El problema real

Katya se quejó en voz baja. Ella nunca había visto a Argus entre la multitud, pero sí sabía que Egan le había dado órdenes de seguirla.

– Claro. Argus –dijo Katya sin una pizca de gracia–. Entonces también te dijo que la plática con el señor Messina fue bastante informativa, ¿cierto?

Egan miró a Katya nuevamente, el masaje de su trasero se había detenido de golpe y el rostro de Egan tenía, literalmente, un signo de exclamación plasmado en él. Katya podía oír sus alarmas encenderse desde donde estaba. Por supuesto que Argus le habría comunicado cada palabra que él le había revelado a Katya.

– Katy…

– ¿Cuándo planeabas decirme? –Katya se reincorporó en la cama y cubrió su cuerpo con la cobija. No quería que Egan se distrajera y evadiera así el delicado tema–. No afecta mucho nuestra relación o mi rol en tu vida, pero hubiese sido de utilidad saber qué haces en tu trabajo, o cuál es tu posición en este raro mundo, o con qué propósitos hacías esta fiesta. ¡Lucí como una tonta todo este ti
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo