Punto de vista de Douglas
Estela se apresura a sacar su teléfono, teclea algo y en unos segundos me muestra en su teléfono un perfil en F******k.
— Aria Green —leo en voz alta.
Ciertamente esperaba estar totalmente decepcionado de la foto que la señora Estela me mostrara, pero estoy desconcertado, jamás pensé que vería a alguien con estos rasgos. Una mujer despampanante, rubia y con una sonrisa angelical. Parece como si hubieran tomado mi boceto de mujer perfecta para casarme, el resultado hubiese sido ella.
— ¿Es tu sobrina? —pregunto a la señora Estela
— Si, es mi sobrina. Terminó la universidad pública, es una buena muchacha, señor Douglas. Es respetuosa con sus padres siempre, es leal.
— ¿En serio estás considerando casarte con una pordiosera? —pregunta Yadira.
— Yadira, solo vete —le pido sin dejar de ver las fotos de Aria— No te quiero ver más. Solo colmas mi paciencia.
— ¡Por dios, Douglas! —Yadira se levanta demasiado molesta— Te vas a arrepentir de esta humillación frente a tu sirvienta.
— Solo vete y no digas más, Yadira —respondo
— ¿Qué le parece, señor Douglas? Es una hermosa mujer.
— Ciertamente es mejor, es perfecta —susurro sin dejar de ver esas fotos— ¿Puede hablar con ella sobre esto? ¿Aceptará?
— Sin dudar —me responde rápidamente.
— ¿Por qué? ¿Busca hacer dinero? —su respuesta inmediata me pone en alerta— ¿Por qué, señora Estela?
— Sus padres están pasando por un momento difícil, ella siempre ha buscado que sus padres dejen el trabajo pesado que ambos hacen, haría cualquier cosa por mejorar la vida de ellos. Sus padres son su adoración.
— Me parece bien —respondo pensante— Debo casarme lo antes posible. Así que entre mas pronto le diga, mejor.
— Le llamaré hoy a mi cuñada —responde la señora Estela— Les será una excelente noticia, señor Douglas —miro que la señora Estela esta por llorar.
— ¿El trabajo de los señores es tan malo? —pregunto al ver a la señora Estela con los ojos llorosos.
— Demasiado —me responde— si me permite, me voy a retirar, señor Douglas. Una pregunta ¿No quiere verla antes de casarse?
— No, ya vi lo suficiente. Cuando me responda, le enviaré a mi abogado para comentar algunas reglas que debe seguir.
Ella es perfecta. No puedo creer que todo este chiste me haya llevado a una persona como ella. Podría darle la oportunidad, podría ser igual que mi madre, pero a diferencia de mi padre, yo jamás la abandonaría.
— Está bien, gracias, señor Douglas.
Estela sale de la habitación, entonces sonrío. Debo llamar a mi abogado.
Punto de vista de Aria
— ¿De qué hablas, mamá? —mi confusión es grande— No te entiendo.
— Tu tía le mostró fotos, el quiere casarse contigo, Ari.
— ¿Y si yo no quiero? —pregunto pensando en que siempre pensé que me casaría con el amor de mi vida, una persona que me hiciera enloquecer, pero de tantas emociones que me hiciera sentir— ¿Mamá?
— Este hombre es millonario, Aria —mi madre me mira seria— Él puede pagar tu cirugía. Con el podrías vivir por muchos años más.
— ¿Por qué quiere casarse conmigo? ¿Si tiene tanto dinero como dices, muchas querían casarse con él?
— Tú tía me explicó que su madre fue como tú, que solo quería honrarla dándole a alguien la oportunidad de salir de abajo. Solo buscaba alguien que fuera agradable a la vista, hija. Piénsalo, no quiero verte ni imaginar que estaré en la tierra sin ti —ella quiere llorar— Si pudiera vender un órgano mío, te juro que lo haría Aria, no quiere verte sufrir más, no resisto verte así. Tan débil.
No puedo hacer sufrir a mis padres solo por mi propio capricho, no quiero verlos seguir estresados por todo esto.
— ¿Se supone que me case con el y le pida quinientos mil? —pregunto— ¿Qué debo hacer?
— Tu tía me envió un contrato, lo estuve leyendo —ella me muestra unas hojas— No quería proponerte algo para que salieras lastimada, pero este contrato solo dice que van aparentar ser pareja, deben durar al menos un año de casados, después de eso, si se divorcian el se compromete a darte dos millones.
— Pero solo tengo seis meses, mamá.
— El está abierto a negociaciones, Aria. Podemos pedirle que te de el día que se casen quinientos mil, podrías operarte en esa misma semana, esto es una maravilla que dios nos ha mandado.
Miro las hojas y entonces entiendo. — ¿Quiere casarse para cobrar una herencia? ¿Solo por eso?
— Si
— Debe ser demasiado codicioso.
— Eso no importa, podemos pedirle el dinero, Ari. Es como un trabajo.
Lo pienso muy poco, a decir verdad, mis ganas de vivir me hacen aparentar una falsa valentía.
— Quiero vivir —respondo a mi madre— Me casaré con él.
