Ahora sin embargo, con los resultados entre mis dedos, sus ojos asustados conectando con los míos y el corazón latiendo apresurado pidiendo por favor que no seamos hermanos, los nervios se deben a esa otra circunstancia que definirá muchas cosas en mi vida... El jodido ADN.
Cuando fui a abrir el sobre, me de tuvo su repentino acercamiento y sus manos cayeron sobre las mías al tiempo que se sentaba a mi lado, girando su rostro hacia el mío.
—¡Por favor, no lo abras!
La súplica me llegó como la había hecho, casi en un quejido y nos sostuvimos la mirada unos segundos.—Colin, tengo que hacerlo y sabes que no sería saludable seguir adelante si no lo hago —sus ojos parecieron entristecer.
—Quiero tener más tiempo contigo. En serio quería conocerte, sabes que lo que tuvimos fue especial. No puedes negarlo, casi mágico.
—Sí, lo fue hasta que me tiraste dinero a la cara y me trataste como a una zorra —no pide evitar reclamar.—Es que, entiende —pidió con la voz en un hilo —, me mentiste. Te mentiste a mi cama, sin decirme algo tan importante como tu inocencia. Mis ojos caen sobre mis párpados con decision propia. Él habla tan bajito. Tan despacio. Tan cerca...—Yo no planeé irme a la cama contigo —me excuso ni siquiera sé por qué —. Y a mi inocencia le has dado más importancia tú que yo, que fuí quien la perdió. —Joder —brama irritado y toda su actitud cambia. Incluso da paseos frustrado y se tira del pelo —. Es que haces que parezca que no te importa. Estoy por creer que eres una cazafortuna. —Y tú un gilipollas. Mira Colin... —musito irritada —,vete a la m****a.Las cosas han cambiado y tenemos que asumirlo. Podríamos ser...—¡No lo digas, Dios, no lo hagas!
Se sentó nuevamente y me obligó a llevar la vista para verlo inclinado sobre mí, perdiendo la paciencia y haciéndome preguntarme : ¿Cómo puede alguien enamorarse en una sola noche y odiarte en el mismo espacio de tiempo?Había sido una sola noche para mí, la única en la que me había permitido ser alguien que no era, y cuando sus ojos y los míos conectaron todo cobró sentido y me sentí en mi sitio. No sabría explicarlo pero él me hizo sentir suya, incluso antes de serlo y cuando me tuvo, me entregué tanto que me enamoré de él y estoy segura de que lo sintió también, porque su mirada enternecida no miente. Aunque pase del amor al odio en el mismo minuto.Suspirando hondo y tomando valor de no sé dónde, quité la pegatina de mi sobre y saqué el documento viendo como él aún sostenía el suyo en su mano sin abrir y completamente sellado.
Mis ojos viajaron tan rápido como pudieron por aquellas letras y cuando encontraron la frase importante, conectaron con los de él por unos segundos en los que el tiempo parecía detenerse.Su pecho subía y bajaba por dentro de su camisa y el mío imitaba su acción por distintos motivos. Le veía tan sexy, tan hermoso, tan... no lo sé, le veía tan mío que dolía.
—¡Dilo!
Su voz asustada hacía armonía perfecta con mis labios temblorosos.Se acercó nuevamente a mí y poniéndose de rodillas entre mis piernas, apoyó sus palmas en mis muslos llevándolas casi hasta mis caderas, y murmuré...
—Tú y yo, no somos familia, Colin.
Como si de una película se tratara, lo tuve encima de mí en el siguiente segundo.Su sobre quedó olvidado por alguna losa de aquel pulcro suelo y sus labios tomaron los míos con pasión.
Enredó los dedos en mi pelo, encorvando mi cuello hacia atrás y me abrió la boca con su lengua para entrar a beber en mis labios todos los deseos que ambos teníamos contenidos.
No podría decir si alguien nos observa o no, pero a ninguno parecía importarle. Solo estábamos nosotros y nuestras ganas allí. Ganas de no ser más que amantes porque la pasión que habíamos parido entre los dos, no iba a aplacarse solo por lo que dijera un papel. Eso había quedado claro minutos antes en el coche.
Y allí estábamos otra vez, comiéndonos a besos como dementes.
Gemiamos, nos mordíamos y finalmente nos saboreabamos las sonrisas en la miel de la alegría.
Nuestras pieles se reconocían y los dos teníamos poco control con nuestros deseos. Eramos dinamita juntos y nos moríamos por explotar en placer.
No éramos hermanos. De acuerdo.
Pero...Y entonces, ¿Qué éramos?(...)
