Tenían que ser ellas, ¿cómo no? Hay gente que no entiende ni siquiera a la fuerza. ¡Maldita sea! El gesto de molestia de Rache es igual al mío, deja claro que está tan furioso como yo por semejante insubordinación, porque esto es un claro desafío a su autoridad. Lo veo respirar profundo, en un claro intento de mantenerse bajo control y sus ojos brillan, lo que implica que está furioso. Ok, esto no va a terminar bien... para nadie. En menos de lo que dura un latido de corazón, el lobo al que llamó Firtus ya no está retenido por los guerreros, sino que está alzado en alto por lo menos treinta centímetros (o más) del suelo, su rostro enrojeciéndose por la presión de la mano que hay alrededor de su cuello. Veo incluso hilos de sangre deslizándose por la piel de ambos, lo que implica que sus garras están desplegadas y enterradas en su carne, y hasta los colmillos sobresalen de su boca. Sip, está furioso. -¿Estás diciendo, que esas dos te mandaron a eliminar a mi compañera? ¿Aún sabiendo
Ahora mismo, luego de la provocación que le hice a mi compañera, estoy reconsiderando quién castiga a quién. Sabe cómo volverme loco, que botones en mí presionar para conseguir doblegarme, y es mi culpa, porque creo que yo me la busqué. Ahora tengo que esperar a encargarme de las gemelas para poder castigar a mi compañera como le advertí que lo haría si se lastimaba.Quiero gruñir furioso por tener que postergar el placer con ella, por un par de estúpidas a quienes quiero matar por haber mandado a hacerle eso a mi compañera. Como sea, bajo a mi oficina para no seguir en el mismo espacio que mi Caperucita, para evitar que la tentación me venza y mande todo al carajo, con la posibilidad de que ellas intenten escapar y me adentro en el espacio, encontrando a dos guardias apostados a ambos lados de las lobas apresadas, quienes están arrodilladas en el suelo con las manos sujetas en sus espaldas y las cabezas agachas, o a menos es así hasta que me ven. Sus rostros muestran que, clarament
Sentada en la oficina de Rache una vez más, me muerdo las uñas con nerviosismo mientras espero a que Casandra aparezca. Parece que finalmente encontró algo y no puedo esperar a que llegue. Pasó casi una semana desde que las gemelas fueron enjuiciadas y castigadas, y aunque su familia protestó por esto, cuando las evidencias se mostraron y dejaron claro que ellas habían cometido traición, ninguno puso ninguna pega a lo que se dictó. Obviamente era una locura intentar defender lo indefendible, después de todo, si insistían mucho (no digo que fuera a pasar) quizás podrían verse afectados ellos por las acciones de sus hijas, sobrinas y no sé qué más. Ir en contra de los dictámenes del Alfa, sobre todo cuando es un acto directo contra él o contra la Luna lo que se está juzgando, es posible considerarlo traición. Nadie quiere caer en eso porque, los castigos, suelen ser muy graves.Como sea, una semana y un poco más y, gracias a Dios, la Bruja parece tener algo que ayude a mi madre, eso es
En cuanto llego a la Casa de la Manada luego del entrenamiento, voy directo al cuarto para darme una buena ducha. La toalla que llevé al campo está completamente empapada, ya ni seca de lo mojada que está, y con el sol y calor que hubo hoy, no me sorprende en lo más mínimo: sus rayos contra la piel eran como agujas.Respiro profundo y subo los escalones de dos en dos, esperando encontrar a mi compañera aquí, mas cuando cruzo la puerta, no hay siquiera rastros de ella, ¿dónde está? Le dije que cuando volviera, la llevaría a su casa, ¿se fue sola? No es tan tarde como para que no pudiera esperarme, ¿o habrá ocurrido algo?No, si algo hubiese pasado o ella hubiese decidido irse, Andrew me habría avisado. Una olfateada a mi persona, me dice que será mejor que me dé un baño rápido antes de ir en su busca y, casi arrancando los pantalones deportivos, me meto en el baño y directo a la ducha, deteniéndome un momento al sentir el aroma perfumado y delicado del jabón de mi Caperucita, el cual
