Mi tío Anthony es solo tres años mayor que yo, es el más pequeño de los hermanos Clark. Él es quien se encarga del negocio oscuro de la familia, mi padre decidió ocuparse del lado lindo, la constructora. En tan solo unos meses me iré a la universidad a estudiar Arquitectura, la verdad es que si no fuera por mi papá yo ni siquiera saldría de la manada. Le suplique quedarme, pero para él es muy importante mi formación académica, aunque sé que si aprendo con Anthony nada me faltará.
—¿Cómo están chicos?— pregunta mi tío.
—Muy bien Anthony —dice Ethan,— nos encargamos de esos tipos, ahora mismo están bajo tierra, tal y como lo querías.
—Muy bien, mañana quiero que vayan conmigo a ver un club que está en venta, la verdad es que comprarlo sería muy buena inversión, podríamos lavar el dinero de una manera más fácil y también podríamos vender los productos ahí.
—¿Mi padre ya no quiere que se ocupe la constructora?
—No, no es eso, quiero dejar de involucrar a tu padre, siento que él desaprueba esto, si no fuera por mí este negocio ya no existiría.
—Tienes razón — mi padre el ser el Alfa había decidido que toda esta mierda se eliminara, él quería hacer las cosas bien pero mi abuelo no lo permitió así que puso a Anthony a cargo.
—Bueno, vayan a divertirse, ya no los necesito.
Zack, Ethan y yo salimos de la casa de Anthony, tiene una mansión increíble, él no vive con nosotros en la manada, decidió que quería independizarse y no sentirse opacado por mi papá y mi tío Alex.
—Hola chicos— Caroline, la novia de mi tío —se ven muy guapos el día de hoy— bueno, no es la novia si no la chica con la que pasa el rato. También a estado con Ethan pero mi tío no sabe nada.
—Hola Caro— contesta Ethan, quien está loco por ella, pero Caroline a decidido que Anthony es mejor partdio que Ethan quien solo es un mandadero de mi tío.
—Nos vamos, un gusto verte— empiezo a caminar para no tener que seguir con la tortura de Ethan, sé que la ama mucho pero la codicia de ella no dejará que estén juntos.
—Esa maldita perra solamente juega conmigo— lamenta Ethan.
—Ten lo suficientes huevos para dejar de rogarle, eres su perro faldero y por esa razón no deja de jugar contigo —contesta agobiado Zack.
—Zack tiene razón, deja de perseguirla, ella no es para ti, mejor deberías esperar a tu mate— sugiero, los mates... cada hombre lobo tiene a su pareja destinada, nuestro objetivo de vida es buscarla y poder establecer una vida con ella. Estoy seguro de que mi mate será bellísima, lo presiento.
—¿Qué les parece ai vamos a Giros por unos tragos?— Giros era nuestro lugar favorito para pasar el rato, suele ser un bar demasiado tranquilo entre semana pero en fines está echo un desastre.
—Estará a reventar —suspiro melancólico, no podré hablar con Renata, mi chica favorita del bar. Tiene el cabello largo hasta la altura de sus senos y es casi tan alta como yo. Los dos nos divertimos mucho, somos casi como novios.
—Mejor para mí —dice Ethan— quiero que una niña nueva se fije en mí.
—Eres un idota, deberías de escuchar a Daniel, espera a tu mate si es que quieres un amor verdadero.
—¿Quién diablos dijo que quiero un amor verdadero? Ya tengo uno con Caroline.
—Solo que ella no lo sabe— me río.
—Son unos estupidos, hoy encontraré a alguien nuevo, más bella que Renata.
—No la menciones idiota —le doy un puñetazo en el hombro.
—Das pena, dices que esperemos a nuestra mate pero eres tú el que está enamorado de una humana.
—¿Yo? Yo no estoy enamorada de ella, simplemente estamos saliendo, no es algo serio, aún estoy a la reserva para encontrar a mi mate, además no creo encontrarla pronto y tampoco quiero buscarla.
—Buena respuesta Daniel, pero deberías de dejar de ser tan hipócrita.
—Dejen de discutir idioteces— interviene irritado Zack.
