Layla termino de arreglarse tan pronto como pudo, se había quedado dormida y no había escuchado la alarma sonar asi que tenía el tiempo contado si no quería llegar tarde al primer evento del día.
Tras darse los últimos retoques frente al espejo bajo las escaleras camino al comedor. Tenía varios compromisos aquella misma mañana y si quería desayunar debía darse prisa, pero al dar la vuelta para entrar al comedor el corazón se le detuvo en el pecho y tuvo que pararse en seco.Frente a los ventanales que tenían vista al jardín, parado con brío y expresión arrogante se encontraba su padre. Él la miro despectivo con sus glaciales ojos grises llenos de desprecio y superioridad. Layla instintivamente se paró más derecha en su lugar corrigiendo cualquier posible desviación de su postura e hizo un rápido repaso mental de todo su aspecto eSonreír para las cámaras, verse bonita y ser la esposa perfecta, eran los dogmas bajo los que la habían criado y le enseñaron a regirse durante toda su vida. En ocasiones sentía que si le apuntarán a la cabeza con un arma se sentiría menos coaccionada para hacer lo que toda la gente esperaba de ella. Pero ahora mismo todo era diferente, ahora el continuar haciéndolo era por decisión propia y por un tiempo limitado. Todo acabaría cuando al fin lograran culminar su venganza, aunque no estuviera muy segura de lo que haría después de eso, aunque cualquier opción le parecía mejor que la vida que tenía en ese momento.Robert lo había descrito a la perfección el día que regreso después de haber escapado de la mansión. Ella ante los ojos de quienes la rodeaban no era más que un mero objeto decorativo que no tenía ningún derecho
Todos comenzaron a ponerse de pie y a salir de la sala de juntas en cuanto terminó la reunion con excepción de Pamela, quien permaneció quieta en su lugar en todo momento mientras el lugar comenzaba a quedarse vacío llamando así la atención de Marcus, quien guardaba los documentos e informes que habían revisado ese día en sus respectivas carpetas organizando todo lo que habían hecho levantando la mirada para verla. Y entonces, y sólo entonces, Pamela se puso de pie atravesando toda la habitación y cerró la puerta con seguro antes de regresar a su lugar.Marcus la observó con una mirada inquisitiva en los ojos queriendo saber lo que estaba ocurriendo y lo que planeaba hacer esa mujer a continuación cuando ella finalmente regreso a tomar su asiento justo junto a él viéndolo seriamente. Y fue en ese momento cuando él supo que algo importante estaba a punto d
Layla llegó al cuartel general ya bien entrada la mañana en un tiempo libre que tenía entre compromisos, sabiendo que no se podía demorar demasiado pero determinada a arreglar ese asunto ese día sin falta, llena de una firme determinación impulsando sus pasos.Hablaria con Marcus y lo haría de ser posible en ese mismo momento, tan pronto como fuera capaz de encontrarlo. Antes de que las cosas avanzaran más y no hubiera posibilidad alguna de corregir el rumbo que estaban tomando los planes y estrategias para poder lograr su venganza y posicionarse por encima de sus enemigos.Ella no era tan tonta, ni tan ingenua para creer que nadie inocente saldría herido, ya no. Pero el que las cosas siguieran el rumbo que estaban tomando, el permitir que se tomarán caminos tan radicales para corregir lo que estaba mal y no hacer nada al respecto sin importar el daño que podría causar tampoco era una opción para ella.Ella buscó en la sala de juntas en una primera instancia, pero ésta se h
Layla aprovechó que Robert había salido de la ciudad, y no regresaría hasta la tarde del día siguiente para poder ver tranquilamente a Marcus.Ambos se habían encontrado ya tarde en el cuartel general y habían dormido toda la noche juntos, los dos envueltos en los brazos del otro, despertando hacia tan sólo algunas horas, viendo aún abrazados la salida de los rayos del sol que iluminaron toda la ciudad llenando la de vida.Ella sabía que estaba incurriendo tal vez en un comportamiento demasiado arriesgado, sobre todo después de que Robert la amenazara de forma directa con respecto presisamente a lo que le sucedería de hacer algo así, pero en ese momento no le importó.Layla acarició el cabello suelto y despeinado de Marcus de forma distraída, al tiempo que él permanecía con los ojos cerrados profundamente relajado con su cabeza apoyada en
