Esas simples palabras, una sola frase, y mi mundo parece frenarse en menos de un segundo. Incluso mi abuelo nota que algo ocurre cuando me mira por quedarme callada de un momento al otro. ¿Cómo que algo le pasa a mi mamá? -¿Cariño? ¿Princesa? ¿Estás ahí?-Sí, sí, solo… ¿Qué…? ¿Qué fue lo que pasó?-Lo siento, se nota que te alteré, lo lamento, pero necesito que vuelvas. Dile a tu abuelo que te traiga al hospital, te espero.-¿El hospital? ¿Es muy grave? -Aún no sé, por eso creo que será mejor que vengas. -Es-está bien yo… te veo ahí. Corto la llamada y me quedo observando el teléfono sin caer del todo en la realidad: mi madre está en el hospital. ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Por qué mi padre la llevó allí? Las manos de mi abuelo toman las mías, sacándome de mi aturdimiento y me hace alzar la mirada hacia la suya, encontrándome con su gesto preocupado.-¿Qué fue lo que ocurrió, princesa? ¿Qué fue lo que te dijo tu padre?-Mi madre… ella… ella está en el hospital. Mi-mi padre dijo que
Ver a mi compañera tan mal, tan triste y aterrada, me pone cada centímetro del cuerpo en alerta, sin embargo, el motivo puede quedar relegado en éste momento, ahora mismo lo que ella necesita es calmarse. Como está aún vestida, cierro la puerta de su casa y la llevo hacia el bosque, alzándola en volandas para poder correr hacia donde quiero llevarla. No pasa mucho tiempo por suerte, porque el río está bastante cerca de su casa y, para cuando llegamos, la dejo con suavidad sobre una roca plana y quito sus zapatos, para que pueda hundir sus pies en la corriente cristalina. Eso parece relajarla un poco, y su rostro muestra menos pesar que hace unos minutos, no obstante, aún tiene esa aura obscura a su alrededor, seguramente estaría manchada de negro si Casandra volviera a mostrárnosla.En silencio, me acomodo junto a ella y paso mi brazo a su alrededor, acomodándola más cerca de mí en tanto acaricio suavemente su hombro. -¿Me dirás qué ocurre?Permanece unos instantes en silencio antes
Cuando me despierto en la mañana y bajo a la cocina a desayunar, me doy cuenta rápido de que la casa está sola, ¿dónde está mi abuelo? Ni siquiera hay una nota y se supone que él se había quedado anoche a dormir, ¿en qué momento se fue? Intento llamarlo, mas no responde, lo cual me preocupa un poco, pero es temprano, ¿habrá alguna razón para que no me atienda? No se habría ido al hospital solo, ¿no? Intento mantenerme tranquila y no dejar que mi cabeza enloquezca sola por mi estado ya de por sí alterado con lo de mi mamá, no obstante, es difícil. Lo que me dijo Rache ayer sobre mi salud sirvió de ayuda (un poco) para calmar mis ansias, el hecho de saber que no puedo enfermarme ya, que no importa si tengo ese gen en mi interior, jamás va a poder afectarme gracias a estar unidos, me quita una gran preocupación de encima, no obstante, no elimina todas y estoy que me muero de ganas de ir a ver a Casandra en busca de respuestas. A penas si pude dormir anoche, y solo por esa información
-Disculpe Luna, pero ¿me repetiría eso? -Te consulté sobre cómo se mata a un cazador. -¿Y por qué querrías saber eso, si puedo preguntar?La pregunta de Casandra era la misma que estaba por hacer yo mismo, porque lo que menos me esperaba que diría mi compañera, sería querer averiguar el como asesinar a una “persona”. -Porque estoy harta de su supuesto acecho y, con la herida que tiene Rache en el rostro, esa es la gota que derramó el vaso. Se metió con mi compañero, más de una vez, y lo hirió. No voy a perdonarlo, y quiero que pague por lo que ha hecho. Incluso quiere encontrar la manada para hacerla pedazos, no voy a permitir que tenga la oportunidad de algo así. -Suenas decidida, Luna.-Completamente. -¿Algo que quiera decir al respeto, Alfa? -A decir verdad, sí: no quiero a mi compañera cerca de ese maldito. Su rostro, al escucharme, se contraen en una mueca de ira, la cual entiendo, cree que estoy siendo sobreprotector o que no la estoy dejando defenderse otra vez, no obsta
