En una región lejana, un guerrero lee una carta en la oficina del campamento de entrenamiento de su manada. Él deja salir un suspiro y mira a su hombre de confianza con una sonrisa maliciosa.—¿Puedes creer que el mismo alfa Tron me está pidiendo colaboración? Algo grave debe estar sucediendo para que él necesite de mi ayuda —dice orgulloso, ya que ha admirado a Tron desde que era un niño.—¿Aceptará ayudarlo, Gamma? —inquiere su subordinado.—¿Cómo podría negarme? El alfa Tron me apoyó cuando más lo necesitaba y gracias a él obtuve la victoria que me convirtió en el gamma de los demás gammas de esta región. Además, para mí es un honor que él me haya tomado en cuenta, amigo mío.El subordinado asiente en acuerdo y acata las nuevas órdenes de su jefe, que consisten en preparar una respuesta para Tron.Por otro lado, Azucena se dirige hacia el campamento de entrenamiento, una vez allí, ella echa un polvo al agua y regresa al bosque para recargar energía. Está cansada de las limitaciones
La noticia sobre la nueva plaga se riega como pólvora en las comunidades y manadas cercanas a Rayo dorado, lo que provoca el terror en los habitantes aledaños a los territorios aliados a Tron. Ningún insecticida es capaz de destruirla ni el fuego, como tampoco los agricultores están dispuestos a lidiar con el peligro de ser devorados por dichos insectos, por tal razón, muchos de ellos abandonan su trabajo y solo unos pocos buscan la manera de contrarrestar a los intrusos y evitar que estos se expandan a otras regiones. Ese evento provoca el éxodo de muchas personas, que empiezan a invadir otras manadas más lejanas o a buscar territorios vírgenes dónde situarse.—¡Con un demonio! —estalla Tron desde su oficina—. ¿Qué maldita plaga es esa? No solo se come los cultivos, también a las personas y a los animales. Solo es cuestión de tiempo para que nos invada a nosotros, puesto que se ha expandido por casi todas las tierras que rodean nuestros límites. —Debemos encontrar la manera de desha
Él usa su habilidad zolleb para transportarse más rápido a donde sea que su instinto le indica, pues no tiene claro cuál es su destino. Por un momento siente emoción al creer que se convertirá en lobo al fin, pero esa idea se esfuma cuando siente el llamado de auxilio de la tierra donde nació.Tras varias horas de movilizarse por medio de los árboles, haber saltado colinas y reconocer algunas de las montañas que le dan a entender que ya no está en su manada, Ryan decide detenerse para ubicarse, es cuando descubre que el sol está por ponerse. «Debo continuar», se anima y retoma su viaje.Pese a la velocidad con la que logra desplazarse, le toma unas tres horas más llegar a donde sea que su instinto zolleb lo dirige. Un desierto lo recibe y en su pecho siente la necesidad de detenerse. La luz de la luna es débil, pero eso no es problema para un zolleb o licántropo, puesto que pueden ver sin inconvenientes en la oscuridad.—Eres tú... —dice él cuando descubre a su amiga rata allí—. ¿Qué
La niña pelirroja corre y salta por todo el campo mientras es perseguida por dos niños más; uno de cabellera rubia como el oro y otro con rizos rojizos en un tono más claro. Ambos poseen los ojos verdes de su padre, gamma de la manada Fuerza de bronce y amigo del alfa. Este último es el progenitor de su amiga, la niña a quien están persiguiendo entre risas y gritos eufóricos.—Eres muy rápida, Legna —le dice el chico rubio, cuya respiración se encuentra irregular; acto seguido, se tumba sobre la grama.Ella sonríe airosa e imita la acción de su amigo, entonces el pelirrojo hace lo mismo, quedando ella entre los dos hermanos.—¿Con cuál de los dos te unirás cuando te conviertas en loba? Ambos estamos enamorados de ti, pero no pelearemos. Hemos decidido que tú tengas la última palabra.La niña entorna los ojos y hace una mueca de disgusto.—Somos unos cachorros todavía para estar pensando en eso. Qué fastidiosos son. Además, yo me guardaré para mi mate.—En ese caso, yo seré tu mate —de
