-Tenemos un problema. La entrada repentina de Andrew me pone en alerta, sobre todo por esa simple frase que engloba tantas cosas posibles y que, por el tono, es malo. Estaba siendo un día tan tranquilo aquí en la manada, estaba trabajando de lo más relajado en mi oficina, sabiendo que Jhoana estaba teniendo grandes avances con las mujeres y que la estaban aceptando, al punto de poder enseñarles a las más jóvenes a defenderse... Y tenía que pasar algo. Es como si al universo no le gustara que estuviéramos en paz. -¿Qué pasó?-Tienes que venir, parece que a nuestra Luna, no es tan diplomática como intenta ser.-¿De qué estás hablando?-Solo ven rápido conmigo. Gruño frustrado y salgo tras de mi Beta fuera de la oficina y de la Casa de la Manada, sintiendo curiosidad por lo que sea que lo ha alarmado, por lo que sea que haya pasado con mi compañera, que pueda ser tan grave como para que mi amigo esté así. Y comprendo su preocupación, cuando llego a donde mi Mate y la encuentro enfrent
En cuanto esas palabras son procesadas por mi cerebro, todo mi cuerpo se pone en alerta. ¿¡CÓMO ES POSIBLE QUE ALGO ASÍ HAYA PODIDO OCURRIR!? Rache parece furioso y no lo culpo, alguien a usado a un miembro de su manada, de su "familia", a quien ha jurado proteger, para enviarle un mensaje y de la forma más cruel que se me ocurre. ¿Es que no puede pasar siquiera una semana sin que algo malo ocurra? ¿Por qué el destino parece empeñado en hacernos sufrir de cualquier manera posible? Si no es una cosa, es la otra... ¡MALDITA SEA!-¿Alguien vio algo? ¿Cómo apareció?-Uno de los que patrullaban el bosque lo encontró, no estaba siquiera cerca de la zona de manadas. Su cuerpo estaba en la orilla del río, el aroma a sangre lo atrajo. Tenía una daga de plata ensartada en el pecho, que creemos que fue parte de lo que causó las heridas porque éstas estaban prácticamente quemadas. Estamos seguros de que sufrió mucho. Quien quiera que haya sido quien lo mató, no solo sabía lo que hacía, sino que t
Alfa de la manada Luna de Plata:Se dice por los bosques, que has encontrado a tu compañera... Qué lástima por ella, porque no durará mucho. Escóndela, no la pierdas de vista, puede aún no conozca su rostro, mas te aseguro que pronto lo haré e iré por ella. Nada en éste mundo podrá protegerla, y seguramente me consideras un cobarde o un desgraciado por "atacar a una mujer inocente", sin embargo, si está contigo, no es inocente. La verdad, no es nada personal contra ella, todo es simple y pura estrategia: ¿cómo hacer que un lobo pierda la razón y no pueda seguir adelante? Ataca aquello que más le importa, y ahora que la encontraste a ella, eso que te interesa más ya no es tu manada, sino tu Luna. Pobre alma en desgracia... No tiene idea de lo que le espera. Haré que tú y tu manada sufran tanto, que rogarán porque los haga desaparecer de la faz de la tierra, y les daré gusto a uno por uno. Lo voy a disfrutar como no tienes idea. Cuando acabe con todos, nadie se acordará siquiera que exi
Gruño frustrado y golpeo con fuerza la bolsa de boxeo que tengo en frente, llevo dos días casi sin tener contacto físico con Jhoana y ya me estoy volviendo prácticamente loco, ¿por qué nadie advierte de lo espantoso que se siente estar separado de la compañera? ¿Cómo es que otros machos soportan alejarse de su destinada sin que les afecte tanto? Bueno, la verdad es que supone que ninguno lo hace en la etapa “luna de miel”, todos suelen esperar para eso, y sin embargo, aquí estoy yo, haciendo precisamente eso. Se supone que debería estar reforzando mi vínculo con ella ahora mismo, no gruñendo frustrado porque está en casa de su familia y no aquí, cerca de mí. Parezco un idiota, y quizás lo soy, no lo voy a negar, mas no me importa, la necesito conmigo y también una forma de evitar que ningún cazador averigüe que ella es mi mate. No puedo soportar la idea de que la lastimen para llegar a mi. Ese maldito cazador, el día que lo encuentre le voy a torturar diez veces más de lo que le hiz