Entramos a Giros buscando una mesa, pero no hay a excepción de las sillas de la barra donde está Renata.
—Vamos a la barra —señalo los bancos y los chicos me siguen, Renata me mira y me saluda con la mano.
—A Daniel se le salió el corazón de solo ver a Rena— era cierto, Renata me ponía de muy buen humor solo de verla.
—No digas nada como eso frente a ella— lo regaño.
—Hola chicos, por ser mis clientes especiales los atendere antes que a todos, ¿que van a querer?
—Yo una cerveza— dice Zack.
—También —anuncio, Renata es dos años mayor que yo, tiene que trabajar porque su madre está enferma, se negó aceptar que yo le diera dinero que me sobra, trabajo con mi tío por pura diversión y para aprender lo que algún día manejaré, no porque necesite el dinero. Ethan también ordena y Renata se pone en marcha para traer lo que le pedimos. Cinco minutos después nos trae nuestro pedido, como es de costumbre le doy una propina extremadamente alta, no puedo evitar hacerlo, ella sabe que en su trabajo no le pagan bien.
—¿Otra vez haciendo esto?— me enseña los billetes y yo solo sonrío.
—Lo siento pero es la única manera de que me aceptes dinero, por favor quedatelos— le doy un trago a mi cerveza y le dejo de prestar atención, ella va y atiende a otros clientes.
—Esas chicas de allí nos están mirando— anuncia Ethan, es un grupo de chicas de nuestra edad, son cinco y especialmente dos están mirándonos. —Venir aquí fue lo correcto, ¿creen que deba acercarme?
—A eso venías, deberías de ir a saludar — contesta Zack.
—Estoy de acuerdo— Ethan nos hace caso y va hacia ellas, las saluda felizmente y ellas se ponen nerviosas, Zack y yo vemos como se desenvuelve la situación.
—¿Le eres fiel a mi hermana o por qué no vas a conquistar a una chica?— le pregunto a Zack divertido.
—No ando con Natasha, los dos sólo somos buenos amigos. Por dios, es cuatro años menor que nosotros, tener una amistad es completamente normal.
—Ya admítelo, no seas idiota —insisto, todos lo días va a mi casa a "verme" sin ninguna razón.
—Ya, si estamos saliendo— contesta apenado— que tenga catorce años me hace sentir muy mal, no me mates.
—Yo no soy nadie para decir algo, es cosa de mis papás, deberías de pedirles permiso, estoy segura de que ellos no dirán nada, solamente respetala.
—Eso y más, daría mi vida por ella— me da un ligero puñetazo en el hombro, Zack es mi mejor amigo y sé que mi hermana estará segura con él, soy testigo de lo bien que se comporta frente a una mujer, siempre está regañando a Ethan por ser tan cerdo en ocasiones con las mujeres que visten faldas o vestidos. Zack fue criado por su madre y su abuela ya que su papá murió, ellos son betas mientras que Ethan es omega.
—Me alegra que digas eso, ojalá duren mucho y espero que no encuentres a tu mate— suspiro, no sé que haré si encuentro a mi mate y yo aún estoy con Renata. Ella y yo tenemos una relación difícil, ella no acepta mi invitación para poder pagar su apartamento y sus gastos, su papá es alcohólico y seguido viene a buscar peleas aquí. Desde que la vi por primera vez sentí la necesidad de protegerla, pero ella no quiere que lo haga. Solamente nos vemos los domingos en la mañana, máximo media hora.
—Mira, ya consiguió novia— menciona Zack divertido, Ethan está besando la mano de la chica de cabello rojo, ojalá se tomara a las chicas en serio.
—Renata, me he terminado mi cerveza, ¿me podrías servir otra?
—Espera un momento —contesta, está atendiendo a unos tipos que la miran co morbo.
—¿Te encuentras bien?— pregunto.
—¿Podrías esperar tu turno niño?— me interrumpe un tipo como de 30 años.
—¿Y tú podrías cerrar la boca y no meterte en lo que no te importa?— grito.
—Ella no necesita que la defiendas de mí, es mi mujer así que déjala en paz.