Después de que Legna y Dylan discuten de nuevo por otra tontería, todos ellos se van a nadar al río. Los mellizos hacen piruetas en el agua para impresionar a Legna, quien está pendiente de su hermano.El niño sale del río y se pone a jugar con los insectos de la grama que rodea la orilla, entonces Legna se relaja y decide divertirse un rato en el agua.Ella vislumbra a Dylan haciendo acrobacias frente a Clara con la intención de impresionarla, entonces entorna los ojos y hace una mueca de disgusto.«¡Hombres! Son todos unos ridículos», piensa molesta.Legna sonríe de manera peligrosa y de repente sus ojos se tornan verdes, cuyo tono es el mismo de las plantas enredadoras que se encuentran en el fondo del río.De un momento a otro, Dylan cae de golpe y se hunde en el agua. Por más que lucha, no puede salir del fondo porque las plantas acuáticas se han enredado en sus tobillos y lo jalan con fuerza hacia la profundidad.Los gritos de Clara resuenan en el lugar, mientras que los demás b
Continente de los zollebs Cuatro años después...La chica flota por los aires con acrobacias hábiles; tan grácil y libre como si de un ave se tratara.Sus ojos se tornan grises y muy cristalinos, y de sus manos empieza a fluir una simple brisa, que se va transformando en viento hasta que un tornado se instala alrededor de sus piernas.Las fuertes brisas empiezan a mover los árboles con gran ímpetu y el cielo se nubla.—¡Suficiente! —vocifera Liah desde la superficie de gramas plateadas.Legna cierra los ojos y la fuerza del tornado va menguando hasta desaparecer, al mismo tiempo en que ella desciende despacio. Pronto las plantas de sus pies descalzos tocan el suelo de las gramas, que pese a su apariencia puntiaguda se sienten suaves como la tela de algodón.—¿Cómo lo he hecho? —inquiere Legna emocionada y a la expectativa de su repuesta. Para ella es muy importante la opinión del rey de los zollebs, ya que siempre ha admirado su poder y habilidades.Su abuelo, un hombre de tez tersa
Desde los años en que el alfa Tron levantó su propia manada lejos de Luna de hierro, tanto él como el alfa Riú y otros alfas de manadas aledañas celebran la bienvenida de las estaciones del año con festivales y fiestas.Cada cuatro meses, se escoge a una manada para dicha conmemoración, donde los lobos más jóvenes que se han transformado asisten a esos festejos, ansiosos por encontrar a su mate.Tres años atrás, Dylan se reunió con Clara en el festival de una manada cercana a Fuerza de bronce, con la ilusión de que ella fuera su mate, ya que él llevaba un año esperando su conversión y poder confirmar lo que en ese entonces para ellos era algo incierto; sin embargo, aquello no aconteció.No hubo lazo para ninguno de los dos.Ahora, a sus veintidós años, él mantiene la esperanza de que en ellos surja el vínculo o, en su defecto, de encontrar a su verdadera mate.—¿Crees que será esta noche? —inquiere Leandro, uno de los hijos de Arel, Gamma de la manada Fuerza de bronce.—Eso espero...
Dylan regresa al centro de la ciudad de la manada Fuerza de bronce con estupor, pasos titubeantes y expresión desdeñosa.Todavía no lo asimila.Ella, la chica que lo saca de sus casillas y a quien nunca ha soportado, es su mate.«¡Maldita suerte la mía!», se queja en su mente mientras hace una mueca que denota sufrimiento.Él se frota el rostro varias veces y suspira con impotencia.—¿Qué haré ahora? Legna nunca aceptará el reclamo, pero tampoco el rechazo porque le encanta fastidiarme. ¡Chiquilla insolente y problemática! —Él patea una roca que se encuentra en el camino y la hace trizas.Cuando Dylan llega al festival, ya quedan pocas personas en la calle, puesto que casi es de madrugada y la mayoría se han apartado a los lugares rurales para aparearse bajo la luna, o regresado a sus casas y manadas.—Dylan, ¿dónde te metiste? Me he cansado de buscarte toda la noche, incluso llegué a pensar que te habías regresado a Rayo dorado —le reclama Clara, quien lo aborda desde que lo ve.Él c