A la mañana siguiente, me levanté temprano y me fui sin siquiera desayunar. La verdad es que no quería cruzarme con mi madre, aún me sentía molesta y frustrada con su insistencia sobre mi vida amorosa, como ésta fuera un auténtico desastre, y no era la primera vez que teníamos esa conversación. Las anteriores tampoco tuvieron un buen desenlace, a decir verdad, su insistencia en que tuviera una relación con alguien, como si yo tuviera más de treinta y no a penas veinte y se me estuviera terminando el tiempo, cosa que haría quizás que terminara como una solterona, empezaba a molestarme cada vez más. ¿Cuál era el problema? Ni que mi juventud se estuviera terminando y yo la dejara pasar como un tres que va lleno y no quieres ir apretado porque sabes que será un largo camino. El ver mi bicicleta en la entrada tal y como Rache prometió anoche, me facilitó mucho las cosas, solo la tomé y me fui pedaleando hasta la universidad, pasé por el bufet y compré algo para comer y beber y me fui a l
Cuando finalmente bajo otra vez unos veinte minutos después, el ambiente sigue igual: mis padres y los de Luka charlando amenamente, muy contentos aparentemente con lo que sea que sea su tema de conversación, y mi amigo casi retraído, cosa poco usual en él con su personalidad más bien relajada y bromista, lo cual me hace pensar que, lo que están hablando nuestros padres, no es un tema que le agrade, lo que solo me da más curiosidad y, a su vez, me preocupa aún más. En cuanto notan mi presencia, mi madre me llama a que me una y parece muy efusiva, quizás demasiado. -Ven cariño, Graciela nos estaba contando que su sobrina, Yanis, se comprometió hace un mes y que la boda será en marzo, antes de que ella deba volver a sus clases.-¿En serio?-Sí, va a ser una boda otoñal, le gustan mucho los tonos dorados y la vegetación que empieza a palidecer en esa época. -Bueno, la verdad es que, lo que le ocurre a los árboles en realidad, se trata de un simple proceso natural: como las horas de lu
Sentada en una roca entre la arboleda, intento procesar todo lo que acaba de ocurrir y no consigo salir de mi asombro, ¿cómo es que todo se fue al demonio tan rápido y de golpe? Aún no puedo entender cómo pasó, cómo es que llegamos a semejante desastre en una sola noche. Mi vida se acomoda de un lado y del otro se descalabra como una casa de naipes, es tan frustrante. Y lo peor es que, el problema no fue solo la cena y esa encerrona que planeó mi madre, sino lo que eso desencadenó. Luka...Sus palabras, ¿por qué tuvo que decirlo? ¿Por qué no pudo simplemente decirme que estaba incómodo y ya? Las cosas habrían sido más sencillas, menos embarazosas, podría haberme quedado con él y charlar hasta que su familia se fuera y no estaría aquí, sola...No puedo dejar de repasar esa escena que viví en la parte trasera de casa, la razón que me hizo escapar al bosque, escucharlo me puso tan mal que no supe qué más hacer. ¿Cómo se supone que le tenía que responder? ¿Qué se dice en una situación co
Estoy en shock, esto tiene que ser una mala broma. ¿Ese idiota que conocí en la cafetería quiere casarse con ella? ¿Qué carajos? Quise ser amable porque dijo que era su amigo y que prácticamente se habían criado como hermanos, no quería tener conflictos con ella por no poder aceptar a sus amistades y su vida antes de mí, pero esto...Por la forma en la que me ha dicho esto, es evidente que no solo no lo esperaba, sino que además, la situación le duele o, como mínimo, le molesta, así que intento controlarme lo mejor que puedo y respiro profundo antes de responder, eligiendo mis palabras con cuidado porque, aunque esto me enfurece y mucho, ella no tiene nada que ver, sino que fue su madre la que lo ha provocado. No es justo que descargue mi ira ahora con ella, cuando es evidente que esto la tiene mal. -¿Por qué no me cuentas qué pasó con calma? -Bueno, luego de que me dejaste en casa, cuando llegué, me encontré con que teníamos visitas. Luka y sus padres estaban en el salón, y él actu