¿QUÉ MIERDA ACABA DE DECIR ESE HOMBRE? ella no puede estar con él, no puede. Miro a Renata fijamente pero ella simplemente se dedica a servir los tragos que estos tipos le pidieron. Ella no me mira, solo les sonríe a ellos.
—¿Renata?— susurro cuando me deja mi cerveza en la barra.
—No te metas— me quedo boquiabierto, ¿que no me meta? He estado saliendo con ella por meses y ahora mismo me entero de que esta casada o en una relación, ¿y me dice que no me meta?
Pago la cerveza y me levanto dispuesto a irme pero Ethan me detiene antes de que pueda salir, no quiero estar más tiempo aquí.
—¿Por qué se van?— le pregunta a Zack quien viene detrás de mí.
—Pasó algo con Renata, nos vamos.
—Si quieres quédate —contesto.
—Bien, los veo luego— responde Ethan confundido.
Doy un último vistazo a la barra antes de salir del lugar, Renata está siendo tocada por el tipo, ella no dice nada y ni se le ve nerviosa, tengo ganas de arrancarle la cabeza a ese maldito.
Le mando un mensaje de texto a Renata cuando llego a casa, pero a pesar de que ya pasaron más de dos horas ella no me contesta. Quiero una explicación, no entiendo porque me mintió, no entiendo porque le hizo creer que eramos algo cuando ella está casada.
Son las tres de la madrugada, lo único que quiero es una cigarro, no puedo dormir, siento que Renata me a roto el corazón y ella no hace nada para arreglarlo. Trato con una llamada pero tampoco hay respuesta, ni siquiera sé donde vive, siempre nos veíamos en el mismo lugar. Tomo una de las camisetas que le preste, estoy seguro de que mi olfato de perro la encontrará.
—Por favor Dan, ayúdame a encontrarla— pido, Dan es mi lobo, el toma el control cuando me convierto en licántropo. Salgo de casa directo al bosque para transformarme, cuando lo hago siento ligeramente el olor de Renata, casi nada, me toma un rato poder saber de donde viene el olor. El olor viene de un edificio de más o menos 12 pisos, tiene una fachada deteriorada y por su puesto está lo más alejada de la ciudad y de mi manada, es un lugar marginado. Memorizo el lugar y vuelvo a casa por ropa, no puedo pasearme por la calle desnudo.
—Hijo— me llama mi madre al verme pasar —ponte algo de ropa y baja por favor.
—Claro que sí mamá — subo a mi habitación y le hago caso, tomo ropa y bajo enseguida.— ¿Qué necesitas?
—¿Puedes ir al supermercado? Quiero unas cosas.
—Tengo unas cosas que hacer antes pero si no te urgen puedo traerlas— mi mamá me mira con cariño.
—Muchas gracias bebé —me da un abrazo y también dinero, recojo la lista de compras y me marcho directo al edificio de Renata.
Me estaciono dos cuadras antes del lugar, tengo que cerciórarme de que esté en el lugar correcto y sé que no me he equivocado porque miro una camioneta con demasiado uso, en ella viene el mismo tipo de ayer con el que Renata se besó. Salgo de la camioneta dispuesto a seguirlo pero unas pequeñas manos me detienen, es Renata.
—¿Qué diablos haces aquí?— me mira confundida.
—Viene a buscarte, quiero una explicación.
—Lo siento, no tengo nada que decir, por favor, vete, mi novio está aquí. —Sus palabras hacen que la piel me arda.
—¿Tú novio? No seas ridícula, ese hombre no es tu novio, ¿te acosa? ¿Te tiene amenazada? Tú y yo sabemos que esa relación no es con consentimiento, dime la verdad.
—No, dejame en paz, estoy con él porque lo quiero, estamos casados. Déjame de molestar niño, solo me divertí contigo, eres un buen amante pero ahora mismo ya me aburrí de ti. —La ira me consume tanto que no mido mis acciones y le doy un puñetazo con toda la fuerza posible.
—¿Que mierda? Estás loco— grita desmedida Renata.