Cuando llego a casa, mi abuelo está preparando la cena para los cuatro, porque se supone que mi madre volverá hoy y nos enteraremos de los avances con respecto a su salud. Lo más probable es que ya tenga una fecha de operación, o como mínimo, los estudios previos en marcha para ver su estado general. Yo sé que Casandra tiene mucho que buscar, que no va a ser de hoy para mañana, por lo que es posible que, por lo menos, la cirugía se lleve a cabo, lo único que me interesa es que sufra lo menos posible y que, sea lo que sea que tenga que pasar, sea definitivo, que lo que ella encuentre sea permanente para evitar que mi madre enferme nuevamente.Solo rezo porque ese sea el resultado final, nada más.Intentando no pensarlo mucho, me acerco a él y veo que está cortando verduras, por lo que saco otra tabla y otra cuchilla y me pongo a su lado a ayudarlo.-¿Qué estamos preparando?-Estofado de ternera. Hasta que lleguen tendremos tiempo suficiente para que la carne se tiernice, por lo que mej
Ir a ver a mi compañera en la mañana para comprobar su estado, me había parecido la mejor de las ideas, hasta que estaba llegando a su casa y me encuentro con el maldito de su supuesto amigo besándola a la fuerza...Y Jhoana, como siempre, me sorprende antes de que pueda hacer nada, porque justo cuando el gruñido feroz escapa de mi boca y estoy por arrojarme sobre él, la veo soltarse y hacerle una toma, la cual lo deja directo en el suelo de espaldas, obviamente robándole el aire de los pulmones. Lo siguiente es verla voltearlo para que quede de pecho contra el asfalto y su brazo tras su espalda, su rodilla apretando con fuerza contra la parte media de su columna.Escucho el quejido del infeliz, y veo el enojo en el rostro de ella antes de acercarse a su oído y hablar amenazante. Caperucita en serio me sorprende a veces, porque no puedo asegurar que, de ser él, no me asustaría, o incluso sin serlo me preocupa...-Quiero que me escuches bien lo que voy a decir ahora mismo, porque no vo
Gruño furioso por dentro, porque no puedo creer la mala suerte que tengo justo ahora. No fue suficiente lo que pasó con el amigo de Jhoana, que ahora también tengo que lidiar con él. ¡MALDITA SEA MI SUERTE! Inmediatamente me coloco como escudo de mi Luna y reviso el entorno, encontrando al menos diez pares de ojos que me observan desde la maleza y uno puntual que se acerca, dejándose ver por fin.Cabeza rapada completamente, ojos de escleróticas enrojecidas, piel cenicienta y manchas de sangre y quién sabe qué más manchando su rostro, manos y ropa.-¿Te sorprende verme, Rache?-No, solo me desagrada, ¿qué demonios quieres, Firtus?-Lo sabes perfectamente, no te hagas el idiota ahora. Mataste a Louan, sabiendo lo que estaba sufriendo me desterraste a mí, y ahora que por fin encontraste a tu compañera, voy a poder tener la satisfacción de poder devolverte el favor y lograr que sientas lo mismo que yo cuando su corazón se detuvo por culpa tuya. -Se lo merecía, fue juzgada y encontrada c
Tenían que ser ellas, ¿cómo no? Hay gente que no entiende ni siquiera a la fuerza. ¡Maldita sea! El gesto de molestia de Rache es igual al mío, deja claro que está tan furioso como yo por semejante insubordinación, porque esto es un claro desafío a su autoridad. Lo veo respirar profundo, en un claro intento de mantenerse bajo control y sus ojos brillan, lo que implica que está furioso. Ok, esto no va a terminar bien... para nadie. En menos de lo que dura un latido de corazón, el lobo al que llamó Firtus ya no está retenido por los guerreros, sino que está alzado en alto por lo menos treinta centímetros (o más) del suelo, su rostro enrojeciéndose por la presión de la mano que hay alrededor de su cuello. Veo incluso hilos de sangre deslizándose por la piel de ambos, lo que implica que sus garras están desplegadas y enterradas en su carne, y hasta los colmillos sobresalen de su boca. Sip, está furioso. -¿Estás diciendo, que esas dos te mandaron a eliminar a mi compañera? ¿Aún sabiendo