Lorenzo Lombardi
Dejo el maletín sobre el inmenso sofá de la sala y voy hasta la habitación de mi madre. Ésta casa siempre huele a limpio, me gusta lo grande y hermosa que es, fue buena elección de mi parte, para regalo de su cumpleaños, hace 10 años, cuando yo tenía 16.
—Hola madre —digo acercándome a ella para besar su frente.
—Hola Lorenzo, tú por aquí tan temprano.
—Si, tengo una cena importante en una hora.
—Lo imaginé —dice dejando el celular a un lado —Bianca me tiene la galería llena de tantas fotos de vestidos de novia que me envía —dice frotando sus sienes.
—Haz como yo, bloquéala.
—Por Dios hijo, que cruel eres. Dime aque se debe tu visita.
—Ya casi la empresa de Hanna Cruz, es mía —digo sentándome en el bench.
—¿Cuántos le ofreciste? —pregunta mi madre mirándome con acusación.
—6 millones de dólares.
—Quedamos que eran 8, Lorenzo Lombardi. —me reprocha.
—Le dije que le pagaría la liquidación a cada uno de sus empleados, sólo son 15, tienen poco tiempo, además de ahí pagaré el abogado, sumando todo, sería 8.5 millones de dólares. Todo fue bien calculado madre —digo sonriendo con malicia.
—No sé que haré contigo, eres tremendo —dice riendo.
—Si si, también te amo —digo levantándome —debo irme, si Bianca pregunta por mi, le dices que me fui a Colombia en yola.
—¡Por Dios Lorenzo! —dice mi madre poniendo su mano en la frente.
—Es que me tiene hastiado —digo besando se frente para marcharme.
Llego a mi apartamento y preparo algo de comer mientras escucho las canciones de Andrea Bocelli. Amo la cocina, aunque tengo poco tiempo, el cuál lo distribuyo entre el gimnasio, mi madre, mi novia y las putas.
Después de comer y ducharme, me visto y voy hasta el estacionamiento en donde está mi chofer, me abre la puerta y subo.
Llegamos a la casa de Hanna y yo entro cuando la puerta se abre.
—Muy bonita y segura tu casa —digo observando todos los cuadros.
—Gracias, siéntete cómodo —dice tomando una botella de vino.
Me siento y dejo mi celular sobre la mesa delante de mi.
Ella extiende la copa y yo la tomo, se sienta a mi lado y observo sus piernas delicadas. Ella la cruza y habla haciendo que la mire.
—¿Qué tiempo tienes con Bianca?
—Más o menos un año —digo luego de dar un sorbo.
—Interesante —dice dejando la copa en la mesa y yo hago lo mismo.
Se levanta y se saca el vestido dejando su ropa interior blanca bastante sexy; ami vista.
—Mmmm linda pieza —digo acercándome como un tigre a su presa.
—Me la puedes quitar —dice acariciando mi hombro.
La levanto por la cintura y la coloco en la mía, la pego a pared, la acerco y hundo mi cara en su cuello. Huele delicioso.
Lamo todo su cuello y el lóbulo de su oreja, sintiendo mi miembro reaccionar a dicho acto. Ella con sus manos nerviosas empieza a desabrochar mi camisa, la bajo y la hago arrodillarse ante mi. Ella me mira y luego quita el cinturón y el botón de mi pantalón.
Me saca los zapatos, el pantalón y el bóxer.
—Ya sabes lo que debes hacer —digo mirando mi miembro levantado ante ella.
En un vaivén de lamidas y chupadas me hace un rico oral.
Después de más de media hora arrodillada frente a mi, me corro en su boca. La sostengo por el pelo para que no se me escape.
—Estás muy delgada, necesitas vitamina. Tómatelo todo —digo entrando más en su garganta.
Se levanta y la hago lamerse los labios, se acerca para besarme, pero la detengo y la giro con un movimiento. La pongo recostada sobre el espaldar del sofá. Le doy una nalgada. Voy hasta mi pantalón y saco un condon. Me lo pongo y de golpe entro en ella haciendo que chille y se aferre al sofá con todas sus fuerzas.
