No puedo describir lo que estoy sintiendo ahora mismo, me siento idiota y la persona más despreciable de este mundo. Estoy muy seguro de que esto solo es una mentira, una pesadilla y que pronto voy a despertar. Estoy estacionado fuera de la Casa... donde se supone que teníamos que vivir algún día y ahora ni siquiera tiene sentido. El asiento del copiloto de mi camioneta no podrá llenarse, siempre estará vacío al igual que mi tonto y pobre corazón. Nada de esto lo podré ver igual, sinceramente quiero deshacerme de todo esto.
Bajo de la Suburban, me siento mareado y no puedo comprender como es que pude conducir y llegar hasta aquí sin matar o chocar a alguien. Recorro el perímetro de la casa, parece más grade y a la vez tan pequeña... hasta que la veo... ese pequeña casa de madera en la que ella y yo pasamos un par de noches. Nuestra primer noche fue aquí, fue tan hermoso que jamás podré olvidar esa sensación tan alentadora. Toco la madera, como si al hacer ésta acción pu
Todavía faltan unos capítulos más, denme tiempo y muy pronto habrá más. Por cierto, les agradezco que hayan llegado hasta aquí. Una cosa más, una noticia: Ya está en proceso la secuela de la novela ¿ME RECHAZAS? esperenla
Por enésima vez, reviso atraves de la ventana. Busco un auto, una silueta, una nota, algo que me confirme mis deseos, pero no hay nada. Solo hay el sonido de un grillo y la calle de lodo, piedras y pasto está solitaria. Una parte de mí, dice que espere, ella va a llegar algún día y me dirá que solo fue una broma de mal gusto y una forma de hacerme pagar por el daño que le hice al rechazarla.—Emma, por favor —digo en voz baja.Carajo, si tan solo hubiese sido sincero con ella, todo sería distinto, pero lo arruiné. Tuve que ser tan idiota como para dañarla, soy un idiota. Cierro la ventana y voy hacia la cocina, donde guardé dos botellas de Whisky. Abro una de ellas y todo de ella su contenido, el líquido me raspa y me quema la garganta, pero no me interesa, sigo tomando el contenido de la botella. Por más de cinco minutos me distraigo de esa forma, el dolor físico y momentáneo mantiene mi mente ocupada, la mantiene libre de la imagen de la chica rubia de la q
Los ojos me pesan al querer abrirlos, la luz me atraviesa las córneas y me cuesta mantener los párpados abiertos. Intento ver donde estoy, pero todo está nublado para mí. Las machas no son conocidas, es un lugar extraño.—Despertaste— la voz de una mujer me acribilla la cabeza, duele demasiado. —Creí que estabas muerto.—¿Muerto?— me llevo la mano a la cabeza e intento darme un masaje— Estoy bien Beth.—Conocí a tu familia —explica nerviosa—¿Qué? ¿Cómo fue que pasó eso? ¿Dónde estoy y por qué estás tú conmigo?— la vista se me aclara, puedo ver todo con nitidez. Estoy en una habitación, tiene televisión, muebles, un escritorio y las cajas, mis cajas con cosas.—Es obvio Daniel, hoy tuvimos nuestras primeras clases— se ríe —pero ni siquiera te despertaste para eso.—¿Qué día es hoy? ¿Lunes?— estoy claramente desorientado.—Lunes en la tarde, cinco con diez minutos para ser exacta— pone su mano sobre la mía —Sé todo Daniel, p
BETHANY —La maldita perra de Karen es la favorita del señor Klein, no puede haber preferencias en las clases, ¿o si?— mi nueva mejor amiga es tan parlanchína que me llega a molestar en ocasiones. Como sea, es mi amiga y me ayuda en algunas cosas, me pasa la tarea de las clases que tenemos juntas, eso sin contar que ella no sabe que soy vampiro y que la manipulo de vez en cuando para que cierre el pico. —Tranquila Dolly, haré que Karen deje de ser la protegida del profesor. —Caminamos por los pasillos de la universidad, ya es hora de ir a casa. En realidad no es mi casa, pero así lo empiezo a sentir. —¿Cómo pretendes hacerlo, Beth? —Confía en mí, yo sé que hacer— la miro directamente a los ojos por unos cuantos segundos seguidos, ella se queda con la bica abierta e incapaz de decir algo más. —Bien— descanso, ella ya no preguntará más. —¿Quieres ir a comer a mi casa?— la comida de la mamá de Dolly es riquísima, comida casera qu
