a su habitación para ayudar a llevarlo a la ducha. afortunadamente la habitación cuenta con un baño completo, así no tiene que cruzar toda la casa para darse un baño. Hasta hoy yo lo ayudaba a limpiar su cuerpo con paños húmedos pues él no contaba con la fuerza suficiente para salir de la cama y el doctor aún no autorizaba que se bañara debidamente. Apoyado con un bastón Rocco se dirige lentamente al baño, pues Aurelio tiene que hacerse cargo de la supervisión de los almacenes y no ha podido venir hoy. tomo el banco de madera y lo coloco dentro de la ducha para que le sea más cómodo y no se esfuerce tanto estando de pie. —¿Seguro que estarás bien? — cuestiono preocupada —Bonita, no soy un niño, tampoco un inútil— responde con soberbia —Jamás dije eso, es solo que me da miedo que puedas resbalar o incluso caerte, de verdad no me molestaría entrar a ayudarte— d
Aurelio . . Tal como ordenó el lobo, me dirijo a las oficinas del suegro de Black, Massimo Romano, él al igual que nosotros quiere deshacerse de su yerno y solo es cuestión de darle un pequeño empujoncito para que lo haga y así nos haga un favor a todos. Cómo todo traidor, no es una persona de fiar, pero no necesito confiar en él, solo darle lo necesario para que dé una buena vez termine con esto. Le entrego las pruebas de los actos ilícitos que vinculan a Black con la mafia y este se asombra, pues también llevaba mucho tiempo indagando sin tener éxito. Comienza a preguntarme quién soy y a qué organización pertenezco, pero más aún, se pregunta cómo es que de forma tan simple obtuve estos documentos que el llevaba meses buscando. No le doy detalles, aparte de que no es mi obligación hacerlo, no puedo siquiera pensar en que este tipo se entere de que Leonel tuvo por amante a la mujer del líder de la organización Cassano. Me voy de ese lugar dejándole todas las herramientas para