-Bien, aquí tiene Luna, esto hará que su madre sane sin duda alguna. Casandra me entrega un vial de cristal grueso, que en su interior, guarda unos cuantos mililitros de un líquido azul brillante. Veo incluso algunos como destellos entre el color, que se mueven y flotan lentamente, recordándome un poco a una noche estrellada reflejada en el océano. Mi mano se cierra con fuerza alrededor del frasco y siento un poco de la tensión de mi cuerpo escaparse lentamente, como si el solo tocarlo (sin siquiera estar cerca de mi madre para dárselo) fuera suficiente para convencerme de que estará todo bien. Una sonrisa de agradecimiento estira mis labios de forma involuntaria y observo a la Bruja con la felicidad burbujeando en mi interior. -No tienes idea de lo mucho que significa esto para mí y cuánto te lo agradezco. Mi madre, a pesar de lo difícil que puede ser a veces, es una de las personas más importantes para mí y no puedo imaginar mi vida sin ella, al menos, no por ahora. Sé que ocurri
La forma en la que me mira me pone nerviosa, pero consigo mantener la calma y finjo que no pasa nada, poniendo la sonrisa más convincente que puedo y paso junto a él para dejar la bandeja sobre la mesada antes de volverme hacia él y actuar normal… o eso espero.-Nada, una amiga de la universidad es una de esas naturistas que creen que no hay nada mejor que los productos orgánicos y así, y como su madre tuvo cáncer hace un par de años, me trajo ese frasquito. Me dijo que era un tónico natural para ayudar al cuerpo a sanar y no sé qué más, que se supone que a su madre le sirvió, que se curó y, como no tiene ningún tipo de químico y ella sabe de plantas porque estudia como yo, no me pareció malo intentarlo, ¿qué daño puede hacerle? -¿Segura de que no le hará daño?-No, no creo que le haga nada. Leila es una alumna de las mejores que hay en la universidad, si ella prepara algo, puede que no tenga ningún efecto positivo, mas no tendrá ninguno negativo, estoy muy segura. Solo te pido, no l
Su rostro cuando me escucha, se descompone completamente, como si le hubiera dado la peor noticia de su vida, y viendo y considerando la situación, quizás así sea, pero ese no es mi problema sino suyo. El mío es que no pienso dejar que lastime a Rache más de lo que ya lo hizo y, la dolorosa y triste realidad, de saber que mi abuelo es un maldito asesino. Es un gran golpe, él era una de las personas más importantes en mi vida, uno de los pilares de mi educación y de mis valores, y ahora, debo cuestionarme todo eso porque resultó que, toda mi vida, él me ocultó la verdad. ¿Cómo se lidia con algo como eso?-Tiene que ser una broma, dime que estás tomándome el pelo y que, en realidad, no te uniste a éste desgraciado monstruo salvaje. Dime que no puso sus asquerosas patas en ti, que no te ensució con su mierda de…-¿Compañeros? ¿Eso es lo que ibas a decir? -Son mentiras, ridiculeces que dicen para engañar y hacer creer que son seres románticos como las estúpidas novelas de adolescentes l
Siento el temblor en su mano, noto el blanco de sus nudillos de la presión que ejerce al tiempo en que veo la fuerza con la que aprieta su mandíbula, temiendo que se rompiera los dientes si lo hace más fuerte. Está indeciso, puedo verlo, aún no está todo perdido. Tal vez tengo una última carta qué jugar, mi última oportunidad que podría ser nuestra salvación y ojalá resulte, no quiero perderlos, a ninguno de los dos y no estoy segura de lo que pasará o cómo terminara si se da la situación de tener que elegir. -Abuelo… por favor… no hagas esto… -Jhoana…-Yo lo amo, en serio que sí, por favor, deja esto. -No lo entiendes, no es tan fácil.-Estoy segura de que no, los humanos jamás lo hacemos fácil, pero el arma la tienes tú ahora, es tú decisión y no de alguien más. -Cariño, si no hago esto, si lo dejo ir, vendrán por mí, será a mí a quien cacen.-¿Alguien más lo sabe?-¿Qué cosa?-Que vendrías tras Rache y los suyos, ¿algunos de tus compañeros asesinos lo saben? -No… No solemos tr