Marcus estaba furioso ante la confrontación y las declaraciones de Layla. No únicamente estaba con otro, sino, que osaba asegurar que su amor no era puro, que era inadecuado.
Colérico se apresuró para llegar al cuarto de cámaras donde encontró inmediatamente a Giovanni quien ya lo esperaba para mostrarle una peculiaridad que había notado en uno de los monitores, pero Marcus no le dio ni tiempo de hablar antes de que lo mirara de forma autoritaria indicándole que lo acompañara, tan enojado que no quiso arriesgarse a que las palabras se le escaparan en un grito de frustración.Giovanni no necesito más que una mirada para comprender que algo andaba mal y acompañarlo rápidamente cerrando la puerta de la oficina insonorizada que usaba como cuarto de control tan pronto ambos estuvieron dentro.-Layla esta con alguien y quiero que descubras con quien- ordeno sin miramientos Marcus y GiTodo estaba destruido. Una vida de trabajo, generaciones de dedicación tiradas a la basura. El legado que su padre le había confiado, completamente destruido.Todos sus aliados y socios lo habían abandonado, alguien lo estaba traicionando entregando información vital a sus enemigos. Aquellos a quienes había maginado tenían el atrevimiento de levantarse en su contra como si fueran dignos de algo más que besar el suelo por donde caminaba, simples ratas y bestias taimadas que se creían más de lo que realmente podían llegar a ser por más que se esforzaran. Viles esclavos que estaban muy por debajo de su desprecio. Y aun así… aun así lo habían arruinado.No le quedaba nada de donde asirse además de la familia real y sus negocios lícitos que eran una cruel burla ante el imperio que él había construido en las sombras. Toda su mercancía destru
El cuartel general estaba sumido en el más absoluto caos. Giovanni y todos los agentes bajo su cargo llevaban horas luchando incansablemente por localizar a Layla y a sus agentes desaparecidos, buscando sobrevivientes, o el menor rastro de a donde pudieron haber sido llevados. Desesperados por salvar a sus amigos, su familia. Pero hasta las cámaras de vigilancia y registros propios de la mansión habían sido destruidas.El llevar al duque de Nolan a la más absoluta desesperación y no sacar de ahí a Layla y sus agentes antes de que todas las piezas de domino cayeran había sido el peor de sus errores. Ahora cargarían de por vida en sus conciencias aquella culpa por no haber previsto aquel resultado, todas esas vidas perdidas por el mas imperdonable de los descuidos.Por su parte, la casa real se haba abocado a calmar a la prensa con respecto a la desaparición de la duquesa de Nolan quien no había lle
Giovanni había citado a Marcus rápidamente en su oficina mientras revisaba algunos datos que había obtenido de antiguos aliados de Robert en busca del lugar donde podrían tener a Layla y sus agentes infiltrados en la mansión, y este no tardó en llegar.Marcus no se molestó con formalismos. Tan pronto llego abrió la puerta sin anunciarse, entro y la cerro tras de sí, antes de tomar asiento frente a Giovanni quien tecleaba incesantemente en su computadora. El sonido igual al de un fuerte aguacero debido a la velocidad con la que presionaba cada tecla ante de pasar a la siguiente. Cuando este ceso de hacer lo que lo había mantenido tan absorto en su tarea se quitó los lentes y se apartó del escritorio estirando la espalda. Estaba agotado, igual que todos. Pero temía que dé para podría perder valiosísimos segundos, así que no lo había hecho.-¿Me llamaste?-pregunto Marcus a sabiendas de la respuesta reclamando su atención.-Conseguí el nombre que me pediste, pero no te va a gus
