— Vamos Jesse — escalé el árbol y extendí mi mano — ven aquí, la vista es impresionante, si yo pude subir claro que tú puedes.
Le ayudé a Jesse a subir y ambos quedamos en la misma rama, él estaba jadeando demasiado y se veía cansado.
— No sé cómo puedes hacer esto, Alexa; tienes una agilidad que nadie posee, te tengo un poco de envidia.
Le dí un beso a Jesse y él se sonrojó por completo, él sacó una caja de terciopelo negro y me la extendió.
— Toma, te quiero obsequiar esto — él tomó mis manos y puso la caja — espero que te guste, es una prenda única ya que yo mismo hice el diseño y lo encargué a la joyería de los Harrison.
— Es hermosa — miré el collar — muchas gracias Jesse, el color del diamante es mi favorito, morado; yo no tengo nada para ti.
— Esto lo estoy haciendo para despedirme y también para prometer algo — él se sonrojó y tomó mis manos — esta es mi promesa, cuando sea grande me voy a casar contigo, no quiero a nadie más que no seas tú, ¿Me vas a esperar?
— Te voy a esperar el tiempo que sea necesario — confesé con un rubor en mis mejillas — me duele irme de tu lado pero como mis papitos se fueron al cielo y mi tía vive en otro sitio es que no puedo quedarme, te quiero mucho Jesse.
— Cuando me extrañes mira este collar — él se lo puso y quedaba un poco grande — de esta forma me vas a sentir cerca, no te lo quites nunca.
Yo sonreí y le di un beso de pico, ambos estábamos sonrojados pero felices. Mi tía finalmente llegó donde estábamos y me pidió que bajará, ya sabía lo que esto significaba.
— Ya es hora de irnos cariño, el avión nos va a dejar si no nos damos prisa y créeme que será todo más difícil si te quedas más tiempo aquí.
Bajé del árbol y tomé de la mano a mi tía, nosotras salimos de la mansión y el señor Lennox que era el padre de Jesse se despidió de nosotros, subimos al carro y mis lágrimas comenzaron a descender por mis mejillas redondas.
— Ya deja de llorar, podrás hablar con Jesse Lennox por teléfono y todas las formas que desees — mi tía me consoló — lamentablemente mi vida se encuentra en otro sitio y no aquí, lo siento mucho cariño.
El carro arrancó y Jesse comenzó a correr detrás, me decía adiós y se detuvo hasta que sus pies no pudieron continuar.
Años después
Esa llamada hizo que mi mano temblara, veía la amplia ciudad mientras al otro lado de la línea había alguien que me decía muchas cosas que no entendía, información supongo.
— ¿Me está escuchando, señorita Harper? — el hombre al otro lado de la línea me trajo a la realidad — lamento mucho lo sucedido pero usted se encuentra en la quiebra, la empresa era fantasma y desapareció con todo su caudal hereditario.
— ¡Pero cómo esto es posible! Se supone que ustedes investigaron a profundidad y me dijeron que todo estaba en orden, fue por eso que decidí invertir con esas personas porque todo me parecía demasiado bueno.
— Quizás debió pensar un poco mejor al momento de invertir todo su capital, es cierto que nosotros le dijimos que todo estaba en orden pero nunca le dijimos que metiera toda su fortuna en ello y si hizo tal cosa debe de asumir la responsabilidad de sus actos y no culparnos.
— Puede ser que ese fuera mi error pero de igual forma lo hice porque ustedes me dijeron que era seguro, créanme que esto no se va a quedar así porque pienso demandarlos.
— Si quiere entrar en una demanda no la pienso detener, pero yo que usted pensaba todo el tiempo y el dinero que va a invertir en pagar abogados — pude sentir la sonrisa de victoria que tenía — le propongo una cosa, pensamos darle una cantidad como compensación por nuestro error y así dejamos las cosas en paz, nadie sale perdiendo nada.