Mi madre sonríe con lagrimas en los ojos, supongo que mi madre llora cuando está feliz y cuando está triste. La abrazo con emoción, podré tener el dinero para mi cirugía, pero falta el órgano que me van a trasplantar, eso es un tema a parte.
— Tu padre no entenderá esto —me dice cuando finalizamos el abrazo— Estoy pensando en mentirle. ¿Qué piensas sobre eso?
No podría mantener una mentira con mis padres, nunca podría llevar a cabo ese plan, mi papá debe saber todo, debe entender que es una manera de luchar por mi vida, por un futuro para ellos. No puedo simplemente ignorar esta gran oportunidad.
— No mamá, no quiero mas mentiras con el falso matrimonio estaré bien —la miro a los ojos directamente— mi papá deberá entender que es la única salvación que tengo. Las más rápida.
— ¿Puedes enviarle por medio de un correo lo que acabamos de hablar? Para que lo modifiquen, porque el señor quiere hacer la boda lo antes posible.
— ¿cuándo?
— Estela me comento que en cuanto tuvieran los contratos, una semana después, que algo que le urge demasiado al señor.
— ¿Cómo se llama?
— Su nombre está en la última hoja —me quita las hojas para buscarlo— Douglas Fraser.
Repito su nombre en mi mente, después de voz alta y en cuanto sale de mis labios, un escalofrío recorre mi columna.
Punto de vista de Aria— ¿Aria, estás realmente segura sobre esto? —me pregunta mi padre, que desde que le contamos sobre todo lo que voy a hacer, nos estuvo viendo enojado.— Si, papá.— Realmente la idea me desagrada mucho, pero tengo las puertas cerradas en todos los bancos y lo más que puedo conseguir son cincuenta mil, lo cual es nada —mi padre se arrodilla, niego, pero él también se niega a levantarse— Realmente te pido perdón por no poder hacer más, te pido perdón por todo, Aria. No quiero tener que ver esa boda, pero si es lo necesario para que tú sigas viviendo, tener a mi hija por mas años, acepto la decisión que tomes. Pero recuerda, que tienes derecho a decir que no y seguiré buscando, moviendo cielo, mar y tierra para conseguir ese dinero.— No tienes que hacer más —le respondo a mi padre sentimental, es un hombre honorable. Siempre lo ha sido, supongo que esto le dará en el ego y su instinto paternal.— ¿Cuándo sería la boda? —pregunta mi padre— ¿Tú le contaste sobre la i
Punto de vista de AriaNadie esperaba esto, realmente no creo que yo ni nadie de mi familia haya entendido a que se referían con la palabra “sencillo”.Mis padres y yo fuimos separados, pues me comenzaron a arreglar desde muy temprano. Todo de mí, mi pelo, mis uñas, maquillaje. Todo se llevo muchas horas, cuando me miré al espejo, realmente no me reconocí, jamás pensé que yo podría verme así.— Eres muy bella —comento Anne, una linda joven que es la encargada de dejarme como el señor Douglas le ha pedido.— Gracias. ¿Conoces a Douglas? —la curiosidad por saber cómo es, es algo que me está matando.— Me contrató alguien al servicio del señor Fraser, aún no tengo el gusto de conocerlo. ¿Por qué?— Quería saber si le gustaría como estoy quedando —miento, me da vergüenza decir en voz alta que no lo conozco.— Creo que si, por lo que sé, todo lo ha elegido personalmente el señor Fraser. Asentí.— Mira, aquí viene el vestidoAl girarme para verlo, mi sorpresa es grande. Es el vestido mas h
Punto de vista de AriaRealmente me sentí pequeña y regañada todo el tiempo, su mirada es fuerte, por lo cual me sentí intimidada la mayor parte del tiempo. En cuanto el dijo “nos vamos”, solo me despedí de mis padres y nos fuimos.Era de esperarse que yo estuviera demasiado sorprendida con Douglas Fraser, un hombre que no me despegó la vista de encima durante todo el tiempo que duró la velada.El camino a mi nuevo hogar fue silencioso, hay una pequeña sensación de incomodidad, al menos de mi parte. No quiero saber que sigue, firmé un contrato, lo sé… el puede pedirme que me orine encima, debería cumplirlo sin pensarlo.Respire profundo, haciendo un poco de ruido y ganándome una mirada de su parte. Devolví mi mirada a la carretera, que parecía con cada segundo que pasa, llevarme lo más lejos posible de la ciudad.— ¿Vives tan lejos? —pregunté, si este hombre vive tan lejos, puede ser un problema para mí, que debo visitar a mi doctor casi todos los días para ver lo que se pueda hacer.—