—Te dejaré en paz, por ahora— me doy media vuelta y subo a mi camioneta, me tiemblan las manos y el corazón me late con demasiada fuerza. No tardo ni dos minutos en morirme de vergüenza y remordimiento, la golpeé, volteo a verla, aún sigue en la calle sin moverse. Bajo del auto y la busco, —perdóname Renta, perdóname.
—Lárgate de aquí, enfermo, no te quiero ver nunca.— Cuando intento darle un abrazo ella me da un empujón para separarme, la miro sorprendido y con el corazón en la mano me marcho.
Como había dicho ayer mi tío, los cuatro estamos esperando al dueño del bar que quiere comprar, es un anciano con un bigote raro.—Quiero un millón de dólares —pide, Anthony deja escapar una carcajada.—¿Es una broma?— pregunta Ethan.—No niño, no lo es, mi club a estado libre de mafias y de porquerías como la que ustedes quieren vender, vale lo que pido por él, hágame el favor y paguen lo justo.—Se lo daremos— dice Anthony serio —pero quiero que usted siga siendo el dueño, no quiero correr riesgos legales, ya tengo una carpeta de investigación.—Entonces que sea un millón y medio.—Será un millón o quizás el que termine pagando sea usted— mi tío le sonríe maliciosamente— ya es un anciano y su vida a estas alturas no vale nada pero hasta lo que sé usted tiene más de dos nietas a las que quiere mucho. Le puedo dar una a cada uno de mis muchachos, a puesto a que se la pasarán muy
Renata no estaba en Giros en el momento en el que fui, no me desanima de ninguna manera, ahora ya sé en donde vive así que para mi ese no es un problema. Me estaciono justo en frente de su edificio, uso mis gafas de sol y me dispongo a esperar. Debes de salir o de llegar en cualquier momento, pero soy tan desesperado que no podré aguantar ni dos horas esperando, sin embargo Renata lo vale.—En el momento en el que me besaste por primera vez te volviste completamente mía, mía, mía —susurro. La camioneta vieja y maltratada se estaciona justo a lado mío, por suerte mi camioneta tiene los vidrios polarizados por lo que es imposible que puedan verme, aunque Renata debe de conocerla tan bien, mi rabia aumenta al ver al tipo asqueroso jalar a Rena del cabello, la baja del auto de un tirón y ella grita de dolor.—No volverás a ese puto lugar, yo soy tu hombre y yo te mantendr&e
Después de casi tres horas una enfermera me lleva a donde está Renata.—¿Cómo te sientes?— le toco la rodilla lentamente.—Bien— musita con voz débil —estoy bien.—¿Y el bebé?— ¿Mi bebé? Imposible, yo siempre usé preservativos.—Está bien, sobrevivió —habla con pena y con miedo.—No podía permitir que te golpeara — me acerco más a ella, esta vez no se voltea ni me evita con la mirada.—No debiste, ese hombre es mi esposo —mi mira por primera vez a los ojos,— él es el papá de mi bebé, no tú así que no te hagas ilusiones. Eres un niño mimado, cuna de oro, mira tu ropa y tu auto, tú no eres pars mí. Eres solo un niño ridículo, entiendeme, solamente te usé para divertirme.—Tú me juraste amor, todo lo que me decías no parecía mentira, Renata, yo doy todobpor ti, entiendelo. Dime, ¿quieres vivir conmigo? No te faltará nada, te trataré como lo que eres, una mujer que vale oro.