Despertarme sola no es algo que esperara, pero sí que me ayudó un poco a despejar mi mente. Él es una ENORME distracción, aunque ayer se portó muy bien conmigo. Estar en su compañía se ha vuelto casi sedante, porque cuando me consoló, realmente pude olvidar un poco de mi molestia y todo lo que me alteró tanto y tan rápido. Tuve la decencia de enviarle un mensaje a mi padre mientras Rache fue a la cocina, de que pasaría la noche en casa de una amiga, no tenía la culpa y no quise alterarlo, sin embargo, cuando mi madre empezó a llamarme de nuevo por teléfono (que ya lo había hecho antes y fue la razón por la que había apagado el celular), volví a desconectarlo y lo dejé casi abandonado a un costado. Estaba y aún estoy molesta con ella, mas sé que no puedo simplemente huir, en algún momento tendré que volver a casa a enfrentar no solo a ella sino a mi amigo y no sé qué es lo que más me incomoda de esas dos situaciones. Saber que me ve más que como una hermana, que quiere algo más de mí
La forma en que casi parece estar lloriqueando como una niñita asustada, la verdad es que me repugna profundamente, ¿es que no tiene dignidad o qué? Maldita perra en celo desesperada… Hasta me da un poco de asco el seguir tocándola, por lo que la suelto como si quemara y me alejo volviendo hacia la fuente de galletas, no queriendo ver cómo actúa como si fuera un cachorrito herido. De cachorrito no tiene nada, es una maldita perra, no obstante, es un buen momento para ver qué hará mi compañero ahora: si me creerá a mí o si, por el contrario, a esa maldita regalada con ínfulas de grandeza. Solo faltaría que gimotee en tanto que se arrastra hacia él a cuatro patas…-Jhoana…-¿Sí?-¿Qué fue lo que te hizo?-¿¡QUÉ!?Esa simple pregunta me hace volverme hacia ellos con las galletas en mano y me acerco con tranquilidad, ofreciéndoselas.-Galletas de chocolate con trozos de fresa y naranja. -Huele genial. Con permiso…-Gracias. Ambos toman una y le dan una mordida, mostrando en sus rostro
La noche llega y ya estoy nervioso, pero no por lo que va a pasar dentro de muy poco, sino por el hecho de que mi Luna insistió para estar aquí hoy y no conseguí que desistiera. Estuve muy tentado de alzarla en brazos encerrarla en algún cuarto al que pudiera echarle llave, mas sabía que eso no terminaría nada bien para mí, en absoluto. Quiero protegerla, mantenerla a salvo, sin embargo, no quiero que se enoje conmigo y luego eso se vuelva un problema mayor. No llegué a eso aún con Jhoana, no he tenido la mala suerte de vivir su enojo completo en carne propia, no obstante, sí que he tenido atisbos de él y, nunca me había asustado nada hasta ahora, pero desde que apareció en mi vida, eso cambió, y hay dos cosas ahora que lo hacen: que algo le ocurra, y que su furia en todo su esplendor se dirija hacia mí. A una loba, si se enfureciera, sé que con dejarla sola o marcar mi dominio sobre ella, sería suficiente para terminar definitivamente con cualquier rebeldía, mas con mi compañera no
Ver el cuerpo noqueado en el suelo de Venthor, la verdad es que me cuesta procesarlo. Y mucho más el saber que está ahí precisamente porque mi compañera lo dejó fuera de combate en tres simples movimientos. Debí saber que esto podía pasar, lo sospeché desde que vi ese traje de artes marciales con cinturón negro colgado en su armario, y tuve una prueba clara fue la facilidad con la que se defendió y dejó en el suelo a Roxana, mas eso no lo vi en persona, esto sí.Imaginarlo y presenciarlo es algo muy diferente.Me acerco a mi compañera que sigue observando al lobo caído como un halcón, como si no quisiera perderlo de vista siquiera por un segundo.-¿Jhoana?Su cabeza se vuelve hacia mí como impulsada por un resorte, por lo que puedo asegurar que está muy tensa. Quizás hasta pensando que planeo gritarle o algo por haberse expuesto de semejante manera, sin embargo, la realidad es que el enojo aún no me alcanza. La impresión que cargo es tal, que todavía no permite que otra emoción ocupe