—No haz sido muy buena mamando, tendré que castigarte —digo moviéndome rápido sosteniendola de los hombros.
Doy estocadas fuerte y ella gime pidiendo más. Me muevo sin salir de ella, como si de una ametralladora se tratara mi cintura. Ella grita y pide qe pare, pero no lo hago. La agarro por el pelo y la levanto un poco.
—¿Te gusta?
—Si, me... encanta —dice entre cortado me muevo saliendo lento y entrando violento.
Ella jadea y grita mi nombre mientras le doy estocadas. Aprieto sus senos y peñisco sus pezones duros. Ella vuelve a gritar y se corre. Yo continúo mis movimientos a pesar de que ella me pide que pare.
Después de dejar su culo adolorido y rojo por las nalgadas me corro y lamo su cuello.
Me visto y me despido de ella.
—Mañana mi abogado pasará a traerte unos papeles para que firmes y a las 10 te deposito todo el dinero —digo besando su mejilla.
—¿Ya te vas? —pregunta recostada de la puerta.
—No, dormiré en el jardín —digo con sarcasmo yendo hasta la salida para entrar en el auto.
Lorenzo LombardiLlego a la empresa a la misma hora de siempre. Oprimo el piso 43 para llegar a mi oficina y tomar mi café mientras espero a las dos chicas nuevas que van a ocupar el puesto de la enana.Me paro frente a la ventana para observar los edificios y la carretera mientras disfruto del café de mi mejor amigo Lukas. Las mujeres de ésta empresa ni siquiera saben preparar un café como me gusta.─¿Ansioso por conocer a tus nuevas putas? ─me giro para ver a mi mejor amigo entrar como si de su oficina se tratara.─Algo así, necesito un coño urgente ─digo tomando haciendo en mi cómoda silla negra, que hace juego con la mesa de vidrio negra no muy grande.
Lucía NavarroCojo mi bolso que hice a mano con unos vaqueros. A veces me pongo a reciclar por entretenimiento o por necesidad. Pero me gusta hacerlo. Quizás en un futuro me dedique a eso, nadie sabe. Luego de tomar mi bolso voy hasta la salida del restaurant para llegar a tiempo a mi destino.Hoy debo limpiar una mansión y en la noche un estúpido bar. A eso me dedico, a limpiar casas, hospitales, bares y restaurant, para poder pagar mi carrera de medicina y ayudar en lo que puedo en casa.Terminé la secundaria a los 14 años de edad, siempre fui la más destacada todos los años y esa era una de las razones por la que me molestaban y me llamaban Luznerd. Que combinación.Pero nunca me molestó, porque algo me enseñó mi madre, es que a los comentarios malos, oídos sordos, y además ser inteligente nones un pecado.Pero les confieso que cuando el popular se burla
Lorenzo Lombardi Tenía casi 10 años que no veía la tonta de Lucía. Está diferente, su pelo luce más claro, está más delgada y voluptuosa y esos ojos que no dejan de brillar. Su voz no ha cambiado mucho, siempre fue madura.-Ya debo irme, o llegaré tarde -dice pasando por mi lado.-Cuídate mi niña -dice mi madre muy sonriente.Ruedo los ojos y veo a mi hermano observarla embobado.-Tiene lindo culo a pesar de ser una pobretona -dice y ni me tomo la molestia voltear a ver.Mi madre lo regaña con la mirada y él ríe.-Madre ya la empresa es mía, debo hacer unos ajustes y en menos de un mes todo va a funcionar como quiero -digo limpiando mi boca con la servilleta.-Eso me parece perfecto, hijo -dice acariciando mi mano, sobre la mesa.-¿Y que me toca hacer a mi? -pregunta mi hermano tomando del