Él miro discretamente dentro de su auto estacionando en un lugar oculto a plena vista a la orilla de la calle como Layla subía al taxi que él había pedido para ella tratando de asegurarse de que llegará a salvo a la mansión, un hecho un tanto irónico dadas las circunstancias.Uno de sus muchos aliados sentado al volante, listo para apoyarle siempre discreto y Leal. Pero Marcus sin poder hacer más miró con molestia y resignación como éste arrancaba alejándola de él y llevándola de regresó con su esposo, directo a las garras de su verdugo y carcelero, a enfrentar un destino que era completamente incierto, odiando ser él, quien con su propia mano y pluma hubiera firmado la sentencia de su amada.Layla le había preguntado si haría mismo que Otelo y la mataría por celos, pero lo más cierto y cruel del asunto era que él mismo la estab
Cap 50Layla miro a través de la ventanilla del taxi al tiempo que se alejaban del edificio de Marcus sin poder evitar morderse el labio y retorcerse ligeramente los dedos por el nerviosismo que le causaba el repentino regreso de Robert rogando llegar a la mansión antes que él.Aquello era raro, completamente insólito y nunca antes visto. Aún más dado que otra cosa no, pero Robert siempre se apegaba a sus planes y a su agenda al pie de la letra sin excepción alguna. El que él se desviara de lo que había planeado hacer era algo por demás fuera de lo común, a tal punto que la hacía preguntarse a que podía deberse tan radical cambio en su comportamiento, rompiendo cualquier tipo de costumbre o patrón de comportamiento que pudiera haber mantenido hasta ese presiso momento.Ella se lamento un poco por no haberse tomado el tiempo de preguntarle a Marcus que era con exactitud
Layla estiró la mano dejando que un copo de nieve se posará en la superficie de su guante hasta disolverse por completo.Toda la familia real había ido a vacacionar al palacio de Moreau al sur del país, huyendo del inclemente y gélido clima de la ciudad, pero aparentemente el frío invierno se había empeñado en encontrarlos.Ella miró el cielo observando los primeros copos de nieve caer mientras que Robert atendía una llamada, ambos al pie de la escalinata de entrada, Layla se maravilló de la belleza invernal del paisaje que tenía el palacio de fondo sin ser consciente que desde una de las ventanas de la segunda planta Gabriel la observaba extasiado por lo hermoso que se volvía todo cuando ya estaba cerca. Los copos de nieve que se posaron en su cabello y sus pestañas, la sonrisa que le iluminaba todo el rostro, sus ojos soñadores. Pero todo el encanto de la escena se acabó cuando Robert la llamó para entrar.Todos en la familia real esperaban ansiosamente esa época del año,
A Gabriel importaba un comino lo que los demás pensaran o la reacción de Robert si llegaba a verlo. Él entro casi corriendo con Layla en los brazos sin importarle la impresión que pudiera dar a un observador externo el que tanto él como ella llegaran con ropas diferentes a las que traían puestas cuando se habían ido, o los rumores y chismes que aquello pudiera suscitar. Cuando llegaron al palacio y él médico de su abuela logró estabilizar a Layla él permaneció a su lado sosteniendo su mano en todo momento esperando a que despertará, al tiempo que su primo yacía en alguna habitación alejada con alguna de las empleadas del palacio.Ella aún temblaba tiritando de frío a pesar de que casi se encontraba lapidada bajo una montaña de cobijas y le estuvieran infundiendo líquidos a una cálida temperatura para tratar de aumentar su temperatura.