Diana abrazo a Amshel antes de que subiera a la camioneta y saliera en la misión. No había una sola persona que hubiera podido conseguir que él desistiera en su decisión de liderar al grupo que se dirigiría a la mansión del duque de Nolan en busca de lo que este les había dejado, ni argumento alguno que pesara la suficiente como para conseguirlo. Y aunque en lo profundo lo deseara, Diana tampoco se atrevió a pedírselo. Ese era el trabajo que ellos habían elegido, y el que ella no pudiera lidéralos en esta ocasión, no implicaba que él tampoco pudiera hacerlo.Así que ahí, frente a todos sus agentes sin importarle más nada, lo abrazo y se despidió de él haciéndole prometer que regresaría en una pieza. Una promesa que les había hecho hacer a cada uno de los que se encontraría bajo su mando, pero sintió la necesidad de volv
Layla se encontraba suspendida a un par de centímetros del suelo, tan cerca de la superficie que si se ponía de puntillas sus dedos alcanzaba el suelo brindándole un leve alivio a sus brazos de sostener todo su peso.La habían sujetado por las muñecas con sus ajustadas y frías cadenas que le lastimaban la piel. Los brazos hacía mucho tiempo habían dejado de dolerle pasando a quedar completamente insensibilizados por la mala circulación, pero aun así la piel alrededor de las muñecas le molestaba, por no hablar de la muñeca derecha en sí. Ya que las primeras horas que la habían dejado sola, había luchado contra ellas con todas sus fuerzas, desesperada por liberarse, y nuevamente hacia no mucho tiempo. La sangre le entibiaba la piel del ante brazo, de ahí en más tan fría como el resto de su cuerpo en aquel gélido y húmedo lugar.La hab&ia
La situación se había vuelto insostenible, y muy a pesar de las objeciones de Javier para que lo hicieran, asegurando que Robert aparcería de un momento a otro, y ante la prolongada ausencia y falta de noticias de ambos duques, la casa real se había visto obligada a reportarlos como desparecidos. Y cuando habían ingresado a la mansión al no recibir respuesta ni noticia de nadie en su interior encontrando aquella escena macabra, el infierno se había desatado. Aquello había sido una noticia nacional. Todo el país alterado por la noticia.Todas las agencias de inteligencia buscándolos por cielo, mal y tierra. Pero ni un susurro con respecto a sus paraderos. Y Gabriel estuvo más que seguro que no encontrarían una sola pista al respecto porque no estaban buscando en el sitio correcto, ya que los duques no habían sido secuestrados por ninguna célula terrorista, sino, que había sid
Cuando Pamela les conto sobre el nuevo hallazgo con relación a el paradero de Layla, todos se encontraron conteniendo el aliento en espera de la oportunidad de conseguirlo. Pero una verdad insidiosa se abrió paso a través de Marcus.Aunque la rescataran, si no tenían pruebas irrefutables ante el mundo de lo que el duque había hecho, se encontrarían parados justo donde se encontraban al inicio. Ya que bien podrían haber destruido el imperio del duque, pero Layla continuaría siendo suya. Y aunque esto no apareciera en el plan original, el liberarla de él se había vuelto parte imprescindible de su plan para considerar que su triunfo estaba completo a pesar de todas las pérdidas que habían sufrido.Debían buscar la manera de exponer al duque más allá de cualquier duda. Pero su credibilidad y la de los que lo acompañaban era cuando menos cuestionable… si quer&i
Javier había transferido todo su dinero disponible a cuentas en el extranjero. Robert había perdido completamente la cabeza dejando de importarle reconstruir su imperio centrándose en un irrefrenable deseo de venganza que amenazaba con consumirlo. El buscaba venganza contra su enemigos y los aliados de su esposa que la habían ayudado a destruirlo, que lo habían humillado y puesto en ridículo ante todo el mundo. La ira contra ellos y contra todos los que lo habían abandonado lo cegaba. No le permitían ver lo que tenía frente a él, los errores que estaba cometiendo.Javier le había rogado que regresara, que hiciera acto de presencia y se fingiera consternado por la desaparición de su esposa, pero este no lo había escuchado. Lo había ignorado como siempre. Y ahora que la noticia de su desaparición era trasmitida a nivel internacional era demasiado tarde para echarse atrá