—¿Qué necesita señor Lombardi? —pregunto y escucho una mujer de fondo.—Que mañana pases a las 10 a limpiar mi apartamento, la señora que viene, está enferma.—No se si pueda, y tampoco se en donde vive —digo para zafarme.—El chófer de mi madre te llamará a las 9 para pasarte a buscar.—¿Cómo consiguió mi número? —pregunto observando la luna a través de la ventana.—Es un secreto, la espero mañana y el pagó será de 250 dólares? Pago inmediato —dice y cuelga.Imbécil.Egocéntrico.Altanero.Pero el pago es una delicia, 250 dólares lo gano en una semana en una casa. Y ganarlo en un día, no está nada mal.Lorenzo LombardiMe despido de la puta y salgo del hotel rumbo a mi apartamento, tengo trabajos que adelantar antes del lunes. Pero uno
Ella camina dejando ver su culo tan bien trabajado. La sigo y nos metemos al baño de mujeres. Cierro la puerta con seguro detrás de mi. Me acerco a ella rápido y devoro su cuello. Ella mete sus manos por mi camiseta y jadea cuando aprieto sus senos, con ambas manos.Nos desnudamos con prisa, la subo al lavamanos y ella acaricia mi pene. Me agacho y tomo un condón de mi pantalón. Ella me lo pone. Meto mi cara en su cuello y ella acaricia mi espalda desnuda.Lo entro de golpe y ella jadea. Se aferra a mi. No la beso pero lamo su cuello. Su pelo mojado se pega de mi cara. Ella se mueve pegando sus senos a mi. La echo para atrás y me muevo mientras lamo uno de sus pezones. La sostengo de la cintura y la muevo contra mi pene. Ella grita y no paro de moverme.Ella contornea su cadera con sus movimientos. Jadea en mi oído y lame el l&
Lorenzo LombardiLlego a casa de mi madre para ayudar a Bianca a elegir vestido de novia. No se por qué se empeña tanto, si tengo en mente que la boda sea por el civil. No soy hombre de escándalos y eventos. Además ella no es digna de que yo derroche tanto dinero.—Mi amor —dice Bianca corriendo hasta mi.Chillona.—Hola madre —digo quitándome a Bianca de encima.—Hola mi rey —dice abrazándome.—Vamos a lo que vinimos que tengo trabajo —digo dejando mi maletín en el sofá..—Vamos al estudio —dice mi madre tomando mi mano.Bianca bufa y me vale mierda.Ya estoy estresado de tanto ver estúpidos vestidos que a ella no se le verán bien. A partes creo que es mejor que busque algún diseñador o asesoría en otra parte. Se supone que es una
Lucía Navarro Después de regar las plantas, preparo el café mientras Olga, la señora del servicio plancha unas ropas.Vierto el líquido en una hermosa cafetera, coloco la azucarera y dos tazas extra por si sus hijos están aquí.—Aquí está su café —digo a la señora Lombardi entrando al estudio.—Pasa mi niña —dice dejando a un lado el libro.—Gracias —digo dejando la bandeja en la mesa pequeña que está a su lado.—Quédate a tomar el café ¿o ya debes irte? —pregunta mirando el reloj.—Aún me quedan 40 minutos —digo acercándome a pasos lentos.—Toma asiento —dice sirviendome una taza de café. Se sirve el de ella y disgusta con alegría —Éste café lo hiciste, ya conozco los de Olga —dice riendo.—Efectivamente —digo dando un sorbo.—Cuéntame de ti...—T
Lucía Navarro Han pasado dos semanas desde que mi papá empezó a trabajar en la mansión, él y la señora Roxanna se llevan bastante bien. Los he encontrado tomando el café juntos.Me huele a amorcito.Le regaló un pastel para su cumpleañera y lo llevó a la dentista para arreglar su dentadura y luego desaparecieron por 3 horas y llegaron como si nada.Hoy la señora ha pedido verme para pedirme un gran favor, el cual según ella me va a beneficiar. Mi padre sabe de que se trata, pero no me dice nada. Es bueno guardando secretos.Llego a la mansión y me pongo a limpiar ya que la señora no se encuentra, mi padre anda limpiando el jardín y voy a saludarlo ya que salí muy temprano de casa y no lo pude ver.Voy a la cocina por agua y me topo con el estúpido d