Holaaa cariñitos!!! Las cosas están tensas en la mansión Motgomery!! ¿Qué represalias creen que vayan a tomar George, Barbara y Lorena? Recuerden que amo leerlas!!! Besooooos
Barbara estaba que echaba humo por las orejas de la rabia que sentía. No podía creer que su propio hijo se hubiera atrevido a amenazarla y mucho menos que lo hiciera por defender a la m*****a bastarda. Hace muchos años que había pensado que se había librado de todos estos problemas, pero al parecer debió haber sido mucho más radical cuando esa cualquiera apareció. Estaba dando la tercera vuelta a la sala de estar de la mansión cuando la figura de George apareció enfrente de ella y se veía casi tan molesto como estaba ella. —Barbara, ¿Qué demonios es lo que pasó? Desde hace varias semanas las cosas entre ella y George se habían ido volviendo cada vez más íntimas, hasta el punto que ya se conocían muy a profundidad y es que aunque el tipo no tenía a donde caerse muerto, no podía negar que tenía su encanto. —¡Eso mismo quisiera saber yo! — gritó— Nathaniel acaba de venir a amenazarme con dejarme sin dinero, todo porque no pudiste conseguir que esa bastarda se doblegara. La mueca de
Nathaniel llevaba toda la semana trabajando en la formulación y costos de la nueva línea de productos genéricos, la realidad era que no era para nada sencillo hacer un médicamente de bajo costo y con los estándares de excelencia a los que su empresa estaba acostumbrada, más sin embargo, no era imposible. Además todo el trabajo le ayudaba a tener la mente ocupada y no darle demasiada importancia al hecho de que había tenido la discusión más fuerte de su vida con su madre. Él no sabía como reaccionar al respecto, pues si bien no se arrepentía de nada de lo que había dicho, si se sentía mal al pensar en que las cosas fueran a quedar tan mal entre ellos. Estaba ensayando su discurso para la próxima convención médica a la que fue invitado como ponente, pero su concentración se vio interrumpida cuando la puerta de la oficina fue abierta con un estropicio y la figura de la chiquilla echa una furia apareció en la entrada seguida de Lorena. Eso no podía significar nada bueno. Sus ojos busca
Nathaniel vio a Lorena salir hecha una furia de la oficina y luego puso sus ojos sobre la chiquilla que seguía viendo con desagrado el lugar por donde la rubia acababa de salir. —¿Nena, seguro que estás bien? Sabes que si Lorena te ha dicho algo indebido puedes decirmelo. Lo cierto era que él estaba buscando la excusa perfecta para sacar a Lorena de la empresa, pues no podía simplemente pasar la carta de despido porque para empezar ella era hija de un hombre importante que había sido muy amigo de Edmund y segundo porque a pesar de todo hasta esos momentos fue una buena empleada. —No es nada que no pueda manejar, ella ya no me intimida. —No debió haberlo hecho nunca, chiquilla. —En esos momentos tuvo que morderse la lengua y no pedirle que se regresara a la oficina con él, pues Maggie había sido contundente con el tema cuando le dijo que no. Una de las razones era que cuando estaban juntos las cosas tendían a ponerse bastante acaloradas y la pobre Rebecca siempre tenía que terminar
La mañana siguiente Maggie se despertó sintiendo las manos de Nathaniel aún pegadas a su cintura, pues después de la oficina se había ido con ella y con Dan al apartamento y como había venido haciendo últimamente se quedó a dormir con ellos. De solo recordar todo lo que habían hecho en esa cama hacía solo unas horas el rostro se le ponía colorado y el calor le recorría el cuerpo entero. Nunca antes el sexo había sido tan maravilloso como cuando lo hacía con el castaño. Con mucho cuidado se puso en pie y dándose cuenta que estaba desnuda, se puso rápidamente una muda de ropa interior y luego se amarró un albornoz al cuerpo y salió con pies de pluma de la habitación, directo hacia la cocina. Sin embargo, antes de llegar se asomó para comprobar que Dan siguiera durmiendo y solo entonces siguió su camino. Cuando estuvo en la cocina se encargó de preparar su mejor versión de unas tostadas francesas y tenía toda la intención de llevarlas hasta la habitación para el castaño, cuando el lla
