Después de casi tres horas una enfermera me lleva a donde está Renata.
—¿Cómo te sientes?— le toco la rodilla lentamente.
—Bien— musita con voz débil —estoy bien.
—¿Y el bebé?— ¿Mi bebé? Imposible, yo siempre usé preservativos.
—Está bien, sobrevivió —habla con pena y con miedo.
—No podía permitir que te golpeara — me acerco más a ella, esta vez no se voltea ni me evita con la mirada.
—No debiste, ese hombre es mi esposo —mi mira por primera vez a los ojos,— él es el papá de mi bebé, no tú así que no te hagas ilusiones. Eres un niño mimado, cuna de oro, mira tu ropa y tu auto, tú no eres pars mí. Eres solo un niño ridículo, entiendeme, solamente te usé para divertirme.
—Tú me juraste amor, todo lo que me decías no parecía mentira, Renata, yo doy todobpor ti, entiendelo. Dime, ¿quieres vivir conmigo? No te faltará nada, te trataré como lo que eres, una mujer que vale oro.
—No quiero, por favor, metete en la cabeza que yo no quiero estar contigo —se pasa las manos por la cabeza desesperada.
—Bien pero ese hombre jamás te volverá a molestar, hoy es el último día que lo viste— salgo de la habitación, busco la sala administrativa, pagaré la cuenta y buscaré a ese parasito.
Cuando llego a la zona de edificios dañados y deteriorados, no hay rastro del hombre, pero a pesar de eso hay dos hombres que me miran fijamente, supongo que son sus amigos. Uno de ellos le hace señas a otros dos tipos que no había visto, les sonrío a todos, cada uno tendrá por lo menos unos 40 años, por dios, soy un joven de 18 en pleno crecimiento y mejor aún, un lobo que muerr por explotar sus habilidades. Uno de ellos me toma del brazo y me somete, dejo que lo hagan, aquí no puedo dar un espectáculo.
—hay que llevarlo a la bodega —ordena uno, me hacen caminar en dirección del edificio pero al llegar me guían hacia unas escaleras subterráneas. Piensan que tiene el control pero no es así.
—¿Este niño fue el que golpeó al jefe?— pregunta burlonamente.
—Fui yo y no me arrepiento —contesto en el momento en el que uno de ellos cierra la puerta.
—Nadie te dio permiso de abrir la boca— lanza una patada que detengo en menos de un segundo, lo siento pero ustedes buscaron problemas, jalo su pierna al grado en el que no puede sostenerse en pie, cae y aprovecho para tratar de doblarsela, chilla de dolor, uno de sus amigos viene a su rescate pero sot demasiado rápido para detenerlo, lo sujeto del cuello tan fuerte que se desmaya. Quedan dos pero estos son más astutos o más tontos, apuntan hacia mí y disparan, una bala penetra mi pierna izquierda y otra en mi abdomen, el dolor que me causan me deja casi inmóvil.
—¿Que te pareció eso lobito?— mierda... —¿Crías que esto se quedaría así? ¿Crees que no sabemos quien eres? ¿Crees que Renata era tuya nada más porque sí?— esto es una tetra y no me di cuenta, los ojos me arden y siento que estoy perdiendo el conocimiento, como puedo busco las balas y con mucho dolor las saco pero no puedo terminar porque me han disparado de nuevo. No hay otra opción, dejo salir a Dan, tomo todo el control y le convierto en mi forma de lobo. Los hombres se quedan atónitos al ver mi altura y mi complexión, empiezo por los caídos, rasgo sus cuerpos tan fuerte que sus vísceras salen disparadas hacia la cara de los dos hombres que me dispararon. Tratan de huir pero no pueden porque ya los he hecho trizas, malditos imbéciles. Siento un pinchazo en la pata delantera, velozmente localizo a mi cazador, el esposo de Renata.
