Miro a la mujer que está enfrente de mí, es rubia y casi tan alta como yo. Esa mujer es mi mate, nos pertenecemos mutuamente pero ella acaba de decir que no me quiere.
—No quiero un mate, es sencillo —espeta.
—¿Qué dices? ¿Me vas a rechazar?— digo indignado.
—¿Te duele en tu ego?— por dios, esta mujer esta loca.
—No es eso, no me molestaría que lo hiceras, no seas ridícula, no puedes tomar una decisión así si ni siquiera me conoces.
—No hace falta conocerte para saber que no quiero un puto mate que me controle— estoy tan tentado a irme pero Dan me obliga a quedarme, m****a Dan, tenemos orgullo.
—Rechazame, ahora— ordeno, ella me mira sorprendida, apuesto que pensó que le rogaría hasta cansarme para que me acepte pero no es así. —Hazlo.
—Yo...— dice con voz ahogada — m****a Hanna, deja de controrme— grita desesperada. — Yo Emma Denis alfa de la manada Luna...— se calla y me mira con desprecio.
—¿No lo harás?— la re
Despierto con un ligero dolor de cabeza, una ventaja de ser lobo es que debes de tomar demasiado para poder llegar a un alto grado de ebriedad y lo mejor es que al día siguiente despertarás renovado y sin solor alguno. Junto de mi cama hay un mesa con una bandeja con comida encima, tiene jugo de naranja panckes con miel de maple y un tazón con avena, vaya, mi madre me consintió, recuerdos de anoche vienen a mi mente, cierto, lloré frente a mi madre y me consoló, tanto que se vio obligada a taerme el desayuno a la cama, me tuvo compasión. Deboro todo el contenido de bandeja a pesar de que fue mucha comida sigo teniendo hambre pero me da mucha pereza bajar a comer un poco más. Emma Denis... Emma... debería de dejar de pensar en ella pero Dan está tan enamorado de ella que me obliga a traer recuerdos de ayer. Respiro hondo al sentir ese peculiar olor que percibí en el antro, el olor lo tengo tan impregnado que podría jurar que ella está aquí, ojalá estuviera aquí, rogando
Mi tío Anthony y los chicos me han excluido en todos los trabajos, no quieren que nos relacionen y que pueda pasar algún accidente, me siento como una peste, nadie quiere convivie conmigo al parecer.—Hijo— mi padre interrumpe en mi habitación. —Vamos a platicar.—Te escucho.—Hicimos un trato con los Monet, bueno, con las hermanas de tu abuelo, a pesar de que lo odian aceptaron interceder ante su hermano. Prometieron que harán lo posible por protegernos, nos tuvimos que humillar ante ellas, lo hicimos con gusto al saber que nadie de esta familia corre peligro, así que deja de preocuparte y de tratar de resolver las cosas por tu parte, ya todo está resuelto, así que ya puedes hacer tu vida como quieras, eso sí, alejate por ahora de tu tío Anthony.—¿Debo de quedarme aquí sin socializar sin nadie?&
Como mi padre me a prohibido ir a la casa de mi tío Anthony, mis amigos vienen a mí. No puedo creer que pasaré mis últimos meses en la manada sin estar con ellos trabajando, presiento que mi padre tomó como excusa lo que pasó con los Monet solo para alejarme de mi tío, como sea solo le haré caso por unas semanas, después haré lo que se me plazca.—¿Hicieron lo que les pedí?— les pregunto a los chicos.—Ella ya no estaba en el hospital —contesta Zack— le preguntamos a las enfermeras sobre ella y dijeron que en ningún momento del mes se había registrado una tal Renata.—Tengo la sospecha de que ese nombre de Renata sólo era para nosotros, quizás ese no es su nombre verdadero, por eso nadie sabe de ella...— opina Zack.—Entiendo— susurro pensativo —puede que tenga