Todo se queda en silencio por unos instantes, como si la habitación se hubiera pausado como una película, y toda la atención está clavada en mí, solo que en esos rostros neutros, no alcanzo a entender si es algo bueno o algo malo. Carhell es el primero en hablar. -¿Estás diciendo que una humana dejó inconsciente a Venthor, uno de los Alfas más fuertes de estos territorios? -Así es. -¿Hay testigos? -¿No me creen? -No es eso, queremos pruebas porque es algo verdaderamente sorprendente. -Bueno, justamente hoy, toda la manada, o casi toda, fue testigo de sus habilidades de combate, noqueando a dos lobas que la desafiaron, en menos de diez movimientos, exactamente dos a cada una y ninguna pudo tocarla. Sabe cómo utilizar su velocidad y su tamaño a su favor, tiene la capacidad de mantener la mente fría para poder ser precisa e imprimir la mayor cantidad de daño, con el mínimo de esfuerzo. -Pues si es verdad, podría entender porqué Venthor quedó impresionado. ¿Cuándo podremos conocerl
-Tengo una situación que requiere de tus servicios. -¿Y esa cuál sería? ¿El collar no funcionó como esperaba? Eso sería raro, a decir verdad.-No, no es eso, el problema que tengo es que necesito poder acercarme a ella y un cazador la está rondando. -¿Sabe él que usted está cerca? ¿O que ella es su compañera? ¿No la habría atacado ya si conociera su identidad?-No creo, no sabe que ella es mi Luna porque prácticamente lo admitió en su “nota amenazante”, solo parece estar cerca por alguna razón que aún no conozco y yo, aunque no tengo la certeza de si conoce mi parte humana o no, no la expondré. Necesito encontrar una forma de irla a ver sin que nadie sepa que soy un Alfa, que soy el lobo al que persigue, porque no soporto no tenerla conmigo. Incluso su padre quiere conocerme, tengo que poder ir sin estar preocupándome de que el cazador pueda llegar a reconocerme. Quiero mantenerla a salvo. -Comprendo, quiere un hechizo que disfrace su apariencia.-No para todo el mundo, solo para q
En cuanto la puerta suena, respiro hondo y me encamino hacia ella, queriendo ser la que lo reciba para no avasallarlo desde el inicio de la velada. No todos estaban felices con esta reunión, porque mientras mi padre estaba contento de poder conocer al chico que estaba “rondándome” (según sus palabras), mi madre era absolutamente otro cantar, estaba más que molesta porque resultó ser cierto que había alguien en mi vida (que interrumpía con su absurdo plan) y, casi puedo jurarlo, algo va a intentar ésta noche. Mi plan es obvio: evitarlo. Lo primero que veo en cuanto lo tengo frente a mí, son esos brillantes e impactantes ojos, los cuales me hacen sentir electricidad por el cuerpo en el instante en que se posan sobre mi persona. Aunque eso no me evita el notar el evidente nerviosismo que destila por ellos, ¿o será que solo yo puedo verlo porque lo conozco? Eso no importa, lo importante es que eso mismo desaparece en cuanto se da cuenta de que soy yo y no alguien más de mi familia. Por
-Bueno... No es como que me lo haya preguntado. Lo mirada de mi padre pasa de mí a Rache y alza una ceja a modo de interrogante y su sonrisa se ladea. -Así que aún no se lo pides. El gesto del pelinegro se dirige por un instante a mí como prometiendo venganza y nuevamente se concentra en mi padre, encogiéndose de hombros. -La verdad es que no, no lo he hecho porque no quise ponerle presión, es muy pronto quizás y, ¿qué haría si ella me dijese que no? ¿El maldito está haciéndose la víctima? ¿Es en serio? Su gesto al observarme de reojo, me dice que sí, que tengo razón, que lo hace a propósito y tengo ganas de golpearlo, pero la risa de mi padre me detiene de mis pensamientos agresivos. -Bueno, es entendible, muchacho, mi niña es especial, así que es bueno que vayas con cuidado. Y también me alegra el que seas respetuoso en el sentido de esperar el momento indicado. Aunque... -¿Aunque qué? No responde, simplemente hace una mueca que nos apunta primero a uno y luego al otro y lo