—Tú tío no se debió meter conmigo, tuve que prestarte a mi esposa para poder obteber información de tu estúpida mafia, gracias a ella conseguí contactos y mucha información valiosa, pobre niño, te enamoraste de alguien que solo estaba contigo por ordenes mías. —Doy un paso adelante y me posiciono para atacar, él también me apunta pero soy tan rápido que con un sólo movimiento la cabeza de ese idiota cae rodando en el suelo... Ese bebé se acaba de quedar si padre o quizás le haga el favor de juntar a toda la familia en el infierno...
ETHANEl anciano al que amenazamos se a portado muy bien, desde la mañana estoy fuera de su casa... todo normal. He escuchado todas sus llamadas y conversaciones, no le a marcado a la policía, se está ganando su vida, Anthony no es tan malo, no es un violador ni un pedófilo, en sí nadie de mis amigos, solamente fue una simple amenaza. Mi móvil suena, es el pedazo de mierda que tengo como padre.—¿Donde estás idiota?— grita, perfecto está tomado.—Estoy trabajando— si no fuera por mi ese imbécil no tendría que comer y nada para alimentar sus adicciones.—Necesito dinero, un amigo de tu jefe me está cobrando la cocaína que le debo— solamente me busca para eso, siempre.—No te daré nada— no le daré nada porque no tengo tanto dinero, Anthony nos paga muy poco, en especial a m&ia
Despierto con dolor de cabeza, ¿me emborrache? ¿Consumi drogas? No creo, me siento peor que esa sensación de reseca al día siguiente, lo único que recuerdo fue desmayarme en el sótano de ese lugar.—¿Daniel ?— la voz de mi tío me obliga a abrir los ojos, la luz hace que los cierre inmediatamente —¿cómo te sientes?— como si me hubiera pasado un camión encima.—¿Me sacaron las balas?— yo intenté hacerlo por más de 10 minutos y no lo logré, me quemaban los dedos.—Ya estas sanando, no tardará mucho en sanar completamente. —Dice una voz, abro los ojos, el doctor Warren, estoy en buenas manos.—Ahora dime Daniel, ¿que hacías en la guarida de esos idiotas? Te metiste con los hombres del eterno enemigo de la familia.—
Estoy completamente sano, me quedó una ligera cicatriz pero estoy seguro de que en un mes más ya no se verá. A pesar de que ya pasó una semana desde el altercado nada ni nadie a venido a buscarme, estamos extrañados pero no nos relajamos, ya entendí que es un problema real y peligroso. Saber que son cazadores profesionales no me causa miedo, daría mi vida por proteger a mi familia al igual que casi todos aquí.—Papá —toco la puerta de su despacho, entro y con decisión digo:— No iré a la universidad, queda menos de dos mes para irme y no quiero dejarlos solos.—Olvídalo, eso no está a discusión, irás a estudiar, te esforzaste mucho para se aceptado que se me hace ridículo que no vayas, no permitiré eso.—Puedo atrasar esto uno año— sé que convencerlo será difícil pero no imposible.—Daniel, entiendelo, irás a la universidad, no cambiaré de opinión ni hoy ni nunca— responde molesto— nos causaste un gran prob
Miro a la mujer que está enfrente de mí, es rubia y casi tan alta como yo. Esa mujer es mi mate, nos pertenecemos mutuamente pero ella acaba de decir que no me quiere.—No quiero un mate, es sencillo —espeta.—¿Qué dices? ¿Me vas a rechazar?— digo indignado.—¿Te duele en tu ego?— por dios, esta mujer esta loca.—No es eso, no me molestaría que lo hiceras, no seas ridícula, no puedes tomar una decisión así si ni siquiera me conoces.—No hace falta conocerte para saber que no quiero un puto mate que me controle— estoy tan tentado a irme pero Dan me obliga a quedarme, m****a Dan, tenemos orgullo. —Rechazame, ahora— ordeno, ella me mira sorprendida, apuesto que pensó que le rogaría hasta cansarme para que me acepte pero no es así. —Hazlo.—Yo...— dice con voz ahogada — m****a Hanna, deja de controrme— grita desesperada. — Yo Emma Denis alfa de la manada Luna...— se calla y me mira con desprecio. —¿No lo harás?— la re