— ¿De qué cantidad estamos hablando? — pregunté sabiendo que él tenía razón y me dió la suma — ¿Es una jodida broma? ¡Eso no es ni la cuarta parte de la cuarta parte de lo que perdí!
— Es eso o irnos a juicio, bien sabe que no es conveniente hacer esto y menos cuando se tiene una situación tan precaria como la suya.
Al final terminé accediendo a que me dieran esa cantidad de dinero que consideraba ridícula, recibí la visita del tipo con el que hablé por teléfono y firmé un documento en el que me comprometía a no levantar ninguna demanda en su contra debido a la compensación que me estaban dando.
— Son unos descarados, pero créame que todo esto lo van a pagar tarde o temprano y no será por mi mano porque ya me ataron por completo.
Una sonrisa burlona salió del sujeto y esa fue la única respuesta que obtuve por su parte; miré el cheque que me habían dejado y era consciente que eso no me alcanzaría para mucho, solamente podría pagar un mes en la escuela de gastronomía. Me puse a pensar en posibles soluciones y llegué a la conclusión de que iría donde el señor Lennox, sin más demora manejé hasta su casa y por suerte lo encontré.
— Alexa — él me miró sorprendido — pero muchacha, ¿Qué haces aquí? Por favor pasa y no te quedes ahí.
— Hola señor Lennox, disculpe la irrupción tan repentina en su casa pero me gustaría hablar con usted un momento, prometo no demorar mucho tiempo ya que soy consciente que es un hombre ocupado.
Nosotros entramos a su casa y ahí le conté de mi situación, solicité una beca completa para la escuela de gastronomía que él administraba, esa era la única forma de no dejar mis estudios a la mitad del camino.
— Claro que te otorgaré la beca, bien sabes que formas parte de esta familia y te tengo un gran aprecio. Me gustaría mucho que Jesse estuviera aquí, viendo como triunfas en la carrera que los unió.
— Bien sabe que tuve que separarme de él, cuando mis padres murieron no tuve más opción que irme de aquí para vivir con mi tía que en paz descanse. Por suerte pude regresar y bueno aquí me tiene.
— Es una lastima que Jesse se tuviera que ir a estudiar a Francia justo cuando tú regresaste, veo que sigues teniendo ese collar — él señaló la prenda y la acaricié con afecto — no tienes idea la felicidad con la que mi hijo hacía ese dibujo, fuiste de mucha ayuda cuando su madre nos abandonó y te convertiste en el rayo de sol de aquel niño que pensaba que su mamá se había ido por su culpa.
— Jesse también fue de mucha ayuda cuando mis padres murieron, aún recuerdo cuando me colocó una curita en el corazón para que ya no me doliera. Él fue mi primer amor y supongo que todo mundo lo sabe y es consciente de eso.
— Si, tú también fuiste su primer amor y creo que hasta el momento lo sigues siendo; nunca le conocí una novia y no es por nada pero mi hijo es muy apuesto, puedes verlo en las fotos que hay en la casa.
Jesse Lennox, definitivamente había cambiado mucho y de igual forma yo; a pesar de esto seguía teniendo exactamente ese brillo en los ojos que me enamoré cuando solamente tenía cinco años, a pesar que en el transcurso de mi vida conocí chicos muy apuestos e incluso hombres interesados en mí, jamás pude sentir por ellos lo que llegué a sentir por el hijo único de esta familia de dos.