Salimos de allí tomados de la mano, como si fuéramos una pareja que ambos sabíamos que no éramos.Y la realidad es que solo somos dos personas que se entregaron a la pasión de una noche en la que al menos yo, permití que se involucraran mis sentimientos y por azares del destino ahora estamos ligados de otra manera también, pero no de la que en realidad me gustaría y quiero pensar que a él le pasa lo mismo.
Nos abrieron el coche, me hizo ademán para que entrara y luego dió la vuelta para entrar él por el otro lado y situarse a mi lado, en esta ocasión con uno de los de su seguridad delante de ambos. El otro iba a un segundo coche.—Vamos a casa, Arthur.
Sus palabras me hacen mirarlo a mi costado.—¿Cómo a casa?¿A cuál casa?Le suelto la mano y nos sostenemos la mirada unos largos segundos en silencio.—Mi padre me dejó encargado de tí y es lo que estoy haciendo, ahora que tu madre no está. Pensé que éramos hermanos porque la verdad no entiendo su actitud, pero...—¿Qué actitud...?
Mi pregunta le hace echar la cabeza hacia atrás y meter su mano en un bolsillo, sacar un papel de ahí y entregármelo.
—Me ha prohibido verte de manera sexual, Alhana.
—Un poco tarde para eso —mascullo para mí misma.—Es raro que haya contemplado en su testamento a una desconocida y me prohíba desearla, sin ser nada suyo. Por eso asumí que éramos hermanos o primos o no sé; cualquier cosa, pero igual pienso cumplir mi palabra y tu te vienes conmigo. Yo me haré cargo de tus deudas, y te quiero a mi lado. No puedo evitar desear eso más que otra cosa.
—No puedo hacer lo que pides, Colin. No soy una oportunista que mientras su desconocido benefactor la hereda, se encama con el hijo y se vuelve su amante para garantizar su vida —me miró con estupefacción —, muy a pesar de que tú pienses que sí lo soy. A ratos.
—¡No he dicho eso!...¿Cómo puedes siquiera verlo así, joder?
—Sí que lo has dicho aunque no lo veas así, pero el mundo así lo verá y no voy a ponerme en ese prisma. Me niego. Necesito tiempo para organizar mi vida y llorar a mi madre y entonces veremos.
Acomodé mi codo sobre la muesca de la puerta y mi frente en mi mano para dejar mi vista vagar por los paisajes fuera del coche mientras mi vida se sumía en el caos.
—Llévame al banco por favor, o déjame por ahí. Ya tomaré un taxi.
—¡No, no irás con él! —decretó como si tuviera todo el derecho.
—No digas tonterías y déjame ir. Estaremos en contacto. No voy a desaparecer.
Me tomó de la mano que tenía entre los dos sobre el cuero del asiento y me obligó a mirarlo de cerca.—Te quedarás conmigo, este papel lo exige y nos tomaremos lo demás con calma. Pero juntos. Es un mandato.
Me negaba a escucharlo,y a aceptarlo. Necesitaba algo que él se negaba a darme: tiempo.Entonces, supuse que debía tomarlo por mí misma.
De un rápido movimiento, le arrebaté el papel de las manos. Fue fácil, puesto que él no lo esperaba.
—¿Pero qué haces? —me miró con desconcierto.
Yo le devolví la mirada con una expresión retadora y a la vez... suplicante. Y sin apartar mis ojos de los suyos, rasgué la hoja en dos y dejé escapar por la ventanilla los restos del papel que pretendía disponer de mi vida, y de la suya.
Ningún mandato dictado por un extraño me determinaría la razón, los sentimientos ni la vida. No iba a aceptarlo.
—No puedo aceptar que un ridículo papel disponga de mi vida —declaré acercándome a él—. Tú y yo estamos unidos, pero no por dictámenes familiares ni testamentarios, sino por el destino. Lo nuestro ha nacido solo, y no voy a permitir que se enmascare en la desicion de terceros que ni siquiera viven ya. —Pero, yo tengo que cumplir con lo que dispuso mi padre. Aunque ya no esté.—Y yo quiero lo mismo, Colin —tomé su rostro entre mis manos —pero no por imposición de nadie, no tengo por qué aceptar. Vamos a conocernos de a poco. Por favor. No me impongas cosas que ni siquiera has decidido tú.
—Es testamento no se ha abierto, pero el albacea me dijo porque así mi padre se lo pidió —explica rápidamente —, que tú, luego de un tiempo a mi lado debes estar presente cuando se lea y eso será en dos meses. Yo...,El auto se detuvo, iba a bajarme allí mismo. Necesitaba un poco de espacio, algo para poder pensar y respirar con tranquilidad. Analizar lo sucedido y lo sucesivo también, pero algo en extremo perturbador y peligroso sucedió.