Despierto con un ligero dolor de cabeza, una ventaja de ser lobo es que debes de tomar demasiado para poder llegar a un alto grado de ebriedad y lo mejor es que al día siguiente despertarás renovado y sin solor alguno. Junto de mi cama hay un mesa con una bandeja con comida encima, tiene jugo de naranja panckes con miel de maple y un tazón con avena, vaya, mi madre me consintió, recuerdos de anoche vienen a mi mente, cierto, lloré frente a mi madre y me consoló, tanto que se vio obligada a taerme el desayuno a la cama, me tuvo compasión. Deboro todo el contenido de bandeja a pesar de que fue mucha comida sigo teniendo hambre pero me da mucha pereza bajar a comer un poco más. Emma Denis... Emma... debería de dejar de pensar en ella pero Dan está tan enamorado de ella que me obliga a traer recuerdos de ayer. Respiro hondo al sentir ese peculiar olor que percibí en el antro, el olor lo tengo tan impregnado que podría jurar que ella está aquí, ojalá estuviera aquí, rogando
Mi tío Anthony y los chicos me han excluido en todos los trabajos, no quieren que nos relacionen y que pueda pasar algún accidente, me siento como una peste, nadie quiere convivie conmigo al parecer.—Hijo— mi padre interrumpe en mi habitación. —Vamos a platicar.—Te escucho.—Hicimos un trato con los Monet, bueno, con las hermanas de tu abuelo, a pesar de que lo odian aceptaron interceder ante su hermano. Prometieron que harán lo posible por protegernos, nos tuvimos que humillar ante ellas, lo hicimos con gusto al saber que nadie de esta familia corre peligro, así que deja de preocuparte y de tratar de resolver las cosas por tu parte, ya todo está resuelto, así que ya puedes hacer tu vida como quieras, eso sí, alejate por ahora de tu tío Anthony.—¿Debo de quedarme aquí sin socializar sin nadie?&
Como mi padre me a prohibido ir a la casa de mi tío Anthony, mis amigos vienen a mí. No puedo creer que pasaré mis últimos meses en la manada sin estar con ellos trabajando, presiento que mi padre tomó como excusa lo que pasó con los Monet solo para alejarme de mi tío, como sea solo le haré caso por unas semanas, después haré lo que se me plazca.—¿Hicieron lo que les pedí?— les pregunto a los chicos.—Ella ya no estaba en el hospital —contesta Zack— le preguntamos a las enfermeras sobre ella y dijeron que en ningún momento del mes se había registrado una tal Renata.—Tengo la sospecha de que ese nombre de Renata sólo era para nosotros, quizás ese no es su nombre verdadero, por eso nadie sabe de ella...— opina Zack.—Entiendo— susurro pensativo —puede que tenga
EMMAMiro a Daniel marchándose, su espalda es hermosa, que delirio verlo sin camisa de nuevo. Es tan guapo que sueño con su cara todos los días y temo que así será por el resto de mis días, es más alto que yo y es delgado pero no escuálido y tampoco demasiado musculoso, es casi perfecto, es tal y como me gustan pero no puedo permitirme estar en la sombra de ningún hombre ni por más perfecto que sea, ni porque sea mi mate y mucho menos porque sea Daniel Clark.Su nombre rondó por mi instituto hace unos años, fue novio de una de mis amigas, mierda, no puedo evitar sentirme celosa, jamás pude cruzar palabra con él, sólo lo veía de lejos porque en ese tiempo mis inseguridades eran demasiadas, recuerdo que era un caballero con Mónica, no paraba de decirnos lo guapo, caballeroso y amoroso que era su novio, teníamos como dieciséis años, no tiene tanto tiempo pero creo que los dos éramos unos niños más pequeños.Suspiro resignada, otra vez no pude decidir