— Me dijo cuando me fui que este collar iba a ser la promesa de que nos íbamos a casar, bien sabe que solamente éramos unos niños que creían que la pobreza se iba a eliminar si imprimían más billetes…
Los sombreros de chef se alzaron por todo lo alto, finalmente nuestra graduación había llegado y para celebrar tal evento nos fuimos a un restaurante.— Espero que no nos quedemos solo con esto — uno de los chicos habló — no somos viejas para conformarnos con un almuerzo para nuestra graduación.— ¿Qué les parece si vamos a inferno? — sugerí y ellos me vieron — es una discoteca que se encuentra de moda, pensaba hacerles la propuesta y ver que me decían, yo tampoco quiero celebrar con un simple almuerzo.— Me parece una excelente idea — habló otra de las chicas — entonces almorzamos y nos vamos a preparar para la noche, quedamos a las nueve en punto en esa discoteca, por favor arréglense bien que no quiero que me hagan pasar vergüenza.Nosotros celebramos con este almuerzo pero al final nos fuimos por caminos separados con la promesa de encontrarnos en ese sitio. Llegué a mi apartamento, vivía aquí desde hace años ya que tuve que cambiarme de piso porque no podía costear el anterior, t
Me metí a mi apartamento y al ver en el suelo miré un sobre, lo recogí entonces al abrirlo miré el collar que Jesse me había dado junto con una nota de disculpa de mi vecina, Pelusa era su gata y se colaba a mi piso bastante seguido, las cosas que hace un poco de atún.Coloqué el collar en mi tocador, lo miré detenidamente e incluso estuve a punto de arrojarlo en la basura pero decidí dejarlo conmigo ya que esto representaba la amistad dulce e inocente que tuve con Jesse cuando eramos unos niños, desafortunadamente ahora había cambiado al punto que ni siquiera me reconocía y que era capaz de dejarme tirada porque se encontró con una prostituta fina.— No sé qué me duele más — tomé la cadena en mis manos — el hecho de que no me recuerde, que sea capaz de dejarme botada después de todos estos años o que me confundiera con una prostituta; creo que lo mejor es olvidarse de la amistad que tuve con él y enfocarme ahora en mi carrera, si tan solo tuviera un hijo — hice una pausa — espera, ¡E
Al día siguiente me presenté en el restaurante para la entrevista de trabajo con una apariencia decente, lo contrario a ayer. — Hola señor Lennox — me senté y extendí el folder — ahí tiene todos los documentos necesarios para que me haga la entrevista. — Bien sabes que nada de esto es necesario — él hizo la carpeta a un lado — no quisiste entrar a trabajar a mi restaurante porque decías que solo eras una estudiante, ahora que ya no lo eres pues me gustaría contratarte — iba a hablar pero él me detuvo — no quiero que digas que no, recuerda que fuiste la mejor estudiante de la carrera y mi chef necesita un sous-chef. — Pero señor Lennox eso es mucha responsabilidad para mí, si tan solo me diera un puesto más bajo todo sería diferente; le puedo asegurar que hay empleados aún más antiguos en su restaurante. — Si es cierto, a pesar de esto ninguno se encuentra a tu altura — él tomó mis manos — vamos, acepta el empleo. Acepté el trabajo porque no tenía más opciones, nadie pagaba lo que
En el momento que me quedé con el personal pude ver sus ojos de desprecio, ellos se relajaron e incluso en cierto punto se pusieron a conversar mientras hacían falta demasiadas cosas. Tenía que llenarme de mucha paciencia, comprendía que no estaban de acuerdo con mi recién nombramiento de sous-chef pero habían muchas injusticias en la vida y todos de una o de otra forma terminamos sufriendo una e incluso más de una, el mejor ejemplo soy yo que mi primer amor ni siquiera es capaz de reconocerme y de paso me toma como una prostituta.— Escuchen, sé muy bien que no me miran con buenos ojos pero creo que deberían ser unos profesionales y dejar de lado cualquier inconformidad que tengan conmigo. Recuerden que el crítico viene hoy y le debemos al señor Lennox el éxito con esta persona y también con los otros comensales.A pesar de esto ninguno me hizo caso así que decidí tomar las riendas de la situación y empecé a asignar las áreas en las que se encontraban, al ver que estaba decidida a ha
