Algo frío está contra mi espalda desnuda. Siento que me muevo sobre alguna especie de material duro. Frío.—Cuiden de ella por favor.Esa es la voz de Colin. Puedo reconocerla entre miles.¿Qué ha pasado?—¿Es usted familiar de ella? —alguien desconocido pregunta —En sus papeles pone señorita. O sea que no está casada —el extraño matiza.—Todavía —discrepa él y responde altivo —. Voy a hacerla mi mujer pronto.Los ojos se me abren de pronto y los arrugo tratando de llevarme una mano a la frente por la molesta luz que me recibe; pero algo me lo impide y lo que sea que me lleva se detiene.—Señorita, ¿Está usted bien? —gritan en mi oído y me estremezco. Tengo algo en la muñeca y siento que me tocan.¿Qué está pasando aquí?—No. No lo estoy y por favor no grite —mi voz sale ronca y boto la garganta áspera. Me duele mucho la cabeza y no sé dónde diablos estoy. No puedo decir que esté bien.—Mi amor, mírame. Vamos a cuidar de tí y estarás muy bien..., mi vida.¿Mi amor?...¿Mi vida?Colin
No sé que hacer.Siento que los "No sé ", se están volviendo un mantra en mi vida.Podría inventarme una excusa y desviar la atención hacia otra cosa pero en el fondo y viendo lo que ha pasado creo que debemos unir fuerzas para mantener a salvo nuestra integridad y descubrir quien demonios va a por nosotros.Quizás él tenga algún enemigo que pueda venir a cuento, o no sé. Ya ni sé que pensar.—Busca en mi móvil el mensaje —prefiero que lo vea él por si mismo y así me ahorro las explicaciones. Enseguida mete la mano dentro de su pantalón y saca mi teléfono. No tengo tiempo de cuestionarlo por tener un objeto tan personal y tan importante que me pertenece, en su dominio puesto que brama irritado...—¡¿Pero, que cojones es esto?! —Pone el móvil frente a mí y repite...—¿Que es esto?¿Desde cuándo lo sabes?—Desde que intenté bajarme de tu auto y me amenazaron con eso —explico resbalando por mi almohada, estoy cansada —. Lo que más me perturba de todo, es que quien lo envió sabía lo que
El impacto de la noticia ha provocado que algunas cosas vuelvan a mi mente. Tal vez no estaba del todo equivocado el doctor cuando dijo que podía tener lagunas mentales, por no decir del todo:amnesia. El teléfono se me cae entre las piernas en el justo momento en que entra alguien que ni siquiera noto y siento entonces su voz que reconozco como la de Megan...—¿¡Hola?!¿Hay alguien ahí?Ella sigue repitiendo la misma frase dos veces más y entonces me doy cuenta de que ha tomado mi teléfono e intenta saber quien estaba del otro lado de la línea.Me siento sobre la cama, completamente conmocionada y dejo que mi mente vague hasta el momento en que me golpearon en la casa de mi madre, y luego, me desmayé; pero resulta que en algún momento tuve un poco de conciencia y escuché a alguien decir a otra persona, que mirarían poco a poco nuestra relación hasta dar el golpe mortal. También pude ver, como desde mi posición en el suelo, se trataban de un hombre y una mujer y antes de irse y dejarme
—Es una especie de sedante anestésico — me informa el médico. Megan se durmió unos quince minutos y luego despertó como si nada. Simplemente fue un rato dormida lo obtuvo luego de oler aquellas flores.Le hicieron un estudio en sangre a ella y esto que confiesa el médico es lo que ha arrojado la analítica.—Y, ¿voy a tener secuelas o algo? —pregunta mi amiga sentada al lado de mi cama —Es que necesito conducir y no es muy cerca a donde voy.—¡Quédate con nosotros esta noche!Colin invita a mi amiga a quedarse en su casa y me comunica que me voy con ellos. No está dispuesto a que me suceda nuevamente algún episodio como los de antes. Cualesquiera de ellos.—No quiero molestar y mañana trabajo. Megan se lo piensa y le suplico de alguna manera...—No te vayas, por favor. Quédate hoy. Te echo de menos.Mis ojitos de cachorro le conmueven y asiente dejando un beso a mi mano.(...)Antes de irnos del hospital Colin solicitó el alta voluntaria para mí y sacó una cita para ir mañana a ver a