ETHANEl anciano al que amenazamos se a portado muy bien, desde la mañana estoy fuera de su casa... todo normal. He escuchado todas sus llamadas y conversaciones, no le a marcado a la policía, se está ganando su vida, Anthony no es tan malo, no es un violador ni un pedófilo, en sí nadie de mis amigos, solamente fue una simple amenaza. Mi móvil suena, es el pedazo de mierda que tengo como padre.—¿Donde estás idiota?— grita, perfecto está tomado.—Estoy trabajando— si no fuera por mi ese imbécil no tendría que comer y nada para alimentar sus adicciones.—Necesito dinero, un amigo de tu jefe me está cobrando la cocaína que le debo— solamente me busca para eso, siempre.—No te daré nada— no le daré nada porque no tengo tanto dinero, Anthony nos paga muy poco, en especial a m&ia
Despierto con dolor de cabeza, ¿me emborrache? ¿Consumi drogas? No creo, me siento peor que esa sensación de reseca al día siguiente, lo único que recuerdo fue desmayarme en el sótano de ese lugar.—¿Daniel ?— la voz de mi tío me obliga a abrir los ojos, la luz hace que los cierre inmediatamente —¿cómo te sientes?— como si me hubiera pasado un camión encima.—¿Me sacaron las balas?— yo intenté hacerlo por más de 10 minutos y no lo logré, me quemaban los dedos.—Ya estas sanando, no tardará mucho en sanar completamente. —Dice una voz, abro los ojos, el doctor Warren, estoy en buenas manos.—Ahora dime Daniel, ¿que hacías en la guarida de esos idiotas? Te metiste con los hombres del eterno enemigo de la familia.—
Estoy completamente sano, me quedó una ligera cicatriz pero estoy seguro de que en un mes más ya no se verá. A pesar de que ya pasó una semana desde el altercado nada ni nadie a venido a buscarme, estamos extrañados pero no nos relajamos, ya entendí que es un problema real y peligroso. Saber que son cazadores profesionales no me causa miedo, daría mi vida por proteger a mi familia al igual que casi todos aquí.—Papá —toco la puerta de su despacho, entro y con decisión digo:— No iré a la universidad, queda menos de dos mes para irme y no quiero dejarlos solos.—Olvídalo, eso no está a discusión, irás a estudiar, te esforzaste mucho para se aceptado que se me hace ridículo que no vayas, no permitiré eso.—Puedo atrasar esto uno año— sé que convencerlo será difícil pero no imposible.—Daniel, entiendelo, irás a la universidad, no cambiaré de opinión ni hoy ni nunca— responde molesto— nos causaste un gran prob
Miro a la mujer que está enfrente de mí, es rubia y casi tan alta como yo. Esa mujer es mi mate, nos pertenecemos mutuamente pero ella acaba de decir que no me quiere.—No quiero un mate, es sencillo —espeta.—¿Qué dices? ¿Me vas a rechazar?— digo indignado.—¿Te duele en tu ego?— por dios, esta mujer esta loca.—No es eso, no me molestaría que lo hiceras, no seas ridícula, no puedes tomar una decisión así si ni siquiera me conoces.—No hace falta conocerte para saber que no quiero un puto mate que me controle— estoy tan tentado a irme pero Dan me obliga a quedarme, m****a Dan, tenemos orgullo. —Rechazame, ahora— ordeno, ella me mira sorprendida, apuesto que pensó que le rogaría hasta cansarme para que me acepte pero no es así. —Hazlo.—Yo...— dice con voz ahogada — m****a Hanna, deja de controrme— grita desesperada. — Yo Emma Denis alfa de la manada Luna...— se calla y me mira con desprecio. —¿No lo harás?— la re
Despierto con un ligero dolor de cabeza, una ventaja de ser lobo es que debes de tomar demasiado para poder llegar a un alto grado de ebriedad y lo mejor es que al día siguiente despertarás renovado y sin solor alguno. Junto de mi cama hay un mesa con una bandeja con comida encima, tiene jugo de naranja panckes con miel de maple y un tazón con avena, vaya, mi madre me consintió, recuerdos de anoche vienen a mi mente, cierto, lloré frente a mi madre y me consoló, tanto que se vio obligada a taerme el desayuno a la cama, me tuvo compasión. Deboro todo el contenido de bandeja a pesar de que fue mucha comida sigo teniendo hambre pero me da mucha pereza bajar a comer un poco más. Emma Denis... Emma... debería de dejar de pensar en ella pero Dan está tan enamorado de ella que me obliga a traer recuerdos de ayer. Respiro hondo al sentir ese peculiar olor que percibí en el antro, el olor lo tengo tan impregnado que podría jurar que ella está aquí, ojalá estuviera aquí, rogando