*Si no cumples con el mandato, mataremos a Colin *
Aquel mensaje siniestro apareció en la pantalla de mi móvil y la sangre se congeló en mis venas, así como mi cuerpo en aquel asiento.
El tono de llamada entrante le siguió al mensaje y cuando respondí, una voz de mujer exigió...
—Morirá si te vas de su lado. El legado de esta familia es mucho más que lo que ambos saben. Aléjate de él y verás como toda tu vida se derrumba en una fracción de segundos.Cuando la mujer colgó, yo ya sentía que mi vida se estaba derrumbando.
Incluso con la puerta abierta, casi al poner un pie en el suelo me detuve debido a la extraña situación en la que me puso aquel mensaje.Nuevamente cerré y me reacomodé en el asiento, guardé el móvil y disimulé mis nervios porque necesitaba pensar antes de actuar.Miré a mi alrededor y no vi a nadie que pudiera saber lo que hacíamos allá dentro y entonces pensé que tal vez el auto tuviera micrófonos. Estaba perdiendo la perspectiva. —¿Qué ha pasado? —Colin me tomó de una mano llamando mi nerviosa atención —agradezco que te quedes pero parecías a punto de irte antes. ¿Qué ha cambiado?—¿Podemos ir a algún lugar abierto?¿ No sé, un parque o algo así ?—¿Quieres decirme qué te pasa?Casi parecía que discutiéramos pero es que la situación era un poco improvisada. No sabía muy bien que decir para justificar mis actos y aún no decidía si contarle lo del mensaje amenazante. En el fondo no nos conocíamos. Podía haber sido planeado todo por él, para que aceptara quedarme pero la verdad no
—¿Tú no dijiste que había un mandato de tu padre que tenías que respetar? —murmuré rozando sin intención sexual sus labios con los míos mientras hablaba y acomodaba mis palmas en su rostro —¿No fue ese el argumento que usaste para tenerme a tu lado y asumir mis deudas?Sus manos bajaron por mi silueta e iban haciendo cada vez más presión en el camino a mis caderas y parecía que mis palabras le dolían de alguna manera pero no podía evitar decirlas.Me aferraba al cuello de su camisa. Me quería aferrar a todo él y que me sostuviera para siempre. A pesar de tener una prueba de ADN negativa, y saber que no éramos nada más que amantes furtivos de una noche memorable, algo me detenía de entregarme del todo a aquella locura y uno de los dos necesitaba hacer acopio de toda la frialdad que pudiera conseguir dentro de aquella candente escena y situación, para tratar de conciliar algo con un poco de sentido.Por algo que aún no sabíamos el padre de Colin había hecho lo que había hecho y muy a
La habitación que me habían preparado era hermosa, muy fresca y con vistas a un jardín de la zona lateral de la casa que tenía unos rosales que me perfumaban la estancia con delicadeza.Finalmente había aceptado quedarme, tampoco es que tuviera muchas opciones y Colin prometió mantener la distancia, teniendo en cuenta que viviríamos juntos.No es que yo no le desee o que no sepa que soy libre para amarlo teniendo en cuenta que no somos más que amigos, pero permitirme una historia de amor con él, en este justo momento sería un poco agresivo.Pareceríamos marido y mujer y no lo somos. Extraño a mi madre. Miro por la ventana y la nostalgia se apodera de mí. Ella era tan cálida, tan buena y siempre encontraba las palabras perfectas para hacerme sentir bien y consolarme cuando sufría que ahora que no la tengo siento que no podré encontrar paz en los brazos de nadie nunca más. Pienso en lo rápido que se fue. Lo poco que me duró y lo mucho que la echaré de menos y entonces, como si fuera
Algo frío está contra mi espalda desnuda. Siento que me muevo sobre alguna especie de material duro. Frío.—Cuiden de ella por favor.Esa es la voz de Colin. Puedo reconocerla entre miles.¿Qué ha pasado?—¿Es usted familiar de ella? —alguien desconocido pregunta —En sus papeles pone señorita. O sea que no está casada —el extraño matiza.—Todavía —discrepa él y responde altivo —. Voy a hacerla mi mujer pronto.Los ojos se me abren de pronto y los arrugo tratando de llevarme una mano a la frente por la molesta luz que me recibe; pero algo me lo impide y lo que sea que me lleva se detiene.—Señorita, ¿Está usted bien? —gritan en mi oído y me estremezco. Tengo algo en la muñeca y siento que me tocan.¿Qué está pasando aquí?—No. No lo estoy y por favor no grite —mi voz sale ronca y boto la garganta áspera. Me duele mucho la cabeza y no sé dónde diablos estoy. No puedo decir que esté bien.—Mi amor, mírame. Vamos a cuidar de tí y estarás muy bien..., mi vida.¿Mi amor?...¿Mi vida?Colin