Estas personas nos observan de manera extraña y me hace sentir ridícula, metida en una familia que no tiene porqué aceptarme y a la que aunque tenga intención inevitable de heredar, yo no pertenezco.—Te he dicho más veces de las que puedo recordar que no me beses en la boca, Martha —mi benefactor le reclama y la aparta tomándola de los hombros con poca delicadeza. —Para que te la follas en las noches si luego la vas a rechazar —no es una pregunta lo que argumenta el de los ojos verdes profundos —. Luego te extrañas de que se confunda.—Cierra la boca, Dennis —amenaza Colin soltando un gruñido entre dientes —. ¿Por qué siempre tienes que ser tan basto?—Callaos todos —ordena el mayor y decreta —. Las chicas pensarán que tenemos una familia incestuosa y poco cariñosa.—No tienen por qué. Colin le da mucho cariño a Martha.Esas palabras son las últimas que dice el petulante de ojos bonitos porque mientras la rubia sonríe satisfecha con los brazos cruzados, el canoso le propina un cosco
Colin Slatham ¡Maldita sea!No tengo duda alguna de que me ha oído lo que dije.¡Joder!No estoy acostumbrado a tener personas pululando por mi casa y eso es un inconveniente ahora mismo para mí. Martha es una víbora detrás de mi dinero, y el poder que le daría en la sucursal que mi abuelo puso en sus manos para gerenciar, si logra quedarse con una tajada de la herencia.Mi padre luchó muchísimo porque eso no pasara y sí, es cierto que en ocasiones nos acostamos. Que puedo decir...soy un tío como todos los demás y a veces mi cabeza no piensa y la otra toma el mando de la situación. Sobre todo, si es con una ardiente rubia que se arrodilla entre mis piernas como ninfómana.Pero ahora...ahora que he tenido el matiz de sentir verdadero éxtasis al hacer el amor con una mujer como Alhana, mi percepción del placer y del deseo ha cambiado para siempre y todo lo que deseo es a ella. Muchas más veces de las que debería.—Si esa chica oyó lo que hablamos estará molesta y se pueden estropear l
Empuja mi cuerpo con el suyo y nos clava el uno en el otro.A pesar de que le empujo, aprieto mis puños en su camisa y arrugo la tela de la misma intentando que me deje, termino soltando un gemido luego de que me restriegue su erección en el vientre y le recibo del todo con mi boca, relajándome en la suya.—¡Colin, detente! — una falsa súplica escapa de mí y luego le entrego mi boca otra vez.Subo mis manos por sus bíceps y me aferro a ellos cuando siento que me soba los pechos por encima de la ropa y la sensación que me produce es irremediablemente demencial. Le deseo con fuerza y sé que a él le pasa lo mismo muy a pesar de lo que ha dicho antes.—Esto es la mejor prueba de que mi deseo por tí es inmedible, Alhana —intenta controlar su respiración contra mi boca —. Todo lo que rodea mi vida es un juego de poder y me toca mantener a salvo el legado de mi padre. ¡Créeme, por favor!Nos quedamos así. Simplemente juntos, sin hacer nada más que mirándonos jadeantes.Sus manos pegadas a m
—No puedes besarme siempre que quieras, Colin —mascullo para él y es casi un regaño para mí misma. Deseo sus besos todos el tiempo. —¿Vas a decirme también donde guardo las ganas que tengo de hacerlo? ¿Cómo evitar tu boca?...¿Puedes decirme como hago para no desear lo que deseo hacer contigo? ¿Con tu piel, tus labios, tu cuerpo, toda tú y tus ganas de que te lo haga?...¿Puedes decirme, por amor de Dios? —me castiga con sus reclamos y lo hace apretando la tela de mi ropa con sus manos —. Pero cuando lo hagas dime también cómo lo haces tú. —Dios, no hables así —me lamento y le aparto disimulando que busco la foto de la que le hablé. Resopla detrás de mí y se deja llevar hasta la cajuela y entonces busco la imagen y confirma con ella entre sus dedos...—Es mi madre, sí. —¡Joder, que fuerte! —Maldigo sin poder evitarlo y luego me apoyo contra la mesa —Perdona la expresión, es que ya todo es como demasiado. ¿Vamos a parar de descubririr cosas, algún día?No contesta nada y sigue buscan