Punto de vista de Aria— ¿Solo eso faltaría para la cirugía? —le pregunté al doctor MonteCarlo.— No sé como hiciste para conseguir ese dinero, si alguien lo hizo por ti. Pero si alguien con poder en el medio, te hizo el favor, deberías considerar que te consiga ese órgano, Aria.Bajo la cabeza— Me he casado por dinero —dije avergonzada.— Por dios —el doctor se levantó del escritorio rápidamente, algo que fue inesperado para mí.Cuando menos me di cuenta, me estaba dando un abrazo. Me quedé sorprendida por la muestra de agradecimiento, pero no lo alejé tampoco. El doctor ha estado conmigo todos estos años, creo que le tengo cariño por todo lo que hace por mí.La puerta se abre abruptamente, dejando pasar a Antonio, el chofer de Douglas.— ¿Qué sucede? ¿Así se curan todos los pacientes? —preguntó Antonio— El señor Fraser desea que esté en otro lugar ahora mismo, señorita.— No puede interrumpir mi consultorio de esta forma —espetó el doctor MonteCarlo— No debería acercarse a esta muje
Punto de vista de AriaCuando salimos del despacho, caminamos tomados de la mano. Algunas personas nos miraron, si yo también nos viera pasar, miraría. Douglas luce mas imponente caminando a mi lado, mi estatura, lo hace lucir mas alto,— Haz hecho un buen trabajo, pero no se te ocurra soltarme la mano —me susurra colocándome un beso en la frente— Dylan nos está espiando, jamás aceptará lo que acaba de ocurrir, presiento que nos vigilará por algunos días.— ¿Por qué tu hermano no quiere que recibas la herencia?— Su familia esta llena de buitres —me responde mientras seguimos caminando— Odio a las personas que solo aceptan cosas por dinero.Sentí eso como una indirecta, demasiado directa.— ¿Por eso me odias? ¿Por el adelanto que te pedí?— Si, pensé que serías más como tu tía Estela —admite fácilmente— Pero ahora tenemos que cumplir con esto. Mírame como si realmente me amaras, siempre que me estés mirando. No quiero ningún tipo de mirada que indique lo contrario, no quiero que nada
Punto de vista de Aria— ¡Abre la m*****a puerta, mujer! —Douglas golpea la puerta con fuerza.Parece desesperado, supongo que debe estar preocupado por mí. Limpio la sangre del lavabo y mi boca, antes de abrir la puerta de nuevo. Sin embargo, no es lo que esperaba.Una parte de mí estaba emocionada por creer que mi “esposo” mostraría preocupación por mi salud, pero no. La cara de Douglas es de furia y enojo. ¿Qué le pasa?— ¡¿Qué hiciste hoy con ese tercio de Doctor?!Lo miro confundida, no entiendo la situación.— ¿De qué me hablas?Mi respuesta parece enfurecer o alimentar su ira, pues en cuanto la escucha, da un fuerte golpe a la pared. Sin mirarme, vuelve a preguntarme.— ¿Qué. Diablos. Es. Ese. Doctor? —Recalcando cada palabra— Es mi doctor —intento acercarme, pero me esquiva— Yo estoy enferma.— Si, me he dado cuenta. ¿Cuántos meses?— ¿Cuántos meses? ¿A qué te refieres?— ¡Te dio tu despedida! —exclama asqueado— ¿A caso tienes semanas? ¡Qué asco!— ¿Por qué piensas que estoy e
Narrador— ¿Lo conociste desde ese entonces? —preguntó Douglas con una calma, que podría poner nervioso a cualquier— ¿Rompieron el contrato de paciente – doctor?Aria estaba a punto de contar la parte donde le dice que tiene seis meses de vida, pero Douglas la interrumpió con un golpe sobre una pequeña mesas de madera.— ¿Me tomas el pelo? —preguntó Douglas perdiendo la paciencia— ¿Me estás tomando por un idiota?— ¿De qué hablas? Te estoy diciendo la verdad, mis desmayo se derivo a un problema que tengo en el corazón, todos en la universidad se alejaron de mi debido a ese rumor que corrieron de que estaba enferma pero de una enfermedad super rara de trasmisión, entré en depresión… no tuve amigos— No puedo creer hasta donde llegan las mujeres por dinero, Aria. ¿Cuánto necesitas? ¿Te irás de compra a Valenciaga o Channel? ¿Necesito comprarte un carro? ¿Necesito comprarte amigos?Aria no creyó el sarcasmo de Douglas, estaba impresionada por como ha tomado la verdad su esposo, debido al
PUNTO DE VISTA DE ARIA— Te veré en tres horas, no me gusta esperar —Douglas toma mi mano— Compórtate, le dije a Antonio que te lleve a comprar víveres, él sabe donde, compras todo lo que quieras, la tarjeta no tiene límite.— Gracias, amor —me acerco para besarlo, pensando que me recibirá con un pico, pero no. El beso es intenso, igual a cada beso que nos hemos dado. Pero ahora lo siento más que la primera vez.— Vayan con cuidado, te encargo la seguridad de mi esposa, Antonio —dictó DouglasDouglas se bajó, en menos de cinco segundos ya conducía de nuevo Antonio.— ¿Le dijiste a Douglas que tengo un amante? —pregunté— Yo solo hago lo que el me pide, señora Fraser.— ¿Qué te pidió exactamente, Antonio? —Antonio guardó silencio, debatiéndose en decirme o no— Te recuerdo que también trabajas para mi ahora.— Vigilar cada cosa que haga, con quién, si tiene amigos, novio, exnovio, cualquier cosa que pueda dañar al señor.— ¿Crees que soy esa clase de persona, Antonio?— Pienso que detr