No sé que hacer.Siento que los "No sé ", se están volviendo un mantra en mi vida.Podría inventarme una excusa y desviar la atención hacia otra cosa pero en el fondo y viendo lo que ha pasado creo que debemos unir fuerzas para mantener a salvo nuestra integridad y descubrir quien demonios va a por nosotros.Quizás él tenga algún enemigo que pueda venir a cuento, o no sé. Ya ni sé que pensar.—Busca en mi móvil el mensaje —prefiero que lo vea él por si mismo y así me ahorro las explicaciones. Enseguida mete la mano dentro de su pantalón y saca mi teléfono. No tengo tiempo de cuestionarlo por tener un objeto tan personal y tan importante que me pertenece, en su dominio puesto que brama irritado...—¡¿Pero, que cojones es esto?! —Pone el móvil frente a mí y repite...—¿Que es esto?¿Desde cuándo lo sabes?—Desde que intenté bajarme de tu auto y me amenazaron con eso —explico resbalando por mi almohada, estoy cansada —. Lo que más me perturba de todo, es que quien lo envió sabía lo que
El impacto de la noticia ha provocado que algunas cosas vuelvan a mi mente. Tal vez no estaba del todo equivocado el doctor cuando dijo que podía tener lagunas mentales, por no decir del todo:amnesia. El teléfono se me cae entre las piernas en el justo momento en que entra alguien que ni siquiera noto y siento entonces su voz que reconozco como la de Megan...—¿¡Hola?!¿Hay alguien ahí?Ella sigue repitiendo la misma frase dos veces más y entonces me doy cuenta de que ha tomado mi teléfono e intenta saber quien estaba del otro lado de la línea.Me siento sobre la cama, completamente conmocionada y dejo que mi mente vague hasta el momento en que me golpearon en la casa de mi madre, y luego, me desmayé; pero resulta que en algún momento tuve un poco de conciencia y escuché a alguien decir a otra persona, que mirarían poco a poco nuestra relación hasta dar el golpe mortal. También pude ver, como desde mi posición en el suelo, se trataban de un hombre y una mujer y antes de irse y dejarme
—Es una especie de sedante anestésico — me informa el médico. Megan se durmió unos quince minutos y luego despertó como si nada. Simplemente fue un rato dormida lo obtuvo luego de oler aquellas flores.Le hicieron un estudio en sangre a ella y esto que confiesa el médico es lo que ha arrojado la analítica.—Y, ¿voy a tener secuelas o algo? —pregunta mi amiga sentada al lado de mi cama —Es que necesito conducir y no es muy cerca a donde voy.—¡Quédate con nosotros esta noche!Colin invita a mi amiga a quedarse en su casa y me comunica que me voy con ellos. No está dispuesto a que me suceda nuevamente algún episodio como los de antes. Cualesquiera de ellos.—No quiero molestar y mañana trabajo. Megan se lo piensa y le suplico de alguna manera...—No te vayas, por favor. Quédate hoy. Te echo de menos.Mis ojitos de cachorro le conmueven y asiente dejando un beso a mi mano.(...)Antes de irnos del hospital Colin solicitó el alta voluntaria para mí y sacó una cita para ir mañana a ver a
Estas personas nos observan de manera extraña y me hace sentir ridícula, metida en una familia que no tiene porqué aceptarme y a la que aunque tenga intención inevitable de heredar, yo no pertenezco.—Te he dicho más veces de las que puedo recordar que no me beses en la boca, Martha —mi benefactor le reclama y la aparta tomándola de los hombros con poca delicadeza. —Para que te la follas en las noches si luego la vas a rechazar —no es una pregunta lo que argumenta el de los ojos verdes profundos —. Luego te extrañas de que se confunda.—Cierra la boca, Dennis —amenaza Colin soltando un gruñido entre dientes —. ¿Por qué siempre tienes que ser tan basto?—Callaos todos —ordena el mayor y decreta —. Las chicas pensarán que tenemos una familia incestuosa y poco cariñosa.—No tienen por qué. Colin le da mucho cariño a Martha.Esas palabras son las últimas que dice el petulante de ojos bonitos porque mientras la rubia sonríe satisfecha con los brazos cruzados, el canoso le propina un cosco