No tenía una explicación para esta situación, la puerta del restaurante se abrió y ahí entró una señora que iba acompañada por el supuesto crítico de comida, ella al vernos nos sonrió amablemente.— Me gustaría aclarar el malentendido de ayer, la crítica de comida de hecho soy yo, les presento a Luigi, él es mi asistente personal y generalmente nosotros tenemos una manera de evaluar diferente al resto. No digo a qué restaurante voy a ir sino que es esta persona la que lo hace, ambos visitamos el local pero en mesas separadas y de esta forma vemos si los meseros junto con todo el personal se esfuerzan por atendernos de forma equitativa.— El plato que me sirvieron a mí también fue pedido por mi jefa — Luigi me miró y sonrió — tengo que reconocer que ayer me sobrelímite al tratarte de esa forma, tu cocina es exquisita y definitivamente tus valores morales son muy grandes.— Justo por todo lo sucedido decidí presentarme aquí, no solamente el restaurante tiene una estrella Michelín sino t
— Finalmente me encuentro de acuerdo contigo en algo, más específicamente en lo inicial porque del resto es una patraña, eres una cínica al ir a mi casa así de repente.Llegamos al hospital y los doctores le dieron prioridad al señor Lennox, me senté en la sala de espera, estaba preocupada por la salud de este hombre que veía como un padre. Miré las pantuflas finas y el pijama de este hombre, mis ojos se encontraron con los de Jesse y nuestras miradas no podrían ser más opuestas.— Quiero que te largues de aquí — él lloró — por tu culpa mi papá tuvo un infarto, nunca te debiste presentar en mi casa, te aborrezco con toda el alma. Me fuí de ahí mientras sentía que Jesse me observaba detenidamente, ahora estaba con el corazón agrietado y casi a punto de romperse; también me encontraba demasiado angustiada por la salud del señor Lennox y lo peor era que no podía saber si iba a mejorar de alguna forma. Tuve que ir al restaurante a trabajar, no podía detenerme solo por el hecho de que el
Jesse no quería tomar el collar pero tomé su mano y coloqué el corazón que años atrás me había dado, el que me acompañó en cada momento y a cada segundo desde el instante en el que me lo dió. Me di la vuelta y seguí lavando los platos, intentó tocarme pero me alejé de él como el diablo huye del agua bendita.— ¡No te me acerques! — lo miré con desprecio — ahora soy yo la que no quiere saber nada de ti, la que quiere que hagas como que no existe, me rompiste el corazón con todas tus humillaciones y tus acciones, eso no es algo que puedas reparar con facilidad.— Alexa por favor perdóname — él me miró con desesperación — no sabía que eras tú, pensé que solamente eras una tipa que se quería aprovechar de mi padre como muchas otras lo hacen, si hubiera visto este collar créeme que nada de esto estuviera pasando.— ¿Y se supone que eso cambia las cosas? Por favor Jesse, si piensas que con un perdóname vas a remediar las cosas estás muy equivocado — tomé un vaso y lo lancé al suelo — perdón
Me puse a limpiar el baño ya que no tenía más opciones, sabía bien que si Jesse hubiera querido evitar todo esto con una llamada hubiese tenido pero probablemente se encontraba lamentándose por el rumbo que tomaron las cosas. Al finalizar de está zona pude sentir un fuerte mareo, no es sencillo estar agachada casi todo el tiempo y menos con tres meses de embarazo. — Ya terminé de los baños — entré a la cocina y me asusté por el cerro de utensilios que había — pero que rayos, ¿Acaso pasó un terremoto aquí? — Demoraste demasiado y esos utensilios se fueron acumulando, apresúrate y deja de estar de floja que eso no se va a lavar solo, por cierto, ni se te ocurra utilizar la máquina de lavaplatos porque se gasta demasiada agua y jabón, hazlo todo a mano. Respiré profundamente porque bien sabía que nada iba a resolver con el hecho de discutir, lavaba los utensilios pero nunca acababa debido a que cada uno de los cocineros ocupaban una cuchara nueva para remover exactamente la misma mezc