La vida parecía decidida a joderlos cada vez que las cosas comenzaban a marchar bien. La rabia y la preocupación que sentía Nathaniel en esos momentos no tenía limites ni comparación. El silencio en que estaba sumido el auto solo era un pequeño indicio de lo tensos que estaban los dos, la chiquilla no había dejado de apretar y retorcer sus manos en ningún momento y a él estaba empezando a preocuparle que pudiera tener un ataque de pánico en cualquier momento. En especial porque el pequeño iba en la parte trasera del auto. Finalmente se detuvieron enfrente de la comisaría y el hecho de que el detective Michael los estuviera esperando afuera con expresión seria no ayudaba en nada. Tomando a Dan en brazos, pues no creía que Maggie estuviera en condiciones de hacerse cargo, caminaron directo hacia donde el moreno se encontraba. —Maggie, lamento haberte llamado de esta forma, pero estaba preocupado—dice el detective antes de darle un abrazo a la chiquilla y él tuvo que repetirse mentalm
Salir de la comisaría fue incluso peor que llegar, no podía dejar de mirar hacia atrás con cada paso que daba y la sensación de que la observaban no se iba de su cuerpo, pero sabía que todo no era más que la misma paranoia. —Nena ¿Cómo te sientes? — Nathaniel sabía que era una pregunta estúpida, pero necesitaba que ella le hablara, pues desde que salieron y se subieron al auto la chiquilla no había dicho una sola palabra. Maggie llevó sus ojos hacia Nathaniel y pudo ver en ellos toda la preocupación que trataba de ocultar y supo que si había alguien con quien podía sincerarse entonces ese era el castaño. —Estoy asustada. — dijo finalmente —Me asusta que nunca lo atrapen y tenga que vivir siempre con miedo. Sin poder evitarlo un nudo se formó en su garganta y las ganas de matar al hijo de puta de George explotaron con fuerza dentro de él. —Nena eso no va a pasar, te prometo que voy a poner todo de mi para que atrapen al malnacido de tu ex. Esa era la cuestión, todos estaban sup
La mudanza había sido menos traumática de lo que Maggie había esperado, principalmente porque lo único que se llevó fue la ropa de ella y de Dan, pues el castaño tenía en su apartamento todo lo que necesitan, incluidas las comodidades del pequeño. Y tuvo que admitir que se sentía mucho más segura sabiendo que él estaba con ella, que no estaba sola, aunque la preocupación no haya desaparecido. Además como los tres iban para el mismo sitio en la mañana todo era mucho más sencillo y debía admitir que amanecer y acostarse junto a Nathaniel le encantaba. Todos esos miedos e inseguridades que había estado teniendo se disiparon en la primera noche que se quedó en su casa. Una vez en la empresa salieron del ascensor y cuando ella estaba lista para dirigirse a su oficina, la mano del castaño se enredó en la suya deteniendola. —Nena, voy a revisar toda la información del posible aliado, si quieres puedes ayudarme, trabajar conmigo hoy. Maggie sabía que detrás de esa invitación había más de
Las palabras de Nathe hicieron que todo el cuerpo de Maggie se pudiera tan tenso como un arco, porque con esa pregunta se dio cuenta que ella no era la única que sospechaba de Barbara. Sin embargo la susodicha les dio su mejor cara de desconcierto y ella debía admitir que se veía bastante creíble, aún así no se permitió confiar, en esos momentos ella solo confiaba en Nathaniel. —¿Pero ahora de qué demonios estás hablando? ¿Qué tiene que ver George con esto?— preguntó la mujer con desesperación —Has pasado de ser el CEO más importante del país a convertirte en un idiota enamorado, ¡Date cuenta que te está controlando! Nathaniel tuvo que cerrar los ojos por un instante y tomar una respiración profunda para repetirse mentalemnte que la mujer enfrente de él era su madre y no terminar diciendo una tontería. Cuando sus ojos oscuros se abrieron nuevamente se topo con la mirada llena de rabia de Barbara. —Espero que en realidad no sepas de lo que te hablo, madre, porque creeme si no es