EMMAMiro a Daniel marchándose, su espalda es hermosa, que delirio verlo sin camisa de nuevo. Es tan guapo que sueño con su cara todos los días y temo que así será por el resto de mis días, es más alto que yo y es delgado pero no escuálido y tampoco demasiado musculoso, es casi perfecto, es tal y como me gustan pero no puedo permitirme estar en la sombra de ningún hombre ni por más perfecto que sea, ni porque sea mi mate y mucho menos porque sea Daniel Clark.Su nombre rondó por mi instituto hace unos años, fue novio de una de mis amigas, mierda, no puedo evitar sentirme celosa, jamás pude cruzar palabra con él, sólo lo veía de lejos porque en ese tiempo mis inseguridades eran demasiadas, recuerdo que era un caballero con Mónica, no paraba de decirnos lo guapo, caballeroso y amoroso que era su novio, teníamos como dieciséis años, no tiene tanto tiempo pero creo que los dos éramos unos niños más pequeños.Suspiro resignada, otra vez no pude decidir
—Hola Daniel— saluda Ben— te tengo una noticia— Ben trae en sus manos su Laptop,— Alguien que te interesa revisó nuestros perfiles en Facebook.—¿De quién se trata?— digo extrañado.—Mira esto— en la barra de notificaciones sale, "Emma Denis le ha gustado tu publicación". —Supongo que no se dio cuenta de su error, no creo que tenga intención de que nos demos cuenta de que nos espía.—Vaya, no tuvo cuidado y ahora sabemos que le gusta espiar e investigar, gracias por avisarme hermano— Ben asiente con la cabeza y sale de mi habitación.El sonido del viento chocando con los árboles hace que me relaje demasiado, por un momento siento que mi vida está resuelta. Una vida donde Emma está conmigo, acompañándome en cada segundo del resto de mis días, odio hacerme historias en la cabeza que j
EMMACierro con los ojos con fuerza, tratando que el dolor que siento en el pecho cese pero es una causa perdida, duele aún más. Esto no puede estar sucediendo, Daniel no me puede hacer esto.—Para por favor— suplico en voz baja, me muevo de un lado a otro en mi cama, estoy sudando de todo el cuerpo, tengo fiebre. —Daniel, por favor para— sollozo, mi cara se humedece gracias a las lagrimas que caen de mis ojos, Daniel se está cogiendo a otra sin ningún remordimiento y yo estoy aquí sufriendo por sus actos —Detente Daniel.¿Cómo paro este dolor? ¿cómo lo detengo? Me levanto de la cama, dispuesta a ir al baño, refresco mi rostro con agua fría, me observo en el espejo, me feo fatal, como si llevase semanas enferma.—Mierda— me quejo— ¡Hanna! Conectate con ese hijo de puta y dile que pare— suplico, si mi loba no puede ayudarme entonces este dolor me puede matar.*Dan le pide que pare pero él no quiere, no podemos hacer nada*Un
—Daniel— la voz chillona de mi hermana me despierta,— ya es hora de la cena, dice mamá que bajes o comerás solo— ¿tan tarde es? Carajo, no pensaba dormir tanto.—En un momento voy— digo con voz ronca, mi garganta se siente dañada gracias a los gritos que di empezando el día. No voy a pensar en ella, no permitiré que ella vuelva a mi mente. Bajo al comedor donde están mis hermanos y mi papás sentados, conversando felices, muy pronto estas escenas ya no serán parte de mis días. —Hola a todos— saludo sin entusiasmo, mi padre me mira serio.—Te juro Daniel que a veces no sé que carajos hacer contigo —mueve la cabeza en señal de desaprobación.—Por dios, no empiecen chicos— interviene mi mamá — hay que cenar tranquilamente por favor.—Está bien pero tú muchachit
EMMA—Cuéntanos todo —grita una de mis amigas —¿ya lo aceptaste? —Natalia se sienta y me mira expectante.—Si, dinos que pasó —Julieta se le une.—Olvidenlo, no pasó nada relevante amigas, simplemente le pedí que fuéramos amigos y darnos la oportunidad de conocernos —tomo un trago del jugo que tengo en las manos— le daré la oportunidad de convencerme de renunciar a mi puesto con alfa y hasta ahora va muy bien.—Mira Emma, somos muy jóvenes todavía, nos acabamos de graduar del instituto y sumale que eres alfa de una manada perfecta, obvio porque estoy yo— Natalia se acomoda los lentes de sol— Daniel es secundario en ésta historia, en tú historia, si lo quieres aceptar o no, no importa, en mi opinión, que sean amigos es mejor a no pensar bien las cosas y que al final te arrepientas de aceptarlo como tu mate— me levanto del camastro y camino a la orilla de la piscina.—Me gusta, es guapísimo y bueno, ya pasaron esos tiempos donde te casab