Las líneas blancas pintadas sobre la carretera me guían, conduzco a la velocidad permitida y con miedo. Es la primera vez en cinco años que pondré un pie en casa. He tomado todo el valor que reuní durante este tiempo y decidí regresar al lugar donde todo empezó y todo terminó. Mentiría si dijera que no me duele recordar, pero no puedo hacer nada más.La música me mantiene animado y de alguna forma me distrae de los pensamientos negativos que vienen a mi cabeza. Desparecer por 5 años fue una buena idea, estoy seguro que muchas personas ya me olvidaron y que mi regreso será totalmente irrelevante, tal y como lo deseo. Inevitablemente y como si el universo quisiera arruinar mi regreso la canción con la que lloré por Emma suena por los altavoces de la Suburban nueva, Freaks de Surf Curse resuena por todo el espacio. Intento cambiar de canción, pero se me dificulta hacerlo. No quiero despegar la vista de camino y menos cuando debo de pasar por una curva demasiado cerrada. Me
Años antes de conocer a Elizabeth...Una almohada voladora cae en mi cara, seguida con la risa armoniosa de Zack, mi mejor amigo, mi hermano.—Estúpido de mierda, me has dejado plantado anoche, ¿que te crees?—Gruñe de buen humor. Típico de Zack.—Deja de gritar. —Gruño demasiado pacífico, mi cabeza va a explotar. Zack camina de un lado a otro haciendo ruido, demasiado para ser sincero, de un sólo tirón, escucho como abre las persianas. La luz me cae como balde de agua fría, el dolor de cabeza se intensifica.—¿Me puedes decir que te has metido y además con quien?—Pregunta Zack dando una patada a mi colchón, me inclino para mirarlo, entrecierro los ojos por la luz, pero logro ver lo que sostiene, unas bragas.—Por supuesto que no son mías.— Digo emitiendo un gruñido.—Eres un maldito Daniel— Se ríe fuerte.—Ya callate, Zack. ¿Quien diablos te dejó entrar?— Grito agotado.—Natasha, ¿quien más? Tus papás están trabajando, Dani
Mi tío Anthony es solo tres años mayor que yo, es el más pequeño de los hermanos Clark. Él es quien se encarga del negocio oscuro de la familia, mi padre decidió ocuparse del lado lindo, la constructora. En tan solo unos meses me iré a la universidad a estudiar Arquitectura, la verdad es que si no fuera por mi papá yo ni siquiera saldría de la manada. Le suplique quedarme, pero para él es muy importante mi formación académica, aunque sé que si aprendo con Anthony nada me faltará.—¿Cómo están chicos?— pregunta mi tío.—Muy bien Anthony —dice Ethan,— nos encargamos de esos tipos, ahora mismo están bajo tierra, tal y como lo querías.—Muy bien, mañana quiero que vayan conmigo a ver un club que está en venta, la verdad es que comprarlo sería muy buena inversión, podríamos lavar el dinero de una manera más fácil y también podríamos vender los productos ahí.—¿Mi padre ya no quiere que se ocupe la constructora?
Como había dicho ayer mi tío, los cuatro estamos esperando al dueño del bar que quiere comprar, es un anciano con un bigote raro.—Quiero un millón de dólares —pide, Anthony deja escapar una carcajada.—¿Es una broma?— pregunta Ethan.—No niño, no lo es, mi club a estado libre de mafias y de porquerías como la que ustedes quieren vender, vale lo que pido por él, hágame el favor y paguen lo justo.—Se lo daremos— dice Anthony serio —pero quiero que usted siga siendo el dueño, no quiero correr riesgos legales, ya tengo una carpeta de investigación.—Entonces que sea un millón y medio.—Será un millón o quizás el que termine pagando sea usted— mi tío le sonríe maliciosamente— ya es un anciano y su vida a estas alturas no vale nada pero hasta lo que sé usted tiene más de dos nietas a las que quiere mucho. Le puedo dar una a cada uno de mis muchachos, a puesto a que se la pasarán muy
Renata no estaba en Giros en el momento en el que fui, no me desanima de ninguna manera, ahora ya sé en donde vive así que para mi ese no es un problema. Me estaciono justo en frente de su edificio, uso mis gafas de sol y me dispongo a esperar. Debes de salir o de llegar en cualquier momento, pero soy tan desesperado que no podré aguantar ni dos horas esperando, sin embargo Renata lo vale.—En el momento en el que me besaste por primera vez te volviste completamente mía, mía, mía —susurro. La camioneta vieja y maltratada se estaciona justo a lado mío, por suerte mi camioneta tiene los vidrios polarizados por lo que es imposible que puedan verme, aunque Renata debe de conocerla tan bien, mi rabia aumenta al ver al tipo asqueroso jalar a Rena del cabello, la baja del auto de un tirón y ella grita de dolor.—No volverás a ese puto lugar, yo soy tu hombre y yo te mantendr&e